domingo, 28 de diciembre de 2008

LOS ATAQUE DE ISRAEL A LA FRANJA DE GAZA




Multitudinarias protestas en contra del ataque de Israel en Gaza

(por Agencias)

Mientras el Gobierno de Chile condenó "enérgicamente" los ataques perpetrados en la Franja de Gaza y expresó su más profunda preocupación por la escalada de violencia que se vive en la región, se siguen sumando países haciendo lo mismo, además de realizarse una serie de manifestaciones alrededor del mundo en repudio a lo acontecido.
Es así, como miles de estudiantes de las universidades egipcias en El Cairo, Alejandría, Assiut y Minya, realizaron hoy manifestaciones de protesta por los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza, que causaron casi 300 muertos y cientos de heridos.
"Dirigentes árabes, abran las puertas de la Jihad", es uno de los eslogan de los miles de estudiantes, que reclamaron que se interrumpa toda relación con Israel, y que sea expulsado el embajador israelí de Egipto.
Una protesta parecida se registró también en la capital Siria, Damasco, donde por segundo día consecutivo miles de pobladores salieron a las calles para protestar por los ataques israelíes contra los palestinos de Gaza.
En Irak en tanto, los manifestantes quemaron banderas israelíes y dispararon al aire con ametralladoras AK47, exigiendo una respuesta más enérgica por parte de las naciones árabes contra los ataques de Israel en Gaza.
Sin embargo, esta manifestación se convirtió en blanco de un ataque suicida con bomba, donde un adolescente murió.
En Baladiyat, un distrito de Bagdad donde se refugiaron muchos palestinos bajo el Gobierno de Saddam Hussein, gente ondeó carteles y condenó a los países árabes por no hacer lo suficiente por apoyar a los palestinos.
"Hemos estado esperando medidas por parte de los líderes árabes durante casi 60 años", declaró Jaleel alQasus, enviado palestino a Irak, durante la manifestación de varios cientos de personas.
Y en Samarra, ciudad sunita ubicada al norte de Bagdad, varios miles de personas se manifestaron, y otros pocos cientos salieron a las calles en Falluja, en la provincia mayoritariamente sunita de Anbar.
"El silencio árabe está tras los ataques", versaba un cartel.
SIGUEN LAS REACCIONES DE DIVERSOS GOBIERNOS
El gobierno de Luiz Lula da Silva señaló en un comunicado que "es solidario" con los parientes de las víctimas y pidió a las partes que "terminen" con los actos violentos y considera "desproporcionada" la reacción israelí, según explicó en una nota divulgada por el ministerio de Relaciones Exteriores.
En Moscú, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, pidió hoy a su colega israelí Tzipi Livni el "fin urgente" de las operaciones militares de Israel en la Franja de Gaza. "La posición de Rusia es clara. Hace falta un cese urgente de las operaciones militares en la Franja de Gaza, que ya causaron numerosas víctimas entre los palestinos", afirmó el comunicado.
Cuba en tanto, emitió su "más enérgica condena" contra la "criminal operación militar" que Israel desarrolló en la Franja de Gaza. "Cuba expresa su más enérgica condena a este acto genocida del gobierno de Israel, que viola los más elementales principios del Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas", sostiene la "Declaración del gobierno revolucionario" de la isla.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, expresó su "profundaindignación" por el ataque, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela en un comunicado: "El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela (...) conmina a la Organización de las Naciones Unidas para que ejerza su autoridad y aplique las múltiples resoluciones adoptadas en favor del Pueblo Palestino y contra la violencia de Estado practicada por el Gobierno de Israel".
En Australia, la viceprimera ministra Julia Gillard señaló que "estamos pidiendo a Hamas y a otros milicianos que cesen el lanzamiento de proyectiles contra el sur de Israel. Obviamente, ellos han roto el cese al fuego y han participado en un acto de agresión contra Israel. Israel ha respondido. Hacemos eco de los llamados de todo el mundo para que las partes regresen a un cese al fuego".



El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, QinGang dijo en un comunicado publicado en el sitio en internet de la cartera que el país "expresa su grave preocupación por la escalada en la tensa situación en Gaza, critica las acciones que provocaron muertes y heridos entre la gente común, se opone al uso de la fuerza militar en la resolución de disputas, apela a las partes relacionadas a ejercer la mayor moderación y a resolver sus diferencias a través del diálogo".
Indonesia señaló en un comunicado oficial difundido por elperiódico Post de Yakarta que "el Gobierno indonesio está profundamente molesto por las muertes de cerca de 150 palestinos en la Franja de Gaza, provocadas por ataques con misiles israelíes. El Gobierno indonesio condena el ataque y pide a Israel que cese el uso dela violencia en la Franja de Gaza, porque esto provocará nuevas tensiones, en tanto, por otra parte, el ataque es un abuso al acuerdo de Annapolis que se ha estado negociando".
Por último, el Mercado Común del Sur (Mercosur) expresó hoy su "preocupación y repudio" por la escalada de violencia en la franja de Gaza, así como su pesar por "los trágicos resultados" del bombardeo israelí sobre ese territorio palestino.

Israel aprueba movilización de 6.500 reservistas

(Por DPA )

El gobierno de Israel aprobó hoy un plan para movilizar a más de 6.000 reservistas para una posible ofensiva terrestre contra la Franja de Gaza, en tanto que tanques y unidades de infantería se dirigen hacia el territorio palestino.
Según fuentes militares, sin embargo, la operación contra el enclave controlado por la organización islamista Hamas sigue limitándose a ataques aéreos y aún no se ha decidido ordenar la implicación de tropas terrestres.
Medios israelíes informaron que el gobierno también aprobó el estatus de "situación especial" para las comunidades vecinas a la Franja de Gaza, lo que permite, por ejemplo, que las autoridades locales reciban la orden de cerrar fábricas o mantener a la población en sus hogares.
La operación dejó hasta ahora más de 280 muertos palestinos y unos 900 heridos. La Fuerza Aérea hebrea llevó a cabo más de 20 ataques desde la cero horas del domingo, después de haber alcanzado más de 100 objetivos este sábado.
Entre tanto, dos de los cohetes lanzados hoy por milicianos palestinos contra suelo israelí cayeron en el sur de la ciudad portuaria de Ashdod, a unos 30 kilómetros de la frontera norte de la Franja. Es el objetivo más lejano alcanzado por los proyectiles palestinos.
Los nuevos lanzamientos elevan a cerca de 100 los cohetes y proyectiles de mortero disparados contra Israel desde el inicio de la operación y a unos 300 los lanzados desde que el 19 de diciembre terminara una tregua de seis meses entre Israel y milicias de Gaza.


FRANJA DE GAZA: LA IRRACIONAL LÓGICA DE LA GUERRA

(Por Guillermo Sullings)

Los recientes bombardeos por parte de Israel a la Franja de Gaza, están conmocionando al mundo entero, en primer lugar por la cantidad de víctimas, y en segundo lugar por las consecuencias que puede tener una escalada bélica, en un mundo que se encuentra al borde de un desastre nuclear.

La pretensión por parte de Israel, de justificar este sangriento bombardeo, como parte de la lucha contra los ataques de Hamas, no es más que un nuevo intento de querer validar una masacre, mediante los hipócritas e irracionales argumentos con los que los prepotentes belicistas están llevando al mundo hacia una hecatombe.

Hay que recordar una vez más que el crecimiento del terrorismo en los últimos tiempos, ha sido en buena parte una consecuencia y una respuesta, violenta e irracional también, en el marco de una escalada de atropellos por parte de las potencias bélicas hacia naciones más débiles. En ese contexto, pretender diferenciar la violencia de los ejércitos formales, que oprimen y masacran pueblos enteros, de la violencia terrorista que siembra muerte y espanto, como si la primera fuera legal y admisible, y la segunda ilegal y reprochable, forma parte de la gran hipocresía de la política internacional.

En el minúsculo territorio de la Franja de Gaza viven, o intentan sobrevivir, más de un millón y medio de palestinos, tratando de trabajar en lo que pueden en la misma Israel, y subsistiendo gracias a la “ayuda Humanitaria” de la ONU. El reciente bloqueo por parte de Israel, con el pretexto de considerarlo territorio hostil por albergar también al terrorismo de Hamas, mostró hasta qué punto se trata de mantener a esta población bajo un permanente chantaje de premios y castigos. En esa situación, no es de sorprender entonces el apoyo popular que los violentos pueden tener entre la población.



Es bueno recordar también que la Franja de Gaza, es un territorio que pertenecía a Egipto, e Israel ocupó hace 40 años, hasta que recientemente pasó a formar parte del territorio controlado por la Autoridad Nacional Palestina. Esta forma de proceder, de invadir territorios, ya sea para instalarse definitivamente, o para luego negociar lentas retiradas a cambio de mantener el control y el poder de alguna forma, es la misma que utilizan USA y sus aliados para disciplinar al mundo y manejar sus recursos naturales.

No es de extrañar entonces, que ante tal prepotente accionar, surjan reacciones cada vez más monstruosas, en las cuales a su vez los poderosos buscan justificar el aumento de su prepotencia, alimentando el círculo vicioso de la violencia que nos puede llevar rápidamente a una catástrofe nuclear, ya que la mayor parte de los actores de los conflictos vigentes en el mundo, son potencias nucleares. Y no hay que olvidar que la actual crisis económica internacional, vuelve más peligrosos a los prepotentes, que pueden buscar en la guerra una “salida política”, para una situación que se les fue de las manos.

Desde luego que todos los conflictos del mundo podrían resolverse pacíficamente, en tanto y en cuanto avancemos hacia la concepción de una Nación Humana Universal, en la que todos los países se ocupen de asegurar que cada pueblo pueda desarrollarse, y tenga un territorio donde trabajar en paz, sin presiones ni chantajes. Hay que comprender también que la intolerancia cultural y religiosa, son formas de violencia desde las cuales se suele justificar, con irracional lógica, las escaladas de violencia física. Mucho habrá que hacer para que los pueblos tomen conciencia de que en un mundo de intolerancia y de injusticia, nadie podrá vivir en paz. Pero en esta toma de conciencia hay que empezar por lo más urgente: descomprimir las situaciones de extrema tensión, y desarticular los factores de presión y chantaje.

Para eso, es fundamental y prioritario que en todo el mundo, las fuerzas invasoras se retiren de los territorios ocupados, y que se inicie ya mismo el desarme nuclear.

Y en este caso particular, Israel no solamente debiera dejar de atacar de inmediato al pueblo de Gaza, sino que, además, debiera replantearse su política intransigente y opresiva para con el pueblo palestino. Y el pueblo palestino a su vez, debiera tomar conciencia, que es necesario buscar una salida a través de alianzas de paz con otros pueblos del mundo, y dejar de creer en la obstinación suicida de los violentos.




Israel volvió a la masacre militar: Más de 225 muertos y centenares de heridos por el bombardeo a la hambrienta población de Gaza

(Por IAR Noticias)

La cuidada estrategia de "masacre por hambre" (con el bloqueo económico) implementada desde septiembre de 2007 dejó paso a las operaciones brutales de masacre militar abierta que este sábado ya dejó (según cifras provisorias oficiales) más de 225 muertos y centenares de heridos entre el millón y medio de habitantes de la castigada y hambrienta Franja de Gaza. El Estado judío de Israel volvió a la "solución militar" pedida a viva voz por todos los sectores políticos (conservadores y "progresistas") para terminar con los cohetes artesanales palestinos que caen como moscardones sobre las ciudades fronterizas israelíes. La estrategia de la muerte por hambre con el bloqueo de alimentos, combustible y medicina no bastó para cumplir con sus objetivos de aislarlo internacionalmente y terminar con el gobierno de Hamás y las organizaciones de la resistencia. La acción psicológica de los cohetes artesanales (que siembran caos, confusión, y desgastan políticamente al gobierno de Tel Aviv) resultó más fuerte que el genocidio económico inducido para generar una rebelión interna contra Hamas. Y los halcones del Estado madre del sionismo mundial debieron recurrir nuevamente a los misiles de última generación para demostrar tanto a su "frente interno" como al frente externo que están efectivamente en "control de Gaza". La resistencia moral y militar de los combatientes palestinos (sólo con recursos primitivos y cohetes artesanales contra misiles de última generación) y la presión de un pueblo hambriento y olvidado por los gobiernos y la "comunidad internacional" finalmente no pudo ser contenida ni neutralizada por el genocidio económico (la muerte silenciosa) y obligó a los estrategas de Tel Aviv a optar nuevamente por la vieja fórmula: La masacre militar a cara descubierta. Como en el Líbano, y en la misma Gaza, en el 2006, los cruzados militaristas de la ocupación ya se embarcaron nuevamente en otra aventura criminal-represiva de difícil pronóstico donde los muertos y el asesino (a diferencia del genocidio económico con diplomacia internacional) están a la vista. Los cuerpos ensangrentados y desgarrados (de hombres, mujeres y niños) por los misiles de la aviación israelí no son judíos sino palestinos.

Un guetto de un millón y medio de seres humanos hambrientos y carentes de casi todo convertidos en blancos móviles de la potencia sionista imperial que convirtió a su tierra en un "gran campo de concentración". Por el momento, y frente a la magnitud numérica de la masacre, los militares y políticos del Estado sionista este sábado se sacaron la máscara de la negociación diplomática de la "la paz" y volvieron su origen: La "solución militar". En definitiva, la "cara exterminadora genuina" del invasor sionista, sin intermediaciones políticas y diplomáticas para ganar tiempo. Hoy se abre otro capítulo en Medio Oriente, y ahora habrá que empezar a evaluar las implicaciones estratégicas, el efecto acción-reacción, de la nueva masacre en el mundo islámico en la región. Demasiada sangre para que pase desapercibida en el gran tablero estratégico de la guerra asimétrica del mundo islámico contra el invasor sionista.



Las cifras son coincidentes: Citando fuentes oficiales del ministerio de Sanidad palestino, la mayoría de las agencias internacionales informan que más de 225 palestinos fueron muertos, y centenares resultaron heridos y mutilados por el bombardeo masivo israelí sobre Ciudad de Gaza y en el sur de Gaza, concretamente en las localidades de Jan Yunis y el paso de Rafá.
Imágenes de televisión mostraron cadáveres esparcidos por el suelo y heridos que eran trasladados por conmocionados equipos de rescate. El ataque causó importantes daños en edificios, según estima Reuters.
Los reportes, en general, hablan de cuerpos ensangrentados y mutilados esparcidos entre los escombros de los edificios derruidos por los misiles que hace difícil la estimación de la verdadera cantidad de muertos y complica la tarea de los médicos y rescatistas.
La CNN habla de hospitales colapsados y carentes de insumos básicos y de infraestructura adecuada para atender a las necesidades de los centenares de heridos apilados de cualquier manera en los pasillos de los centros de atención.
Técnicamente, y tal como lo vienen advirtiendo la ONU y las diferentes organizaciones humanitarias que actúan en el área, más de 900.000 palestinos (sobre una población de un millón y medio) carecen de toda fuente de recursos y solo viven de la ayuda humanitaria en Gaza.
La población, convertida en un gran campo de concentración, supervive casi sin electricidad, sin combustible, sin alimentos y sin remedios, que sólo ingresan por goteo cuando el ejercito judío abre las fronteras y permite el paso de los camiones para "aliviar" las condiciones del genocidio por el bloqueo económico.
El corresponsal de la BBC en Jerusalén, Paul Wood, señaló que resultará muy difícil evaluar el total de víctimas en medio del caos que se generó tras el bombardeo. Asimismo agregó que el ataque podría ser la antesala a una ofensiva militar por tierra.
El Ejército israelí confirmó que había llevado a cabo ataques, y dijo que iban dirigidos contra "infraestructuras terroristas", prometiendo continuar y ampliar los ataques si fuera necesario.
Más de veinte misiles fueron dirigidos a las sedes de los cuerpos de seguridad de Hamas en el centro de Gaza, matando a más de 100 personas según informaron fuentes del grupo militante palestino.

El bombardeo, el más intenso -según la cadena BBC- que se ha llevado a cabo sobre los territorios palestinos recientemente, se produjo días después de que finalizara la tregua entre Israel y Hamas.

El ministro de defensa israelí, Ehud Barak, advirtió que están preparados para desplegar una mayor ofensiva militar en caso de ser necesario.
La operación lanzada este sábado por la aviación israelí contra el movimiento islamista "acaba de comenzar", afirmó el portavoz del ejército Avi Benyahu a la radio militar israelí.

"La operación, lanzada tras una decisión del gabinete, acaba de comenzar. Puede llevar tiempo. No fijamos un plazo y actuamos en función de la situación en el terreno", afirmó.
En el comunicado oficial del ejercito israelí se "explica" que los ataques tenían como objetivo eliminar "los operativos de terror de Hamas", así como campos de entrenamiento y almacenes de armamento militar.

"La operación continuará y se ampliará cuando se requiera en base a la evaluación (de los comandantes)", explicó Barak. "Nos enfrentamos a un período que no será sencillo ni fácil".
El portavoz de la policía de Hamas Islam Shahwan dijo que un complejo policial en Ciudad de Gaza estaba celebrando una ceremonia de graduación para nuevos agentes cuando fue atacada. El jefe de la policía, Tawfiq Jabber, estaba entre los muertos, dijo la radio.

