(Por Rubén,Administrador)
La HAARP existe es muy Real, Existe mucha información sobre lo que es y hace la HAARP, nose porque la Mayorías de las paginas webs chilenas de Conspiraciones y de Anti NWO no hayan sacado ningún artículos sobre el Terremoto en Chile y la HAARP, nose que presiones Hayan tenido, pero aquí a algo que no cuadra, pero no haré ninguna discusión ni menos Peleas, pero se supone que los Blogs Chilenos de Conspiraciones y Anti NWO, sabían sobre la Arma del NWO que es la HAARP, pero no dices nada, ni Menos hablan de ELLOS los seguidores del NWO que ya tienen ya la Tecnología para Poder controlar el Clima y Producir Dasatres que no son nada de Naturales.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
Yo no tengo presiones de nadie, no me guió por la Masas que no Creen en la HAARP, no tengo ninguna presión de Nadie ni siquiera del Grupo o Movimiento Liberacciòn que se que la mayorias de sus Integrantes les Molestan Mis Palabras ya que la Mayorías de las personas que son del Grupo o Movimiento Liberacciòn son Anti NWO, pero no Creen en la HAARP. Es hora que despertemos que abramos nuestra Mentes y Ojos, y que Salgamos de esa Matrix de desinformación y Ignorancia. Libérate, lucha contra la Ignorancia de las Masas, Eres un Ser Pensante, busca Tù la Información, la HAARP EXISTE ES MUY REAL. Soy uno de los pocos Chilenos que en su Blogs Habla sobre la HAARP y del Terremoto y Maremoto que hubo en Chile, aunque me Ataquen, Molesten, Descalifiquen, Insulten, me Ignoren Yo seguiré Informando lo que muchos temen o Ignoran Informar.
Muchas Gracias por visitar Mi Blogs, ya que son unos de los pocos Blogs Chilenos de Conspiraciones y Anti NWO que toca los Temas de las Conspiraciones de la HAARP que es una Arma del NWO, y esta Arma Produce Terremotos y Desastres que no son nada de Naturales.
Espero que sigas Informándose ya que el NWO trae y traerá muchos cambios que afectara a Millones de Humanos.
DESASTRE EN CHILE, UNA CARTA ILLUMINATI
(Por Trinityatierra)
El terremoto en Chile se ha cobrado , de nuevo, muchísimas víctimas cuando aun no han terminado de contar; el número final no podrá determinarse hasta que se desescombre, terminen las tareas de limpieza y se pueda contabilizar al número completo de personas desaparecidas allí, pero ya sabemos que más de un millón y medio se ha quedado sin hogar y la devastación en algunas zonas es absoluta. Hay que retrotraerse hasta 1960 para ver un terremoto en Chile de esta magnitud. En aquella ocasión no se llegó a contabilizar el número total de víctimas (un número entre 400 y 3000) y dos millones de personas se encontraron en la calle. Entonces el terremoto fue de magnitud 8.6, menor que el sufrido en el centro y sur de Chile en Febrero de 2010.
Poco después del terremoto chileno de febrero, se levantó una alerta de tsunamis en el Pacífico que finalmente no ha causado grandes estragos, aunque sí algunas víctimas mortales.
Creo que todos los que seguimos los movimientos del NOM desde hace un tiempo, pensamos en armas electromagnéticas (del tipo HAARP) en cuanto nos llegó la información del terremoto en Chile. Entre otras cosas, porque sabemos de que esta carta es una de las cartas importantes del Juego de Cartas illuminati de 1995 de Steve Jackson del que se posteó hace dos años en este blog.
En concreto, la carta de “Terremotos” dice así:
“¡Desastre!. Este es una ataque instantáneo para destruir cualquier sitio. No requiere acción alguna. Su poder es de 12 contra un lugar gigantesco, vale 16 contra cualquier otro lugar. Si el ataque tiene éxito, el objetivo queda devastado; si el número de muertes supera el valor 5, ¡el objetivo es destruído!”
Podemos ver, como en todas las demás cartas, el símbolo illuminati (pirámide) en una de las piedras de la carta, bajo la víctima que trata de subir al nivel del suelo, dando a entender que esta es una carta-poder de los illuminati.
La demostración “científica” de esta relación entre terremoto y origen artificial electromagnético puede escaparse de nuestras manos, o parecerlo, entre otras cosas, porque la propia herramienta “científica” jamás estuvo más secuestrada que en estos momentos de la historia, donde incluso aparecen términos “científicos” plasmados en la wikipedia o rellenando páginas “científicas” de blogeros que se prestan a ese juego, cuyo fundamento nos parece alocado, sino absurdo por completo. Y por supuesto, porque las herramientas para determinar las cosas “científicamente” están presas en manos de científicos, que a menudo no son más que fieles servidores de sus dueños privados o gobernantes públicos. Por desgracia, reconozcámoslo, con honrosas escepciones, la ciencia hoy es el fundamentalismo religioso de toda la vida con una pátina que todavía engaña a millones de personas.
Pero, y esto lo descubriremos todos, tarde o temprano, para poder evolucionar en este mundo de paradigmas revolucionados donde nada es lo que parece, la intuición debe ser colocada en un lugar preponderante en nuestro proceso mental. La mente lógica y la razón (especialmente la razón “científica” que está completamente manipulada) no deben ser los directores de todo nuestro proceso evolutivo, en todo caso, deberán ser consultados, como consultamos al corazón para que nos ofrezca una luz sobre los hechos, cuando nos falta información, o como consultamos a nuestros amigos o familiares. No debemos ser esclavos de esa “lógica” científica, y tenemos que aprender a apelar a la intuición que es capaz de volar mucho más alto, especialmente si nos hemos procurado trabajar de forma espiritual para elevar la intuición hasta un lugar donde pueda divisar la luz sobre los hechos.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
La lucha que sabemos que existe entre el Bien y el Mal, no es otra que la lucha entre la Luz de la Información (de la verdadera información, que es orden integrado y sanador de realidades multidimensionales) y la Oscuridad de la Desinformación, que es el sistema en el que los humanos han subsistido aquí durante milenios, como consecuencia de una manipulación y supresión de nuestro hardware constitutivo, de nuestro ADN, así como de la destrucción o desorden informativo planificado y consistente y la disposicion de redes alrededor del planeta que han impedido durante mucho tiempo que la Luz de la Información llegara hasta la superficie que habitamos, limpia de polvo y paja.
Volviendo al terremoto y con la mente en todo lo dicho anteriormente, dado que estoy en línea con esta conclusión, que es sólo la punta del iceberg, me hago eco de algunas de las conclusiones de starviewer sobre el terremoto de Chile.
“La única forma de generar patrones sucesivos de profundidad idéntica, en réplicas discontinuas seguidas, es proyectando desde un satélite frecuencias de superficie, concentradas en un punto. No hay otra manera de conseguir ese efecto, ya que, los seísmos endógenos, obedecen a las propiedades de elasticidad de las placas Tectónicas, y ni en esta ocasión, ni en el caso de Haití, se ha verificado elasticidad alguna. Por tanto ARTIFICIAL.”
En mi opinion, y como ya he dicho en foros, otro patrón que señala al origen electromagnético artificial del terremoto son las luces (luminiscencia) vistas antes y en los momentos iniciales del terremoto, que recuerdan a las vistas en Haiti y en Perú. La explicación ofrecida al fenómeno desde algunos “expertos”, tan absurda como la de “sun dogs” en el caso de las luces observadas junto al Sol (o lo que se ha denominado “Dos Soles”) de que la luminiscencia en el cielo se produce porque se abre una brecha en la Tierra que deja escapar la energía concentrada en el interior de la Tierra y que da origen a las auroras boreales en los polos, no se sostiene de ninguna de las maneras.
Veamos algunos vídeos donde aparecen las luces antes del terremoto.
Chile, Febrero 201
Estos días muchos están hablando de HAARP (instalaciones en Gakona) como origen del terremoto chileno. Sin embargo, revisando la actividad de los días anteriores y posteriores al terremoto en la información disponible en su página web, no he podido encontrar una correlación sospechosa que señale a HAARP, aunque evidentemente, no cuento con todos los datos, ni mucho menos. Pero esta comprobación se ha hecho como hicimos en el caso de Haiti y anteriores.
Por ello, de nuevo hay que recordar que HAARP no es la única instalación de este tipo y probablemente, ahora que está todo el planeta mirando a HAARP, quienes quieran emplear armas electromagnéticas para causar desastres naturales y poner bajo su mando el control absoluito de las decisiones gubernamentales de un país pueden hacerlo, más sencillamente, desde cualquier otro espacio de operación, que no se encuentre bajo la atenta mirada de observadores internacionales en este momento.
Estas son las que conocemos…
1. Mu Radar – Instalación de 1 megavatio en Japón (34°51′14.80″N 136° 6′19.45″E).
2. Arecibo Observatory – Instalación de 2 megavatios en Puerto Rico (18°20′38.97″N 66°45′9.77″W).
3. HIPAS – Instalación de 70 megavatios en Fairbanks, Alaska (64°52′21.18″N 146°50′18.78″W).
4. Sura – Instalación de 190 megavatios en Rusia (56° 7′10.32″N 46° 2′4.41″E).
5. EISCAT – Instalación de 1 gigavatio en Tromsø, Noruega (69°35′1.06″N 19°12′57.11″E)
….y ya sabemos que no conocemos ni la mitad de las cosas que existen y están funcionando ya en el planeta Tierra.
De todos modos, mi mensaje es de esperanza. Tengo confianza en que poco a poco recuperaremos el poder y llegaremos a recordarlo todo… e incluso antes de esto, muchos recordaremos que nuestro pensamiento es capaz de crear y que el esfuerzo de nuestra mente debe ser dirigido hacia lo positivo SIEMPRE porque nuestro poder se irá desplegando y el poder de nuestra mente es absolutamente colosal, y no sólo afecta a nuestro sistema, sino a los sistemas colindantes en el Universo, y por lo tanto tenemos que ser muy responsables con éste. Este mensaje ya lo dejé en el foro para los hermanos chilenos y lo vuelvo a enviar para todo el mundo.
Recordad que es la vibración de vuestra mente la que puede CREAR cambios allí para construir vuestro mundo. No caigáis en la desesperanza y no dejéis de creer en que los días de quienes quieren seguir alimentándose de nuestro miedo, hambre, enfermedades, desolación, desesperación, angustia etc. están contados.
Sus días están contados y pensad siempre en que cada vez que toman una iniciativa drástica y extensiva (de la naturaleza que sea y las cartas de Steve Jackson arriba os darán “ideas”) están expresando su miedo y su desesperación porque no quieren dejar de nutrirse de nuestro miedo, de nuestra angustia, porque quieren implantar un nuevo juego ya que éste, que lleva miles de años en la Tierra, se acaba. El juego se acaba y SABEN que van a perder el control de este planeta, para siempre…habrá víctimas, es indudable y doloroso reconocerlo, pero es así, pero la LUZ se hará por fin, porque ya está penetrando nuestras células y nuestro espíritu y recordándonos nuestra naturaleza inmortal, más allá de este cuerpo físico. Por lo tanto, tendremos que esperar, porque aun vendrán sucesos tristes y desesperanzadores para muchos, pero la LUZ es el futuro y ya hay millones de almas de luz trabajando aquí. ¡No os quepa la menor duda!.
Os envío mi amor incondicional desde el otro lado del Atlántico.
EL TERREMOTO EN CHILE CAMBIO EL EJE DE LA TIERRA ACORTANDO EL DIA
Según un científico de la NASA, el reciente terremoto de 8,8º Richter que afectó a Chile probablemente cambió el eje de la Tierra, afectando su rotación, lo que se traduciría en que el día será más corto de ahora en adelante.
Richard Gross, geofísico del JPL en California, utilizó un modelo informático para calcular los efectos del devastador terremoto que afectó al país, señalando que:
Citar:
La duración de la jornada debió haberse acortado en 1,26 microsegundos (millonésimas de segundo), el eje sobre el cual la masa de la Tierra se equilibra se debe haber corrido unos 8 centímetros aproximadamente.
Si bien este tipo de cambios son muy difíciles de detectar físicamente porque son demasiado pequeños, sí pueden ser vistos a través de modelos.
El acortamiento del día se explica por el llamado “efecto del patinador en hielo”. Cuando un patinador está dando giros sobre la pista y cierra los brazos sobre su pecho, comienza a girar más y más rápido. Cuando se cambia la distribución de la masa sobre la tierra, el ritmo de rotación también cambia, explicó a BusinessWeek el geólogo David Kerridge.
Según Andreas Rietbrock, profesor de Ciencias de la Tierra en la Liverpool University del Reino Unido, también las islas de la zona pueden haber sufrido cambios.
Estudios realizados en el área han demostrado que las islas del sector se han visto afectadas por terremotos anteriores. Como ejemplo señaló que la Isla Santa María (ubicada cerca de la costa de Concepción) se había desplazado hacia arriba producto de movimientos previos.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
En una palabra, entre todos los saberes posibles existe al menos uno imprescindible: el de que ciertas cosas nos convienen y otras no. Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir por cuenta que nos trae.
Sin embargo, a veces las cosas no son tan sencillas: ciertas drogas, por ejemplo, aumentan nuestro brío o producen sensaciones agradables, pero su abuso continuado puede ser nocivo. En unos aspectos son buenas, pero en otras malas: nos convienen y a la vez no nos convienes. La mentira es algo en general malo, porque destruye la confianza en la palabra y enemista a las personas, pero a veces parece que puede ser útil o beneficioso mentir para obtener alguna ventajilla.
Lo de saber vivir no resulta tan fácil porque hay diversos criterios opuestos respecto a que debemos hacer. Algunas aseguran que lo más noble es vivir para los demás y otros señalan que lo más útil es lograr que los demás vivan para uno. Según ciertas opiniones lo que cuenta es ganar dinero y nada más, mientras que otros arguyen que el dinero sin salud, tiempo libre, afecto sincero o serenidad de ánimo no vale nada.
En su medio natural, cada animal parece saber perfectamente lo que es bueno y lo que es malo para él, sin discusiones ni dudas.
Diferencia entre hombre y animales. Y así llegamos a la palabra fundamental de todo este embrollo: libertad los animales no tienen más remedio que ser tal como son y hacer lo que están programados naturalmente para hacer. Los hombres también estamos programados por la naturaleza. Estamos hechos para beber agua, no lejía, y a pesar de todas nuestras precauciones debemos morir antes o después. Y de modo menos imperioso pero parecido, nuestro programa cultural es determinante: nuestro pensamiento viene condicionado por el lenguaje que le da forma. Somos educados en ciertas tradiciones, hábitos, formas de comportamiento, leyendas..; en una palabra, que se nos inculcan desde la cunita unas fidelidades y no otras. Todo ello pesa mucho y hace que seamos bastante previsibles.
Cierto que no podemos hacer cualquier cosa que queramos, pero también cierto que no estamos obligados a querer hacer una sola cosa. Y aquí conviene señalar dos aclaraciones respecto a la libertad:
Primera: no somos libres de elegir lo que nos pasa, sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo.
Segunda: ser libres para intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo indefectiblemente. No es lo mismo la libertad que la omnipotencia. Por ello, cuanta más capacidad de acción tengamos, mejores resultados podremos obtener de nuestra libertad.
Hay cosas que dependen de mi voluntad (y eso es ser libres) pero no todo depende de mi voluntad (sería omnipotente), porque en el mundo hay otras voluntades y otras necesidades que no controlo a mi gusto.
En la realidad existen muchas fuerzas que limitan nuestra libertad. Pero también nuestra libertad es una fuerza en el mundo, nuestra fuerza.
A ese saber vivir, o arte de vivir si prefieres, es a lo que llaman ética. De ello, si tienes paciencia, seguiremos hablando en las siguientes páginas de este libro.
La libertas no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: Si o No. En su brevedad instantánea, como a luz de relámpago, se dibuja el signo contradictorio de la naturaleza humana.
CHILE:LOS DOS ROSTROS DE UN PAIS QUEBRADO POR EL SISMO
(Por Marcelo Cantelmi)
El devastador terremoto dejó expuestas las limitaciones de un Estado con enormes amputaciones. Le tocará a Piñera hacerse cargo, con la reconstrucción, de déficit anteriores.
Puede que en verdad suceda que haya dos países viviendo simultáneamente, como rostros distintos que cada quien ve según su conveniencia. El límite es la realidad que, cuando acaba por diluir el espejismo, suele mostrar una pintura dolorosa de carencias y conflictos bastante lejana de la visión exitista de los oficialismos. El caso de Chile no es el único, pero sí el último ejemplo que confirma que las cosas muchas veces no son como se dicen.