Cadáveres uniformados se amontonaban y los heridos se retorcían de dolor, señala la agencia AFP.
Los miembros de los equipos de rescate trasladaban a coches y ambulancias a los que mostraban señales de vida, mientras que otros intentaban reanimar a los que estaban inconscientes, según mostraron imágenes de televisión.

Varios de los miembros de los equipos de emergencia -agrega la AFP- se golpeaban la cabeza y gritaban: "Allahu akbar (Dios es el más grande)". Un hombre gravemente herido recitaba silenciosamente versos del Corán.

En otro punto, se abría un enorme cráter en el suelo. Médicos cercanos llevaban a gente a una ambulancia, según la agencia EP.

Algunos testigos dijeron que los ataques fueron llevados a cabo por aviones y helicópteros de combate.
Una espesa nube de humo negro se elevaba sobre Ciudad de Gaza, donde el puerto e instalaciones de seguridad del grupo islamista Hamas resultaron gravemente dañados.

El primer ministro, Ehud Olmert, advirtió el jueves a Hamás que dejara de lanzar proyectiles o pagaría un alto precio. "No dudaré en utilizar la fuerza de Israel para atacar a Hamas y la Yihad (Islámica)", dijo a la televisión Al Arabiya, una cadena árabe muy seguida en Gaza.

Alrededor de una docena de morteros y cohetes fueron disparados desde Gaza el viernes. Uno de ellos cayó accidentalmente en una casa del norte de Gaza, causando la muerte a dos hermanas palestinas de 5 y 13 años e hiriendo a una tercera, dijeron médicos palestinos.
En tanto, el Gobierno de Al Fatá en Ramalá ha puesto en marcha una campaña de donación de sangre y de medicamientos y ha hecho un llamamiento a todos los médicos de Gaza para que acudan a los hospitales, colapsados ante la afluencia de heridos, informó Mohamed Odeh, un responsable del Ministerio de Sanidad palestino, a Europa Press.

El ataque -coinciden todas las fuentes- comenzó el sábado a la mañana con el lanzamiento de no menos de 30 misiles desde aviones F-16 israelíes sobre los cuarteles de la fuerza de seguridad de Hamas en la capital de la Franja, particularmente sobre la sede central del contingente policial del grupo islámico y el puerto de la ciudad.
Paradojalmente, el presidente israelí, Shimon Peres, afirmó que el ejército no entraría en la Franja de Gaza, en una entrevista concedida antes de los ataques lanzados este sábado al diario saudí Asharq al Awsat.

"No habrá una guerra. No entraremos en Gaza y hay otros métodos" para "poner fin a los disparos de cohetes" de Hamas, declaró Peres.
Ante la magnitud de la masacre, parece que nadie en los resortes de decisión en Tel Aviv escuchó al presidente (decorativo) del Estado judío sionista.

En general, los observadores y corresponsales coinciden en que la matanza "recién comenzó".
Fuentes militares citadas por el diario Haaretz señalan que el Estado Mayor están evaluando la continuidad de las operaciones aéreas y una posible invasión por tierra.
No obstante, señala el diario judío, son mayoría las voces de funcionarios civiles que en el gabinete de Olmert se oponen a una continuidad de la masacre militar aduciendo que, por ahora, la represalia ha cumplido con el objetivo de "darle una lección a Hamás".


EEUU y la Unión Europea no condenan la masacre militar de Israel sino al "terrorismo" de Hamas

(Por IAR Noticias)


Imagen de video de último momento: Víctimas del bombardeo.

Siguen la estrategia de costumbre: Mezclar al invasor (Israel y su aparato militar) con el invadido (Hamas y Gaza) equiparándolos en un mismo poder de fuego dentro de un conflicto, no de ocupación (la guerra del dominado contra el dominador) sino de "violencia" generada por un Estado "terrorista" (el gobierno de Hamas). Las primeras declaraciones de EEUU y la Unión Europea como reacción a la matanza no dejan dudas: La masacre militar indiscriminada contra la población de Gaza no es tal sino que sólo se trata de "operaciones contra objetivos terroristas". Y las victimas (la mayoría civiles y niños) no son tales sino que son "blancos terroristas". El eje sionista USA-UE-Israel vuelve a su vieja costumbre: Disfrazar una matanza imperial de ocupación convirtiéndola en una "guerra contra el terrorismo islámico".
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Siguiendo esta línea, EEUU no condenó el ataque y la masacre judía sino que instó el sábado a Israel a evitar víctimas civiles en sus ataques aéreos contra Gaza, y dijo que Hamas debe detener los ataques "terroristas" con cohetes contra Israel para que "cese la violencia".

La Casa Blanca -señala Reuters- no pidió el fin de los ataques aéreos israelíes, que han matado al menos a 160 personas en Gaza, controlada por Hamas, sino que solo instó al "cese de la violencia" entre Israel y el gobierno de Hamas.

"Hamas debe poner fin a sus actividades terroristas si quiere desempeñar un papel en el futuro del pueblo palestino", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, sin nombrar para nada a los más de 160 muertos y 300 heridos palestinos que dejó como saldo la matanza militar judía.

"Estados Unidos insta a Israel a evitar víctimas civiles cuando apunta contra Hamas en Gaza", declaró el vocero imperial sin aclarar que las oficinas y edificios oficiales de Hamas están mezclados con las viviendas de la población civil.
Por su parte, y mezclando al invasor con el invadido, el Alto representante de la Unión Europea, Javier Solana, ha pedido hoy un alto el fuego "inmediato" entre israelíes y palestinos en la Franja de Gaza, y ha reclamado a las dos partes "la máxima contención".
"Hacemos un llamamiento a un inmediato alto el fuego y pedimos a todos la máxima moderación", continúa el jefe de la diplomacia europea, sin mencionar en ningún momento la masacre área israelí con misiles contra un pueblo hambriento e indefenso y un gobierno que sólo cuenta con armamento liviano contra tanques, aviones y baterías de última generación.

Según Solana, "hay que hacer todo lo posible para reanudar la tregua", sin una gota de condena a la acción militar israelí.
Por su parte, el jefe del Estado francés y presidente de turno de la Unión Europea (UE), el sionista judío declarado y confeso, Nicolas Sarkozy, solicitó hoy la "interrupción inmediata de los lanzamientos de cohetes contra Israel y de los bombardeos israelíes sobre Gaza" (Obsérvese que sitúa y prioriza los lanzamientos de cohetes palestinos, que casi no generan víctimas, sobre el bombardeo fulminante judío que en pocos minutos asesinó a más de 160 personas mutilando a más de 300).



Sarkozy condenó, en un comunicado, las "provocaciones irresponsables (de Hamas y la resistencia palestina) que han conducido a esa situación", así como el "uso desproporcionado de la fuerza" de ambos lados, "omitiendo" la desproporción existente entre Hamas y la superpotencia militar israelí.

"No existe una solución militar en Gaza", añadió el presidente francés, que pidió que se instaure una "tregua duradera", además de llamar a las partes a la contención, como si la masacre militar fuera un "conflicto" entre enemigos en igualdad de condiciones.

Con un poco más de moderación, Moscú incurrió en la misma estrategia sionista de mezclar al invasor con el invadido.
Rusia exigió hoy a Israel que detenga los bombardeos de la Franja de Gaza y que el movimiento islamista palestino Hamas deje de atacar con cohetes el territorio israelí, para "romper el círculo vicioso de la violencia".

Según un comunicado oficial del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Andréi Nesterenko, publicado en la página web ministerial, "Moscú considera necesario detener con urgencia las acciones de fuerza masivas contra Gaza, que ya causaron numerosos víctimas y sufrimientos a la población civil palestina".

La nota insta también a Hamas a que "cese los ataques con cohetes contra el territorio de Israel".

"Estamos convencidos de que la tarea más urgente es frenar la "confrontación armada", restablecer la tranquilidad y evitar el horror y los sufrimientos de la población civil en ambos bandos", añadió el comunicado ruso "omitiendo" el detalle de que no puede haber una "confrontación armada" entre una superpotencia nuclear invasora y una pequeña fuerza de seguridad solo equipada con fusiles y armamento liviano

Rusia, prosiguió, como miembro del Cuarteto de mediadores internacionales para Oriente Medio, junto a EEUU, la ONU y la Unión Europea, "continuará en diversos formatos sus esfuerzos por romper el círculo vicioso de la violencia".

El cese de las hostilidades "es una condición indispensable para resolver los problemas existentes por la vía de las negociaciones", señala el documento ruso sin reparar que entre Israel y Hamás no hay "hostilidades" sino una guerra asimétrica entre una superpotencia invasora y grupos de resistencia que se mueven con recursos logísticos y armamento casi artesanales.


La Liga Árabe condena el ataque israelí sobre Gaza y convoca una reunión de urgencia

(Por IAR Noticias)

La Liga Árabe condenó el sábado el bombardeo israelí sobre la franja de Gaza y convocó una reunión de urgencia de sus ministros de Exteriores para el próximo lunes con el fin de tratar el ataque, que ha causado al menos 160 muertos.
La organización panárabe también instó al Consejo de Seguridad de la ONU a que adopte medidas para detener los ataques israelíes sobre la franja y proteger a los palestinos, según la agencia de noticias gubernamental egipcia MENA.

Por su parte, el ayudante del secretario general de la Liga Árabe para asuntos palestinos, Mohamad Subeih, pidió a los palestinos que dejen de lado sus disputas y permanezcan unidos, y solicitó a los Estados árabes una postura unificada frente a los "crímenes" de Israel.

Los Gobiernos de Jordania y de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) ya han condenado el ataque, mientras que Egipto ha decidido abrir el paso de Rafah, en la frontera con Gaza, para evacuar a los heridos, y ha mandado treinta ambulancias a la franja para trasladar a las víctimas a hospitales egipcios.

Cientos de sindicalistas jordanos han salido a las calles para protestar contra el bombardeo, y han coreado lemas contra el papel mediador de Egipto en el conflicto entre palestino-israelí, y contra el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.

Al menos 160 personas han muerto y varios centenares han resultado heridas por el bombardeo efectuado el sábado por el Ejército israelí en Gaza, donde los equipos de socorro trabajan para rescatar a las numerosas víctimas atrapadas bajo los escombros.



Israel maneja opciones: Masacre militar o masacre por hambre

(Por IAR Noticias)

Desde septiembre de 2007, Israel sustituyó la estrategia de la "masacre militar" en alta escala por la del "genocidio económico" en masa de la población de Gaza para doblegar la resistencia y terminar con el gobierno de Hamás. No obstante esta estrategia de aniquilamiento masivo y silencioso de un millón y medio de seres humanos (un holocausto inédito en la historia de la humanidad) los cohetes palestinos siguen cayendo noche y día sobre las ciudades fronterizas israelíes y la resistencia palestina se niega reconocer la legitimidad del Estado de Israel. En consecuencia, a punto de terminar el año, los halcones sionistas israelíes se enfrentan a un dilema de difícil resolución: O terminan de matar de hambre a la población palestina en masa, (profundizando aún más el bloqueo económico) o inician una gigantesca operación militar para exterminar a sangre y fuego a Hamás y a los combatientes de la resistencia. Este fin de semana, Olmert y su gabinete discutían opciones con opiniones divididas entre los que quieren el "aniquilamiento militar" y los que se inclinan por profundizar la "masacre por hambre", mientras la mayoría del mundo -con total indiferencia- celebraba las fiestas navideñas en familia con el Papa Noel sionista (de la Coca Cola) incluido.
De acuerdo con medios israelíes, el Estado judío ha dado 48 horas de plazo a Hamas para que ponga fin al lanzamiento de cohetes y morteros contra poblaciones fronterizas israelíes desde la Franja de Gaza, bajo la amenaza de iniciar una operación militar en alta escala en la región.
Según la prensa israelí, el gabinete de seguridad del primer ministro Ehud Olmert tomó el domingo la decisión definitiva sobre una eventual respuesta militar a los ataques palestinos.

Con el lanzamiento de cohetes y morteros, los 12 grupos radicales palestinos que actúan en Gaza, buscan que Israel ponga fin al bloqueo a la Franja y mantenga permanentemente abiertos todos los pasos fronterizos.
Diversos analistas han señalado que las últimas declaraciones de Olmert y los pasos diplomáticos de Livni indican que Israel podría estar preparando una ofensiva militar de alto espectro contra Hamas.
Desde hace más de un año hay un hecho real y verificable en Gaza: Israel, con la complicidad explícita de la UE y EEUU, mantiene un bloqueo económico genocida sobre la empobrecida población de la Franja que reviste -según la ONU y todas las organizaciones humanitarias que actúan en la zona- una situación de catástrofe humanitaria histórica e inédita.
Para producir esta masacre silenciosa (un holocausto de proporciones gigantescas silenciado e ignorado tanto por los gobiernos del mundo como por la gran prensa internacional) el Estado judío invasor cuenta con una herramienta principal: El bloqueo de alimentos y combustibles mediante el cierre de fronteras.
Por medio de esta estrategia, sumamente mortal y efectiva, el Estado sionista viene limitando al mínimo sus operaciones militares (condenadas internacionalmente) que han fracasado sistemáticamente en el control político y social de la región.
El "bloqueo" -coinciden desde la ONU, la Cruz Roja, organizaciones humanitarias, hasta observadores internacionales- ha convertido a la Franja de Gaza, con un millón y medio de habitantes, en una gigantesca masacre producida por el hambre y las enfermedades colaterales que produce el colapso generalizado de los centros de salud y de atención sanitaria de la población.
En Gaza, no solamente no hay trabajo: Ya no hay comida, ni remedios, ni combustibles, ni electricidad para satisfacer a las necesidades básicas de su población pulverizada por la falta de recursos para supervivir.
Literalmente -y como sostienen la mayoría de los funcionarios de la ONU y la Cruz Roja- Gaza se está muriendo lentamente de hambre mientras la desnutrición y las enfermedades diezman a su población infantil.
La "solución militar" de Israel en Gaza y Medio Oriente (exterminar a sangre y fuego a la resistencia) fracasó sistemáticamente y su ejército perdió la aureola de invencible durante su derrota en el Líbano a manos de Hezbolá en agosto de 2006.
En una decisión sin precedentes históricos, el Estado sionista de Israel declaró en septiembre de 2007 a la Franja de Gaza, controlada por Hamás, como una "zona enemiga" gobernada por el "terrorismo", y decidió cortar la electricidad, el agua, los combustibles y otros suministros vitales a un millón y medio de palestinos que habitan en el área que ya se encontraban -según la ONU- en estado de catástrofe humanitaria a causa del bloqueo económico establecido por el eje EEUU-Israel-Unión Europea.

De esta manera, la potencia judía invasora no sólo carga sobre sus hombros los genocidios militares en masa de población civil en Líbano y en Gaza, sino que además, con su decisión de bloquear económicamente a Gaza, inició la era del "asesinato colectivo" por desnutrición, enfermedades y carencias de condiciones básicas para la supervivencia, que generan a los palestinos de la Franja el bloqueo y la suspensión de los servicios vitales.
En términos concretos, el gobierno de Olmert decidió cambiar la estrategia de los "asesinatos selectivos" contra los dirigentes de la resistencia palestina, por la estrategia del "asesinato colectivo" (por medio del bloqueo) contra un millón y medio de palestinos que habitan la Franja de Gaza.
El estrangulamiento económico de Gaza, a su vez, le permitió a Israel preservar a sus tropas y a su gobierno del desgaste político de las masacres militares manteniendo al mínimo los asesinatos de civiles que se suceden casi como un formulismo burocrático.
La matanza de Gaza, tanto como la masacre del Líbano de2006, sobrepasan en crueldad y en perversidad criminal a cualquier hecho histórico del pasado, pero su realidad es tapada diariamente en las grandes cadenas internacionales (en manos del sionismo) que sacan el drama del genocidio perpetrado por Israel y lo sustituyen por el conflicto de Israel contra el "terrorismo.
Pero este genocidio conlleva objetivos políticos: Por medio del bloqueo económico Israel quiere forzar a Hamás y las organizaciones de resistencia palestina a reconocer al Estado de Israel y a terminar con el lanzamiento de cohetes a ciudades fronterizas de Israel.
La Franja de Gaza se enfrenta a una "catástrofe" humanitaria si Israel continúa bloqueando la entrada de ayuda humanitaria por los pasos fronterizos, según alertó en noviembre la comisionada general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Karen AbuZayd.

En este sentido, afirmó que el balance de la situación de los habitantes de Gaza durante el cierre de los pasos fronterizos fue el más grave desde los primeros días de la Intifada hace ocho años.

"Ha estado cerrado mucho más tiempo que nunca antes... y no tenemos nada en nuestros almacenes... Será una catástrofe si esto persiste, un desastre", aseguraba AbuZayd, cuya agencia es el principal organismo que atiende a los refugiados palestinos.

Israel cerró los pasos fronterizos después de que los milicianos de Gaza respondieran con el lanzamiento diario de cohetes a una incursión de sus tropas el pasado 4 de noviembre en el territorio controlado por Hamás después de cinco meses de tregua.