El actual devastador terremoto ha corrido cortinas y expuesto las limitaciones de un Estado con enormes amputaciones. Chile, que explica casi 70% de su PBI, el tercero de la región, por su apertura al mundo tanto en productos y servicios, ha sido colgado en las estanterías como un modelo de éxito ejemplar en la región; un milagro económico que logró poner en marcha una máquina de crecimiento uniendo armónicamente los intereses del Estado y la actividad privada. Ese es uno de los rostros mimados.
Chile, efectivamente, instauró un modelo de acumulación que preservó desde la última etapa de la dictadura militar y a lo largo de los 20 años de gobiernos de la Concertación, una alianza centrista promocionada de izquierda, que unió en la misma vereda a socialistas y demócratacristianos, garantizando una alta concentración de la renta.
El costo de ese proyecto y esa elección ideológica es el rostro del país real, habitado por una alta desigualdad con un Estado débil e ineficiente, cuyas limitaciones no sólo se han revelado entre los escombros de este sismo.
La presidenta Michelle Bachelet ha venido experimentando el peso de esa contradicción desde los albores de su mandato, que finalizará el próximo jueves cuando entregue el poder al magnate liberal Sebastián Piñera. Esta médica socialista inició su administración con una oleada de protestas de los estudiantes de liceos que demandaban un cambio en los programas de educación aun contaminados, pese a todo lo transitado, de los códigos de la noche del pinochetismo.
Y demudada frente al desastre del Transantiago en febrero de 2007, un ambicioso plan que en lugar de aligerar el movimiento de los pasajeros entre los suburbios y la ciudad, colapsó el transporte público exhibiendo descarnadamente los límites de la gestión pública y derrumbando 40% la imagen de la jefa de Estado recién llegada. Aquel desastre y esta tragedia abren y cierran una gestión que merecería otro destino por el respeto institucional, ese sí ejemplar, que esta mandataria contribuyó a fortalecer y del que carecen muchas experiencias regionales.
El Estado ausente o precario no es un mal reciente. Mucho tiempo atrás, aunque no tanto para olvidarlo, en julio de 2000, unas inundaciones sin precedentes en dos décadas, cubrieron el centro y sur del país, y taparon el 75% de Santiago, causando muertes, cientos de miles sin viviendas y pérdidas multimillonarias en cultivos e infraestructura. Gobernaba Ricardo Lagos, el primer socialista en llegar a la Moneda después de Salvador Allende.
Ese espectacular desastre develó las consecuencias de una política de amplias privatizaciones acompañadas de una reducción del tamaño del Estado y, consecuentemente, de su presupuesto. Obras cruciales no se habían realizado. Menos de la mitad de la capital no tenía alcantarillado pese a que durante los años en que Lagos fue ministro de Obras Públicas de su antecesor, Eduardo Frei, las áreas habitadas de la capital habían crecido casi 15 veces.
Ese Estado agarrotado volvió a mostrarse con este terremoto. Estuvo en las demoras para asistir a los sectores más golpeados del sur abandonados por días sin alimentos, medicamentos y agua potable; en el número de muertos que hubiera sido menor si la Marina que es parte del Estado hubiese advertido el tsunami; y en las dudas en el gabinete para ordenar poner límites a los saqueos que fueron consecuencia de aquellos dos primeros errores.
Es concreto que este golpe condicionará al próximo presidente pero no es claro hasta qué punto y de qué manera. Piñera es el primer derechista de estirpe liberal que llega al poder desde las épocas de la dictadura, de la que participó como ministro su hermano mayor, autor del sistema de jubilación privada chileno. Aun sin terremoto, la perspectiva de este gobierno se anunciaba complicada. El mayor aliado del nuevo presidente es el partido UDI de Joaquin Lavin, una agrupación que, al revés que Piñera, no ha roto con el pinochetismo y tampoco revisado sus rígidas líneas conservadoras y que tiene la bancada más amplia del Parlamento. Y enfrente, por primera vez en la oposición, un socialismo que en el llano se esforzará a costas del gobierno de lavarse la mácula de haber sido parte del modelo de acumulación vertical vigente. Piñera no debería sorprenderse si alrededor del socialismo comienza a estructurarse un sindicalismo de cuya presión se liberó la Concertación, pese a una desocupación estructural y crónica de casi 10%.
Con el terremoto vívido en sus consecuencias, Piñera tendrá que ser el presidente de la reconstrucción de un país cuya infraestructura sufrió graves heridas. Lo paradojal es que por esas razones, el Estado posiblemente deba crecer más con el liberal, de lo que lo hizo en la extensa gestión de la centrista Concertación. Esta curiosa forma en que debido a la fatalidad se han ordenado las prioridades de Chile, no debería anticipar que Piñera no hará la tarea.
También la gran burguesía chilena necesita ordenar la casa. Pero difícilmente este hombre resigne su proyecto original de garantizar una alta tasa de crecimiento nacional (hoy ronda el 5%) y un PBI per capita de niveles europeos y concentrado que triplique el actual, metas que están en la base de las razones por las cuales se buscó superestructuralmente un cambio en el liderazgo chileno. El dilema es casi un galimatías.
Un crecimiento alto y sostenido requeriría flexibilizar y tercerizar el mercado laboral entre otras medidas que incrementen la productividad y que la Concertación ya no podía garantizar. La receta también debería incluir la reducción de los gastos del Estado que, antes del sismo, el presidente electo había crucificado como muy elevados. Pero he aquí que el terremoto vuelve aventurada cualquier idea que modere los presupuestos fiscales. Y por el lado social, los mayores daños se produjeron en regiones donde la tasa de desocupación es más alta y la precarización es un estilo de vida.
Son demasiados callejones. Pero es posible que Piñera también hable en algún momento de dos Chiles. La cuestión es cuál acabará imponiéndose.
PANICO:CHILE SE PARECE A UN PAIS ATACADO POR EL TERRORISMO
(Por IAR Noticias)
Chile no fue víctima de un ataque terrorista sino de un terremoto. Pero, curiosamente, su población padece un estado de terror similar a los que dejan los ataques masivos con explosivos. El pánico se sigue alimentando con nuevas réplicas.
Nuevas réplicas sísmicas estremecieron el viernes el centro y sur de Chile, entre ellas una de magnitud 6,6, lo que desató el pánico entre la población expuesta que permanece en estado de alerta y de miedo generalizado.
Según describen las agencias internacionales, el terror parece haberse apoderado de la mente de la población que sigue expuesta a nuevas réplicas del terremoto que devastó el país en la madrugada del sábado pasado.
Algunos observadores comparan a Chile con las secuelas de pánico que deja un ataque terrorista sobre la población.
En su definición clásica, terrorismo es el uso sistemático del terror con objetivos políticos o de control y manipulación social.
Chile no padeció un ataque terrorista, sino un terremoto, pero los efectos psicológicos, tienen curiosas similitudes en su impacto sobre la sociedad.
Según su definición más difundida, terror es el sentimiento de miedo en su escala máxima. Si el miedo se define como esquema de supervivencia, se puede inferir que el terror sobreviene cuando el miedo ha superado los controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente.
De acuerdo con una definición médica, en casos graves un cuadro de terror puede llegar a inducir una parálisis completa del cuerpo, sudoración fría o regresión a pensamientos de la infancia, y en casos mucho peores, producirse incluso la muerte por paro cardíaco.
El autocontrol sobre los pensamientos, miedos y remordimientos es esencial para no sentir terror, que puede desembocar en pánico, aconsejan los especialistas.
Según la cadena BBC, pánico, alucinaciones, depresión, insomnio e irritabilidad aquejan a la población desde el sismo del sábado. Estos síntomas pueden ir acompañados de dolores y contracturas musculares.
Además de los cientos de muertos y los daños materiales millonarios, el terremoto de Chile dejó secuelas invisibles entre quienes lo padecieron, señala la cadena británica.
El trastorno de pánico es el término médico utilizado para denominar un estado en la que la persona afectada sufre repetidos ataques súbitos de terror en ausencia de estímulos externos que puedan desencadenarlos.
Los episodios frecuentes de terror acompañados de un fuerte estado de ansiedad se denominan a su vez "ataques de pánico" o, en algunos casos, ataques de ansiedad o crisis de ansiedad.
El pánico es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por episodios inesperados y repetidos de intenso miedo acompañados por síntomas físicos que pueden incluir dolor en el pecho, palpitaciones aceleradas del corazón, falta de aire, mareos, angustia o molestia abdominal.
De acuerdo con los especialistas, este tipo de fenómenos tiene un impacto directo en la salud mental de las personas, en grados que varían según la exposición y cercanía con el epicentro del terremoto y la rapidez con que llegue la ayuda.
De acuerdo con la opinión del doctor Matías González, psiquiatra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, cuanto más cerca del epicentro, más probabilidad de presentar secuelas. A este especialista le llegan pacientes con "alucinaciones, pérdida de la capacidad de enjuiciar lo que pasa, crisis de angustia y pánico".
El psiquiatra recuerda en la BBC que en el terremoto de Turquía en 1999, de magnitud similar, un 19% de los pacientes expuestos a esa situación desarrollaron trastorno de estrés post traumático.
Esta afección consiste en "la re-experimentación de la vivencia con pensamiento intrusivos como pesadillas, insomnio y flashbacks: recuerdos fotográficos de la imagen más traumatizante".
Al médico le preocupa que las personas suelen refugiarse en el consumo de sustancias, especialmente alcohol, y la automedicación.
En el trastorno de pánico -según la descripción de especialistas- , los episodios sucesivos de terror aparecen acompañados de cambios significativos en el comportamiento del individuo y de una preocupación continua por que se produzcan nuevos ataques de pánico.
Se pueden producir cambios en la vida del individuo que pueden conllevar a evitar las situaciones o lugares temidos, a huir de los estímulos fóbicos, a apoyarse excesivamente en personas o en sustancias y a intentar controlar a toda costa las reacciones temidas.
Este viernes, y mientras el Gobierno trazaba planes de recuperación, en las zonas más golpeadas muchos supervivientes seguían paralizados por el miedo seis días después de la tragedia.
En Constitución, una de las localidades arrasadas por la fuerza de las olas, mucha gente se niega a bajar de los cerros a los que corrieron en busca de refugio.
Inicialmente el 95% de las personas presenta síntomas, que van desapareciendo dentro de las primeras dos semanas, señala el doctorGonzález ante la BBC.
Hay un porcentaje –aproximadamente el 20%- que no logra sobreponerse al episodio y desarrolla los llamados trastornos de estrés post traumático y trastorno depresivo mayor, apunta el especialista.
Este sábado, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, visita Concepción, la zona más castigada por el terremoto que hace una semana asoló a Chile.
Decenas de réplicas no han dejado en paz a la población y en el gobierno se empiezan a notar grietas políticas y de descrédito.
NUEVAS Y FUERTES REPLICAS SACUDEN EL CENTRO Y SUR DE CHILE
(PorIAR Noticias)
El mayor movimiento telúrico alcanzó a una magnitud de 6,8, a las 11:47 GMT con una profundidad de 33 kilómetros, con un epicentro situado a unos 30 kilómetros al noroeste de la sureña ciudad de Concepción, en la región del Bío Bío, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Fuertes réplicas sacudieron el viernes por la mañana la zona centro y sur de Chile, en nuevas réplicas del potente seísmo y posterior tsunami que azotó al país el pasado fin de semana.
El mayor movimiento telúrico alcanzó a una magnitud de 6,8, a las 11:47 GMT con una profundidad de 33 kilómetros, con un epicentro situado a unos 30 kilómetros al noroeste de la sureña ciudad de Concepción, en la región del Bío Bío, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos. "Fue terrible, yo pensé que con los fuertes (sismos) que se sintieron esta mañana, esto iba a pasar, pero los tres que hubo en un ratito fueron demasiado fuertes, no se cuándo irá a parar esto", dijo un angustiado vecino ante la puerta de su casa en Concepción.
Otras fuertes réplicas se sintieron anteriormente en toda la zona centro y sur del país sudamericano.
Concepción, una de las ciudades más afectadas por el terremoto de magnitud 8,8 que sacudió el sábado al centro y sur de Chile y que fue seguido por una ola de tsunamis, vive su sexto día de toque de queda como medida para frenar los saqueos.
MIEDOS Y MEDIOS SOBRE LA CATASTROFE
(Por Cristián Montenegro Cortés)
Ante una catástrofe ¿Qué hay que mostrar? Y, a la vez, ¿Qué interesa saber? Un primer intento de respuesta, inocente, es que a los medios les corresponde revelar las verdaderas magnitudes de la catástrofe, explorarlas hasta encontrar sus límites, hasta poder decir “esto es lo que pasó” y “así pasó”. Mientras no se llegue a eso, no hay situaciones lo suficientemente relevantes para competir con esta clase de información. Intercalar noticias que no se orientaran a visibilizar lo que aún no se sabe de la catástrofe sería traicionar a sus víctimas, las identificadas y las miles que quedan por identificar.
Los medios han privilegiado, sin embargo, un abordaje que pone en juego la diferencia bueno/malo, correcto/incorrecto, moral/inmoral, explotada por la supuesta empatía que provoca en los televidentes, que utilizan el espacio televisivo compartido como espacio de movilización de opiniones éticas sobre lo que la televisión muestra, opiniones confirmadas por vestigios aislados de sus experiencias reales. Esta insistencia en el juicio ético (llevada a límites absurdos cuando algunos periodistas condenaban a los reos de la cárcel de Ñuble que arrancaran luego de que una pared se derrumbara, como si estuvieran obligados a esperar estoicamente su muerte bajo los ladrillos de la cárcel, como si fueran simples ladrillos) ha sido intensificada a partir de los saqueos, espacio de condena favorito en el contexto del desastre.
Uno puede interpretar este espacio de condena en su significado político-ideológico, como parte de una agenda más amplia de amedrentamiento, como un efecto microsocial de diversas estrategias cuyo objetivo es utilizar el miedo como instrumento de control, fijando un enemigo interno -los delincuentes, los lanzas, los reos, los malos, los saqueadores, la turba- incuestionado, y desdibujando el aparato económico-político que día a día produce condiciones de riqueza para algunos, y condiciones de miseria para otros, y que evidentemente no tiene ni los recursos ni la voluntad para enfrentar las consecuencias del terremoto . El miedo y la ira contra la turba ubicua, reflejan la efectividad de esta estrategia multilateral de intimidación y construcción de enemigos, y en el chile post-cataclismo han llegado a niveles inverosímiles, donde incluso se admite el castigo de muerte y el llamado a las armas contra los malos.
Volviendo a los saqueos, estos pueden interpretarse como uno de tantos coletazos secundarios del terremoto. La combinación entre trauma, terror, desamparo y miedo a la carencia de elementos para vivir, sumado a la negativa de abrir los negocios y supermercados, no puede sino derivar en saqueos, que naturalmente se ampliaran a productos de todos los niveles de necesidad, en la medida en que el terremoto a conmovido la pirámide de Maslow completa. ¿De dónde proviene la relevancia de los saqueos?, ¿Qué hace que cubrir estos hechos sea prioritario?, ¿qué hace que hayan más cámaras mostrando los pasillos vacios de un supermercado, que la maraña de palos, basura, cadáveres y agua en que se transformó, por ejemplo, Dichato? Es decir, estando aún lejos de agotar su misión (construir los límites de lo acontecido, comunicar lo que ocurre en cada lugar), en los medios se filtra la agenda multilateral del miedo, organizando la programación completa.
El contexto en que los medios reproducen la consolidada estrategia del terror no es baladí; los medios, al igual que los supermercados, concentran un bien precioso en este contexto (y en cualquier otro): la comunicación. Este recurso es sin duda el más escaso en el país en estos momentos, más que el agua, o la comida. La necesidad de comunicación se ha vuelto la carencia más lamentada, toda vez que en Chile, desde hace más de una década, las posibilidades de comunicación interpersonal han llegado a límites insospechados, haciendo que la sola idea de no poder comunicarse con alguien, en cualquier momento y desde cualquier lugar, sea intolerable. Por esto, por este exceso de posibilidades de comunicación, la repentina y brutal desconexión generalizada ha tenido un impacto comparable a la falta de agua, o de comida, o de servicios de salud.
Sin embargo, los medios, que cuentan con recursos e infraestructura suficientes para acarrear el recurso comunicación a casi todas partes han preferido insistir en la agenda del miedo, saturando la pantalla con “delincuencia” mientras ciudades enteras flotan en el mar sin que nadie (a parte de los sobrevivientes, solitarios e incomunicados) lo sepa.