Actualmente, la UNRWA proporciona raciones de comida a 820.000 personas calificadas como refugiados, mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PAM) ayuda a otras 200.000 personas, explicó AbuZayd a Reuters desde Amán (Jordania).
Las cestas de alimentos que facilita la UNRWA, que supone casi el 60 por ciento de las necesidades diarias de cada palestino e incluye productos básicos como leche y azúcar, se han agotado y la mayoría de la harina se habrá consumido a finales de este mes, alertó AbuZayd.



La insuficiencia alimentaria está terminando por afectar a la población de Gaza, donde viven un millón y medio de personas y en el último mes han aumentado los índices de malnutrición. "Hay un problema crónico de anemia. Hay signos de que está incrementándose. De los que estamos empezando a darnos cuenta es de lo que llamamos atrofia infantil... que significa que que (los niños) no comen lo suficientemente bien para crecer más que sus padres", señaló el funcionario.
Incrementando el estrangulamiento, el mayor banco de Israel, el Hapoalim, declaró que a finales de mes no efectuaría más transacciones con Gaza, imponiendo un eficaz bloqueo financiero sobre una economía que depende del shekel israelí. Otros bancos planean hacer lo mismo, arrinconados por la declaración israelí de septiembre de 2007 que etiquetaba Gaza como “entidad enemiga”.
Hace casi un año, Karen Koning AbuZayd, comisionada general de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados [UNRWA], ya había advertido que “Gaza está al borde de convertirse en el primer territorio reducido intencionadamente a un estado de abyecta destitución”.
La funcionaria acusó a a Israel de estrangular Gaza, pero también citó el silencio cómplice de la comunidad internacional, principalmente de EEUU y la UE que se sumaron al bloqueo a principios de 2006, tras las elecciones presidenciales en Palestina que dieron el triunfo a Hamas.
La medida del estrangulamiento económico fue pensada como una estrategia -avalada por EEUU y Europa- para aislar internacionalmente a Hamás y crear las condiciones para un levantamiento en la Franja de Gaza contra su gobierno.
Como la operación -desde sus instalación en septiembre de 2007- fracasó, Israel desde hace cinco meses viene endureciendo las condiciones del bloqueo que no se detuvo ni siquiera durante la "tregua" que acaba de ser levantada por Hamás.
De acuerdo con el diario Jerusalem Post, los políticos israelíes han buscado reforzar la impresión de que "No tendría sentido que Israel derrocara a Hamas porque la población de Gaza es Hamas".
En un comunicado oficial, Richard Falk, el Relator Especial de la ONU sobre la situación de derechos humanos en los Territorios Ocupados desde 1967, denuncia el bloqueo de Israel sobre Gaza como "una violación flagrante, continua y masiva del derecho internacional humanitario".
El alto funcionario describe la situación de catástrofe humanitaria, califica las políticas implementadas como un "Crimen contra la Humanidad", acusa de cómplices a los gobiernos que continúan brindando su apoyo político y económico a Israel, llama a las Naciones Unidas a adoptar inmediatamente una acción protectiva para proteger a una población civil que está siendo castigada colectivamente, y destaca que la Corte Penal Internacional debería imputar a los líderes civiles israelíes y los comandantes militares responsables del sitio a Gaza por violaciones al derecho internacional humanitario.
Este fin de semana según la prensa israelí, el gabinete de Olmert estaba dividido entre los que proponen lanzar una operación militar demoledora para terminar con la resistencia palestina y sus plataformas de cohetes, y los que sugieren endurecer aún más las condiciones del bloqueo económico para obligar a Hamás a claudicar.
Solo hay dos opciones: masacre militar o masacre por hambre.
El Holocausto palestino no se discute, sólo se discute la metodología de ejecución, mientras los gobiernos y las organizaciones internacionales miran para otro lado, con la mayoría de la humanidad consumiendo fiestas navideñas con el Papa Noel sionista (de la Coca Cola) incluido.


Hamas anuncia que proseguirá la resistencia "hasta la ultima gota de sangre"

(Por IAR Noticias)

El movimiento islamista Hamas anunció hoy que proseguirá la resistencia contra Israel "hasta la última gota de sangre", tras el bombardeo aéreo israelí que ha causado al menos 140 personas en la franja palestina de Gaza.
"Hamás continuara la resistencia hasta la ultima gota de sangre", afirmó el portavoz, Fawzi Barhoum, en declaraciones recogidas por la radio oficial de Gaza.
La advertencia se produjo casi de forma simultánea a que el Ejercito israelí informara por primera vez del ataque, que se produjo poco antes del mediodía, y de que amenazara con continuarlo en las próximas horas.
"Continuaremos y ampliaremos la operación si fuera necesario", aseguraron fuentes militares israelíes.
Según dijo a la prensa el director del departamento de Sanidad de Gaza, Moawiya Hasanian, el bombardeo causó al menos 120 muertos y alrededor de 200 heridos.
Fuentes de Hamas elevaron poco después el numero de muertos a unos 140.
Además de las víctimas mortales que causó en la ciudad de Gaza, el ataque israelí provoco la muerte de 23 personas en las cercanas Jan Junis y Rafah, informó a Efe el encargado para América Latina de Al Fatah, Mohamed Odeh, quien aseguró que entre los fallecidos figura el responsable de la Policía de Hamás en Gaza, Taufiq Jaber.
Militantes de Gaza disparan proyectiles contra el sur de Israel
Militantes en la Franja de Gaza, controlada por Hamás, dispararon el sábado proyectiles contra el sur de Israel después de que ataques aéreos israelíes mataran a más de 140 palestinos.
No hubo informaciones inmediatas sobre daños o víctimas en el sur de Israel. El Ejército israelíes había puesto en alerta a las comunidades cercanas a la frontera.



Repudio mundial por sangriento ataque de Israel que dejó al menos 270 muertos

(por Agencias)

Alrededor de 270 personas muertas y 700 heridos es el saldo del bombardeo efectuado hoy por el Ejército israelí en Gaza, la cifra de víctimas más elevada en un día desde la Guerra de los Seis Días en 1967.
A nivel mundial, los líderes de diversas naciones han mostrado su rechazo al sangriento hecho. Estados Unidos por ejemplo llamó hoy a Israel a la cautela en su operación militar en la Franja de Gaza, aunque también criticó al movimiento radical islámico Hamas.
Israel debe "evitar víctimas civiles" en su actuación contra Hamas, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, según informó la cadena televisiva CNN desde el rancho presidencial de Crawford, estado de Texas.
En tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó hoy el fin "inmediato" de todas las acciones de violencia en Gaza y en el sur de Israel.
Por su parte, la secretaria de estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, culpó al grupo Hamas por la ruptura del cese al fuego con Israel. "Estados Unidos condena fuertemente los repetidos ataques con cohetes y morteros contra Israel y señala a Hamas como responsable por la ruptura del cese al fuego y la renovación de la violencia en Gaza", sostuvo Rice en un comunicado.

LLAMADO AL CESE DE LA VIOLENCIA

Italia, Rusia, Inglaterra, Marruecos, España, Francia y Alemania exigieron el cese inmediato de la violencia en la Franja de Gaza. Este último país criticó el fin unilateral de la tregua con Israel por parte de Hamás, al tiempo que pidió a la parte israelí que ofrezca "una respuesta proporcionada" y evitar las víctimas civiles..
La Unión Europea también exhortó a Israel y a Gaza para que detengan de inmediato sus ataques mutuos y le pidió al gobierno israelí que retire su asedio al área. El bloque de 27 naciones "condena el uso desproporcionado de fuerza" de ambas partes, aseguró Francia, en su calidad del actual presidente de la UE, en una declaración.
"No hay ninguna solución militar en Gaza", agregó la declaración de la UE, insistiendo en la necesidad de una tregua duradera. La UE forma parte del llamado "Cuarteto" que busca negociar la paz en el Medio Oriente, junto con Estados Unidos, Naciones Unidas y Rusia.
Por separado, Javier Solana, el alto representante de la Unión Europea para política exterior y de seguridad común, dijo que la UE ha condenado repetidamente los ataques de cohetes palestinos contra Israel.
En tanto, el gobierno sirio condenó hoy el ataque militar lanzado por Israel contra la Franja de Gaza, definiéndolo como "un acto de terrorismo", que forma parte de "una guerra de exterminación" contra el pueblo palestino.
Buthayna Shaaban, consejera de la presidencia siria para la información, dijo en un comunicado que la canciller israelí, Tzipi Livni, "está disfrutando del sabor de la sangre palestina, pensando que ahora podrá volverse premier gracias a este acto de terrorismo".
Además, miles de palestinos del campo de refugiados de Yarmuk, en las afueras de Damasco, protestaron hoy contra los ataques israelíes a Gaza, mientras el presidente sirio, Bashar al-Assad, presidente de turno de la Liga Arabe, mantuvo contactos para examinar la posibilidad de convocar a una reunión urgente de esa organización.
En tanto, en un comunicado presidencial, Egipto criticó el ataque y culpó a Israel, "como fuerza de ocupación", la responsabilidad por los muertos y heridos en la agresión.
Asimismo, el Gobierno egipcio aseguró que continuará su labor de mediación entre los palestinos y los israelíes para "crear un ambiente favorable para renovar la tregua y lograr una reconciliación interpalestina".



VATICANO

La Santa Sede también condenó los ataques aéreos israelíes contra la Franja de Gaza y lamentó "las numerosas víctimas inocentes".
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, manifestó su temor a que los ataques produzcan aún más odio en la región: "(La organización radical islámica) Hamas es prisionera de la lógica del odio. Israel (es prisionero) de la lógica de que la violencia es la mejor respuesta al odio", sostuvo. "Tenemos que encontrar otra solución, aun cuando parezca imposible", dijo a Radio Vaticano.
El papa Benedicto XVI prevé visitar Tierra Santa en mayo, en lo que sería el primer viaje de un papa a Israel y los territorios palestinos desde la peregrinación de Juan Pablo II en 2000.



El ataque aéreo de Israel causa una matanza de 270 palestinos en Gaza

§ El Ejército israelí responsabiliza a Hamas de las consecuencias
§ La ofensiva militar 'sigue abierta' y 'se ampliará si fuera necesario'

(Por SAL EMERGUI AGENCIAS)

GAZA FRONTERA ENTRE ISRAEL Y GAZA.- Al menos 270 muertos y más de 700 heridos, según las últimas cifras oficiales. Es el trágico balance que deja el ataque aéreo de Israel este sábado en Gaza. La acción más sangrienta en los últimos 60 años de conflicto. El bombardeo iba dirigido contra edificios de Hamas en Gaza. Muchas de las propiedades del movimiento islamista han quedado totalmente destruidas tras el ataque. La masacre ha dejado escenas de destrucción y desolación en la ciudad palestina.
La respuesta de Palestina no se ha hecho esperar. Un ataque con cohetes ha acabado con la vida de una mujer israelí y el líder en el exilio de Hamas, Khaled Mechaal, ha hecho un llamamiento para que los palestinos preparen una Tercera Intifada. "Ha empezado la guerra abierta" para Hamas que exige a los suyos acciones suicidas en Israel.

El ataque de la fuerza aérea israelí se inició sobre las 10.30 -hora española- cuando 30 misiles cayeron simultáneamente sobre las instalaciones de Hamas en Gaza, según indicó un responsable de la seguridad palestina.
La cifra de muertos ha ido en aumento a lo largo de la jornada y algunas fuentes apuntan a que el balance de víctimas mortales podría superar los 230. Además del jefe de Policía de Hamas, también han resultado muertos algunos miembros destacados de su brazo armado.
La mayoría de objetivos bombardeados son sedes ministeriales y cuarteles generales de Hamas además de, por ejemplo, el puerto de Gaza. Aseguran que "el ataque tiene como único objetivo acabar con el Gobierno de Hamas en Gaza". En uno de los cuarteles asolados por las bombas se celebraba la ceremonia de graduación de nuevos reclutas.
Las milicias palestinas han exigido a todos sus comandos que respondan contundentemente. A raíz del ataque israelí, el Gobierno palestino en Ramala se reunió de urgencia y Yasser Abed Rabbo, uno de los dirigentes de Al Fatah, rival interno de Hamas, ha calificado la operación como "barbarie".
El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha condenado los ataques y ha pedido la intervención internacional para detener estos ataques. Las reacciones de condena de la comunidad internacional no se han hecho esperar. El jefe de política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, ha exigido un alto el fuego, así como el jefe del Estado francés y presidente de turno de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy.
La operación sigue abierta
La Fuerza Aerea israelí ha informado que ha efectuado 180 ataques aéreos contra más de 100 objetivos de Hamas en la Franja de Gaza. Al margen de comisarias, almacenes de armas, bases de entrenamiento y sedes ministeriales del Gobierno islamista, se sabe ahora que entre los objetivos atacados está el complejo de la oficina del líder de Hamas, Ismail Haniyah, que no se encontraba en el edificio en el momento del bombardeo.
Desde hace varios días y ante el temor de ataques israelíes, Haniya y otros dirigentes habian pasado a la clandestinidad.
El Ejército israelí ha confirmado que los ataques se han realizado en cumplimiento de una decisión adoptada por el gabinete de seguridad del primer ministro israelí, Ehud Olmert, de ampliar las represalias contra Hamás por el lanzamiento de cohetes sobre territorio israelí.
"Continuaremos los ataques contra la infraestructura terrorista de Hamas de acorde a lo que acontezca en el terreno", afirma el comunicado del Ejército israelí, mientras el Gobierno de Ehud Olmert ha emitido otro asegurando que "es parte de las medidas tomadas para luchar contra el lanzamiento continuo de cohetes contra nuestras ciudades del sur de Israel".



La ciudad de Gaza, tras los ataques. (Foto: AFP)
Asimismo, afirman que había prevenido a la población civil de Gaza de los inminentes ataques, y responsabilizan a Hamás de las consecuencias del mismo.
Amenaza de Israel
También esta semana, la ministra del Exterior israelí, Tzipi Livni, aseguró que el país preparaba una dura respuesta militar contra el grupo islamista Hamas ante los constantes ataques con cohetes de los extremistas palestinos desde la Franja de Gaza.
Tras un encuentro con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, en El Cairo, Livni confirmó las medidas más duras y dijo que Israel no puede seguir tolerando los ataques con cohetes de los palestinos.
Según la prensa israelí, la ejecución de esa intervención militar se iba a llevar a cabo a partir del domingo para dar tiempo a que las autoridades egipcias realizaran un último intento de mediación entre Israel y Hamas.
La mediación egipcia tenía el objetivo de renovar la tregua que ambas partes suscribieron en junio y concluyó el pasado día 19.
Cerca de 1,5 millones de personas viven en Gaza, más de la mitad de los cuales son refugiados de los diferentes conflictos entre palestinos e israelíes en los últimos años. La ciudad de Gaza tiene una de las mayores densidades de población del mundo, así como una importante tasa de crecimiento demográfico.


Hamas dijo que responderá al bombardeo israelí que dejó al 270 muertos en Gaza

(Por Marcelo Cantelmi)

El ataque estuvo dirigido contra supuestas bases de la organización islámica, pero golpeó decenas de puntos del territorio palestino. Israel dijo que podría ampliarlo. Y Hamas, que tomará represalias.


La oleada de ataques aéreos de Israel sobre Gaza

Cómo se generó esta nueva espiral de violencia. El análisis de Shlomo Slutsky, corresponsal de Clarín en Israel.
El Ejército israelí bombardeó hoy la Franja de Gaza, en una ofensiva que dejó al menos 225 muertos. El ataque aéreo fue lanzado después de un ultimátum que el gobierno de Jerusalén le había dado a Hamas –la facción palestina que controla Gaza- para que detuviera el lanzamiento de misiles contra territorio israelí. Tras la condena, el movimiento islamista advirtió que responderá a "la agresión" y la Liga Arabe convocó a una cumbre extraordinaria para el próximo viernes, en Doha.

La situación amenaza con empeorar no sólo por la advertencia de Hamas: un portavoz del Ejército de Israel anunció que la ofensiva "contra el terrorismo (...) continuará, será ampliada y profundizada según las necesidades".

El bombardeo fue condenado por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, líder de Al Fatah y que tiene control sobre la región de Cisjordania, el otro territorio palestino. Mientras, tanto Hamas como la Yihad Islámica y otras facciones llamaron a sus combatientes a "responder a la masacre perpetrada por Israel".

El jefe del bloque de Hamas en el parlamento palestino, Mousa Abu Morzouz, alertó: "La agresión no cesó. Defenderemos a nuestra gente y tomaremos represalias". Y el ex ministro palestino Mustafa Barghauti sostuvo que la agresión no fue contra Hamas sino "contra la población entera de la Franja de Gaza".

Según fuentes palestinas, el ataque dejó por lo menos màs 270 muertos y centenares de heridos. Entre los fallecidos está el jefe de la policía de Gaza. La cifra de víctimas es la mayor en un mismo día desde la Guerra de los Seis Días, en 1967.

Los ataques, que desataron el pánico en la población, se desencadenaron después de las advertencias israelíes tras el cese de la tregua anunciada por Hamas y el lanzamiento diario de cohetes palestinos desde la Franja de Gaza. Las brigadas Ezzedine al-Qassam, el brazo armado de Hamas, habían reivindicado el lanzamiento, esta misma mañana, de cuatro disparos de mortero contra Israel.
Las potencias del mundo reclaman el inmediato cese del fuego entre Israel y Palestina

La Casa Blanca demandó a Israel que evite "pérdidas civiles" y a Hamas, que abandone el lanzamiento de misiles. Desde Europa y Rusia, coincidieron en exhortar a las dos partes a interrumpir los ataques.
Tras el bombardeo israelí contra la Franja de Gaza, presuntamente en represalia al lanzamiento de misiles desde ese territorio palestino, las principales potencias del mundo salieron a pedir un inmediato cese del fuego.

La Casa Blanca le pidió a Israel que evite las pérdidas civiles en sus ataques. Pero cargó la principal responsabilidad en Hamas, la facción palestina que controla la Franja de Gaza, a la que demandó que cese el lanzamiento de misiles y las "actividades terroristas".

Tanto Rusia como Francia y la Unión Europea, en cambio, coincidieron en exhortar a ambas partes por igual a que cesen las hostilidades.
"Moscú considera necesario detener inmediatamente la operación de gran envergadura contra Gaza que ya ha provocado numerosas víctimas y sufrimiento al pueblo palestino. Al mismo tiempo, le pide a la dirección de Hamas que acabe con los disparos de cohetes contra territorio israelí", señala un texto difundido por el Kremlin.

El jefe del Estado francés y presidente de turno de la Unión Europea (UE), Nicolas Sarkozy, solicitó la "interrupción inmediata de los lanzamientos de cohetes contra Israel y de los bombardeos israelíes sobre Gaza". Sarkozy condenó, en un comunicado, las "provocaciones irresponsables que han conducido a esa situación", así como el "uso desproporcionado de la fuerza".

"No existe una solución militar en Gaza", añadió el presidente francés, que pidió que se instaure una "tregua duradera", además de llamar a las partes a la contención. Egipto también condenó los ataques israelíes y dijo que seguiría intentando restaurar una tregua entre Israel y los militantes palestinos.

Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se ha sumado a las declaraciones de condena al bombardeo pidiendo a israelíes y palestinos que cesen la violencia entre ambas partes. "Sólo a través del diálogo, y no con las provocaciones ni con el recurso a las armas, se podrá encontrar una solución estable y duradera al conflicto" en la zona, ha concluido.



UE pide cese inmediato de ataques israelíes sobre Gaza

(Por Agencias)

La jornada más sangrienta en 40 años.

La aviación israelí comenzó este sábado una serie de ataques en la Franja de Gaza que hasta el momento han costado la vida a 225 personas. La Unión Europea y Alemania reaccionaron con palabras fuertes, pero conocidas.
La mayor cantidad de víctimas en territorio palestino en una sola jornada desde la Guerra de los Seis Días, en 1967, no ha servido para que la comunidad internacional modifique en exceso el guión de las reacciones que ofensivas como la protagonizada este sábado (27 de diciembre) por Israel acostumbran a generar.
Condenas, peticiones de alto al fuego y poco más. Hacía más de 40 años que la población palestina no vivía un día tan sangriento. El ataque aéreo israelí sobre la Franja de Gaza provocó 270 muertos y más de 700 heridos, muchos de ellos graves. Un israelí perdió la vida en la explosión de un cohete lanzado por extremistas palestinos.
Europa pide fin de las hostilidades
Pese a los llamamientos a la calma, Israel mantiene la operación y Hamas clama venganza.
La Unión Europea (UE), a través del jefe de Política Exterior, Javier Solana, pidió un inmediato cese de las hostilidades en Gaza. "Estamos muy preocupados por los acontecimientos. Llamamos a un alto al fuego inmediato e instamos a todos a aplicar la máxima moderación", afirmó un portavoz del funcionario europeo.
También habló el todavía presidente de turno de la UE, el francés Nicolás Sarkozy, que acusó a Israel de hacer un "uso desproporcionado de la violencia" tras los bombardeos efectuados sobre la Franja de Gaza.
"Los bombardeos deben terminar de inmediato", dijo Sarkozy, que también condenó los ataques palestinos con cohetes de fabricación casera contra Israel, que calificó de "provocaciones irresponsables".
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, se mostró "muy preocupado" por la violencia desatada en Oriente Próximo. "La Franja de Gaza corre peligro de hundirse en una nueva espiral de violencia", dijo Steinmeier en declaraciones a Bild am Sonntag.
Añadió que "Hamas debe cesar inmediata y definitivamente los insoportables bombardeos de territorio israelí con cohetes caseros", mientras que Israel debe "guardar el principio de proporcionalidad en sus acciones militares".
El Vaticano condenó también los ataques aéreos israelíes contra la Franja de Gaza y lamentó "las numerosas víctimas inocentes".
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, manifestó su temor a que los ataques produzcan aún más odio en la región.
"(La organización radical islámica) Hamas es prisionera de la lógica del odio. Israel (es prisionero) de la lógica de que la violencia es la mejor respuesta al odio", sostuvo. "Tenemos que encontrar otra solución, aun cuando parezca imposible", dijo a Radio Vaticano.
Las condenas más duras vinieron por parte de los países vecinos. Egipto tildó a Israel de "potencia ocupante" y la advirtió de las "graves consecuencias" de atacar Gaza.
El gobierno egipcio, sin embargo, apostó por continuar con los contactos para "restaurar la calma y lograr la reconciliación entre los grupos palestinos".
Por su parte, Jordania manifestó su rechazo al proceder de Israel, que provocó la muerte "de gran cantidad de civiles, incluyendo niños", mientras que desde Irán se destacó que "este acto salvaje e inhumano del régimen sionista añade un nuevo capítulo a su sinistro, criminal y terrorista registro de crímenes".
Finalmente, Estados Unidos se limitó a instar a Israel a evitar víctimas civiles, mientras que instó al grupo radical Hamas a detener sus asaltos con cohetes contra Israel para que termine la violencia. "Hamas debe acabar con sus actividades terroristas si desea tener un rol en el futuro del pueblo palestino", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe.
La peor jornada desde 1967
Israel lanzó misiles contra Gaza.
Hacía más de 40 años que los territorios palestinos no vivían una jornada tan sangrienta. La ofensiva aérea desplegada por Israel en la Franja de Gaza causó al menos 195 muertos, además de 300 heridos.
Varios aparatos de la fuerza aérea israelí lanzaron simultáneamente 30 misiles sobre instalaciones de Hamas en la ciudad de Gaza, básicamente estaciones policiales, edificios de seguridad y depósitos de armas. El objetivo de Israel, que afirma que la mayoría de los muertos son policías y uniformados de Hamas, es acabar con el gobierno del movimiento islamista.

El gobierno hebreo ya había advertido durante la semana que preparaba una dura respuesta militar contra Hamas por los constantes ataques con cohetes lanzados desde la Franja de Gaza que sufren diversas poblaciones israelíes. Además, anunció que la operación se alargará en el tiempo "tanto como sea necesario".
El presidente palestino, Mahmud Abbas, condenó los ataques e instó al gobierno israelí a detener "de forma inmediata e incondicional estas agresiones". Abbas reclamó también la intervención de la comunidad internacional.
Por su parte, las milicias palestinas han exigido a todos sus comandos que respondan contundentemente. Hamas afirmó que "ha empezado la guerra abierta" y exigió a los suyos llevar a cabo acciones suicidas en Israel.
Gaza, un territorio explosivo
La Franja de Gaza es un territorio palestino situado junto a la costa mediterránea y rodeado en gran parte por Israel. En apenas 360 kilómetros cuadrados viven 1,5 millones de personas, en la que constituye una de las densidades de población más elevadas del mundo.
Alrededor del 50 por ciento de sus habitantes son menores de 15 años y su vida está marcada por la violencia y los problemas sociales. Gran parte de la población depende de la ayuda internacional.
Alrededor de dos tercios de los palestinos viven bajo el umbral de la pobreza. Según cifras oficiales, un tercio de la población está desempleada. Con un crecimiento poblacional anual de un 3,7 por ciento, la desesperanza es especialmente grande entre los jóvenes.
Entre 1948 y 1967 el territorio fue administrado por Egipto, hasta que fue ocupado por Israel, que comenzó a construir asentamientos judíos. En septiembre de 2005 se retiró y abandonó los asentamientos, pero sigue controlando las fronteras. Desde 2007, el territorio está bajo control de la organización radical Hamas.



Solución inútil

Civiles palestinos cargan a una víctima de los ataques de hoy.

La ofensiva militar en la Franja de Gaza repercutirá de manera directa en las próximas elecciones a celebrarse en Israel, dice la prensa europea este sábado.
El tema del día en la prensa europea de este sábado es, de nuevo, la situación en la Franja de Gaza. Al respecto, el Tages-Anzeiger, de Ginebra, dice: “Ha cambiado la constelación política en Oriente Próximo. No solamente hay elecciones en puerta en Israel, las cuales previsiblemente acabarán con una victoria de la derecha. También termina en enero la etapa del presidente Abbas al frente del Gobierno palestino. Hamas espera arrojar a Abbas del poder con armas que van más allá de lo electoral. Por ello le sirve que se haya desatado de nuevo la violencia en Gaza. Pero eso mismo va en perjuicio de sus seguidores, pues la población palestina no contará con perspectivas de solución tras un año de negociaciones.”
No es la solución
El Viena, Der Standard comenta el tema de la siguiente manera: “No hay dudas en cuanto a que el ejército de Israel está en posición de retomar la Franja de Gaza. Sin embargo, las fuerzas armadas israelíes pueden contar con grandes bajas si se adentran en esa jungla. Un mes y medio antes de las elecciones parlamentarias, el Gobierno de Israel se enfrenta a una seria decisión: ¿cuánta fuerza y cuánta cautela se requieren para que la comunidad internacional exhiba tolerancia ante el avance? Es probable que se produzca de nuevo el frecuente golpe militar ‘duro, pero limitado' por parte de Israel. Es una solución que nada soluciona.”
Mensaje de Zapatero
El madrileño El País comenta el balance final del año hecho ayer por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero: "La versión contundente de su comparecencia tras el Consejo de Ministros la reservó Zapatero para ETA: ‘La democracia ha dado tres oportunidades a ETA para que terminen su indigna aventura de crímenes sin sentido; las ha desaprovechado y no habrá más'. Una afirmación tan contundente debería calmar de una vez por todas el nerviosismo del PP, dispuesto siempre a denunciar los fantasmas de una supuesta negociación con la banda. (…) El presidente, finalmente, debería ampliar con detalle en el Congreso su mentís de ayer respecto a que su Gobierno no autorizó ningún vuelo ilegal de Guantánamo porque no recibió petición al respecto.”
¿Cuánto vale el salario?
En Alemania, el Süddeutsche Zeitung aborda el debate sobre los salarios y su valor dentro de la actual economía de mercado: “Quien trabaja debe recibir un emolumento decente. Esto se escucha como una obviedad, mas no lo es. Tampoco aquí en Alemania. Innumerables personas no pueden vivir de lo que ganan, pese a trabajar a tiempo completo. Les es posible sobrevivir sólo porque el Estado complementa su sueldo. Por ello, son comprensibles las demandas de un salario mínimo fijo y uniforme; sin embargo, la Federación de Sindicatos Alemanes exagera al respecto. Un salario mínimo de 7,5 euros como el que se pide, sólo puede servirle a quien está en capacidad de obtenerlo. Quien, por el contrario, busca empleo, o no está lo suficientemente capacitado, se vería en mayores dificultades para encontrar un trabajo pagado a ese nivel.”


Ataques de Israel en Franja de Gaza dejan Mas 200 muertos

El Gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, le pidió a Hamas que detenga los ataques fronterizos con cohetes y solicitó a Israel que evite las muertes de civiles en sus redadas contra Hamas, aunque no hizo un llamado para que el Estado judío termine con su ofensiva.

GAZA, Aviones de guerra y helicópteros de combate de Israel atacaron el sábado la Franja de Gaza controlada por el grupo islámico Hamas, causando la muerte al menos a 270 personas según funcionarios médicos, en el día más sangriento para los palestinos en 20 años.

Los militantes palestinos respondieron lanzando decenas proyectiles que provocaron la muerte a un hombre israelí y dejaron a varios otros heridos. Ambas partes aseguraron que están preparadas para lanzar mayores ataques y el Estado judío afirmó que su ofensiva continúa aún después del anochecer en el sur del territorio palestino.

Una densa nube de humo negro se elevaba sobre Ciudad de Gaza, donde los muertos y heridos yacían tirados en el suelo, luego de que más de 30 misiles destruyeron varias instalaciones de seguridad, incluyendo dos en las que Hamas realizaba ceremonias de graduación para nuevos reclutas.

El Ejército israelí apuntó contra "infraestructura terrorista" tras días de ataques con cohetes por parte de militantes desde Gaza hacia el sur de Israel que causaron daños pero pocos heridos.

"Hay un momento para la calma y tiempo para la lucha, y ahora ha llegado el momento de luchar", dijo el ministro de Defensa Ehud Barak.

Los ataques con cohetes aumentaron la presión para actuar sobre los líderes políticos israelíes, al tiempo que se acerca la elección del 10 de febrero.

Barak sostuvo que la campaña militar tomaría tiempo y sería expandida de ser necesaria. Por su parte, el alcalde de Ashkelon, una ciudad costera en el alcance de los cohetes de Hamas, dijo que los efectivos militares del Estado judío le habían informado que la operación duraría "más de una semana".

La ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, una importante candidata para las elecciones del 10 de febrero, pidió apoyo internacional ante "una organización extremista islámica (...) que está siendo respaldada por Irán", el archienemigo de su país.

"Sólo la semana pasada Israel fue atacado desde la Franja de Gaza y en un día fueron disparados cerca de 80 misiles y morteros contra civiles israelíes", sostuvo. "Ya es suficiente", agregó.

El Gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, le pidió a Hamas que detenga los ataques fronterizos con cohetes y solicitó a Israel que evite las muertes de civiles en sus redadas contra Hamas, aunque no hizo un llamado para que el Estado judío termine con su ofensiva.

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó el "excesivo uso de la fuerza" por parte de Israel y los asaltos de militantes palestinos, luego de exigir un "inmediato alto al fuego".

Hamas informó que murieron al menos 220 miembros de sus fuerzas de seguridad, incluido un jefe policial, Tawfiq Jabber, y el jefe de la unidad de protección y seguridad del movimiento islámico, junto con otras 15 mujeres y algunos niños.

Las morgues en la Franja de Gaza no dan abasto con los cadáveres.

Grupos de rescate indicaron que temían que la operación israelí impulse una crisis humanitaria en el empobrecido enclave costero, donde habitan un millón y medio de palestinos, la mitad de ellos dependientes de ayuda alimentaria.



HAMAS DICE DESATARA "EL INFIERNO"

Hamas amenazó con desatar "el infierno" para vengar a sus muertos, incluyendo posibles atentados suicidas contra Israel.

El presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que la ofensiva aérea israelí era "criminal" y pidió la intervención de la comunidad internacional.

Palestinos protagonizaron manifestaciones de protesta en el este de Jerusalén, Ramallah y Hebron, desatando peleas con el Ejército israelí.

El jefe de Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, pidió un inmediato cese al fuego en Gaza e instó "a todos a aplicar máxima moderación", dijo su portavoz.

Egipto condenó los ataques del Estado judío y dijo que seguirá intentando restablecer la tregua entre Gaza e Israel, mientras los ministros de Relaciones Exteriores de los países árabes anunciaron que realizarán una reunión de emergencia en El Cairo entre domingo y lunes para tomar una postura común frente a la ofensiva.

La Casa Blanca pareció responsabilizar a Hamas. "Los continuos ataques con cohetes de Hamas a Israel deben cesar si quieren que termine la violencia", dijo el portavoz de la Casa Blanca Gordon Johndroe.

Cuerpos de uniformados yacían apilados y los heridos se retorcían de dolor. Miembros de los equipos de rescate trasladaban a quienes mostraban signos vitales hacia autos y ambulancias, mientras que otros intentaban reanimar a quienes estaban inconscientes.

Los ataques se produjeron tras la decisión del primer ministro israelí, Ehud Olmert, de ampliar las medidas contra los asaltos transfronterizos de militantes palestinos, luego del colapso de una tregua de seis meses hace una semana.

Consultada sobre si una escalada podría incluir asaltos contra líderes de Hamas, la portavoz del Ejército israelí Avital Leibovitch respondió: "Cualquier cosa perteneciente a Hamas podría ser un blanco. Pueden interpretarlo como gusten".

Una ofensiva israelí de cinco días en marzo causó la muerte a más de 120 personas, pero la cifra de muertos del sábado podría ser la más alta para los palestinos desde su revuelta de la década de 1980.

El portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Ubaida, dijo que el grupo islámico "enseñaría una lección al enemigo que nunca olvidará" y desestimó las amenazas de Israel contra sus líderes.