LA AUTO ORGANIZACIÓN DE LOS PROLETARIOS FRENTE A LA CATASTROFE, LOS LUMPE CAPITALISTAS Y LA INCAPACIDAD ESTATAL
(Por Anónimo)
Sería muy bueno que, teniendo usted este medio de difusión, pudiese dar cuenta de lo que está pasando en Concepción y sus alrededores, así como en otras zonas afectadas por el terremoto. Ya se sabe que desde el primer momento mucha gente aplicó el mayor sentido común y acudió a los centros donde se almacenan las provisiones, apropiándose sin más de lo que necesitaban. Aquello es lógico, racional, necesario e inevitable, tanto que hasta parece algo absurdo ponerlo siquiera en discusión.
No sólo hubo una organización espontánea (especialmente en Concepción) de la gente, que repartió leche, pañales y agua de acuerdo a las necesidades de cada cual, atendiendo al número de hijos de cada familia especialmente. La necesidad de tomar los productos disponibles era tan obvia, tan poderosa la determinación del pueblo a ejercer su derecho a sobrevivir, que hasta los policías terminaron ayudando a la gente a sacar los víveres del supermercado Líder de Concepción, por ejemplo. Y cuando se intentó impedir que la gente hiciera lo único que podía hacer, las instalaciones en cuestión simplemente fueron incendiadas, pues es igualmente lógico que si toneladas de alimentos han de pudrirse en lugar de ser debidamente consumidos, es mejor que esos alimentos se quemen, evitando así peligrosos focos de infección.
Estos “saqueos” le han permitido a miles de personas subsistir durante algunas horas, a oscuras, sin agua potable y sin la más mínima esperanza de que alguien más venga en su ayuda. Ahora bien, en el transcurso de unas horas la situación ha cambiado drásticamente. Por toda la conurbación penquista han empezado a actuar bandas bien armadas y movilizadas en buenos vehículos, que se dedican a saquear no sólo pequeños establecimientos, sino viviendas particulares y grupos de casas. Su objetivo es acaparar los escasos bienes que la gente hubiera podido recuperar de los supermercados, así como sus enseres domésticos, dinero o lo que haya. En algunas áreas de Concepción estas bandas han saqueado las casas, luego las han incendiado y han huído. Los vecinos, que al principio se encuentran en la más completa indefensión, han empezado a organizarse para la auto-defensa, haciendo rondas de vigilancia, levantando barricadas para proteger sus pasajes, y en algunos barrios colectivizando los víveres para asegurar la alimentación de todos los vecinos.
Con este breve recuento de los hechos ocurridos en horas recientes no pretendo “completar” el cuadro informativo proporcionado por otros medios. Quiero llamar la atención sobre el contenido que encierra esta crítica situación, y el sentido que tiene desde un punto de vista anticapitalista. El impulso espontáneo de la gente a apropiarse de lo necesario para su subsistencia, su tendencia a dialogar, compartir, ponerse de acuerdo y actuar juntos, ha estado presente desde el primer momento de esta catástrofe. Todos hemos visto esta natural tendencia comunitaria actuando de una forma o de otra en nuestro entorno. En medio del horror experimentado por millones de trabajadores y sus familias, este impulso a vivir en comunidad ha emergido como una luz en medio de las tinieblas, recordándonos que nunca es tarde para recomenzar, para volver a nosotros mismos.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
Frente a esta tendencia orgánica, natural, comunista, que ha animado al pueblo durante estas horas de espanto, el Estado ha palidecido revelándose como lo que es: un monstruo frío e impotente. Asimismo, la brusca interrupción del demencial ciclo de producción y consumo, dejó al empresariado a merced de los acontecimientos, obligado a esperar agazapado el restablecimiento del orden. En definitiva, una verdadera brecha abierta en la sociedad, por la que podían emerger los destellos del mundo nuevo que habita en los corazones de la gente común.
Era necesario entonces, urgente, restablecer a toda costa el viejo orden de la rapiña, del abuso y el acaparamiento. Pero no desde las más altas esferas, sino desde el mismo suelo de la sociedad de clases: los encargados de volver las cosas a su sitio, es decir, de imponer por la fuerza las relaciones de terror que permiten la apropiación privada capitalista, han sido las mafias del narcotráfico enquistadas en las poblaciones, los más arribistas de entre los arribistas, hijos de la clase trabajadora aliados con elementos burgueses para ascender a costa del envenamiento de sus hermanos, del comercio sexual de sus hermanas, de la avidez consumista de sus propios hijos. Mafiosos: es decir, capitalistas en estado puro, depredadores de su pueblo apoltronados en camionetas 4×4 y armados de pistolas automáticas, dispuestos a intimidar y despojar a sus propios vecinos o a los habitantes de otros barrios, a fin de monopolizar el mercado negro y hacer dinero fácil, es decir, poder.
Que estos elementos mafiosos son aliados naturales del Estado y de la clase empresarial, lo demuestra el hecho de que sus indignas fechorías están siendo usadas por los mass-media para hacer entrar en pánico a la ya desmoralizada población, justificando así la militarización del país. ¿Qué otro escenario podía ser más propicio para nuestros amos políticos y empresariales, que ven en esta crisis catastrófica nada más que otra buena oportunidad para hacer buenos negocios estrujando con ganancias redobladas a una fuerza de trabajo doblegada por el miedo y la desesperación?
Por parte de los adversarios de este orden social, no tiene ningún sentido cantar loas al saqueo sin precisar el contenido social de tales acciones. No es lo mismo una masa de gente más o menos organizada, o al menos con un propósito común, tomando y repartiéndose los productos que requieren para subsistir… que unas bandas armadas saqueando a la población con tal de lucrar en beneficio propio. Lo cierto es que el terremoto del sábado 27 no sólo ha golpeado terriblemente a la clase trabajadora y destruido las infraestructuras existentes. También ha trastornado seriamente las relaciones sociales en este país. En cuestión de horas, la lucha de clases ha emergido en toda su crudeza ante nuestros ojos, quizás demasiado acostumbrados a las imágenes televisadas para poder captar la esencia de los hechos en curso.
La lucha de clases está aquí, en los barrios reducidos a escombros y penumbras, chisporroteando y crujiendo en el suelo mismo de la sociedad, enfrentando en un choque mortal a dos clases de seres humanos que al fin se encuentran cara a cara: por un lado los hombres y mujeres sociales que se buscan entre sí para ayudarse y compartir; y por otro los antisociales que les saquean y les disparan para iniciar su propia acumulación primitiva de capital. Acá estamos nosotros, los seres opacos y anónimos de siempre atrapados en nuestras grises vidas de explotados, de vecinos y parientes, pero dispuestos a estrechar lazos con quienes compartimos la misma desposesión. Allá están ellos, pocos pero dispuestos a despojarnos por la fuerza de lo poco y nada que podemos compartir. De un lado el proletariado, del otro el capital. Así de simple. En muchos barrios de esta tierra devastada, a estas horas de la madrugada la gente empieza a organizar su auto-defensa frente a las bandas armadas. A esta hora empieza a tomar una forma material la conciencia de clase de quienes se han visto obligados, brutalmente y en un abrir y cerrar de ojos, a comprender que sus vidas les pertenecen ellos mismos, y que nadie vendrá en su ayuda.
JUZGANDO A LOS OTROS:SAQUEOS LUMPEN Y SUBHUMANOS
(Por Ariel Zúñiga Núñez)
Tanto Kant como Noam Chomsky, uno desde la filosofía y el otro desde la lingüística, concluyen que los valores son universales e inherentes. Ellos, desde sus trabajos los deducen, y al hacerlo nos los imponen.
Por ejemplo el imperativo categórico kantiano, típicamente estoico, humanista y occidental de “actúa de forma tal que tu conducta pueda ser elevada a una norma de comportamiento universal”, es generalmente aceptada de forma espontánea por quienes hemos sido socializados en esta cultura. Es más, coincide con principios confusianos y mulsulmanes, y no colisiona con los budistas.
Pero eso es muy distinto a aceptar que se trata de valores presentes en todos los hombres.
Hasta Thomas Hobbes considera la vigencia de este principio. Señala que el Leviatan debe procurar evitar el daño y hacer en contra de otros todo aquello que un hombre no quiere para sí. Aunque no dispone consecuencias a la contravención de este principio, pues no hay más poder que el Leviatan, sí señala que el pasarse por alto estos preceptos daña severamente el fundamento de su poder, es decir, evitar que el hombre sea lobo del hombre. El Leviatan para Hobbes no debe ser el único lobo con vida, o el León-Zorro del que hablaba Maquiavello, es quien gobierna para que los demás no se maten entre sí.
Cuando refutamos a Kant, y a Chomsky, muchos replican que estamos minando nuestro único vínculo a principios arrojándonos desnudos a un nihilismo conducente al caos social y al suicidio individual. No se trata de ello. Lo que no se quiere considerar es que cuando aceptamos que existe un precepto moral universal, sea el imperativo categórico o el deuteronomio -recordemos que los españoles exigían el cumplimiento de las normas cristianas a los amerindios-, lo que hacemos es desconsiderar toda y cada una de las razones del otro, asentando o instalando la “otredad” en ellos.
El relativismo moral no es sinónimo de relativismo espistémico, es decir, no es el reconocimiento de que no existe ninguna verdad. Es tan sólo la defensa de los principios lógicos de David Hume, es decir, podemos comprender la realidad pero ella no compele ni nuestras creencias ni nuestros valores. La moralidad no depende del ser de las cosas y como afirmo en múltiples trabajos, es el deber ser, nuestros valores, lo que nos conduce a buscar la verdad en vez que ocuparnos en ocultarla y así aspirar a un cargo bien remunerado en estos tiempos.
APLIQUEMOS LO DICHO A LA REALIDAD:
Cuando decimos “es malo robar” y luego “es malo el saqueo en tiendas, ni una catástrofe lo justifica”, asumimos que los otros poseen en concreto la misma perspectiva que nosotros en abstracto, que además su evaluación moral es reprochable pues los códigos legales no son convencionales, rebus sic stantibus (mientras las circunstancias perseveran) sino que valen incluso cuando no has dormido tres días, no has comido, no tienes casa, ducha, trabajo, etc.
Qué ridículo se oía Ivan Nuñez solicitando a las personas, conforme a las recomendaciones de la autoridad, que las personas se “quedaran en sus casas” y se informaran “por el televisor”, al tiempo que reprobaba el robo de televisores y omitía que en la zona afectada directamente por el terremoto no hay electricidad y se perdieron entre la mitad y un tercio de las viviendas.
Se trata de la nefasta consecuencia de ese universalismo moral que defendemos como el mayor avance del occidente por sobre los demás culturas. Las caras normas kantianas, y hasta las chomskianas, sirven, en vez que para evaluar nuestros valores y conductas, para juzgarlas en otros, llamarlos indecentes, inmorales, delincuentes, criminales, lumpen, flaites, animales, subhumanos.
Luego la realidad es usada en su contra, como un mero cálculo actuarial de sus faltas con el fin de maximizar los castigos en su contra.
Es comparable a la dinámica que se ha consolidado con los DDHH en Chile, una estructura que tardará años en desmontarse: No se habla de estos principios como valores compartidos y propositivos sino como delitos, es decir, nada más que en su faz negativa. Los DDHH no consagran la igualdad o confirman la inviolavilidad de la conciencia sino que valen en tanto “violaciones a los derechos humanos” o “crímenes en contra de la humanidad”. De ese modo las experiencias de solidaridad y pleno respeto se silencian y toman su lugar “Punta Peuco” o “Villa Grimaldi”.
Los principios deducibles por el imperativo categórico, en su impune mezcla entre lo que son las cosas y lo que queremos que estas sen, nos dan fuerza para juzgar a los otros, a quienes negamos la posibilidad de universalizar sus normas. Su situación de vulnerabilidad le impide defender sus motivos o expresar sus motivaciones, pero es nuestro juicio moral a priori lo que los silencia de antemano.
Se instala, como correlato o sombra, del damnificado malo el damnificado bueno, el que espera espartanamente a que el estado arribe a las puertas de su arruinada casa y le ofrezca un plato de sopa. Quienes desesperan, en medio de una situación desesperada, son unos criminales, aquellos que se saltan la fila, profundizan la crisis y resultan ser los culpables de la calamidad.
Soy ateo, y además, o por consecuencia, también antikantiano o antichomskiano. En general mis valores, pese a ello, son compatibles con dichos preceptos morales así como mi conducta. Dicho de otro modo, si existiera un cielo sería uno de los candidatos a morar a perpetuidad en él. Pero eso no significa que me sienta autorizado a juzgar el comportamiento de los demás, de quienes han carecido de mi suerte y se ven forzados a responder de modo diferente transformándose en indefendibles criminales. No me considero alguien competente para juzgarlos, para llamarlos de ese modo, para responder con ese uso criminalizador del kantismo que concluye en un subhumano y por lo tanto susceptible de exterminarse.
Ni aliento el robo de televisores plasma o de lavadoras pero lo comprendo, lo autorizo moralmente o bien, reacciono ante quienes lo desautorizan. Ni yo, ni nadie, está en condiciones de juzgar a quién lo ha perdido todo, empezando por la paciencia. La justicia es la vara de medida, pero no lo que entendemos por ella en la realidad sino lo que queremos que algún día sea. El bien es siempre una aspiración, un ideal.
A quién juzgo, pues me sí siento autorizado ya que está por encima de mí y mi opinión no le empece, es al poder del estado, en específico al chileno, el que al margen de sus bravuconadas y pavoneos no ha sido capaz de alimentar y calmar la sed de los damnificados a tres días del terremoto.
El gobierno de Chile está esperando que las empresas de telefonía resuelvan el colapso de nuestras telecomunicaciones; los concesionarios de obras públicas la crisis de conectividad; los supermercados el abastecimiento; las estaciones de servicio se avoquen a la falta de combustible; y los medios de comunicación a todo lo demás. Es la aplicación coherente de “nuestro modelo”, una confirmación redundante de que los únicos neoliberales en estado puro que existen en el mundo son los que hoy ocupan el palacio de La Moneda.
Y en tal división de funciones la prensa coleccionará las pruebas para juzgar moralmente a las víctimas de la indolencia, incompetencia y ambición desmedida de sus gobernantes. El ladrón del tv plasma o la lavadora será más importante que la falta de atención a las víctimas.
Tales discursos prosperan al abrigo de una teoría moralista bien intencionada pero que en su nombre se han producido la mitad de las atrocidades de los últimos doscientos años.
LA RECONSTRUCCION MATERIAL DEL PAIS
(Por Ariel Zúñiga Núñez)
Caminaba de madrugada por el centro de Santiago, capital de un país radicalmente distinto al de una semana. No es por la acumulación de escombros en las esquinas, las carpas tendidas en las plazas públicas, los semáforos que no funcionan, los postes de alumbrado torcidos; algo adentro, en lo profundo de cada uno, ha sido remecido. Ha colapsado la careta, la vida tranquila, solucionada, prefabricada que han asumido los exitosos yupies de mi generación. Cargan ese pesar de los que hemos fracasado, se ven por fin en el mismo lugar que todos los habitantes de esta tierra, como arrojados por un maleficio a una isla primitiva que aún no resuelve sus contradicciones en las abismantes profundidades de su corteza.
Hace una semana estos zombies buscaban desesperadamente el modo de entretenerse en juegos de adultos fomes, en actividades costosas en donde pudieran reservar asientos con sus teléfonos inteligentes con GPS e Internet 3,5 G. A las 3,34 minutos del sábado no sólo sus computadoras de bolsillo, que cuestan entre uno y tres sueldos mínimos, dejaron de funcionar, también sus vidas y sus sistemas de creencias.
Para quienes no hemos conseguido insertarnos en este país de fachada, la calamidad se agregaba al padecer cotidiano. Fundíase en el crisol del desespero con las llagas abiertas, el dolor de todo el mundo, el titánico esfuerzo de sostener una existencia que no elegimos, en una naturaleza que no controlábamos.
Chile es un país de damnificados hace mucho tiempo, desde que era una merced de tierra de Diego de Almagro. Un sitio pobre y desolado, con pintorescos dirigentes que confunden sus sueños de grandeza con nuestra precaria realidad.
Hasta que el descarnado humor de nuestros dioses tectónicos y magmáticos se hace sentir y rebaraja la vida de todos quienes creían que un país desarrollado, de la OCDE, se había superado el flagelo de la calamidad colectiva o sencillamente habíase decretado la suspensión indefinida de la sismisidad. Un meneo de caderas permitió ver los calzones percudidos de un país vendido como ejemplo para el mundo.
Cada paisano un sobreviviente, rictus de escultura heráldica, la gloria de haber enfrentado a los elementos y exhibir la vida como trofeo de ese triunfo.
Cadáveres vivientes los que por fin asumen que están vivos, que el remezón no fue un simulacro del armagedón sino el infierno mismo y que nos hemos reído sardónicamente en sus hornos.
Remecidos y remeciéndonos, en una inestabilidad telúrica, de réplicas imperceptibles y otras de magnitud terremotesca, en nuestras mentes, en las creencias que hemos sido fraguados.Y es que quedan pocos, quedamos, muchos menos, ateos o anarquistas. La gran mayoría ha abrazado los ídolos del momento, ha dicho “gracias a dios estoy vivo”, se ha emocionado con militares desfilando en las calles, con curas promocionando multitiendas, con saltimbanquis ordenando el caos, verbalizando creacionistamente, llevando la vida a la zona del desastre con un micrófono o con un autoadhesivo en la solapa.
“Nuestra clase proletaria” hoy es el lumpen para gran parte de nuestra izquierda, o un carestiado que hay que satisfacer del modo más jesuíta posible, con cara de condolido adonfranciscada si se es adulto; con cara de chico Yingo en vacaciones si se es joven.
El país de a poco asume el cariz parroquial y militarista que nuestras elites soñaban, pero las grietas en el corazón de un pueblo sobreviviente no se mitigarán nunca.
Como sobrevivientes de una guerra los ojos vidriosos de mis compatriotas reflejan el sombrío fulgor de la gloria obtenida en la amargura, en la agonía, en los vívidos recuerdos de los muertos, la soledad que nos abrazó esa noche y nos cobijó con frío y angustia.
Los de siempre jugarán a reconstruir el país, a refundarlo, pero se olvidan que los chilenos hemos cambiado, que nos hemos visto en la obligación de reflexionar, de estar horas incomunicados, destelevisados, de pensar por nosotros mismos, conversar con los vecinos y finalmente constatar que nuestro país es una farsa, nuestra clase política una vergüenza mundial, las “organizaciones de base” de la izquierda un delirio de los afiebrados dirigentes, la información “alternativa” una réplica a menor escala de la oficial.
Un cataclismo de 8.8 grados no producirá organizaciones libertarias, ni de ese socialismo espontáneo de la sobrevivencia germinará un nuevo mundo. Este sismo ha dejado en evidencia la fortaleza de la infraestructura del país, que su “sistema de comunicación” es una mera apariencia, y que la izquierda no posee ni bases sociales, ni personal competente, ni líderes que comanden una respuesta organizada ante la desidia de nuestro estado corporativo.
Curas y mercaderes, mercaderes y curas, las caras alegres de los jóvenes entusiastas que creen que el mundo se cambia a martillazos y mediaguitas, conformarán por décadas el panteón en donde se enterraran nuestros sueños. En bronce se leerá: Hemos reconstruido el país.
¿COMO RESISTIR A ESTA CONTRARREFORMA IDEOLOGICA JESUITA?
Tengo algunas ideas pero mientras no podamos responder colectivamente estaremos al alero de lo que digan desde arriba, desde el alto mando misionero.
Quizá son unos días solamente de lucidez generalizada, de ese brillo sombrío en la mirada de mis compatriotas. Ya se fabrican las nuevas pomadas para sustituir mitos por mitos, creencias por creencias. Se viene la mercantil contrarreforma, serán los bondadosos empresarios los donantes y los techonarios los retontos útiles de esta gesta sagrada, el gran rito que refundará el país del bicentenario.
El país está en el suelo pero no veo nada nuevo bajo el sol.
Chile ha estado siempre a medio morir saltando, de crisis en crisis, en o al borde de la mendicancia.
Y la izquierda no posee "bases" ni organización alguna para responder ante la catástrofe, ha quedado demostrado de la peor forma.
Es absurdo solicitar o recibir ayuda cuando no se poseen las herramientas organizacionales para distribuirla, al final se trata nada más que un alivio para nuestra culpa y ninguna solución para los que sufren.
Lo que ocurre es una calamidad y quizá el modo en que puedan colaborar desde afuera es haciendo ver el triste espectáculo que brindan nuestras autoridades, y cómo sólo la radical transformación de nuestras instituciones -y los dogmas que las fundamentan- podrá resolver lo que ocurre.
Existe dinero, y recursos, para avocarse a la catástrofe, desde dentro del país. Es más, tanta ayuda gratis puede afectar seriamente la economía del Chile por lo que debe crearse un sistema económico, de catástrofe, para asegurar tanto la prestación de servicios básicos y alimentación como el EMPLEO. Por lo que debe ser el Estado quien asuma la tarea de reconstrucción, encuentro absurdo movilizar a grupos de ayuda para cooperar con una familia, cien personas o una villa, EXISTEN DOS MILLONES DE DAMNIFICADOS.
Tendríamos que detenernos todos los chilenos de nuestras labores cotidianas e ir a ayudar, piensa que hay barrios completos en el suelo en Santiago y sus alrededores, esto será recién un problema para cuando lleguen las lluvias, por mientras todos se avocan a lo urgente olvidando lo importante.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
Hay alimentos y hay dinero para comprarlos, los que están mal son los que fueron barridos por el maremoto y ahí no se puede hacer nada pues se debe llegar en helicópteros.
El problema es que cuando se acabe el dinero ya no habrán empleos y eso vaciará las ciudades devastadas aunque les llevemos agua y sanwdiches por toda la vida.
El otro gran problema es que no se tiene es techo, y para construir viviendas a DOS MILLONES DE PERSONAS, no se necesitan manos, se necesitan mentes y bocas para producir organizaciones gubernamentales que se avoquen a la situación. Las casas que se requieren no se construyen sobre la base de buena voluntad de espontánea solidaridad, se requiere una industria pública que se avoque a la tarea con la racionalidad taylorista.
Se debe crear una especie de ministerio de emergencia y reconstrucción, con fondos para cinco años, con empresas que construyan viviendas definitivas, no universitarios que vayan a construir campamentos. No debe propiciarse el voluntariado, debe contratarse mano de obra regional, lo que por sí sólo resolverá el problema económico.
Si se deja todo al arbitrio de la caridad empresarial y juvenil los efectos sociales, empezando por los demográficos, serán incalculables: Los afectados por el cataclismo se mudarán a Santiago, aumentando la indigencia, el hacinamiento y el desempleo. La zona del maremoto, hasta hace una semana una pujante comunidad turística, quedará vacía, servida en bandeja a las grandes empresas que las quieren utilizar (y la utilizar) para proyectos extractivos y depredativos, léase CELCO y “bosques para Chile”.
Concepción quedará reducida a lo que hoy es Valdivia, Talca a Melipilla, te estoy dando ejemplos reales pues alguna vez Valdivia fue la segunda ciudad del país y hoy no es ni un pueblo, producto del maremoto del 60. El caso de Melipilla es parecido pues ahí fue el epicentro del terremoto del 85'.
En fin, sólo un estado fuerte, keynesiano, puede emprender una reconstrucción planificada de la zona devastada. Ni lo pueden hacer las empresas ni las organizaciones existentes o las espontáneas. Ni nacionales ni internacionales. La acción de muchas de ellas más que ayudar estorban y entierran las posibilidades reales de una reconstrucción sustentable. Si llenan la zona de mediagüas ocuparán los suelos disponibles y la solución “provisional” será la definitiva.
Así como Bachelet pidió hospitales modulares, pues construir uno de verdad demora cinco años, lo que necesitamos es construir viviendas modulares, no mediaguas. En Venezuela existe un proyecto de PETROCARIBE de casas prefabricadas con bloques de polímeros; en Chile está parado hace tiempo otro proyecto de casas con bloques de hormigón liviano y otras de piedra pome.
Donde se debe ejercer la presión, por lo tanto, no es al arribo de recursos sino a la constitución de instituciones permanentes que se avoquen a esta tarea tal cual lo haría un país en guerra, es decir, creación de empresas estatales (no la estupidez de las concesiones pues demoran y se prestan para fraude y especulación) sino que expropiación masiva, empresas productoras de viviendas modulares (prefabricadas pero definitivas, antisísmicas e ininflamables) en la zona norte y centro del país, campamentos móviles para los damnificados, utilización de la mano de obra del sitio de la catástrofe para la demolición de los terrenos, construcción de infraestructura, etc.
Si no se hace eso las personas terminarán migrando a la capital lo que en vez que solucionar el problema lo trasladará y agravará, léase, proporcional a la migración de los años treinta del siglo pasado (sin duda la peor calamidad que registre nuestra historia)
Para recuperar las zonas se requiere de un plan sostenido por años, uno que nunca se aplicó en Valdivia y eso explica que aún estén los puentes que construyeron los gringos pero sigue siendo una ciudad fantasma.
Resumen, captación de recursos internacionales para que financien una acción permanente no una mera reacción culposa y caritativa, giro en 180º a los dogmas de fe neoliberales en la zona de catástrofe para que reconstruyan las ciudades y poblados de forma sólida y definitiva, asegurando la recuperación de fuentes productivas para que puedan prosperar autónomamente después de cinco años.
TERREMOTO Y TSUMANI SOCIAL
(Por Ariel Zúñiga Núñez)
“Se puede mentir a pocas personas durante mucho tiempo, o a muchas personas por poco tiempo, pero es imposible mentir a todo el mundo por todo el tiempo.”
(Lincoln)
El esfuerzo del gobierno pareciera estar puesto en continuar nuestra tradición nacional de confundir las cifras con los hechos y es por esto, que en vez que intentar paliar los catastróficos daños del cataclismo, se prodigan esfuerzos desmedidos en contener las cifras de muertos y desaparecidos.
La cifra de muertos llegó a setecientos y algo antes que se arribara a Pelluhue, Dichato y Cauquenes, poblados que desde el cielo se asemejan a Hiroshima en 1945, de eso ya van 48 horas y nada ha cambiado. Todavía nadie dice una palabra sobre otras de las cientos de caletas, poblados y caseríos del Maule y Ñuble, del borde costero, de los sectores conrdilleranos y pre cordilleranos. Nada dicen de Bucalemu, Vichuquén, Hualañé, Licanten, Vilches, El Planchón, Los Queñes, etc. Ninguna información respecto al cauce de los ríos, al estado general de las cuencas hidrográficas olvidando que en el terremoto de 1960 se tuvo que hacer frente al cierre, por derrumbe, de la desembocadura del río Riñihue, lo que amenazó con destruir lo poco que quedaba en pie dos semanas después del sismo.
Parece que en este caso la presidenta está esperando, como en todos los demás, a que se despierte el interés del macro empresariado y emprendan por sí mismos las tareas de reconstrucción cuando el dulzor de la zanahoria sea el óptimo. Ha quedado demostrado, que los militares de nuestra patria, solo sirven para labores de relaciones públicas internacionales. Sin embargo todos exigen su presencia pues antes de la zanahoria es indispensable el garrote.
Un gobierno dedicado a la gestión de riesgos es incapaz de sobrellevar una catástrofe, con menor razón un cataclismo. Por ello el gobierno prefiere esconder a los muertos y desaparecer aún más a los desaparecidos, invisibilizándolos, que reconocer los alcances de lo sucedido y lo por suceder.
AYUDA NACIONAL E INTERNACIONAL
La polémica por la negativa inicial del gobierno chileno por recibir ayuda internacional contiene verdad, pero también exageración u omisión de datos importantes.
La experiencia de Haití mostró la futilidad de transportar ingentes cantidades de ayuda internacional a un estado fallido, que se encontraba incapacitado de administrar y distribuir estos bienes. Se llegó al escándalo de filas de aviones sobrevolando la pista de Puerto Príncipe por no tener espacio para aterrizar y no poder gestionarse el tráfico aéreo por daños en las comunicaciones. O de toneladas de ayuda bodegada sin poder distribuirse. Finalmente los EEUU se hicieron “cargo de la situación” excluyendo la ayuda de otras potencias, en especial la de Francia.
Negarse a recibir ayuda que no es posible entregar de inmediato a los afectados es una decisión correcta.
El error por lo tanto no se encuentra en la reticencia inicial a captar recursos foráneos, los cuales pueden aumentar inclusive el caos en ciertas zonas, lo indefendible es el modo en que se ha desplegado el estado chileno en la zona de catástrofe y su incapacidad de distribuir la ayuda que está aún guardada en nuestras bodegas.
Es grave que los haitianos no pudieran comer al faltar alimentos pero es aún peor el que los chilenos, teniendo los alimentos incluso el dinero para comprarlos, estén en la misma circunstancia.
Lula ayer hizo lo suyo, le dio un abrazo de oso a Bachelet y no aceptó un no como respuesta. Tras él han corrido Hilary Clinton y Alan García, entre otros. Este último ha dejado desplegado a un ministro de estado en nuestro país.
Es que lo que no se quiere reconocer es que se dispone de recursos pues nuestro país es rico pero uno de los más injustos del mundo. Esa es la razón de la escasez, la mezquindad, los que están esperando la oportunidad para hacerse “la América” con el dolor de todos. Y como ese es el motor de nuestra economía el gobierno no hace más que reiterar sus elusivas declaraciones llamando a la calma mientras el Titanic se hunde.
Un pescador damnificado reclamaba en la TV que Bachelet en 24 horas tenía a un avión en Haití y en la mayor parte de la zona afectada no han arrojado ni raciones de emergencia desde helicópteros.
Más que bienes lo que falta en nuestro país es una institucionalidad adecuada para distribuirlos, es decir, la zona central de Chile, la más poblada, es un Estado fallido. Si no es posible atajar el caos del sur, producido por la incompetencia de nuestras autoridades, pronto llegará a Santiago. Que no se nos olvide que existen barrios y comunas completas en condiciones similares a la de Concepción, lugares en que las autoridades han actuado con las misma desidia. Es posible que en Santiago existan tantos damnificados como en Concepción. Según el gobierno existen DOS MILLONES DE DAMNIFICADOS es decir, más del diez por ciento de la población nacional.
El ofrecimiento generoso de balas a quienes no se resignen a la lenta muerte de hambre y sed es una consecuencia del modo de relacionarse el Estado con sus ciudadanos. Si el gobierno no reacciona ahora, distribuyendo ayuda en vez que plomo, en vez que necesitar puentes mecanos y hospitales de campaña lo que nos faltará serán cascos azules de la ONU.
EL GRAN NEGOCIO DE LA RECONSTRUCCION NACIONAL
El terremoto de Tocopilla, el enjambre sísmico de Aisen, la erupción del volcán Chaiten y Llaima, el “terremoto blanco” en Lonquimay, son algunas de las catástrofes que ha debido sortear nuestra presidenta. En todos ellos ha sido su rostro de conmoción casi su único aporte.
Muchos dicen que el gobierno está en Shock y esa es la razón de su inacción. El caso es otro, las competencias del gobierno son meramente comunicacionales en un país privatizado, hecho exponenciado con el carácter titeresco de nuestros gobernantes.
Es cierto, gran parte de las actividades económicas son más eficientes cuando los privados las emprenden con la motivación del lucro. Las críticas a la privatización son otras: Primero, la trasferencia de poder público a empresas a veces es tan grande que los estados terminan subordinados a ellas, lo que impide que sean fiscalizadas, haciendo ilusorio el incremento de eficiencia pues un monopolio inadecuadamente controlado conduce inexorablemente a la corrupción; Segundo, existen actividades económicas que el Estado debe reservarse a pesar de la pérdida de eficiencia pues están comprometidos principios más importantes, es decir, se trata de empresas estratégicas.
En nuestro país se olvidó esto, presente en la propia economía dogmática neoliberal que profesan las elites, y de este modo se regala a Barrick Gold el mayor yacimiento de oro en el mundo a pesar de lo estratégico que es la posesión de este mineral o la conservación de la cuenca del río Huasco. Ya sabemos la calamidad que ha producido la privatización de la energía lo que nos tiene amarrados de manos ante la carestía mundial.
En el cataclismo que nos concentra la privatización de la producción y distribución de energía eléctrica y de combustibles, del agua potable, de las telecomunicaciones, de la venta de medicamentos, de la salud, de las carreteras, puertos y aeropuertos, transforma a las víctimas de la catástrofe en cautivos del macro empresariado quien espera el momento el momento adecuado para incrementar sus ganancias, o su poder, para asegurar ganancias futuras. El primero en pronunciarse fue Hols Paulman quien obtuvo que el gobierno le pagara los daños en sus supermercados so pretexto de abastecer a las víctimas.