Aumenta a 225 el número de muertos tras bombardeos en Gaza

(Por AFP)

La acción bélica ha causado repudio mundial, y el llamado de Hamas a una tercera Intifada contra Israel.

GAZA, Israel bombardeó este sábado objetivos de Hamas en la franja de Gaza, matando a más de 270 palestinos, en represalia a los disparos de cohetes desde este territorio controlado por el movimiento islamista.

Esta operación, de una envergadura sin precedente en territorio palestino en mucho tiempo, comenzó a las 11H30 (09H30 GMT). Hasta el momento se cobró la vida de 270 personas, en su mayoría miembros de la policía de Hamas, e hirió a otras 700, de las que 140 se encuentran graves, aseguran fuentes médicas palestinas.

Según un alto mando castrense israelí, el ejército del aire atacó únicamente "objetivos militares" y logró asestar un duro golpe a Hamas gracias al efecto sorpresa aunque se trata del primer episodio de una larga campaña para forzarle a poner fin a sus disparos.

En pocos minutos, unos sesenta aparatos israelíes bombardearon unas 50 instalaciones del movimiento islamista, principalmente el cuartel general de la policía en Gaza y varios campamentos de entrenamiento. Posteriormente la aviación atacó a los lanzadores de cohetes.

El general Tawfik Jaber, jefe de la policía de Hamas, resultó muerto en los ataques israelíes, afirmó el portavoz de esta fuerza.

La respuesta palestina no se hizo esperar. Más de 50 cohetes y obuses de mortero fueron disparados desde la franja de Gaza sobre Israel, según el ejército israelí. Los disparos se saldaron con un civil muerto y cuatro heridos.

"La operación seguirá y se intensificará mientras sea necesario", declaró el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó que "no se combatía al pueblo palestino" sino a Hamas y se comprometió a evitar una "crisis humanitaria" en la franja de Gaza, donde viven hacinadas millón y medio de personas en condiciones míseras.

Olmert aseguró que los blancos de la operación habían sido elegidos con tal de "evitar víctimas civiles" y se fijó como meta "cambiar de forma sustancial la situación" para que "centenares de miles de israelíes dejen de estar amenazados por los cohetes".

El jefe de gobierno de Hamas en la franja de Gaza, Ismail Haniyeh, respondió diciendo que los ataques israelíes no doblegarán a su movimiento.

"No abdicaremos ni renunciaremos incluso si ustedes (los israelíes) quisieran aniquilar la franja de Gaza o si matan a miles de los nuestros", soltó, llamando a Egipto a romper sus relaciones con Israel.

Hamas llamó a su brazo armado, las brigadas Ezzedin al Kassam, a "recurrir a todos los medios para no dejar descansar a los sionistas". Los combatientes palestinos advirtieron a los israelíes de que "preparasen las mortajas".

Su jefe en el exilio, Jaled Mechaal, llamó a emprender una nueva intifada contra Israel y mencionó una posible reanudación de los atentados suicidas, en una entrevista con la cadena por satélite Al Yazira.

Desde Cisjordania, el presidente palestino Mahmud Abas, a quien Hamas arrebató el control de Gaza por la fuerza en junio de 2007, calificó la ofensiva israelí de "agresión cobarde" y denunció las "matanzas en la franja de Gaza".

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó al "cese inmediato de la violencia".

Por la noche, la Casa Blanca estimó que Hamas tenía una baza, ya que podía poner fin a los ataques israelíes dejando de disparar cohetes sobre el territorio hebreo.

Con anterioridad, la secretaria de Estado Condoleezza Rice, había dicho que consideraba a Hamas "responsable de la violación del alto el fuego".

De todos modos Estados Unidos instó a Israel a arreglárselas para que los ataques no causaran víctimas civiles.

No obstante, al hospital Al Chifa de Gaza llegaban cuerpos despedazados y heridos en medio de una total confusión.

Los cuerpos se amontonaban sobre el suelo del servicio de urgencias y en los pasillos. Los heridos gritaban. Los médicos y enfermeros no daban abasto y corrían en todas las direcciones.

La Unión Europea y Rusia, entre otros, pidieron el final "inmediato" de la violencia.

Los países árabes condenaron unánimemente la operación israelí y, a petición de Qatar, la Liga Arabe celebrará una cumbre extraordinaria el próximo viernes en Doha. Y no se descarta una reunión ministerial de la organización panárabe el domingo en El Cairo.

En reacción a los ataques israelíes, cientos de palestinos salieron a las calles de Cisjordania y de Jerusalén Este para protestar.



Obama "monitorea" la situación en Medio Oriente

(por AFP)

En julio pasado, Obama declaró a The New York Times que no piensa que "un país cualquiera encontraría aceptable ver llover misiles sobre las cabezas de sus ciudadanos", en referencia al lanzamiento de misiles contra Israel desde la franja de Gaza.


EEUU, El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, "monitorea" la situación en la franja de Gaza, donde los ataques israelíes dejaron más de 200 muertos este sábado en represalia por los lanzamientos de cohetes de Hamas, dijo una portavoz desde Hawai, donde Obama pasa sus vacaciones.

Obama, que asumirá el cargo el 20 de enero, "monitorea de cerca los eventos mundiales, entre ellos la situación en Gaza", dijo su portavoz para temas de seguridad nacional, Brooke Anderson.

Pero "solo hay un presidente a la vez", insistió, usando una expresión que Obama ha repetido en varias oportunidades desde su elección el 4 de noviembre.

En una entrevista en julio con el diario The New York Times, Obama aseguró que él no piensa que "un país cualquiera encontraría aceptable ver llover misiles sobre las cabezas de sus ciudadanos", en referencia al lanzamiento de misiles contra Israel desde la franja de Gaza.

En cuanto a la posibilidad de negociaciones con Hamas, Obama señaló que el estaría "reticente a negociar con un grupo que no representa a un Estado, que no reconocería nuestro derecho a existir, que utiliza el terror como un arma y que está profundamente influenciado por otros países".

La Casa Blanca y el Departamento de Estado pidieron el sábado a Hamas poner fin a los disparos de misiles contra Israel.


Jefe de Hamas pide una nueva Intifada contra Israel

(Por AFP)

En una entrevista televisiva, Jaled Meshaal llamó a responder los ataques de Israel.

Damasco, El máximo líder del grupo islamista palestino Hamás, Jaled Meshaal, convocó hoy a sus partidarios para una nueva Intifada contra Israel tras los ataques que se registraron en las últimas horas en Gaza y que han causado más de 200 muertos.

En su llamamiento, que hizo en una entrevista a la cadena de televisión qatarí Al Yazira, Meshaal expresó la necesidad de devolver "duramente" los ataques de las últimas horas contra Gaza y que Israel sienta en carne propia el sufrimiento de los palestinos.

Meshaal, que vive exiliado en Damasco, dijo que los israelíes tendrán que beber "del mismo vaso" que están bebiendo ahora los palestinos por la serie de bombardeos que sufrió hoy la franja de Gaza.

"Convoco a todos (los palestinos) para una tercera Intifada" contra Israel, afirmó el líder de Hamás, que añadió que esos ataques incluirán operaciones suicidas.

La primera Intifada se desarrolló entre 1987 y 1993 y la segunda fue lanzada en septiembre de 2000.

En la entrevista, Meshaal hizo un llamamiento a la unidad entre los palestinos para terminar con "esta masacre" que está sufriendo la población de Gaza.

Desde Riad, donde se encontraba hasta esta noche de visita oficial, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, condenó "rotundamente" el ataque sobre Gaza e instó a Israel a que lo detenga "inmediatamente", según dijo a Efe su portavoz Nabil Abú Rodaina.

"Mahmud Abás condena de forma rotunda la agresión israelí y pide a Israel que la pare inmediatamente", agregó el portavoz.

Líderes regionales han hecho llamamientos para una reunión urgente de los países árabes a fin de analizar una respuesta ante el ataque israelí contra Gaza.


Olmert dice que evitará crisis humanitaria en Gaza

(por AFP/EFE )

En una rueda de prensa, el primer ministro israelí declaró que dará a su ejército el tiempo necesario para operar en Gaza.

JERUSALEN, El primer ministro israelí, Ehud Olmert, se comprometió el sábado por la noche a evitar una "crisis humanitaria" en la franja de Gaza tras los masivos ataques aéreos israelíes contra el movimiento islamista palestino Hamas en ese territorio, matando a más de 200 palestinos.

"Nosotros no combatimos al pueblo palestino" sino a Hamas, declaró Olmert, quien se comprometió a "evitar una crisis humanitaria" que afectaría a los 1,5 millones de habitantes de la franja de Gaza.

Por otra parte, el primer ministro aseguró hoy que su Gobierno dará al Ejército el tiempo necesario para que continúe operando en Gaza, donde hoy murieron 208 personas en la más sangrienta operación militar israelí contra los palestinos desde 1967.

Olmert subrayó, en una rueda de prensa, que la campaña en Gaza precisa de tiempo y paciencia, a fin de devolver una "vida normal" a los habitantes del sur de Israel, blanco de los proyectiles de las milicias palestinas.



Siria condena "crimen bárbaro" israelí en Gaza y pide cumbre árabe urgente

(por AFP)


Los presidentes de Irán y Siria buscan actuar a través de la Organización de la Conferencia Islámica para "contrarrestar la agresión lanzada contra el pueblo palestino desarmado".

DAMASCO, Siria condenó el sábado los ataques aéreos israelíes en la franja de Gaza calificándolos de "crimen bárbaro" e hizo un llamamiento a la celebración de una cumbre árabe de urgencia.

"Siria sigue con gran inquietud la bárbara agresión israelí contra el pueblo palestino en Gaza y afirma que se trata de un crimen horrible y de un acto terrorista", señaló un comunicado del ministerio sirio de Relaciones Exteriores.

"Siria hace un llamado a la nación árabe y a la comunidad internacional para que usen todos los medios posibles para presionar a Israel para que ponga fin inmediatamente a esta agresión, permita la hospitalización de los heridos y abra todos los pasos fronterizos" con Gaza, subrayó la nota.

"Siria, como presidente de la Liga Arabe, exhorta a los dirigentes árabes a celebrar una cumbre urgente para examinar la situación peligrosa en Gaza", añadió el texto.

Más de 200 palestinos murieron el sábado en unos ataques aéreos de la aviación israelí contra Hamas en la franja de Gaza, según el jefe de los servicios de urgencia de ese territorio palestino que controla el movimiento islamista. Israel, por su parte, ha advertido que su operación sólo acaba de empezar.

Asimismo, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, llamó por teléfono a su homólogo sirio, Bachar al-Assad, con quien habló sobre "el crimen cometido" y "los medios para actuar a través de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) para contrarrestar la agresión lanzada contra el pueblo palestino desarmado", informó la agencia oficial siria Sana.

Assad hizo un llamamiento al emir de Qatar, el jeque Hamad Ben Jalifa al-Thani, al número uno libio, Muammar Kadhafi, así como a los presidentes sudanés, Omar el-Bechir, yemení, Ali Abdalá Saleh, y argelino, Abdelaziz Buteflika, para que celebren "una cumbre urgente para examinar la peligrosa situación en la franja de Gaza", añadió Sana.


Liga Árabe prevé catástrofe humanitaria por ataques israelíes a Gaza

(Por ORBE)

Los ataques aéreos causaron 270 muertos, según un balance provisorio de autoridades palestinas.


EL CAIRO, La Liga Arabe advirtió este sábado que en la Franja de Gaza se avecina "una gran catástrofe humanitaria" a raíz de la ofensiva israelí.

"Estamos asistiendo a una representación muy bien planificada, por esto debemos esperar muchas víctimas. Debemos prever una gran catástrofe humanitaria", dijo el secretario general del organismo, Amr Mussa.

Según informaciones recopiladas por Ansa, los ataques aéreos causaron 270 muertos, según un balance provisorio de autoridades palestinas.



EEUU responsabiliza a Hamas por la violencia en Gaza

(POR AFP)

La tregua de seis meses, que Hamas dijo la semana pasada que no renovará, "debería ser restablecida inmediatamente", subrayó la jefa de la diplomacia estadounidense.

WASHINGTON, Estados Unidos "responsabiliza a Hamas" por la nueva violencia en Gaza, luego de que el grupo islamista rompiera el cese del fuego con Israel, dijo el sábado la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice.

"Estados Unidos condena fuertemente los repetidos ataques con cohetes y morteros contra Israel y responsabiliza a Hamas por romper el cese del fuego y la nueva violencia en Gaza", dijo Rice en un comunicado.

La tregua de seis meses, que Hamas dijo la semana pasada que no renovará, "debería ser restablecida inmediatamente", subrayó la jefa de la diplomacia estadounidense.

"Estados Unidos llama a todas las partes a responder a las necesidades humanitarias urgentes de la población inocente de Gaza", concluyó Rice.

Horas antes, la Casa Blanca había reclamado a Israel evitar las víctimas civiles en sus bombardeos contra objetivos de Hamas en Gaza, pero advirtió al movimiento islamista que debía detener sus ataques contra territorio israelí "si quiere que termine la violencia".

"Estados Unidos llama a Israel a evitar víctimas civiles al bombardear Hamas en Gaza", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Gordon Johndroe, desde Waco (Texas), donde el presidente George W. Bush pasa los últimos días del año en su rancho de descanso.

"Los continuos ataques con proyectiles de Hamas hacia Israel deben cesar si quiere que termine la violencia. Hamas debe poner fin a sus actividades terroristas si quiere jugar un papel en el futuro del pueblo palestino", agregó Johndroe.

Israel atacó este sábado objetivos de Hamas en Gaza con una ola de bombardeos aéreos que causaron la muerte de más de 200 personas en el asediado enclave y en respuesta a ataques con proyectiles, según fuentes oficiales.


Gaza: Sepa todo lo que ocurrió desde el fin de la tregua

(Por Terra / Agencia Internacionales)

El gobierno de Israel declaró que le gustaría renovar la tregua, pero Hamas no aceptó y responsabilizó al país por el bloqueo a las Franja de Gaza, que impidió la entrada de alimentos y combustible al territorio palestino.

GAZA, Este sábado fueron registrados en Gaza los ataques más violentos desde el final de la tregua entre Israel y Hamas, anunciada hace poco más de una semana, el día 19 de diciembre, y que ya lleva más de 270 víctimas fatales.

El acuerdo, fechado el 19 de junio, ya había sido roto por ataques de cohetes palestinos contra Israel y operaciones militares del Estado hebreo en Gaza.

El gobierno de Israel declaró que le gustaría renovar la tregua, pero Hamas no aceptó y responsabilizó al país por el bloqueo a las Franja de Gaza, que impidió la entrada de alimentos y combustible al territorio palestino.

El mismo día en que la tregua terminó, un barco cargado con ayuda humanitaria rompió el bloqueo israelí y llegó a territorio palestino. El "Dignity", una embarcación de 20 metros que partió del puerto chipriota de Larnaca, llevó leche y medicamentos a los palestinos.

Autoridades israelíes, en tanto, defendieron el bloqueo argumentando que es necesario para aislar a Hamas e impedir que militares palestinos disparen cohetes contra ciudades de Israel en la frontera.

Los dos bandos se acusaron mutuamente de violar el pacto. Con el fin del plazo para su renovación, ambos dijeron que iban a responder a los ataques del otro lado, pero sin tomar la ofensiva.

Al día siguiente de final de la tregua, un militar de las Brigadas de las Mártires de Al-Aqsa, el brazo armado de Fatah, murió y otros dos fueron heridos en un bombardeo aéreo israelí en la ciudad de Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza.

Un portavoz israelí afirmó que el autor de los ataques era una célula palestina que se preparaba para lanzar misiles Qassam contra el sur del país. La víctima fatal fue identificada como Ali Heyazi, de 25 años.

El 22, el gobierno israelí de transición se reunió para debatir la actitud que debían tomar frente a los ataques provenientes de Gaza, dos días después de la expiración de la tregua entre el Estado hebreo y Hamas.

En la radio pública, el vice del primer ministro, Haim Ramon, afirmó la voluntad de Israel de expulsar a Hamas del poder en Gaza y dijo que el período de tregua fue prejudicial para su país. "El cese del fuego reforzó a Hamas y nos debilitó militar y diplomáticamente. Debemo cambiar la política", indicó.

Ese mismo día, Israel cambió su tono y sugirió una nueva tregua com Hamas, tras una semana de amenazas crecientes contra el grupo islámico palestino. "La calma, naturalmente, es una alternativa que puede ser

seriamente examinada", dijo el ministro de Bem-Estar, Isaac Herzog, a Rádio Israel.

El líder más influyente de Hamas en Gaza, Mahmud Zahar afirmó que la organización sólo renovaria la tregua en caso de que Israel se comprometiese a suspender el bloqueo contra el territorio palestino. "Pedimos a Israel que respete las condiciones de la tregua y cumpla sus compromissos, especialmente que interrumpa las agresiones y abra las fronteras", afirmó.

El día 24, Hamas, volvió a lanzar misiles contra el sur de Israel a partir del norte de la Franja de Gaza y amenazó con intensificar sus ataques contra el territorio hebreo, en tanto los israelíes respondieron con un ataque aéreo.

Dos días después, Israel abrió los pasajes fronterizos con la Franja de Gaza para permitir la entrada de un convoy de 90 camiones con ayuda humanitaria. Parte de la carga fue ofrecida por la presidencia egipcia, que hizo la mediación y esfuerzos para que Israel y Hamas, que controla Gaza, renueven la tregua.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ya tenía advertido a los militares de Hamas para que detengan el lanzamiento de los misiles, caso contrario pagarían un precio alto. A pesar del gesto positivo, cerca de doce misiles y bombas fueron lanzados de Gaza contra Israel. Uno de ellos accidentalmente alcanzó una casa en Gaza, matando a dos hermanas palestinas de 5 y 13 años e hiriendo a una tercera, según los médicos.



Ataques de Israel en Gaza dejan más de 270 muertos

(por Reuters)

Hamas y otras facciones palestinas anunciaron que habían ordenado a sus combatientes vengar la ofensiva aérea israelí contra el territorio.


GAZA, La Fuerza Aérea israelí lanzó hoy cerca de 30 misiles contra objetivos en la Franja de Gaza, destruyendo varios complejos de la policía y dejando más de 270 muertos, reportaron testigos y funcionarios médicos.

El Ejército israelí confirmó que había realizado una ofensiva, y señaló que ésta se llevó a cabo contra "infraestructura terrorista". Además, afirmó que estaba listo para expandir sus ataques en caso de ser necesario.

Hamas y otras facciones palestinas anunciaron que habían ordenado a sus combatientes vengar la ofensiva aérea israelí contra el territorio.

"Todos los combatientes tienen órdenes de responder a la masacre israelí", dijo una declaración del grupo Jihad Islámica, haciendo eco de comunicados emitidos por Hamas y otros movimientos palestinos armados.

Material de televisión mostró varios cuerpos tirados sobre una carretera, y a personas heridas mientras eran asistidas por rescatistas. Hubo extensos daños en edificios.

El canal de televisión Al Jazeera informó previamente que había más de 270 muertos y 700 heridos producto de la ofensiva en Gaza.

El portavoz de la policía de Hamas Islam Shahwan dijo que un complejo de la fuerza en Ciudad de Gaza estaba realizando una ceremonia de graduación cuando fue atacado. El jefe policial Tawfiq Jabber perdió la vida en el asalto, según reportó radio Hamas.

Un corresponsal de Reuters sostuvo que el puerto de Ciudad de Gaza y las instalaciones de seguridad del grupo islámico Hamas quedaron severamente dañados. Una gruesa columna de humo negro se elevaba sobre la ciudad.

El ataque israelí se produjo luego de la decisión del gabinete del primer ministro Ehud Olmert de extender las medidas de represalia por los asaltos con cohetes lanzados por militantes palestinos hacia el Estado judío.

La semana pasada expiró en Gaza una tregua entre Israel y grupos de militantes.

Alrededor de una decena de proyectiles y bombas de mortero fueron lanzadas el viernes desde Gaza.

Uno de los cohetes impactó accidentalmente una vivienda en el norte del enclave y causó la muerte a dos niñas palestinas de cinco y 13 años, y dejó herida a una tercera persona, dijeron médicos.


Sarkozy pide la "interrupción inmediata" de la violencia en Israel y Gaza
(Por EFE )
El mandatario francés es el presidente de turno de la Unión Europea.
El jefe del Estado francés y presidente de turno de la Unión Europea (UE), Nicolas Sarkozy, solicitó hoy la "interrupción inmediata de los lanzamientos de cohetes contra Israel y de los bombardeos israelíes sobre Gaza".
Sarkozy condenó, en un comunicado, las "provocaciones irresponsables que han conducido a esa situación", así como el "uso desproporcionado de la fuerza".
"No existe una solución militar en Gaza", añadió el presidente francés, que pidió que se instaure una "tregua duradera", además de llamar a las partes a la contención.
Al menos 225 personas han muerto y varios centenares han resultado heridas por el bombardeo efectuado hoy por el Ejército israelí en Gaza, donde los equipos de socorro trabajan para rescatar a las numerosas víctimas atrapadas bajo los escombros.
Tras ese ataque, una mujer murió en la ciudad israelí de Netivot, cercana a Gaza, por el impacto de un cohete lanzado desde la franja.
El bombardeo se produce dos días después de que el Gobierno israelí adoptara la decisión de emprender una operación militar a gran escala en Gaza, si los grupos armados palestinos proseguían con el lanzamiento de cohetes contra el territorio de Israel.

Egipto abre el paso de Rafah para evacuar a los heridos en Gaza
(Por EFE )

La única salida al exterior de Gaza fue clausurada en junio de 2007.
Egipto abrió hoy el paso de Rafah, en la frontera con Gaza, para permitir la entrada de ayuda humanitaria y la evacuación de los heridos del bombardeo masivo israelí sobre la franja palestina, informaron a Efe fuentes de seguridad egipcias.
Las fuentes no precisaron hasta cuándo permanecerá el paso abierto.
Al menos 225 personas murieron hoy por el bombardeo masivo del Ejército israelí en la ciudad de Gaza, según fuentes sanitarias en la franja palestina, mientras que se cifran en varios cientos los heridos que hay bajo los escombros.
Por su parte, las fuentes de seguridad agregaron que las autoridades egipcias han mandado varias ambulancias a Rafah para trasladar a los heridos a hospitales de Egipto.
Asimismo, señalaron que unas treinta ambulancias han entrado en Gaza para evacuar a las víctimas.
El paso fronterizo de Rafah, la única salida al exterior de Gaza, fue clausurado en junio de 2007, cuando el grupo islamista palestino Hamás tomó el control de la franja tras expulsar a las fuerzas leales al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.
Hace poco más de un año, miembros de Hamás derribaron parte de la frontera, lo que permitió el paso de decenas de miles de palestinos a Egipto en busca de víveres y bienes de primera necesidad de los que carecían debido al bloqueo israelí sobre la franja.
Finalmente, once días después, Hamás y Egipto se pusieron de acuerdo para cerrar la frontera, lo que significó devolver a Gaza al aislamiento impuesto por el Estado hebreo.
Desde entonces, el paso se ha abierto de forma esporádica sólo para permitir la salida de enfermos y la entrada de ayuda humanitaria.



Líder palestino condenó sangriento ataque de Israel en Gaza

(Por EFE )

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, condenó hoy "rotundamente" el ataque sobre la franja de Gaza e instó a Israel a que lo detenga "inmediatamente".
En conversación telefónica con Efe, el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abú Rodaina, dijo que "Mahmud Abás condena de forma rotunda la agresión israelí y pide a Israel que la pare inmediatamente".
Abás se encuentra en Arabia Saudí, donde hoy inició una visita, que coincidió con un bombardeo masivo israelí sobre Gaza, que ha causado unos 270 muertos, según los últimos recuentos.
Tras su llegada al aeropuerto de Riad, el presidente de la ANP declaró a la prensa que ha iniciado contactos con los líderes de varios países para que presionen a Israel a fin de que detenga su agresión.
"Nada más llegar a Arabia Saudí he comenzado los contactos con varios dirigentes de distintos países de todo el mundo para que Israel detenga sus ataques", afirmó Abás, que no hizo más declaraciones.
Al menos 270 personas han muerto y varios centenares han resultado heridas por el bombardeo efectuado hoy por el Ejército israelí en Gaza, donde los equipos de socorro trabajan para rescatar a las numerosas víctimas atrapadas bajo los escombros.

Vaticano se declara impresionado por la magnitud del ataque israelí

(Por Ansa )

El director de la sala de prensa señaló que "el odio crecerá aún y las esperanzas de paz volverán a alejarse".
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El ataque militar israelí contra la Franja de Gaza, "si bien esperado, impresiona por sus proporciones y por el número de las víctimas", afirmó hoy Federico Lombardi, director de la sala de prensa de la Santa Sede.
"Muy probablemente las operaciones militares continuarán y las víctimas aumentarán", añadió el vocero vaticano, subrayando que el ataque "ciertamente será un golpe durísimo para Hamas", el grupo palestino que controla Gaza.
Lombardi agregó que "al mismo tiempo, es muy probable que no falten las víctimas inocentes: es más, serán numerosas" y esto llevará a que "el odio crecerá aún y las esperanzas de paz volverán a alejarse".
"Hamas es prisionero de una lógica de odio e Israel de una lógica de confianza en la fuerza como mejor respuesta al odio: hay que continuar buscando una salida diferente, aunque parezca imposible", destacó Lombardi al hablar por la Radio Vaticana.


Israel advierte que ataques en Gaza seguirán si es necesario


El ministro de la Defensa israelí, Ehud Barak, afirmó que la ofensiva aérea recién lanzada por Israel contra sitios de milicianos en Gaza se "ampliará si es necesario".
Israel no piensa permitir que los milicianos islámicos de Hamas, que gobiernan Gaza, continúen lanzando cohetes y morteros contra las comunidades del sur de Israel, agregó Barak.
Según Hamas, por lo menos 270 residentes de Gaza murieron en el primer día de la ofensiva militar israelí y 700 resultaron heridos.
"Hay un tiempo para la calma y hay un tiempo para luchar, y ahora es tiempo de luchar. La operación se ampliará si es necesario", agregó Barak durante una conferencia de prensa.
En represalia por los cohetes disparados desde Gaza, la fuerza aérea israelí atacó decenas de instalaciones de seguridad en Gaza.
Hamas dijo que todas sus instalaciones fueron alcanzadas, y en represalia lanzó misiles de mediano alcance Grad, que penetraron en territorio Israelí más profundamente que en ocasiones anteriores. Un israelí murió y cuatro resultaron heridos.
La ofensiva comenzó ocho días después de terminar una tregua de seis meses entre Israel y la milicia. En ese lapso, dijeron las fuerzas armadas, se lanzaron 200 proyectiles hacia blancos israelíes, y los líderes del estado judío habían amenazado con una ofensiva en gran escala.

GAZA NO ESTA SOLA

Los seguidores del movimiento chiíta libanés Hizbolá y algunos de Hamas se reunieron hoy en el sur de Beirut, para manifestar su apoyo a los habitantes de Gaza tras el masivo bombardeo que sufrieron hoy por parte de Israel.
"La gente de Gaza no está sola (...) En los próximos días demostraremos eso", dijo el líder de Hizbolá Hashem Safieddine.
Safieddine criticó a los líderes árabes y los llamó a tomar medidas urgentes en contra del ataque de Israel contra Gaza. También instó al pueblo árabe a presionar a sus líderes.
"Es una guerra estadounidense-israelí apoyada por regímenes árabes que apunta a presionar al pueblo palestino para extinguir su causa", dijo Saffiedine, primo del secretario general de Hizbolá, Hassan Nasrallah.
El portavoz de Hamas en el Líbano, Ousama Hamdan, quien asistió a la protesta de hoy, llamó a los habitantes de Gaza a mantener su firmeza y añadió que serán testigos de "una nueva victoria pronto".
Los ministros de Relaciones Exteriores árabes tienen previsto reunirse en El Cairo mañana domingo o el lunes para adoptar una posición común respecto de los bombardeos israelíes, dijo el jefe de la Liga Árabe, Amre Mussa.
El primer ministro libanés, Fouad Siniora, también manifestó la condena del gobierno libanés a los ataques aéreos israelíes y llamó a la Liga Árabe y a los líderes árabes a tomar pronto una posición común para responder a los ataques.
Siniora también llamó a las Naciones Unidas y a su secretario general, Ban Ki-moon, a tomar medidas internacionales para detener las acciones de Israel.
Siniora llamó a una amplia campaña libanesa, árabe e internacional de solidaridad con los palestinos, con el fin de detener los ataques, rescatar a las víctimas y tomar medidas defensivas contra Israel.


Violentas manifestaciones en Cisjordania por ataques a Gaza

(Por Agencias)

Las manifestaciones, que tuvieron lugar en áreas en las que los palestinos entran en contacto con israelíes, desembocaron en lanzamiento de piedras y choques contra el Ejército israelí.

Violentas manifestaciones estallaron hoy en diversas áreas de Cisjordania para protestar contra los bombardeos de Israel a la Franja de Gaza.
Los ataques dejaron hasta el momento más de 220 palestinos muertos y más de 700 heridos.
Las manifestaciones, que tuvieron lugar en áreas en las que los palestinos entran en contacto con israelíes, desembocaron en lanzamiento de piedras y choques contra el Ejército israelí.
Las piedras fueron lanzadas en el punto de control de Qalandia y en el campo de refugiados de Shufat, en la zona de Jerusalén, así como en Hebrón y en Ramallah, en Cisjordania. El Ejército israelí lanzó balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
En Ramallah, decenas de palestinos se enfrentaron a soldados israelíes cerca del asentamiento de Beit El, en el norte de la ciudad. Unidades del Ejército israelí, que arribaron a la zona, lanzaron gas lacrimógeno y balas de goma a los manifestantes.
La policía palestina también intervino para mantener a los manifestantes alejados del Ejército israelí, creando una "zona tapón" entre ambas partes.
Numerosas personas fueron tratadas a causa de la inhalación de gas lacrimógeno en la zona de Beit El.
En Hebrón, decenas de palestinos lanzaron piedras contra soldados israelíes en el casco antiguo de la ciudad y en la calle Shuhada. A pesar de los enfrentamientos, no se reportaron heridos de gravedad.
También en muchas localidades de Cisjordania se registraron lanzamientos de piedras sin heridos.
Empleados en las ciudades de Cisjordania y en el este de Jerusalén realizaron hoy una huelga comercial, que se espera que continúe mañana domingo.
El gobierno palestino se reunió esta tarde en una sesión de emergencia y decidió declarar tres días de duelo. También llamó a una detención inmediata de los ataques israelíes.
En un comunicado, el gobierno condenó los bombardeos israelíes y llamó a "un fin inmediato de esta agresión porque su continuidad sólo llevará a una escalada de la violencia en la región".
El presidente palestino, Mahmud Abbas, que se encuentra en visita oficial en Arabia Saudí, también condenó los bombardeos y dijo que estaba en contacto con líderes árabes e internacionales.
El negociador en jefe de los palestinos, Saeb Erekat, condenó los ataques. "Nada justifica la agresión israelí a la población civil en Gaza. Estos ataques salvajes no pueden ser tolerados. Israel deberá responder por estos crímenes de guerra".
Erekat llamó "a todos los miembros de la comunidad internacional a pedir a Israel la suspensión inmediata de su masacare en la Franja de Gaza y el fin del bloqueo ilegal".



Hamás convoca una nueva Intifada contra Israel

(Por Agencias)

La primera Intifada se desarrolló entre 1987 y 1993 y la segunda fue lanzada en septiembre de 2000.

El máximo líder del grupo islamista palestino Hamás, Jaled Meshaal, convocó hoy a sus partidarios para una nueva Intifada contra Israel tras los ataques que se registraron en las últimas horas en Gaza y que han causado más de 200 muertos.
En su llamado, que hizo en una entrevista a la cadena de televisión qatarí Al Yazira, Meshaal expresó la necesidad de devolver "duramente" los ataques de las últimas horas contra Gaza y que Israel sienta en carne propia el sufrimiento de los palestinos.
Meshaal, que vive exiliado en Damasco, dijo que los israelíes tendrán que beber "del mismo vaso" que están bebiendo ahora los palestinos por la serie de bombardeos que sufrió hoy la franja de Gaza.
"Convoco a todos (los palestinos) para una tercera Intifada" contra Israel, afirmó el líder de Hamás, que añadió que esos ataques incluirán operaciones suicidas.
La primera Intifada se desarrolló entre 1987 y 1993 y la segunda fue lanzada en septiembre de 2000.
En la entrevista, Meshaal hizo un llamamiento a la unidad entre los palestinos para terminar con "esta masacre" que está sufriendo la población de Gaza.
Desde Riad, donde se encontraba hasta esta noche de visita oficial, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, condenó "rotundamente" el ataque sobre Gaza e instó a Israel a que lo detenga "inmediatamente", según dijo a Efe su portavoz Nabil Abú Rodaina.
"Mahmud Abás condena de forma rotunda la agresión israelí y pide a Israel que la pare inmediatamente", agregó el portavoz.
Líderes regionales han hecho llamados para una reunión urgente de los países árabes a fin de analizar una respuesta ante el ataque israelí contra Gaza.


Cronología del conflicto entre israelíes y palestinos

(Por Reuters )

La siguiente cronología presenta algunos de los principales eventos en 60 años de conflicto entre Israel, los palestinos y los países árabes desde la fundación del Estado judío.
El Estado de Israel fue establecido en mayo de 1948. Las tropas británicas permitieron y lucharon contra sus vecinos árabes. Unos 700.000 palestinos, la mitad de la población árabe de la Palestina gobernada por los británicos, huyeron o fueron desalojados de sus hogares.
Intervinieron las tropas árabes, pero perdieron algo de la tierra que Naciones Unidas le había asignado a los palestinos. Pactos de armisticios detuvieron los enfrentamientos un año más tarde, pero no hubo paz formal.