La ayuda internacional o nacional, sea que venga del fisco o de las campañas solidarias, de no variar esta situación, llegará finalmente al bolsillo de las grandes empresas.
Si las carreteras son privadas ¿Quién será el beneficiado de la construcción de un puente por los EEUU o Brasil? ¿Si las telecomunicaciones son privadas quién gana con la instalación de redes redundantes, de emergencia o alternativas?
Para variar se quieren eludir las discusiones importantes arreando a la opinión pública al guarismo y al cosismo.
El tema que debe discutirse, aquel que bloquearán so pretexto el estado de catástrofe, la criminalización de toda protesta que es y será calificada de “turba” dispuesta a un saqueo, es si la calamidad pública será utilizada como el negocio del siglo -o del bicentenario- para buena parte de nuestra clase corsaria enriquecida a fuerza de la venta de agua en el desierto, o bien servirá para transformar la institucionalidad del país de modo de poder abordar adecuadamente el próximo cataclismo.
PASEN A VER EL CIRCO
Las extensa transmisión de las cadenas de TV aumenta las posibilidades de que se filtren informaciones sin editar y contra las pautas blancas de los medios de comunicación.
Imprecaciones contra el gobierno, los empresarios, los medios. La verdad como un fluido que rebalsa los diques que en tiempos de normalidad funcionan a la perfección.
Políticos fomentando la fascista y psicótica autodefensa de sus semejantes, autoridades sobrepasadas y delirantes.
Ha sido el caso de Alejandro Navarro llamando a los militares a responder enérgicamente, antes siquiera de llamarlos a entregar agua y alimentos; los vecinos que declaraban que carabineros los autorizó a portar armas; o el saqueador que portaba un carro lleno de electrodomésticos y le gritó a Macarena Pizarro “hicimos cagar el cupo de la tarjeta”.
Pero los mejores que he presenciado merecen capítulo a parte:
Recién ayer llegó un periodista de Chilevisión a Talcahuano, ciudad a la que cualquiera podría llegar caminando desde Concepción pero que nadie había visitado. Las escenas eran conmovedoras, todo destruido, ningún tipo de ayuda, ni un sólo perro en las calles. Desde Santiago la conductora le pedía al reportero que informara en qué condiciones se encontraba el buque capturado a los peruanos, HACE CASI 150 AÑOS, que recala ahí, el Huascar.
SIN DUDA UN ASUNTO DE SUMA IMPORTANCIA
La ministra de educación Mónica Jimenez demostró una vez más, las manos negras que permitieron que se instala en aquel cargo. En el canal 13, no soportó dos preguntas sin entrar en una crisis de histeria disparando a mansalva a todos quienes criticaban al gobierno. La ministra es la encargada de la JUNAEB, y por lo tanto de la distribución de alimentación calientes en la zona de catástrofe, pero no se trata de alguien que esté en sus cabales ni menos, alguien que posea las competencias educacionales para dirigir su cartera. Es como si nombraran al dueño de COPEVA ministro de la vivienda o a Bonbalet subsecretario de interior. Mientras se refería al maremoto dijo, entre otras brutalidades, “en el terremoto de los chinos...” refiriéndose al tsunami del océano índico. Se trata de una señora que debiera estar recaudando fondos para una organización sin fines de lucro y sin propósitos relevantes. La culpable, quién la designó, es otra señora simpática, anodina e insulsa, su excelencia la presidenta Michelle Bachelet.
A FALTA DE AGUA BALAS
Y mientras todos los sectores políticos, falta que hable el Partido Comunista -quizá están de vacaciones en Cuba-, exigen que el gobierno declare el estado de sitio, ni un vaso de agua le llega a los sobrevivientes.
Todos condenan a los saqueos y promueven el pandillaje de psicótica autodefensa, pero nadie con agua en su casa parece desesperado por quienes hasta hoy no pueden beber. Quizá con plomo a esos flaites se les quite el hambre, piensan, y a veces hasta lo dicen.
Los payasos.
QUE SERIA DE UN CIRCO SIN PAYASOS
Ya volvió de Miami el bofe de Don Francisco, en un vuelo diferente del que arribó el animador. Quieren que entreguemos dinero al diablo para que él, como en la Teletón o en el techo para Chile, se arroguen la reconstrucción “moral” y material, suculentos ingresos monetarios mediante, del país.
La accion es estos payasos es tan infame como si pintaran con el logo de Coca-cola los carros de bomberos.
Y el estado fallido, la ex república de Chile, no sólo prefiere sino que quiere que sea la “turba de saqueadores legalizados”, el macroempresariado, quién se avoque a la “ayuda”, la reconstrucción a la pinta de ellos, actuando los medios de masas como sus jureros y la manu militari del abaleo de los disconformes.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
CUANDO EL LEON RUGE..
(Por Ariel Zúñiga Núñez)
Luis Inacio “Lula” da Silva, al retornar de Montevideo, prefirió volar hacia el poniente, hacia Chile “para conversar personalmente con la presidenta y saber qué necesita”.
Un gesto magnánimo de estadista.
En un frugal discurso consiguió emocionar. Hizo algo, que nadie en este país ha hecho, dar respaldo, seguridad, esperanza.
En vez que Piñera y sus bracitos cortos llamando histéricamente a la represión, Lula, no subió la voz ni las cejas, sólo dijo que le faltaba que “Michelle” le dijera qué le faltaba y él se lo enviaba de inmediato. Incluso dijo que prefirió conversar en vivo y en directo con la presidenta pues “dependía de ella la cantidad de unidades de bomberos especializados que le enviaba de forma inmediata”. La presidenta declinó tal ayuda, así como muchas otras.
Me parece que Lula de algún modo presionó a Bachelet a que reconociera que la situación se le va de las manos, que mientras Chile predicaba en Haiti muchas de sus ciudades se transforman en réplicas de Puerto Príncipe.
Al parece el hospital de campaña de la marina brasileña llegará antes que los camiones aljibe del ejército chileno. El respaldo que da Lula da lugar a la esperanza, es muy diferente una conferencia a miles de kilómetros con palabras de buena crianza a ese abrazo, paternal y paternalista, del presidente brasileño a nuestra sobrepasada mandataria.
Cuando el León ruge la selva queda en silencio.
El problema a que se enfrenta nuestro país no es la falta de alimentos, de agua o de combustible, es la falta de una logística, de que un grupo organizado actúe coherentemente supliendo todos los eslabones de la cadena social que se encuentran pulverizados o contundidos.
El ejército chileno ha sido más eficiente, o al menos eso nos dicen, en reaccionar en Haiti que en su propio suelo. Cada minuto que pasa resiente aún más las confianza, extiende la insalvable distancia, entre los ciudadanos y el gobierno, haciendo frágil el tenue vínculo, si es que existe alguno, con el ejército. Los damnificados sentirán a los militares como una fuerza de ocupación, no los tuvieron a su lado moviendo escombros, cargando a las víctimas; no los tienen ahora con un vaso de agua para los sedientos. La última vez que se los vio en la calle había que agacharse para no recibir sus disparos.
Si nuestro gobierno sigue sin reaccionar será Lula quien actuará, quien abrirá la puerta al petroleo venezolano, al agua boliviana y a todos quienes quieran ayudar sinceramente. Esfuerzos que nuestra autoridad bloquea en espera que sea el afán de lucro de las grandes empresas quién haga el negocio del siglo reconstruyendo el país. Un estatismo de reconstrucción, aunque venga desde fuera, lo prefiero al caos de mercado que nuestra elite prefiere para imponer normas de emergencia, que luego serán definitivas, con la excusa del Shock.
Sin gritoneos a lo Vidal, sin la miseria fiscal de Velasco, Lula habló como un hermano mayor: “No se preocupen, no importa el costo, yo, nosotros el Brasil, ayudaremos.”
Con ello ha dejado en evidencia la abismal diferencia entre un país de arribistas y agrandados, y un país grande; y entre nuestros mediocres administradores y un estadista.
DIA DESPUES DE LA CATASTROFE
(Por Ariel Zúñiga Núñez)
“Le pido por favor a los medios que no hablen de saqueos ni que los saquen en vivo, pues cuándo lo hacen la gente va a esos lugares para saquear”
Hols Paulmanm, multimillonario, dueño de varios supermercados.
“Pero no. Aún no se iniciaba la revolución. De haber sido así al menos tendría a qué atenerme, en vez de permanecer en esa horrible y cada vez más intranquilizadora situación, en que las cosas se producían de manera repentina, inaudita, justo cuando una empezaba a confiarse. Entre explosiones venía la calma. Una calma engañosa, como la arena movediza del desierto de Atacama.”
Sillie Utternut, Revolución en Chile.“Si las sociedades más simples tenían las danzas y los relatos, estas nuevas sociedades poseen doctrinas y mitos conservados por un cuerpo de especialistas ideológicos. La fórmula básica consiste en lo siguiente: lo que es debe ser y lo es adecuadamente.”
A más de veinticuatro horas de mi última crónica la información recién comienza a circular. Como una especie de acto fallido de los medios más que porque su voluntad se encamine en ese sentido, algo podemos saber, no porque el ejercicio periodístico se ejerza competentemente.
Porque por una parte esta catástrofe ha demostrado la fortaleza material, en infraestructura, pero por la otra ha dejado en evidencia a un país de papel maché, vulnerable hasta el ridículo.
Cuando un terremoto afectó hace más de un año a la ciudad de Pisco y sus alrededores en el Perú dejé mención de los estúpidos discursos nacionalistas provenientes de un país incapaz de proveer de agua y alimentos a más de tres días de la catástrofe, ¿con qué logística atravesarían el desierto?
Chile, como en muchas cosas, en este aspecto también ha demostrado estar casi a la par con nuestro vecino del norte.
Un maremoto afectó a casi cuatrocientos kilómetros de borde costero, a las islas de bandera chilena en el pacífico, provocando cifras aún no acotadas de víctimas fatales. Nuestras autoridades habían descartado enfáticamente dicha posibilidad. Los medios exhiben imágenes de saqueos en supermercados, condenando los actos, pero omitiendo que el gobierno no ha satisfecho la demanda de alimentos y agua de los damnificados. Los gendarmes disparan a mansalva en contra de presos que huyen de una cárcel que se derrumba, el silencio se impone en un país en guerra consigo mismo. Nuestra vulnerabilidad ante los peruanos es comparable a la de ellos ante nosotros; nos derrotarían cortándonos la electricidad, dejándonos sin teléfono celular por unas cuántas horas. Una eventual guerra con el Perú me parece, ante la emergencia de estos hechos reveladores, una pendencia entre borrachos.
La víctimas del maremoto descartado.
La mayor cantidad de víctimas de este terremoto han sido producidas, al igual que en Valdivia en 1960, por el maremoto -denominado también Tsunami- que siguió al movimiento telúrico. Durante años se ha alertado a la población con las medidas que deben adoptarse a continuación de un terremoto si se vive en el borde costero. La razón de esto es que los movimiento sísmicos tienen, en su gran mayoría, su epicentro en alta mar. Al moverse una placa tectónica en el océano se produce una onda, similar a la de una piedra al caer en una posa de agua, que dependiendo del tamaño produce desde marejadas hasta maremotos. El Tsunami del océano Indico nos ilustró al respecto.
Después del terremoto las emisoras de radio funcionaban pero sus departamentos de prensa no. No existían noticias, sólo las locuciones de periodistas tanto y más desinformados que sus auditores. Con mi abuelo sintonizamos con un viejo equipo AM -de amplitud modulada-, emisoras radiales transandinas, de Mendoza y Neuquén, a través de ellas supimos el servicio de geología de los EEUU había alertado de un terremoto de 8,5 grados ritchter a 95 kilómetros al noroeste de la ciudad de Concepción. Es decir, aproximadamente, unos pocos kilómetros hacia mar abierto de las localidades de Chanco o Pelluhue. Dicha información exigía evacuar de modo inmediato al menos mil kilómetros de borde costero, desde Valdivia hasta La Serena aproximadamente. El terremoto de Valdivia afectó una franja de borde costero similar a ese, causando daños desde Concepción a Chiloé, en especial al puerto Corral, Puerto Saavedra, Ancud y a las caletas de Niebla, Maullín y Queule. En aquella oportunidad fue barrido con un Tsunami Hawai y el Japón, a miles de kilómetros hacia el poniente.
Una hora después del terremoto recién la radio Bio-Bio comenzó a entregar información, la cual era de pésima calidad debido a la dependencia a los teléfonos celulares y la internet. Pero la información oficial que reproducían era la siguiente: “Terremoto de 8,5 grados, 95 kilómetros al NORESTE de la Ciudad de Concepción. Se descarta cualquier posibilidad de tsunami”. Con esto replicaban lo dicho, según ellos, por la ONEMI (oficina nacional de emergencia).
A las seis de la mañana (dos horas y veinte minutos después del terremoto), un tsunami barrió el archipiélago de Juan Fernandez, ochocientos kilómetros hacia el oeste del puerto de San Antonio. El resultado, hasta el momento, ocho muertos y veinte desaparecidos.
La información de la ONEMI no sirvió de mucho en Talcahuano, Constitución, Iloca, Duao, San Antonio, etc, que fueron barridos con olas entre tres y veinte metros a minutos del sismo. Pero sí fue la responsable que la isla de Juan Fernandez no fuera alertada, pues en dicho lugar no se sintió el movimiento telúrico por lo que sus habitantes no tenían el modo de saber que una ola de tres metros, pero a quinientos kilómetros por hora, los embestiría.
Se debe consignar que era tal la convicción de los periodistas Nibaldo y Tomás Mosciatti de la calidad de la “información que disponían” que relativizaban los informes que les comenzaban a llegar desde La Serena y Constitución. En la cuarta región, y desde el litoral central contiguo a Santiago, se les alertó de marejadas y recogimiento anormal del océano (esto a casi ochocientos kilómetros del epicentro). Un radio aficionado del Maule logró enviar un comunicado en que hablaba de la ciudad de Constitución completamente inundada. Estos relatos fueron a las cinco y media de la madrugada (el terremoto fue a las 3:34 hrs). Recién en la noche de ayer la prensa comenzó a exhibir las imágenes de los pueblos arrasados por el maremoto. Se debe dejar constancia del excesivo cuidado de llamarl el fenómeno por su nombre, hablaban de olas, mareas, marejadas, cuasi tsunamis, mientras se veía un buque albacorero tres cuadras hacia el cerro en Talcahuano, es decir igual que la clásica imagen del puerto de Corral en 1960, o camiones de veinte toneladas de tara aplastados como una lata de cerveza.
FUGA DE PRESOS Y SAQUEOS VARIOS
La “ley de fuga” es una gran falacia que muchos siguen reproduciendo desde los aciagos días de dictadura. La norma, al menos lo que se deduce de la lectura de las normas pertinentes, es que los presos tienen el derecho a fugarse en vez que los custodios derecho a abrir fuego en contra de los que se intentan fugar. La libertad es la regla, cuando el estado limita su ejercicio, aunque sea motivado por un delito cometido por un ciudadano, sus atribuciones deben interpretarse restrictivamente. Quien debe asegurar la custodia es el estado, si las murallas de una cárcel colapsan y nada impide que los reos accedan a la calle, el que gendarmes disparen haciendo valer una sobrepasada linea de fuego, se trata de un homicidio alevoso. Ni en tiempos de guerra se autoriza que se dispare en contra de las muchedumbres desarmadas. Qué se puede esperar en un país en que hasta a los sospechosos que huyen se les dispara por la espalda.
Casi trescientos habitantes de una cárcel en la zona del terremoto se fugaron. Los gendarmes dispararon produciendo casi diez muertes.
Informaciones que se filtran, lapsus liguae de los periodistas que de modo fallido van describiendo el estado de guerra interna que ha quedado sumido parte del país luego de la catástrofe.
Antes de decretarse la excepción constitucional ya se había instalado de facto.
Es cosa de ver la reacción policial, e ideológica, destinada a contener a los saqueos, los cuales son comprensibles y justificables a todo evento pues el estado ha sido incapaz de procurar los servicios básicos: agua, electricidad y alimentos.
Cómo sobrellevar la vida luego de esto.