En 1956, Israel invadió la Franja de Gaza y Sinaí conjuntamente con la campaña del Canal de Suez lanzada por Gran Bretaña y Francia contra Egipto. Israel se retiró seis meses más tarde.
En 1965, el movimiento guerrillero palestino Fatah llevó a cabo su primera operación militar dentro de Israel.
En 1967, ataques israelíes contra Egipto y Siria provocaron la Guerra de los Seis Días. Desde entonces Israel ha ocupado Cisjordania, el este árabe de Jerusalén y los Altos del Golán.
En los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, las guerrillas palestinas asesinaron a 11 israelíes.
En 1973, Egipto y Siria atacaron las posiciones israelíes a lo largo del Canal de Suez y los Altos del Golán, comenzando la Guerra de Yom Kipur. Israel hizo retroceder a los ejércitos en tres semanas.
Los religiosos sionistas fundaron en 1974 el grupo Gush Emunim para promover la expansión de los asentamientos judíos en los territorios ocupados.
En 1976, los comandos israelíes en Entebbe, Uganda, rescataron más de 100 rehenes, la mayoría de ellos judíos, que se hallaban en poder de secuestradores palestinos.

Tras una famosa visita a Israel que puso fin a 30 años de hostilidades, el presidente de Egipto Anwar Sadat se unió al primer ministro israelí Menachem Begin y al presidente de Estados Unidos Jimmy Carter en la Casa Blanca, en 1979, para firmar el primer acuerdo de paz entre Israel y un estado árabe.

Dos años más tarde, aviones israelíes destrozaron el solar donde se hallaba un reactor nuclear de Irak, desbaratando los planes de Saddam Hussein para construir una bomba atómica.
Israel devolvió Sinaí a Egipto en 1982. Ese mismo año, Israel invadió al Líbano para expulsar a las guerrillas palestinas. Cientos de civiles palestinos fueron masacrados en los campos de refugiados de Sabra y Chatila en Beirut por militantes cristianos libaneses a los que tropas israelíes les permitieron la entrada.
En diciembre de 1987 estalló en territorios ocupados la primera Intifada, o levantamiento. Cerca de 400 israelíes y 1.500 palestinos fueron asesinados durante los siguientes seis años.
En 1988, bajo el mando de Yasser Arafat, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ofreció un Estado palestino para vivir en paz con Israel.

El Estado judío desechó esta propuesta. La inmigración masiva de judíos provenientes de la Unión Soviética comenzó en 1991. Alrededor de 700.000 llegaron a Israel cuando cayó el comunismo.
Una conferencia de paz de Oriente Medio se reunió en Madrid ese año. En 1993, el primer ministro israelí Yitzhak Rabin y Arafat se dieron la mano en los Acuerdos de Oslo sobre la limitación de la autonomía palestina.

Israel firmó un tratado de paz con Jordania en 1994. El ultranacionalista judío Yigal Amir asesinó a Rabin el 4 de noviembre de 1995.

Las conversaciones para retornar los Altos de Golán a Siria fracasaron en el 2000. Las tropas israelíes abandonaron el sur del Líbano y fracasó la cumbre de paz de Camp David entre Arafat y el canciller israelí Ehud Barak. La segunda Intifada comenzó ese mismo año.
En 2003, el cuarteto integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, Naciones Unidas y Rusia, hizo público una "hoja de ruta" para conversaciones de paz. Arafat murió al año siguiente y Mahmoud Abbas, de la organización Fatah, asumió como presidente de la Autoridad Palestina.

En el 2005, el primer ministro israelí Ariel Sharon y Abbas declararon un cese al fuego e Israel retiró sus tropas y de la Franja de Gaza, luego de 38 años de ocupación. Sharon sufrió más tarde una apoplejía y fue sucedido por Ehud Olmert.

El grupo Hamas fue aumentando su poder progresivamente, y ganó la elección parlamentaria palestina en enero de 2006.

La guerra estalló en el Líbano luego de que los militantes de Hezbollah capturaran a soldados israelíes y el Estado judío respondió con todo su poderío militar. Al menos 1.100 personas en el Líbano y 157 israelíes murieron en 34 días de enfrentamientos.
Fuerzas de Hamas repelieron a leales de Abbas en una semana de luchas en Gaza en junio del 2007. Fatah perdió todo poder en la Franja. En Cisjordania, Abbas desestimó un Gobierno de unidad liderado por Hamas.

En noviembre del 2007, una conferencia patrocinada por el presidente de Estados Unidos George W. Bush en Annapolis, Maryland, relanzó las conversaciones de paz, apuntando a un acuerdo sobre un Estado palestino a fines del 2008.

El proceso de Annapolis se paralizó y Olmert fue forzado a renunciar en septiembre del 2008 por una investigación por corrupción. En su carácter de primer ministro temporal, dijo que Israel debe ceder casi toda la tierra ocupada.
Hamas aumentó su poder en la Franja de Gaza y acordó un cese del fuego con Israel en junio del 2008. Pero un verano relativamente calmo dio lugar a renovados enfrentamientos mientras la tregua alcanzaba la marca del sexto mes, y el bloqueo israelí a Gaza se hizo más profundo.

Hamas declaró que la tregua terminaba el 19 de diciembre y militantes de Gaza aumentaron sus ataques con cohetes sobre Israel, causando pocas bajas pero sembrando el temor entre los israelíes que viven en el rango de los cohetes.

Ambos lados señalaron que no querían una escalada. Pero Olmert dijo que no dudaría en usar el poder israelí para aplastar a Hamas si el lanzamiento de cohetes no paraba.

Un día después de abrir los cruces de la frontera de Gaza para permitir entregas de combustible y ayuda alimentaria, y tras charlas de alto nivel en Egipto entre el presidente Hosni Mubarak y la ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, fuerzas israelíes atacaron con aviones de guerra y helicópteros en un hecho que dejó al menos 225 muertos.



Israel lanza ataque sobre Gaza

(Por BBC Mundo)

Bombarderos F-16 de la fuerza aérea de Israel lanzaron una serie de ataques sobre la Franja de Gaza, matando e hiriendo a decenas de personas.
Según informes, más de 30 misiles fueron dirigidos a diversas sedes de los cuerpos de seguridad de la organización militante palestina Hamas, que en su mayor parte fueron destruidas.
Fuentes médicas dijeron que por lo menos 270 personas perdieron la vida.
Funcionarios de Gaza y portavoces de Hamas añadieron que hubo más de 700 heridos.
El diario israelí Haaretz informó que cerca de 60 aviones participaron en la operación.
Un analista le dijo a la BBC en Jerusalén que, en cuanto al número de palestinos muertos, son los peores ataques israelíes en Gaza desde la Guerra de los Seis Días en 1967.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas -cuya facción, Fatah, fue expulsada de Gaza por Hamas en 2007- condenó los ataques y pidió moderación.
"Operativos de terror"
El bombardeo se produjo días después de que finalizara una tregua entre Israel y Hamas, que duró seis meses.
Hamas prometió que se vengará. Poco después de los ataques aéreos, militantes palestinos lanzaron cohetes hacia el sur de Israel, matando una mujer, en el pueblo de Netivot.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, advirtió que el ejército está preparado para desplegar una mayor ofensiva militar, si fuera necesario.
"La operación continuará y se ampliará cuando se requiera, en base a la evaluación (de los comandantes)... Nos enfrentamos a un período que no será sencillo ni fácil", explicó Barak, en un comunicado.
Según el documento, los ataques tenían como objetivo eliminar "los operativos de terror de Hamas", así como campos de entrenamiento y almacenes de armamento militar.
El gobierno israelí había advertido que llevaría a cabo una ofensiva militar en caso de persistir el lanzamiento de misiles desde la Franja de Gaza por parte de militantes de Hamas.
La víspera, Israel abrió sus fronteras con Gaza para permitir el ingreso de ayuda humanitaria.
Egipto abre frontera
Un portavoz de la policía de Hamas, Islam Shahwan, dijo que uno de los ataques tuvo como blanco un centro policial donde se estaba llevando a cabo una ceremonia de graduación de nuevos oficiales.
Según informes, el jefe de la policía de Gaza, Tawfik Jaber, murió a causa del bombardeo, aunque se desconoce si se encontraba en el lugar donde se realizaba la ceremonia.
Fuentes de Hamas le dijeron al periodista de la BBC Rushdi Abou Alouf, quien se encuentra en Gaza, que los hospitales estaban llenos de heridos.
Diversas mezquitas instaron a la población a que hicieran, con urgencia, donaciones de sangre.
Egipto abrió su cruce fronterizo con la Franja de Gaza, en Rafah, para ofrecer tratamiento a los heridos.
El jueves, la ministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, se había reunido en Cairo con el presidente egipcio, Hosni Mubarak. Después del encuentro, Livni advirtió que Israel no podía tolerar los continuos ataques de Hamas y que la situación tendría que cambiar.
Reacción internacional
Diversos países y organizaciones internacionales ofrecieron de inmediato sus reacciones a los ataques.
El presidente de la Liga Árabe, Amr Moussa, condenó las incursiones aéreas israelíes y convocó a una reunión de emergencia para debatir la crisis.
Según informes, se espera que el encuentro se lleve a cabo este domingo, en Cairo.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su "profunda alarma" por la violencia y deploró que civiles puedan haber muerto o resultado heridos debido a lo que llamó "el uso excesivo de la fuerza" de Israel.
Criticó, además, los "continuos ataques con cohetes por parte de militantes palestinos".
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, quien ocupa la presidencia rotativa de la Unión Europea, también pidió un inmediato cese el fuego.
Estados Unidos, un tradicional aliado de Israel que se ha estado esforzando por alcanzar una paz duradera en la región, instó al gobierno de ese país a hacer todo lo posible por proteger a las personas inocentes en Gaza y dijo que Hamas es responsable de haber reiniciado la violencia en Medio Oriente.


El plan B de los palestinos

(Por Matías Zibell )

En plenas negociaciones con Israel para alcanzar un estado independiente, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) creó una comisión de expertos para evaluar posibles escenarios si dichas negociaciones fracasan.
Una de los escenarios estudiados fue un cambio radical en las negociaciones. Si Israel no permite el establecimiento de un Estado palestino, la ANP podría comenzar a negociar la creación de un solo Estado para ambos pueblos, algo que ya anticipó semanas atrás Ahmed Qurei, ex primer ministro palestino.
BBC Mundo dialogó con uno de los integrantes de esta comisión, Mohamed Shtayyeh -presidente del Consejo Económico Palestino para el Desarrollo y la Reconstrucción- sobre la opción de un solo Estado, la posible disolución de la ANP o su total reforma.
Entrevista exclusiva con Saeb Erekat, el jefe negociador de la ANP

¿Por qué fue convocada esta comisión?
Nosotros hemos estado yendo en una sola dirección durante 17 años (desde la Cumbre de Madrid en 1991). Uno no puede seguir nadando en el mismo mar, hacia el mismo lugar, sin alguna red de protección.
Lo más importante es que esta comisión ha reunido a unos 40 especialistas que han analizado la situación actual desde ángulos muy diversos.
Hemos estudiado cuáles son los escenarios más favorables para nosotros y cuáles son los más favorables para Israel.
A su vez, hemos pensado cómo podemos evitar que los escenarios favorables para los israelíes sean posibles y cómo hacer posibles los nuestros.
Es la primera vez que un grupo de gente trata de ver a muy largo plazo qué dirección podemos tomar si y solo sí la situación actual colapsa completamente.
Cuando usted mencionaba que los palestinos han nadado en una sola dirección en los últimos 17 años ¿se refería a la solución de los dos Estados, uno israelí y uno palestino, conviviendo en paz uno al lado del otro?
No sólo eso. Nadar en una sola dirección incluye considerar a Estados Unidos como el único salvador del proceso de paz.
Segundo, pensar en las negociaciones de paz como la única salida. Tercero, basar estas negociaciones en la solución de los dos estados. Cuarto, creer que los palestinos no tienen otras opciones.
Yo creo que nosotros por ejemplo podemos nadar hacia Europa y no considerar a Washington el único garante del proceso de paz.
El único acuerdo bilateral que logramos alcanzar con Israel fue el acuerdo de Oslo en el que los estadounidenses no intervinieron en absoluto.
La intervención estadounidense nunca ha sido un factor positivo porque cuando ellos ponen presión, nunca presionan a Israel, siempre nos presionan a nosotros.
También podemos nadar en "nuestro propio lago" si logramos que sus aguas sean totalmente cristalinas, sin tanto barro, lo que significa "poner nuestra casa en orden"
Quiero volver a la hipótesis de un solo Estado compartido por ambos pueblos, algo a lo que se refirió días atrás el ex primer ministro palestino Ahmed Qurei.
¿Ustedes realmente piensan abandonar la idea de los dos estados y buscar la integración de israelíes y palestinos en una sola nación?
La solución de un solo Estado es una ambición de todos nosotros, porque si Israel quiere considerar al asentamiento de Psagot (lo señala a través de la ventana de su oficina) tan importante como Tel Aviv, entonces para mí Jaffa se vuelve tan importante como Ramala.
Segundo, si Israel trabaja cada día por terminar con la solución de un solo Estado, con más asentamientos de colonos, con mayor confiscación de tierras, con la incorporación de la infraestructura de Cisjordania -agua, electricidad, caminos- en su provecho.

Si no reconocen las fronteras de 1967 como la frontera internacional entre Palestina e Israel, entonces la única solución posible es la de un solo Estado.
¿Ustedes saben que Israel nunca aceptará esta solución?
Sí, lo sabemos.
Entonces lo que hizo Qurei no fue plantear una alternativa sino plasmar una amenaza.
No, no es una amenaza, Israel tiene que saber que no es una amenaza, es una alternativa posible, porque si ellos no quiere el establecimiento de un estado palestinos independiente entonces sólo quedan dos escenarios:
El escenario sudafricano durante el apartheid, lo cual no es factible porque entonces la lucha continuaría, o la opción de un solo Estado, binacional o democrático.
El objetivo primario de la Autoridad Nacional Palestina fue crear un Estado palestino independiente. Si esa opción desparece entonces tendría que desaparecer también la ANP.
El nombre oficial de la ANP es Autoridad Interina del Gobierno Autónomo Palestino (PISGA por sus siglas en inglés). La "i" de interina es la letra más importante.


Nosotros estábamos bajo ocupación, el acuerdo de Oslo nos llevó a una situación interina y de aquí se suponía que pasaríamos a la independencia, pero esta administración interina nos ha llevado nuevamente a la ocupación.
Porque en los últimos años Israel ha regresado a las ciudades, ha reocupado el área A y sigue en control de las fronteras.
La ANP no es más que una municipalidad nacional que provee servicios gracias al dinero de los donantes internacionales, sin ese dinero todo colapsa.
Actualmente la Autoridad Palestina no ofrece seguridad ni soberanía -no en Cisjordania, no en Gaza- pero aún quedan opciones antes de la hipótesis de la disolución.
La ANP es el brazo político y legal de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Esta organización puede decir "vuelvo a tomar el control de la situación" y entonces todos los acuerdos entre la ANP e Israel terminan.
O uno puede declarar a la ANP como un órgano nacional de resistencia y permitir que Abu Mazen (Mahmoud Abbas) lidere una manifestación en Bil'in o en el puesto de control israelí de Calandia, como lo hacíamos antes de convertirnos en gobierno.
Antes de ser ministro yo participaba en manifestaciones contra la ocupación. Podemos dejar de ser sólo un proveedor de servicios y convertirnos en un órgano de resistencia pasiva.
Si lo que ustedes quieren es un Estado único, ¿por qué no disuelven la Autoridad Nacional Palestina hoy mismo y dejan que Israel se haga cargo de Gaza y Cisjordania?
No, la ANP no es un favor que alguien nos dio. La ANP fue establecida tras 50 años de lucha y sacrificio y es un logro para nuestra gente. No es algo que Israel no regaló como un pedazo de chocolate.
Uno puede redefinirla, reformarla, otorgarle nuevas funciones, pero uno no deserta, no se vuelve a su casa. Si uno vuelve a su casa está vencido.
En mi última pregunta quiero regresar a su primera respuesta. ¿Cuáles son los escenarios favorables para Israel y para la ANP que ustedes evaluaron en la comisión?
Para nosotros lo más importante es alcanzar por medios pacíficos un estado palestino. Si esto no es posible, podemos evaluar otros escenarios.
Como ya dije, una alternativa posible es redefinir la ANP. Otra posibilidad es ir por la solución de un estado y esto no es una amenaza, es una opción real.
Otro escenario es llamar a una fuerza internacional para que se haga cargo de los territorios palestinos como parte de un acuerdo interino.
Si Israel está preocupado por su seguridad estos cuerpos de paz internacionales pueden ser una garantía para la seguridad de la región.