Si no me equivoco fue Alberto Edwards en su “Fronda Aristocrática” quien culpaba a los terremotos del particular carácter de los chilenos. Seríamos inconstantes, a “medias”, incapaces de sostener esfuerzos por mucho tiempo, debido a que los periódicos terremotos nos obligan a contemplar la futilidad de todos los esfuerzos. Los chilenos seríamos lo inverso al “espíritu protestante” de Max Weber: En vez que laboriosos perezosos, en vez que metódicos dispersos, “al lote”, en vez que productores parasitarios matuteros, en vez que proyectar vivimos “al día”. No seríamos de ese modo por las determinaciones climáticas de las cuales hablaba Montesquieu; no somos “bananeros”, como de forma burda nos apuramos en aclarar, porque nuestro clima no es tropical sino que mediterráneo.
Estas ideas provengan o no de Edwards se instalaron en el sentido común de nuestras elites y prosperaron hasta que se instaló el mito de los “chilenos jaguares” desde finales de los ochenta.
Gabriel Salazar, a contracorriente de estos lugares comunes, explica este carácter por haber sido dominado Chile por los “mercaderes” en vez que por los terratenientes agricultores o los productores industriales. Pensemos que la historia de Argentina y Brasil se comprende gracias a la tensión de rurales terratenientes y urbanos industriales, tal cual como la de los EEUU entre el norte y el sur que produjeron la guerra de secesión. Brasil es el ejemplo puro y aún existe un sur industrializado y norte ruralizado, Italia es otro caso aunque la polaridad es inversa. En Chile, en cambio, el control lo tomó desde un comienzo la aristocracia “bancosa” de la que nos hablaba Vicente Huidobro, la casta de los especuladores y rifleros como Diego Portales y Palazuelos.
Como sea el caso los terremotos sí son parte de nuestro carácter, imposible que no influyan. Veo a muchos inmigrantes y turistas que prefieren habitar las plazas públicas en gran parte porque el sismo les ha producido pánico. El chileno medio se ha tomado la calamidad con una parsimonia envidiable. En un principio era el estupor, el pasmo, el síndrome de stress pos traumático, pero luego quedó demostrado que estamos socializados en el terremoteo, que lo que devastaría a cualquier ser humano para nosotros es tan normal como un aguacero; la peor tragedia no es más que un pequeño contratiempo.
ALGUIEN QUE HA PERDIDO TODO ¿COMO RECOMIENZA SU VIDA?
En nuestro país es excepcional contratar seguros, en especial por sismos. El estado jamas ha promovido que se generalice esas conductas. Todo funciona “por mientras”, “si dios quiere”, una forma tácita de decir “hasta el próximo terremoto”. Es imposible que un pueblo prospere con la amenaza permanente de ser arrasados. Las normas de construcción, y su exigibilidad, se han desarrollado al ritmo de la última tecnología, eso explica que el país no esté en el suelo. Pero si los 8,8 grados ritchter se hubiesen desatado en la falla de San Ramón, profusamente habitadas por millonarias casonas, ninguno de los esfuerzos que prodigamos habrían servido de mucho, la ciudad de Santiago habría sido borrada del mapa. Los documentales catastrofistas del Discovery Channel se habrían quedado cortos.
Es muy extraño que un país pueda vivir relajadamente acosado ante amenazas reales de tal magnitud. Es como los napolitanos en las faldas del volcán Vesubio, el mismo que arrasó a Pompeya. Vivir en Chile es habitar Strómboli. Es un bello paraje mediterráneo, con vista al mar y la cordillera, pero acosado por demonios reales que cada menos de un lustro nos regalan un terremoto o erupción volcánica. Los departamentos de la Villa Olímpica aún están sostenidos con los pilotes de “emergencia” instalados en el terremoto de 1985. Aún no se terminan las obras de reparación por el último terremoto en el norte del país o por la erupción en Chaiten y ya debemos contar con tres ciudades grandes y decenas de poblados que hoy no son más que escombros y aturdidos sobrevivientes.
Los japoneses son lo que son, entre otras cosas, por sus terremotos. También nosotros hemos forjado nuestro carácter en la sismisidad. Pero está muy claro que no somos japoneses.
CIENTOS Y QUIZA MILES DE MUERTOS
Ochocientos muertos hasta el momento. Esta cifra está aumentando y aún crezca, al punto de duplicarse o triplicarse, se trataría de un pequeño saldo en consideración a la magnitud de la catástrofe.
Se debe en gran parte a nuestro diligente modo de cargar la cruz de las periódicas catástrofes, y también a la baja densidad poblacional de nuestro territorio, que aún en los sitios más poblados es insignificante. Lo último hace diametralmente opuesta la ocurrencia de víctimas aquí y en el océano índico en atención a que el maremoto que hemos sufrido es tanto y más grave; el terromoto, por su parte, se compara casi tan sólo con otros ocurridos en Chile: El de Chillán (el del siglo XX) y el de Valdivia de 1960.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
LA MARRAQUETA DEBAJO DEL BRAZO
Pero el más afortunado de todos los chilenos sobrevivientes es Sebastián Piñera.
Recibirá el país en estado de excepción constitucional en una de las zonas más aguerridas del país, la octava. Por otra parte, económicamente la destrucción es el mejor motor, o quizá el único, para reactivar un país en recesión, aquello que se denomina un “aumento de la demanda agregada”.
A todos se nos destruyó una muralla, un tejado, los cristales; todos debemos consumir tarde o temprano esos productos, contratar albañiles o carpinteros. Sólo la guerra y la catástrofe poseen la virtud de producir crecimiento en una economía exigüe.
Ya se ven los primeros efectos, la histeria colectiva en lugares plenamente abastecidos, alentada por la prensa y su compre-compre, producirá escasez de ciertos productos por algunos días, es obvio, no hay mercado que soporte el consumismo de pánico. Pero pronto las vitrinas rebosarán nuevamente de productos. El IMACEC registrará el “crecimiento” del país aumentando el valor de la UF, a pesar de haber retrocedido un par de décadas, habiéndose destruido el turismo y afectado las comunicaciones internas y externas. No es una paradoja, es la aplicación de las burdas técnicas econométricas.
Ojo con el capitalismo del Shock.
No olvidemos los juicios de Naomi Klein: Las catástrofes son utilizadas para contrarrevoluciones capitalistas neoliberales de amplio espectro, en que se aplican medidas que en época de normalidad serían imposibles.
Es que el derecho está pensado para los tiempos de paz, normalidad posterior a la pacificación. En los tiempos en que las multitudes se guían por su propio parecer, como las imágenes que se muestran ahora de Concepción, es regibus solutos, tiempos sin dios ni ley.
Piñera podrá hacer lo que quiera so pretexto del terremoto. El estado de catástrofe puede utilizarse para una amplia gama de funciones, muy pocas de ellas destinadas directamente a la reconstrucción del país pues ella será espontánea o no será, como siempre ha sido en un país acostumbrado a las calamidades. Es poco lo que pueda avanzar el capitalismo en Chile dirán algunos, pero el aumento de represividad del estado chileno ha sido constante y es el gobierno de Bachelet quién hará más dura la mano. Luego entregará el poder casi ilimitado de la “reconstrucción” a Piñera, y en bandeja.
Nos esperan duros días. Nuestra prensa dependiente del macro empresariado y del gobierno, ya elabora excusas de antemano para el aumento de víctimas, esta vez por armas de fuego proveniente de un gobierno acostumbrado a disparar en contra de los suyos. La normalidad no volverá a Concepción o a Talca por sí sola, se impondrá, como siempre ha sido, a sangre y fuego. Y el país funcionará normalizado, hasta la próxima sorpresa de nuestra loca geología.
MEDIODIA DE UNA MADRUGADA AGITADA
(Por Ariel Zúñiga Núñez)
Un vaso y un par de murallas divisorias destruidas es el balance individual y parcial luego del el poderoso sismo, un terremoto, que afectó a la zona centro-sur de Chile, en donde se concentran las tres cuartas partes de la población del país.
Hasta donde se sabe las víctimas fatales son escasas, así como los daños en infraestructura, en relación al fenómeno que hemos experimentado. Se trata de un sismo comparable al de 1960, es decir, uno de los de mayor intensidad registrado en el mundo hasta la fecha. Debemos hacer los honores a nuestras instituciones, a las personas que las comandan, tantas veces criticadas en esta crónica, pues de haber fallado las inspecciones fiscales, las recepciones de obra, los permisos de edificación, los estudios de suelo, estaríamos hablando de cientos de miles de víctimas.
En Turquía, México, o para no ir más lejos, Haití, terremotos de inferior magnitud dejaron en el suelo a ciudades completas. Hasta donde sabemos, hasta ahora, sólo cuatro edificios construidos después del último terremoto (1985) han colapsado: Dos a una cuantas cuadras de mi casa, y otros dos en Concepción, a quinientos kilómetros al sur de donde escribo, Santiago, y a 95 kilómetros al sur del epicentro. Y unas cuantas obras de infraestructura vial han sufrido daños severos.
Los derrumbes en Maipú son debido a la corrupción, alguien compró esos derechos de edificación a alguien, lo más probable es que el caso quede en la impunidad. Lo que debemos resaltar es que ha sido un caso excepcional.
Como digo, nada importante en consideración a la potencia del sismo, en cualquier otro lugar del mundo habría matado a la mitad de población, un porcentaje enorme debido tan sólo al pánico. Es que nuestro país es sísmico, en la zona central estamos habituados a un terremoto cada 10-15 años, y eso explica la tranquilidad con que nos tomamos una catástrofe como ésta.
La energía sísmica acumulada en 25 años me preocupaba de sobremanera, era obvio que vendría un terremoto, en Chile eso no es una condición, es un plazo, el problema era que mientras más tiempo pasara sin un sismo más fuerte iba a ser el remezón. Hemos tenido suerte que el movimiento telúrico haya tenido su epicentro en un sector, aunque densamente poblado en relación al país, es escasamente habitado en comparación a la ciudad desde donde escribo. No me aventuro a pensar qué hubiese ocurrido si el epicentro se ubicara en nuestra falla de San Ramón, más de alguno de los altos edificios que se movieron como árboles al viento, en el centro y sector oriente de la capital, habría colapsado. La infraestructura más añosa, en cambio, está con creces probada, aunque la caída de centenarias iglesias o fachadas es demostración de que lo que ocurrió no fue un simulacro: Me parece que es el terremoto más fuerte que se ha sentido en la capital en más de cien años.
Hace meses que no me quedaba en casa un viernes en la noche, a la hora del sismo terminaba un artículo en que vituperaba contra parte de quienes adhieren a esa entelequia llamada izquierda, había prendido el televisor y alcancé a ver la competencia internacional de Viña del Mar y su provisional resultado: “El tiempo en las bastillas” había sido eliminado, sonreí, me cargan esos aspirantes a esnobistas llamados “difuntos correa”. Apagué la tele y leí sobre la convocatoria al “marzo anarquista” gentilmente promocionada por la “Segunda” y el “Mercurio”. En ese momento sobrevino el sismo, ya me habían tocado varios en la soledad y siempre esperaba a que terminara pues confío cien por ciento en los cimientos de esta casa, casi lo único que posee, pero el radie ondulaba como una laguna en una tarde de brisa y la computadora se balanceaba en un radio de diez centímetros a lo menos. Fuerte. Los gringos que andan turisteando deben haber creído que se desataba el Armagedón, así también la mitad de la población, los menores de 28 años que en su vida habían experimentado algo equivalente.
Escribiendo intento calmar la sensación de asfixia que produce la incomunicación con mis seres queridos. Sólo sé de mi padre y de mi abuelo. Mi mentalidad científica me tranquiliza pues comprendo lo improbable que alguno del centenar de muertos sea uno de los que extraño. No se trata de una ansiedad propia de un tipo hiperconectado, hace más de un mes que desconecté la internet de mi casa para poder terminar un libro que escribo, el punto es que las comunicaciones en general están en el suelo, me parece que estamos peor en ese sentido que en 1985, paso a explicar porqué:
La digitalización de las comunicaciones ha hecho depender a todos de artefactos eléctricos de escasa autonomía, los viejos equipos análogos eran los únicos que funcionaban y desde una radio AM con mi abuelo nos informamos media hora desde emisoras argentinas, hasta que se restableció la Cooperativa y la Bio-Bio. Y no sirvió de mucho, por lo argentinos ya sabíamos la magnitud, el epicentro, y que era imposible comunicarse con nosotros. Parecíamos los protagonistas de una película de catástrofes. Por más de dos horas no supimos si éramos los únicos afortunados que estábamos en pie, ¡recién se exhiben imágenes de la ciudad de Concepción!
Ningún transmisor de radio, ningún receptor, hasta en el terremoto del 60' se sabía más que ahora en medio de la revolución digital. Estamos en un país sísmico y debemos decir que nuestros sistemas de comunicación no han sido redundantes, a prueba de fallas, hemos estado a ciegas durante horas. Las primeras informaciones de la zona costera de la séptima región llegó gracias a los escasos radioaficionados que quedan. Un país dependiente de la telefonía celular y la internet 3 G nueve horas después de la catástrofe no es capaz de asegurar que nuestras familias y amigos están bien.
Y si de comunicación se trata el aeropuerto de Santiago está cerrado, aunque así y todo se las arreglaron los gringos para despegar un avión a los EEUU a las seis de la mañana (antes habían despegado aviones pequeños, seguramente de autoridades). Lo digo porque desde mi casa, y la de mi abuelo adonde fui para ver si estaba bien, se ven los aviones que despegan desde Pudahuel. Hace unos años se cerró el Aeropuerto de los Cerrillos, a dos kilómetros de aquí, para construir un multimillonario proyecto inmobiliario, que sigue siendo un proyecto. Un daño severo en Pudahuel ocasionará un daño enorme pues es la única pista para aviones jet a 350 kilómetros, si confiamos en el de Talca, o de más de cuatrocientos, el de la Serena, en el caso que ellos estén bien. Un epicentro unos cuantos kilómetros al norte, que hubiese dañado seriamente a Santiago, nos habría dejado en el suelo y sin aeropuertos para recepcionar ayuda.
Digo esto no en ánimo de chismoso o catastrofista, nuestro país es quizá el más sísmico del mundo, comparable, al menos en esta maldita condición, con el Japón. Por lo tanto vendrá otro terremoto, si consigo igualar las expectativas de vida registradas aquí, me quedan entre tres o cuatro terremotos por delante. Por lo tanto estas observaciones deben ser tomadas en cuenta, no desviarlas con nuestro inmediatismo idiosincrásico que se conmueve hoy y mañana se olvida por completo. Al menos muchos tecnócratas no se olvidaron, un aplauso y mis respetos a ellos, o de lo contrario nuestro país no sería más que una rumba de escombros.
JUZGANDO A LOS OTROS
(Por Ariel Zúñiga Núñez)
Tanto Kant como Noam Chomsky, uno desde la filosofía y el otro desde la lingüística, concluyen que los valores son universales e inherentes. Ellos, desde sus trabajos los deducen, y al hacerlo nos los imponen.
Por ejemplo el imperativo categórico kantiano, típicamente estoico, humanista y occidental de “actúa de forma tal que tu conducta pueda ser elevada a una norma de comportamiento universal”, es generalmente aceptada de forma espontánea por quienes hemos sido socializados en esta cultura. Es más, coincide con principios confusianos y mulsulmanes, y no colisiona con los budistas.
Pero eso es muy distinto a aceptar que se trata de valores presentes en todos los hombres.
Hasta Thomas Hobbes considera la vigencia de este principio. Señala que el Leviatan debe procurar evitar el daño y hacer en contra de otros todo aquello que un hombre no quiere para sí. Aunque no dispone consecuencias a la contravención de este principio, pues no hay más poder que el Leviatan, sí señala que el pasarse por alto estos preceptos daña severamente el fundamento de su poder, es decir, evitar que el hombre sea lobo del hombre. El Leviatan para Hobbes no debe ser el único lobo con vida, o el León-Zorro del que hablaba Maquiavello, es quien gobierna para que los demás no se maten entre sí.
Cuando refutamos a Kant, y a Chomsky, muchos replican que estamos minando nuestro único vínculo a principios arrojándonos desnudos a un nihilismo conducente al caos social y al suicidio individual. No se trata de ello. Lo que no se quiere considerar es que cuando aceptamos que existe un precepto moral universal, sea el imperativo categórico o el deuteronomio -recordemos que los españoles exigían el cumplimiento de las normas cristianas a los amerindios-, lo que hacemos es desconsiderar toda y cada una de las razones del otro, asentando o instalando la “otredad” en ellos.
El relativismo moral no es sinónimo de relativismo espistémico, es decir, no es el reconocimiento de que no existe ninguna verdad. Es tan sólo la defensa de los principios lógicos de David Hume, es decir, podemos comprender la realidad pero ella no compele ni nuestras creencias ni nuestros valores. La moralidad no depende del ser de las cosas y como afirmo en múltiples trabajos, es el deber ser, nuestros valores, lo que nos conduce a buscar la verdad en vez que ocuparnos en ocultarla y así aspirar a un cargo bien remunerado en estos tiempos.
Apliquemos lo dicho a la realidad:
Cuando decimos “es malo robar” y luego “es malo el saqueo en tiendas, ni una catástrofe lo justifica”, asumimos que los otros poseen en concreto la misma perspectiva que nosotros en abstracto, que además su evaluación moral es reprochable pues los códigos legales no son convencionales, rebus sic stantibus (mientras las circunstancias perseveran) sino que valen incluso cuando no has dormido tres días, no has comido, no tienes casa, ducha, trabajo, etc.
Qué ridículo se oía Ivan Nuñez solicitando a las personas, conforme a las recomendaciones de la autoridad, que las personas se “quedaran en sus casas” y se informaran “por el televisor”, al tiempo que reprobaba el robo de televisores y omitía que en la zona afectada directamente por el terremoto no hay electricidad y se perdieron entre la mitad y un tercio de las viviendas.
Se trata de la nefasta consecuencia de ese universalismo moral que defendemos como el mayor avance del occidente por sobre los demás culturas. Las caras normas kantianas, y hasta las chomskianas, sirven, en vez que para evaluar nuestros valores y conductas, para juzgarlas en otros, llamarlos indecentes, inmorales, delincuentes, criminales, lumpen, flaites, animales, subhumanos.
Luego la realidad es usada en su contra, como un mero cálculo actuarial de sus faltas con el fin de maximizar los castigos en su contra.
Es comparable a la dinámica que se ha consolidado con los DDHH en Chile, una estructura que tardará años en desmontarse: No se habla de estos principios como valores compartidos y propositivos sino como delitos, es decir, nada más que en su faz negativa. Los DDHH no consagran la igualdad o confirman la inviolavilidad de la conciencia sino que valen en tanto “violaciones a los derechos humanos” o “crímenes en contra de la humanidad”. De ese modo las experiencias de solidaridad y pleno respeto se silencian y toman su lugar “punta peuco” o “villa grimaldi”.
Los principios deducibles por el imperativo categórico, en su impune mezcla entre lo que son las cosas y lo que queremos que estas sen, nos dan fuerza para juzgar a los otros, a quienes negamos la posibilidad de universalizar sus normas. Su situación de vulnerabilidad le impide defender sus motivos o expresar sus motivaciones, pero es nuestro juicio moral a priori lo que los silencia de antemano.
Se instala, como correlato o sombra, del damnificado malo el damnificado bueno, el que espera espartanamente a que el estado arribe a las puertas de su arruinada casa y le ofrezca un plato de sopa. Quienes desesperan, en medio de una situación desesperada, son unos criminales, aquellos que se saltan la fila, profundizan la crisis y resultan ser los culpables de la calamidad.
Soy ateo, y además, o por consecuencia, también antikantiano o antichomskiano. En general mis valores, pese a ello, son compatibles con dichos preceptos morales así como mi conducta. Dicho de otro modo, si existiera un cielo sería uno de los candidatos a morar a perpetuidad en él. Pero eso no significa que me sienta autorizado a juzgar el comportamiento de los demás, de quienes han carecido de mi suerte y se ven forzados a responder de modo diferente transformándose en indefendibles criminales. No me considero alguien competente para juzgarlos, para llamarlos de ese modo, para responder con ese uso criminalizador del kantismo que concluye en un subhumano y por lo tanto susceptible de exterminarse.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
Ni aliento el robo de televisores plasma o de lavadoras pero lo comprendo, lo autorizo moralmente o bien, reacciono ante quienes lo desautorizan. Ni yo, ni nadie, está en condiciones de juzgar a quién lo ha perdido todo, empezando por la paciencia. La justicia es la vara de medida, pero no lo que entendemos por ella en la realidad sino lo que queremos que algún día sea. El bien es siempre una aspiración, un ideal.
A quién juzgo, pues me sí siento autorizado ya que está por encima de mí y mi opinión no le empece, es al poder del estado, en específico al chileno, el que al margen de sus bravuconadas y pavoneos no ha sido capaz de alimentar y calmar la sed de los damnificados a tres días del terremoto.
El gobierno de Chile está esperando que las empresas de telefonía resuelvan el colapso de nuestras telecomunicaciones; los concesionarios de obras públicas la crisis de conectividad; los supermercados el abastecimiento; las estaciones de servicio se avoquen a la falta de combustible; y los medios de comunicación a todo lo demás. Es la aplicación coherente de “nuestro modelo”, una confirmación redundante de que los únicos neoliberales en estado puro que existen en el mundo son los que hoy ocupan el palacio de la moneda.
Y en tal división de funciones la prensa coleccionará las pruebas para juzgar moralmente a las víctimas de la indolencia, incompetencia y ambición desmedida de sus gobernantes. El ladrón del tv plasma o la lavadora será más importante que la falta de atención a las víctimas.
Tales discursos prosperan al abrigo de una teoría moralista bien intencionada pero que en su nombre se han producido la mitad de las atrocidades de los últimos doscientos años.
LA SOMBRA DE UNA CONCIENCIA CRITICA FRENTE AL EXTERIORISMO INTEMPESTIVO DE LA DESTRUCCION
Frente a la destrucción, el dolor y el temor a la exterioridad, toda palabra y reflexión resulta inútil y vacía si no responde a las actuales necesidades humanas.
En estos momentos el sufrimiento es un contenido absoluto en las miles de personas que se han visto dañadas. La desesperación es un sentir abstracto que sigue como un eco las ondas de la devastación.
Pero no por eso puede ser bueno omitir la reflexión en preferencia de una indeterminada práctica inmediata. El pensamiento y el sentir son otro aspecto de la actividad que en estos momentos se está realizando. Son los contenidos más definidos los que pueden dar formas a las herramientas de la resistencia.
No obstante el simple hecho de pensar, de ponerse a un costado de la tragedia que estamos viviendo, nos permite sospechar.
Serán las experiencias de los que sufren los verdaderos contenidos de este desastre, el pensamiento de los que ayudan simplemente contribuirán con sus formas la creación de posibles soluciones.
Y qué inescrutable resulta ser eso exterior que llamamos naturaleza, que bofeteada más grande a la prepotencia de la razón y al antropocentrismo filosófico-político. Toda política humana queda constreñida bajo el estrecho límite del exteriorismo intempestivo.
Precisamente es aquí en donde la conciencia crítica humanista y revolucionaria debe posicionarse. Pues la sacudida ha remecido los pequeños pilares de la gigantesca confianza en la razón.
Todas esas disputas banales, superficiales, parcialmente contradictorias, quedan reveladas por este terremoto. La luz se ha encendido y hemos visto frente a frente nuestra impotencia y nuestra pequeñez.
Es consecuente que nuestra conciencia crítica dispersa desee ayudar, nuestra solidaridad casi instintiva se funda en nuestro amor a lo humano.
Pero es esa solidaridad la que debemos contrastar con las odiosidades que han impedido que las fuerzas revolucionarias puedan reconocerse diversamente (hay que decirlo) bajo un horizonte común.
Todas las impotencias de las instituciones burguesas y burocráticas nos llegan el doble, quizás el triple, pues estamos en un estado de dependencia en relación a lo que ellas pueden hacer.
De este modo organizaciones estudiantiles centralizadas, referencias políticas, congregaciones religiosas y el aparato del estado, burocratizan no solo la ayuda (que es lo de menos) sino la respuesta social de las personas que se han visto perjudicadas.
No es casualidad que la desesperación lleve al caos o que la angustia derive en irracionalidad.
Todos los consensos éticos se diluyen bajo la imperiosa necesidad de la sobrevivencia. Una ética abstracta reemplaza a un estado de derecho deslegitimado, expuesto al arbitrio de los más poderosos. La unidad socio-política llamada Chile estalla dejando esquirlas de pueblos enteros damnificados.
En una primera revisión observamos los daños, que el pueblo trabajador sabrá reparar y reconstruir como siempre. En una segunda mirada sobreviene el caos social, el interior de los conflictos humanos y el exteriorismo de la lucha de clases.
Los especuladores, los asaltantes, los abusadores, los deshonestos y tantos otros en adjetivos.
Los empresarios, los políticos, los negociantes, los burócratas y otros más según función.
El egoísmo, la indolencia, el arribismo, el odio y la rabia en sentimientos.
La conciencia crítica no solo debe contentarse con la ayuda tan necesaria pero tan conservadora de la solidaridad institucionalizada. En este aspecto sólo somos un engranaje más del aparato estatal.
Nuestra posibilidad es afrontar este momento con unidad, con fuerza, con lucha y resolución.
Que la fuerza de la naturaleza sacuda los aprioris ideológicos y los privilegios burocráticos de las organizaciones de izquierda.
Que la frágil conciencia crítica distinga entre este golpe exterior del verdadero caos que tiene un origen estrictamente social.
Que la reflexión intelectualizada y la participación burocrática no reemplacen a las dos manos con las que tantas cosas podemos construir.
No hablo de un momento místico de fraternidad ni de la cándida imaginación que nos podría hacer pensar que las determinaciones que impiden que la conciencia crítica se haga fuerza vayan a desaparecer.
Pero es un momento para reconocerse, para encontrarse y para ver que el enemigo no es el compañero que lucha a su modo para volver a levantar al pueblo, sino el fascismo populachero que se está ganando para sí la conciencia de los trabajadores.
Basta un pequeño horizonte común, para que podamos erigir una verdadera fuerza revolucionaria.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
REFLEXIONES POST SISMICAS
(Por Ives Jara)
Debido a la gran cantidad de textos que nos han llegado a propósito del terremoto y posterior tsunami, así como de sus repercusiones sociales, políticas, culturales y económicas, publicaremos las colaboraciones en grupos, según el orden de llegada a nuestros correos electrónicos.
Saludos para mi pueblo golpeado. Espero que estén bien, que sus familias estén bien, que sus asociados y sus familias estén bien. En estos días, y luego del azote de la predecible naturaleza que nos recordó lo vulnerables que somos, nos toca enfrentar la locura colectiva más desbordada que yo tenga memoria.
Vecinos que hasta hace nada no se saludaban ni se conocían ahora hacen vigilia juntos para hacerle frente a un enemigo común, que no aparece, y que muchas veces es invisible… Estos hechos me recuerdan un libro que leí hace algún tiempo llamado LOS INVASORES, del dramaturgo chileno Egon Wolf. Si pueden consíganlo, se sorprenderán de las similitudes de la historia de una obra de teatro estrenada en 1963 con la psicosis colectiva de los últimos días.
Permítanme una última reflexión, y es que como se nota que los oportunistas no sólo son aprovechadores para saquear supermercados, también aprovechan todas las ocasiones para intentar convencer a la población de lo imprescindible del ejército como garante para resguardar la seguridad, lo beneficioso del toque de queda, lo necesario de la represión como herramienta de disuasión, lo apropiado del uso de la bala para acabar con la revuelta, etc.
Qué gente más inescrupulosa que no se avergüenza de sembrar el pánico en gente que ya esta lo suficientemente golpeada y atemorizada, personas de trabajo que las falsas denuncias, la oscuridad y aislamiento los hacen sentir en tierra de nadie.
Mucha fuerza compañeros, la vida primero. No olvidemos, que no nos hagan olvidar que se viene un gobierno de derecha más radical que el anterior, y que intentarán acabar con los sindicatos, reprimir las marchas, sacar los soldados a la calle, instalar toques de queda, suprimir el derecho a organización, y todas esas cosas con la que disfrutaba tanto jugar al viejo militar uniformado.
NO ÉRAMOS TAN BAKANES, NI ERAMOS TAN RICOS
(Por Alberto Olguín)
Ni éramos tan bakanes, ni éramos tan ricos, ni teníamos tanta cultura sísmica, ni éramos los jaguares de Latinoamérica, ni los ingleses de este lugar del mundo y estábamos solos. Solos en nuestros condominios, en nuestros departamentos. Solos de nuestros hermanos que nos dieron agua, camillas… Cómo necesitamos del barrio, del almacén de la esquina, de los vecinos que se saludan para año nuevo, del perro de la cuadra. Ni éramos tan bakanaes, ni éramos superiores al resto.
Dos patadas en el culo a nuestra soberbia.
Los postergados bajaron como ratas a vengarse de Chile, quién se atreverá a juzgar al flayte que corría con LCD al hombro. A la vieja con doscientos pares de calcetines.
Aparecieron los pueblos que no están llenos de vidrio con torres de mil pisos. Los de mil pisos estaban mal construidos, los rellenaban con cartón piedra y paja molida. Querían vender muchos, cientos, miles de departamentos… todos bellos, todos lustros, todos claros… todos como Chile… una cáscara, un celular parecido a un IPOd pero que no lo es.
Apareció el Chile que lo farandulizó todo durante los últimos años. Hace tres días que no se ve un culo rozando la pantalla. ¿Dónde están?.. llorando, como todos nosotros.
LLorando por los muertos que se llevó el TSUNAMI… porque se llama Tsunami.. no marejada, no olas grandes…
LLorando por la pobreza que se humedeció y la vimos, escondida detrás de las cifras de superávit… llorando por esa alcaldesa penquista que se comportó como cualquiera de nosostros (como una idiota) y no dio pie como autoridad, como líder. Alzando a la muchedumbre, cansada, triste y capaz de seguir a cualquier flautista.
Se nos cayó la casa y se nos cayó la hilacha.
Ni éramos tan bakanaes, ni éramos los mejores.
A los que les quitamos el mar nos regalaron agua. A los que día a día vapuleamos como seres inferiores, nos enviaros tres aviones.
Deseo de todo corazón que después de esta tristeza, vengan días con más barrio. Días con gente como los bomberos… miles de bomberos reproducidos por nuestro país.
Días con niños que sonríen y juegan entre ellos, con vecinos que se saludan mientras sacan el auto, días con menos dinero y menos tarjetas y, seguramente, con menos capital y menos producción, pero con más barrio.
Este fin de semana me jugaré una pichanga con mis antiguos amigos de mi antiguo barrio, en honor a los muertos que deambulan por las calles de Chile .
LA VIOLENCIA SURGE A MONTONES
(Por Hugo Pérez White)
Los hechos violentos que se suscitan a diario en el mundo lo sabemos rápidamente porque las noticias las vemos o escuchamos al instante de producidos los hechos y las imágenes se proyectan con precisión en los satélites que deambulan por el espacio.
Estamos viviendo una etapa de evolución tecnológica tan formidable que el hombre común sólo ve el producto, sin importarle cómo se hizo, quiénes intervinieron y qué efectos va a producir su uso.
La violencia llega envasada desde cualquier país, listo para ser consumida en nuestros hogares donde están los niños que son los mejores clientes para convertirse, desde su más tierna edad, en seguidores de ejemplos violentos en que la muerte y la destrucción son los ejes principales de las tramas que dan colorido a la acción.
La televisión muestra misiles, bombarderos, armas automáticas, luchas orientales, sangre y muerte a cada instante y ese lapso es fatal para la frágil e imaginativa mente infantil, que todo lo capta.
El hombre aprende viendo, escuchando, tocando, gustando, oliendo y algunos ya usan un sexto sentido, que es la intuición la cual le sirve para adelantarse al peligro, defenderse de sus eventuales enemigos y luchar para mantenerse vigentes.
La televisión es el medio más rápido y penetrante en la mente humana para incentivar la delincuencia, la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución y el terrorismo.
Hemos sido testigos oculares de imágenes instantáneas, que nos muestran los horrores vividos en algunos países, víctimas de actos terroristas que han costado la vida a miles de personas inocentes, todas ellas ajenas al trasfondo que los provocan y todo para impresionar a sus eventuales oponentes.
EL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE=CAOS Y DESORDEN=HAARP= EL NWO
Han habido enfrentamientos entre países hermanos y hombres armados en las fronteras, listos para empuñar las armas dispuestos a conseguir espacios geográficos en disputa y someter a los vencidos a sus designios ideológicos.
Cuando se veían imágenes post terremoto en Haití, no podía comprender cómo el pillaje, la usura y los saqueos eran actos habituales y ahora que la situación similar la estamos viviendo en nuestro país, deduzco que la especie humana tiene en su entorno gente que hace de la violencia su razón de existir, sin importar el dolor y la angustia de sus hermanos.
La violencia se está impregnando en la sociedad como un sinónimo de convivencia social y eso hace mal al espíritu pacifista que pregonamos insistentemente y el resultado lo vemos con preocupación en los colegios, en la calle, en los hogares y desgraciadamente también se manifiesta en los medios políticos donde el debate de ideas y la búsqueda de consensos a veces no se consigue debido a las confrontaciones verbales salpicadas de mezquindades y descalificaciones.
UNA VEZ MÁS LA ESTAFA BURGUESA AL DESCUBIERTO
(Por Fernando Galleguillos)
Los políticos burgueses y aburguesados, las fuerzas armadas y el gobierno, una vez más muestran su incapacidad de dar respuesta inmediata a las necesidades básicas de miles de compatriotas que lo han perdido todo. Si bien es cierto, todos los pueblos están vulnerables a terremotos y tsunamis producidos por la naturaleza (se especula que el imperialismo yanqui ya tiene un arma capaz de causarlos) la diferencia está en la capacidad de acción de los Estados frente a estos, que se traduce en minimizar la pérdida de vidas, en el ejercicio organizado de protección y ayuda para la población civil.
El tropel de parásitos del Estado burgués Chileno nuevamente demuestra que sólo sirve como aparato represivo y para proteger a los ricos y sus instalaciones.
La Gran Estafa, el sistema neo liberal se ha caído a pedazos en Chile. Carreteras concesionadas, subvencionadas, privatizadas y mantenidas por usuarios se han hecho pedazos. Hospitales destruidos exhibiendo su dudosa calidad y seguridad.
Construcciones realizadas por inescrupulosas empresas, con la venia del Serviu y municipios, destruidas o inhabilitadas. Nula reacción y coordinación de las instituciones del Estado ante la catástrofe. Municipios ineptos y una Marina que ha cometido el “error” de no entregar una Alerta ni si quiera retardada de Tsunami.
Se sorprenden de la reacción de pobladores desgastados, cesantes y bombardeados por los medios de comunicación que les dicen que tener un plasma y ropa de marca, los hacen ser mejores. De la pobladora y del poblador sin agua, sin comida, que por necesidad se lanza a la recuperación de estos alimentos. Se admiran de la delincuencia y el pillaje, después de sostener un sistema perverso, asesino y corrupto, que ha negado las necesidades básicas de vivienda, educación y salud de calidad por casi 37 años.
“Necesitaremos la ayuda de privados”, la frase de Piñera que a estas alturas sólo significa que lo poco que le queda de intervención al Estado en estas materias, se desvanecerá en privatizaciones. El terremoto lamentablemente les deja el terreno llano para llevar a cabo la última etapa de lo que comenzó en los 80`s.
El manejo evidente de la información y su control, el desvío de la atención y la farandulización de la “ayuda”, están dando vuelta la página a la cadena de responsabilidades que una vez más echan bajo la alfombra.
Pero “no se pueden hacer críticas, porque no le hacen bien a Chile en estos momentos, más tarde se adjudicarán responsabilidades, la ayuda ya va”, “no hay posibilidades de Tsunami” (ya se había producido uno), “La Armada dio la alerta”, “la ayuda está llegando”, “no necesitamos ayuda internacional”, “estamos buscando los mecanismos” , mentiras que pretenden tapar el sol con un dedo y que exacerban el estado de ánimo de desesperadas familias chilenas, que esperaban que el gobierno los respaldara en forma oportuna.
El abierto llamado de la alcaldesa de Concepción para que el lumpen hiciese de las suyas en contra, no sólo de los grades cadenas comerciales, sino también de lo poco que quedaba a particulares honestos, trabajadores y pobladores, marcó la pauta del “caos” para que militares en un porcentaje superior, salieran a custodiar y reprimir, en vez de ayudar y entregar alimentos básicos.
Al final le dejan la responsanilidad de la ayuda directa a la buena voluntad de la misma gente, haciendo teletones y puestos de recolección en el Hogar de Cristo u otros, Chile se la puede y una nueva versión de Chile Ayuda a Chile.
Organizaciones populares que han venido trabajando silenciosamente, entregan su experiencia y organizan desde la base. Los trabajadores y pobladores se dan cuenta que son ellos mismos quienes tienen en sus manos la solución de sus problemas, sin rendir pleitesía al Estado Burgués. Seguramente ellas, las organizaciones, en contra posición a este sistema, quitarán la máscara a la gran estafa y pondrán nuevamente en duda la validez del Estado Burgues y su existencia.
TERREMOTO DESCONTROL SOCIAL
El escribir de un terremoto después de dos década que en Chile no había un movimiento sísmico tan grave de 8,8 grados y con tanta furia contra el pueblo es inexpiable, el movimiento de este terremoto nunca será olvidado de nuestras mentes, más hoy en día que la tecnología nos permite grabar las imágenes más increíbles que pueda grabar el ojo masivo, es un testimonio viviente de lo que se palpa y del terror que se siente estando en medio de un siniestro de tal envergadura.
Los dirigentes sociales hablamos de vanguardias, claramente no somos capaces de mantener una población organizada bajo una catástrofe, queda claramente como algunas comunas de la costa de Chile que fueron azotadas por el terremoto y que deja descubierta la realidad de un país, donde a los alcaldes se les fue de las manos el resolver de inmediato las necesidades más urgentes, planificación y preparación anticipada sobre una catástrofe, eso quiere decir que a los sujetos que elegimos como alcaldes o concejales con cero aporte y capacidad de organización y control, eso va de la mano con la práctica.
No existe el real dirigente que sea capas de mantener la organización de su población ( comunas, juntas de vecinos, etc…) más aún el control de ésta, desde las juntas de vecinos desde abajo hacia arriba no existe una estructura que represente realmente a los alcaldes o concejales, la representación es netamente mercantil, ejemplo concreto la alcaldesa de Concepción, y otros pueblos que quedaron a la deriva, dejo en claro que es más fácil organizar bajo el terror de las armas, el amedrentar para organizar, es la cultura impregnada de la pasada dictadura militar.
La información no son manejadas por los dirigentes menos por las autoridades comunales, se supone que los municipios tiene una reserva de información e insumos, conociendo y estando en medio de la catástrofe igualmente no reaccionan, si no les llega la orden superior, de parte del gobierno, claramente no se ve la espontaneidad ante una crisis, menos la creatividad, poca resolución en momentos críticos, el no querer asumir responsabilidades o costos. La responsabilidad es de nosotros el pueblo no organizado acostumbrado a la limosna farandulizada, y de no hacernos responsables de los dirigentes, acaldes y concejales que elegimos, para qué mencionar parlamentarios o presidentes.
Sobre los derrumbes sufridos en la capital es impresionante cómo los dueños de inmobiliarias, se ríen frente a la cara de los deudores habitacionales, con justificaciones diciendo públicamente Lorenzo Constas que la Torre de Pisa está siglos arqueada, así que se pueden ir a vivir en estos edificios nuevos con estructuras totalmente deterioradas y arqueadas a la vista de todos, los arquitecto e ingenieros civiles estructurales firman las evaluaciones según la inmobiliaria que representa, su opinión como siempre a favor del empresariado, en este tema son responsables el gobierno, municipalidades y empresas inmobiliarias, sólo nos queda reír ante sus respuestas, que tomarlos en serio, es igual cuando el sub secretario de Vivienda de apellido Trincado en el periodo del gobierno de Lagos les dice a un grupo de pobladores, que él no tendría ningún problema de vivir en una casa de veinticinco metros cuadrados y sin escalera para subir al segundo piso. Éste se enfrentó una masa organizada que le respondió.
Las noticias les han dado como bombo y platillos sobre los saqueos, me disculpan pero ladrón que le roba a otro ladrón, sobre todo en período de crisis o catastrofe, tiene cien años de perdón (empresarios de supermercados) los saqueadores son el producto de un pueblo desorganizado, no existe el poder de organización la gente que saqueaba eran vecinos ya que es parte de la cultura, si no lo tengo, te lo quito, y si está a mi vista, lo tomo, alguien se ha preguntado, el por qué después de una crisis el pueblo sale a saquear, las turbas eran enormes, eran hombres, mujeres y niños, nos espantamos de ver la imagen del hombre de la lavadora ( fue lo mismo la mujer de la mesa en un 21 de Mayo), dicen los expertos del tema que cuando hay más de dos sujetos decididos a saquear en plena crisis va sumando más gente, no olvidar que el Hiper Mercado Líder los dejó libres saquear el súper mercado, la pregunta quién dio pie para el saqueo? Igualmente culpan a los presos fugados que son cerca de cuatrocientos (tendría que ser una acción tomada a la ligera, éstos no tienen poder de organización), al estar presos sólo buscan la libertad (Es casi lógico y humano pensar así). Los presos escaparon hacia la libertad a sus ciudades de origen por que la mayoría no son de las zonas afectadas.
Los saqueadores era una turba con necesidad aunque dicen las autoridades que no existe necesidad en Chile, los medios de comunicación dicen que la mayoría del pueblo tiene sus refrigeradores llenos de comestibles, es no querer ver la realidad de lo que vive la gente de escasos recursos, la gente pobre.
Los medios entrevistan a una señora de Providencia que pedía consejos que podría hacer con el comestible de su refrigerador que estaba hace cuatro día sin energía, cada pregunta o respuesta da risa, rabia, impotencia de ser un pueblo sumiso, sin valores, poco solidario con sus pares, el consumo nos tiene sin valores, pero no nos faltará valor y lo pondremos en práctica para figurar y resguardar los intereses económicos del empresariado en las 24 horas de “amor” de Don Francisco, experto en limosnear, e impulsar el asistencialismo que pagamos todos con el descuento que las empresas hacen como “colaboración” y sin mediar razonamiento alguno de nuestra parte – porque ser solidario se pone de moda en estos días- acudimos a las cajas de depósitos con nuestro dinero (doble saqueo a los bolsillos de los chilenos) así el pueblo resuelve organizado por los poderes fácticos el problema…Ya que el dinero que da vueltas es el nuestro, podríamos perfectamente resolver nuestros problemas (que al parecer es sólo nuestro) nosotros mismos sin necesidad de “especuladores” de por medio, para eso nos queda resolver primero nuestro problema principal, el de organización real y para ello sólo necesitamos un poco de voluntad y compromiso social, del que con temblor o sin temblor carecemos y esa si es una necesidad que requiere pronta solución.…
VIDEOS DEL TERREMOTO Y EL MAREMOTO EN CHILE,HAARP Y EL NWO
http://www.youtube.com/watch?v=ykUcufecJOs
http://www.youtube.com/watch?v=XeFP3PEykO0
http://www.youtube.com/watch?v=myF-Nh6U1fo
http://www.youtube.com/watch?v=PhvTb5ipTiI
http://www.youtube.com/watch?v=eX0hpir8egI
http://www.youtube.com/watch?v=VDEAbZZQQ5I
http://www.youtube.com/watch?v=8FGhVUvJQz4
http://www.youtube.com/watch?v=69O4kH4DZj4
http://www.youtube.com/watch?v=enTCti1iAUc
http://www.youtube.com/watch?v=hxNFEeM29po
http://www.youtube.com/watch?v=zdg7R3MFU2I
http://www.youtube.com/watch?v=yZ9zpp8tE58
http://www.youtube.com/watch?v=qT6tHaehZ8s
http://www.youtube.com/watch?v=5b38usE4vpY
http://www.youtube.com/watch?v=r6YraX9sVm8
http://www.youtube.com/watch?v=JOoHNhobx2c
http://www.youtube.com/watch?v=Fi77jG6bCBA
http://www.youtube.com/watch?v=C2vxWmU_aiw
http://www.youtube.com/watch?v=lpK68dcFl88
http://www.youtube.com/watch?v=9sinVI8k0yg
http://www.youtube.com/watch?v=HgYOE1HjdSY
http://www.youtube.com/watch?v=whs4qegrCUA
http://www.youtube.com/watch?v=QOcyebMeszA
VIDEOS AFICIONADOS GRABANDO EL TERREMOTO Y EL MAREMOTO EN CHILE
http://www.youtube.com/watch?v=YTIsFSUU3UU
http://www.youtube.com/watch?v=TKdl8t0zQKs
http://www.youtube.com/watch?v=vyxgUYy0hBk
http://www.youtube.com/watch?v=EHJx1x9Ga_A
http://www.youtube.com/watch?v=eEz-CUfj5SE
http://www.youtube.com/watch?v=Z94vGDauNk8
http://www.youtube.com/watch?v=XX_rGSKZ6oE
http://www.youtube.com/watch?v=Uudk4myxbc4
http://www.youtube.com/watch?v=YN1uHZnnK0Y
http://www.youtube.com/watch?v=3IH1NOE7Wvs
http://www.youtube.com/watch?v=EM4OP50NO3M
http://www.youtube.com/watch?v=MQxc92kx_hg
http://www.youtube.com/watch?v=38fAYWFpA6s
http://www.youtube.com/watch?v=-nYQdbGTd-M
http://www.youtube.com/watch?v=a8vtr37Gdwk
VIDEOS DEL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE
http://www.youtube.com/watch?v=KBaDp8qOFVA
http://www.youtube.com/watch?v=xt6Sqbnopn4
http://www.youtube.com/watch?v=u7dSF82hypU
http://www.youtube.com/watch?v=sgV-sFh4aFA
http://www.youtube.com/watch?v=puLMod4qpa4
http://www.youtube.com/watch?v=wPOHhpq8tZ4
http://www.youtube.com/watch?v=XdzdCqaCg6s
http://www.youtube.com/watch?v=1zwbde3MzO0
http://www.youtube.com/watch?v=l9vNubmqGEA
http://www.youtube.com/watch?v=A4BAIaFsxmg
http://www.youtube.com/watch?v=zB2NSCZAy5Y
http://www.youtube.com/watch?v=xMaZZMGiGvc
FOTOS DEL TERREMOTO Y MAREMOTO EN CHILE
http://www.emol.com/especiales/2010/coberturas-especiales/terremoto-en-chile/fotos.htm
VIDEOS SOBRE LA HAARP
http://www.youtube.com/watch?v=mpMjRKhuqHI
http://www.youtube.com/watch?v=q2skrIZd9XE
http://www.youtube.com/watch?v=JBbohjZgD8U
http://www.youtube.com/watch?v=UQQeyFqUCQs
http://www.youtube.com/watch?v=uTI9tmWQTSA
http://www.youtube.com/watch?v=r3doJjYLyYk
http://www.youtube.com/watch?v=OSHc1z6aqYI
http://www.youtube.com/watch?v=ChipKInRBGg
http://www.youtube.com/watch?v=2vimVyNvhRA
http://www.youtube.com/watch?v=qgXYkkffG6A
http://www.youtube.com/watch?v=AQO2DTmbUJ4
http://www.youtube.com/watch?v=oSmGNfu7-1s
http://www.youtube.com/watch?v=dX7se6jUstI
http://www.youtube.com/watch?v=HnTEaavFVbQ
http://www.youtube.com/watch?v=CvnPvGITMag
http://www.youtube.com/watch?v=A1lBV_66uak
TODO SOBRE LA HAARP(En pdf)
http://misterios.datosgratis.info/documents/misterios/Proyect_HAARP.pdf
1 comentario:
disculpa,me gustaría que arreglaras un dato...
en 1960 el terremoto fue de 9.5 grados richter... es el terremoto de valdivia y es el terremoto más fuerte del mundo, desde que se registran.
ahora, sobre el haarp.... fue lo primero q pensé cuando terminó el terremoto... dije "lo hicieron de noche para que no viéramos el cielo"...... pero por mucho q crea en q el haarp lo hizo..... mucho más pesa el dato de que estamos en un país sísmico, entre la placa de nazca y la de Sudamérica.
y viendo las placas, Haití también esta cerca de la placa del caribe.
no se que creer.
está bien, hay que estar con la mente abierta, yo sé que nos van a sorprender con armas nunca antes vistas, y quizás ésta sea una... y la usarán en la Tercera Guerra Mundial este año; pero puede q el haarp realmente sea para estudiar la ionósfera.
o puede q el haarp pueda transportar electricidad a cualquier punto de la Tierra, y a muy bajo costo... eso puede ser más creíble. y que los poderes económicos que no quieren eliminar el imperio del petróleo para producir energía, mantengan en vigilancia este proyecto. Tal vez estamos apuntando a un lugar equivocado.....
son muchas dudas.
pero hay que probar cada afirmación, pruebas reales.
saludos
Pablo
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