Los escenarios favorables para Israel son, primero, colocar a todos los palestinos en camiones y trasladarlos al desierto.
Segundo, la "jordanización" de Palestina. Lograr que los palestinos se muden y levanten su estado en otra parte.
Tercero, que Jordania vuelva a hacerse cargo de Cisjordania y Egipto de la Franja de Gaza como solía ser antes de 1967.
Por último, continuar con el status quo, lo que constituye una opción explosiva. Nosotros tenemos el poder de evitar que esto ocurra.
¿Ustedes tienen el poder de evitar esto? Divididos como están.
Claro que la división nos ha vuelto más débiles pero eso no significa que nos vayamos a rendir.
Mire cada uno de las opciones. La comunidad internacional no va a permitir que Israel nos expulse.
Si Israel quiere invitar a Egipto o a Jordania para que regresen esto no va a ocurrir porque las relaciones entre los palestinos y los jordanos y los egipcios son excelentes y ellos no aceptarían esa invitación.
Las opciones de Israel no son posibles, las nuestras sí. Nosotros podemos redefinir la ANP y los israelíes no pueden hacer nada para evitarlo. Nos pueden encerrar a todos pero no lograrán detenernos.
Si nosotros sentimos que no podemos alcanzar un estado palestino pues bien, dejamos de negociar por un estado palestino y negociamos por otro escenario.
Esta entrevista es parte de una serie que BBC Mundo les estará ofreciendo sobre el estado del proceso de paz en el Medio Oriente en vísperas del aniversario de la cumbre de Annapolis y el final del mandato de tres de sus protagonistas: el israelí Ehud Olmert, el estadounidense George W. Bush y el palestino Mahmoud Abbas.


El plan B de los colonos

El actual gobierno israelí tiene el declarado objetivo de continuar negociando con la Autoridad Nacional Palestina hasta el logro de un acuerdo de paz.
Esta posición del hoy primer ministro de transición Ehud Olmert, es la misma que la de la nueva jefa del partido oficialista -Kadima-, la canciller Tzipi Livni, quien podría llegar a convertirse en la próxima premier.
Pero la pregunta es qué pasa en el terreno y si acaso alguien está preparando un plan alternativo.
Las propias autoridades toman en cuenta que existe la posibilidad que no se logre un acuerdo y que en determinado momento vuelva a haber un estallido masivo de violencia.
Lo harán imposible
Por las dudas, quienes se oponen a un acuerdo están tomando medidas concretas para garantizar que si se logra un acuerdo con los palestinos que implique el fin de asentamientos, éste no se pueda implementar.
Ello, partiendo de la base que un acuerdo incluiría la creación de un Estado palestino y la evacuación de no pocos ciudadanos israelíes de los asentamientos en los que viven en Cisjordania (Judea y Samaria en términos bíblicos).
La intención del liderazgo de la población judía en los territorios en los que sería creado el Estado palestino es crear una situación tal en el terreno que sea totalmente imposible poner en práctica un desalojo masivo.
A ojos de este sector, la explicación es clara: se trata de territorios "prometidos por Dios al pueblo de Israel", de "las raíces del pueblo judío" y esas zonas, no pueden ser abandonadas.



Con cedula palestina

Cabe aclarar que todos nuestros entrevistados comienzan señalando que hoy lo que cuenta es trabajar para que un acuerdo que incluya su evacuación no pueda ser firmado o, al menos, implementado.
Dani Dayan, jefe del Consejo Yesha -el ente oficial representativo de la población judía de los asentamientos- aclara de antemano que "es cada vez menos probable que se cree el Estado palestino en Judea y Samaria, porque se comprende que ello es un golpe estratégico para Israel".
"Si el gobierno tomara una decisión así, a pesar de todo, ordenando la evacuación de toda nuestra gente, eso sería fatal para la sociedad israelí, quebraría su columna vertebral", recalca.
La pregunta que BBC Mundo planteó a varios de los líderes de los asentamientos es si acaso, con tal de no dejar la tierra que consideran sagrada, estarían dispuestos inclusive a vivir bajo gobierno palestino.
Dayan es terminante: "No, nosotros estamos en Judea y Samaria, pero como parte de Israel. No tiene ningún sentido vivir bajo la Autoridad Palestina".
Y aclara que él, no puede distinguir "entre la tierra y el Estado".
Cuestión de prioridades
Pero hay otros que sí lo hacen, en forma tajante y categórica.
"Si el Estado de Israel se va de la tierra de Israel, nosotros nos quedamos. Eso está clarísimo", le dijo a BBC Mundo Elyakim Haetzni de 82 años, uno de los más veteranos líderes de la población judía en la zona de Hebrón, residente desde 1972 en el asentamiento de Kiriat Arba.
"Nosotros no vivimos en el Estado, sino en la tierra", dice Haetzni, comentando que "el término tierra de Israel parece ya no existir en el vocabulario del gobierno".
No oculta que si se hallara fuera de los marcos del estado judío, ello le afectaría, pero tiene claro cuáles son sus prioridades.
"Claro que es una tragedia, pero no nos afecta en lo personal, porque nosotros nos quedamos acá. No hay ser judío sin la tierra de Israel", afirma Elyakim Haetzni.
A corta distancia de su casa, vive Noam Arnon de 53 años, desde hace más de una década portavoz de la comunidad judía de Hebrón.
Reside en uno de los puntos de mayor potencial explosivo entre judíos y árabes, convencido de que ese es el lugar del origen de la historia judía y por ende, "la razón misma de la existencia de Israel".
"Los judíos no saldrán en vida de Hebrón", dice utilizando una frase que en hebreo suena claramente a doble sentido intencional: no saldrán nunca y no saldrán con vida por su propia voluntad.
Preguntamos si quiere decir que saldrán sólo muertos y él trata de evitar la palabra. Opta por afirmar que "no vinimos aquí para permitir salida y expulsión de judíos".

Pero en caso que sí llegue el momento y deba elegir, Noam Arnon no tiene problema: "Claro que me quedo aún bajo soberanía palestina. Los judíos vivieron aquí bajo gobierno turco, mameluco, también árabe: los judíos siempre estuvieron aquí".
No quita valor a la importancia de vivir bajo un gobierno judío, en el marco del Estado judío, pero considera que si ello cambia, la responsabilidad sería del gobierno, no de la población judía en la zona.
"Claro que vinimos con el anhelo del que el Estado de Israel concrete la aspiración histórica del pueblo judío de asentarse en la tierra de Israel, pero si el Estado se convierte en enemigo de la tierra de Israel e impone destrucción a la tierra de Israel histórica, ya no pertenecemos a él", sostiene.
"Jamás me iré"
Lo mismo piensa Daniela Weiss de 63 años, hasta hace poco Jefa del Consejo Regional Kedumim. Hoy, como miembro del Movimiento de Fieles de la Tierra de Israel, sostiene que jamás se irá de su casa.
"Todos mis descendientes, cuatro hijas y por ahora 14 nietos, están en los asentamientos de la zona y son firmes defensores de la tierra de Israel. De aquí no nos moveremos en absoluto. No entraremos en ningún tipo de negociaciones con el gobierno sobre nada".
Por las dudas, reitera: "Nos quedamos aquí en cualquier situación".
Le preguntamos a Weiss si eso significa, necesariamente, buscar conflicto con la Autoridad Palestina. Ella opta por responder con cierto cinismo.
"No entiendo la lógica de la pregunta. Si nos quedamos bajo otro gobierno en la nueva situación, será supuestamente porque se logró un acuerdo de paz. Entonces ¿por qué deberá haber un enfrentamiento?".
Según su lógica, sería inconcebible "que se firme la paz con alguien violento, con un enemigo futuro, ya que se la firma sólo con un enemigo del pasado"
¿Desprotegidos?
Weiss ni siquiera dice si en caso que quede bajo gobierno palestino, exigiría protección de Israel.
"No me ocupo de eso. Creo que la fortaleza de controlar la tierra transmite algo muy firme. Lo veo en las relaciones con los vecinos árabes de acá. No hay ningún problema cuando cada uno sabe cuál es su lugar".
Noam Arnon hace una aclaración diferente. Desde Hebrón, él si sostiene que "habría que encontrar un arreglo que permita que se nos proteja. Aún si estamos fuera del Estado, pero si eso no se logra, pues no".
Y agrega de inmediato: "Lo único que deben saber es que los judíos de Hebrón, esta vez, si son atacados, no actuarán como en la masacre de 1929, sino que se defenderán".
Quien trata de no entrar siquiera en detalles sobre todo esto es justamente uno de los máximos y más veteranos líderes de la población judía en los asentamientos, Beni Katzover. Hoy es el Jefe del Comité de Poblados de Samaria.
Explica a BBC Mundo que "formamos este grupo para organizarnos e impedir que alguien crea que nos pueden sacar de aquí".
No parece proclive a decir explícitamente que se quedaría aún bajo gobierno palestino, pero lo plantea de otra forma: "Si el Estado abandona la tierra de Israel, tendremos que organizarnos de alguna forma independiente para seguir viviendo donde estamos, porque esto es Israel".
Segunda vuelta
Entre quienes se organizan para impedir que se repita en Cisjordania lo que sucedió en la Franja de Gaza -la desconexión- también hay gente que ya vivió la etapa anterior y jura que esta vez, no habrá un segundo capítulo.


Entre ellos está Yosi Dagan de 28 años, ayudante del jefe del Consejo Regional Samaria. "Yo ya fui expulsado de mi casa el norte de Samaria y te aseguro que ahora estamos trabajando para que esto no se repita", le dice a BBC Mundo.
Y ante la pregunta de si a fin de permanecer en la tierra que considera sagrada, la cuna de Israel, aceptaría inclusive vivir bajo gobierno palestino, responde: "Sin duda vivir bajo régimen asesino de Hamas o bajo la Autoridad Palestina de Abu Mazen suena como algo totalmente imaginario. Ahora debemos concentrarnos en impedir que eso sea posible".
El momento de la verdad, sea como sea, no parece estar demasiado cerca.
Lo claro, ya ahora, es que si se llega a dar la orden de desalojar asentamientos en Cisjordania, en el marco de un acuerdo con los palestinos, las escenas muy probablemente serán otras, no las vividas cuando la retirada de Gush Katif en la Franja de Gaza.
Aquí, afirma la gente en la calle, no se verá sólo enojo y dolor, sino mucho más.
"La guerra cultural es entre los que ven como su prioridad el Estado y los que la ven como la tierra", nos dice Elyakim Haetzni desde Kiriat Arba.
Y ante la pregunta si eso necesariamente significa otra guerra, más conflicto, o si quizás se pueda vivir en paz, responde: "No sé qué pasará en 500 años, pero en la generación de mis hijos y nietos, no veo una dinámica que lo haga posible".

Cronología del Proceso de Paz


30 de octubre de 1991

Conferencia de Paz para Oriente Próximo, Madrid
Esta conferencia tuvo lugar ocho meses después de la Guerra del Golfo de 1991. Patrocinada por EUA y Rusia con la presencia de los principales dirigentes de los países árabes, los líderes palestinos de los territorios ocupados (la OLP no estaba representada oficialmente) y el primer ministro israelí Yitzhak Shamir. Los representantes palestinos estuvieron presententes formando parte de la Delegación jordana. A pesar de que los representantes palestinos no eran miembros formales de la OLP, era ésta la que conducía a los representantes palestinos. Esta conferencia estableció las bases, las condiciones y el calendario para las futuras negociaciones (bilaterales y multilaterales), e inauguró el principio de "paz por territorios". Como consecuencia de la conferencia de Madrid, las conversaciones se establecieron de dos formas: un conjunto de conversaciones bilaterales (conversaciones directas entre los países afectados, es decir, Israel-Siria, Israel-Líbano, Israel-Delegación jordano-palestina) y unos grupo de trabajo multilateral. Los grupo de trabajo multilateral se crearon en torno a diferentes temas: control de armamento y seguridad regional, desarrollo económico regional, agua, medioambiente y refugiados.

Unp de los elementos negativos que se pueden extraer de la conferencia de Madrid fue el hecho de que el esquema de la negociación y de todo el proceso se pactara sin la participación y supervisión internacional de las Naciones Unidas. Este papel fue atribuido exclusivamente a Estados Unidos. Así pues, el proceso de paz nació sin el marco legal de referencia del conflicto, es decir, el conjunto de resoluciones de las Naciones Unidas (ved Documentos). Las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad (ved Documentos) se tomaron como punto de partida y no como un mínimo incuestionable a cumplir por ambas partes. La ausencia de Naciones Unidas en el proceso dejó las negociaciones en manos de la correlación de fuerzas de las partes, extremadamente desiguales. Este hecho determinará la dinámica del proceso de paz.

9 de septiembre de 1993

Reconocimiento mutuo entre Israel y la OLP
Este hecho se produjo un año después de la victoria del partido laborista en las elecciones israelís (23 de junio de 1992). Yasser Arafat reconoció el derecho a existir al Estado de Israell y Yitzhak Rabin, por su parte, aceptó a la OLP como representante del pueblo palestino. Este reconocimiento mutuo tuvo lugar unos días antes de la firma de la Declaración de Principios (Oslo I) en Washington.

13 de septiembre de 1993
Acuerdos de Oslo. Declaración de Principios sobre los acuerdos provisionales de la autonomía palestina.
Después de muchos meses de negociaciones secretas propiciadas por el Gobierno de Noruega, el 20 de agosto de 1993, las delegaciones israelí y la jordano-palestina (OLP) llegaron a un Acuerdo (conocido por el nombre de Oslo I), por el cual se abrían las puertas al reconocimiento del Estado de Israel, a la autonomía de Cisjordania y Gaza, y al futuro estatuto de Jerusalén. Este documento regula las relaciones entre las dos partes durante el período provisional de cinco años. Durante estos cinco años se tenían que negociar.

4 de mayo de 1994

Acuerdo para la autonomía de Gaza y Jericó o Acuerdo de El Cairo
Este Acuerdo significó la definitiva puesta en marcha de la Autonomía Palestina (AP) para Gaza el área de Jericó. Mediante este Acuerdo quedó establecida la dimensión del área de Jericó y la parte de la franja de Gaza que pasaría a manos palestinas (que finalmente supuso un 40 %). También se acordó el reparto de las competencias entre palestinos e israelís. La jurisdicción del organismo autónomo incluía la tierra, el subsuelo y las aguas territoriales. Por el contrario, la jurisdicción de la autonomía palestina no incluyó ni las áreas de repliegue israelí (instalaciones militares y asentamientos), ni los ciudadanos israelís. También quedó limitada la capacidad del organismo autónomo en el campo de las relaciones exteriores (incapacidad de recibir o enviar misiones). Sin embargo, el Acuerdo habilita al organismo autónomo palestino para establecer acuerdos económicos, de asistencia, culturales, educacionales y científicos, y a implementar los planes de desarrollo regional en su jurisdicción. Por otra parte, este documento especifica la capacidad y la forma de los poderes ejecutivo y legislattivo de la autonomía. También explicita las bases y las condiciones para la creación de una policía palestina. Ésta tendrá fuertes restricciones en su actuación, pero sobre todo por lo que respecta a la adquisición y uso de armas de fuego.



26 de octubre de 1994

Tratado de paz entre el Estado de Israel y el Reino de Jordania
Con este Tratado, Jordania se convierte en el segundo país árabe que reconocía Israel (el primero fue Egipto, después de los acuerdos de Camp David). Sólo un mes después del Acuerdo, Israel y Jordania establecieron las relaciones diplomáticas. En este Acuerdo, se dirimieron cuestiones como las relaciones bilaterales y diplomáticas, la cuestión del agua (uno de los issues centrales en el proceso de paz), las relaciones económicas, la cuestión de los refugiados y desplazados, la libertad de navegación y el acceso a los puertos. También se acordaron las fronteras definitivas entre todos dos países, tanto en la ribera del Jordano como en el mar Muerto y en el golfo de Aqaba (recordamos que el control del estrecho de Tirán, único acceso israelí al mar Muerto, en el golfo de Aqaba (ver MAPA) contribuyó a contribuir al estallido de dos guerra (ver Aproximación histórica).

29 de agosto de 1995

Acuerdo preparatorio para la transferencia de poderes y responsabilidades
Este Acuerdo establece las maneras de coordinación y el mecanismo de transferencia de poder en las esferas acordadas. Estas esferas son: educación y cultura, salud, bienestar social, turismo, los impuestos directos y el impuesto sobre el valor añadido de la producción local. También deja claro que esta transferencia e poderes, en ningún caso hace referencia ni a Jerusalén, ni a los asentamientos, ni a las instalaciones militares israelís. Respecto al poder legislativo de la autoridad palestina, el Acuerdo obliga a que cualquier ley, decreto o provisión sea comunicada a Israel. Éste tendrá 30 días para notificar sus objeciones al texto, pasado este período de tiempo la ley entrará en vigor. Si Israel se opone al texto, éste tendrá que ser revisado por el Subcomité Legislativo (Legislation Subcommittee, órgano formado por las dos partes). El Subcomité Legislativo (Legislation Subcommittee) fue creado por el Acuerdo de autonomía de Gaza y Jericó (4 de mayo de 1994). Se este Subcomité nno llega a una solución en 30 días, la cuestión pasará al Comité de Coordinació Conjunta (Joint Liaison Committee). Este comité conjunto quedó reflejado en Oslo I (Declaración de Principios sobre los acuerdos provisionales de la autonomía palestina, del 13 de septiembre de 1993). Fue creado para resolver las disputas y la coordinación en ámbitos de interés común.



28 de septiembre de 1995

Oslo II o Acuerdo de Taba. Acuerdo provisional para Cisjordania y la franja de Gaza
Mediante este Acuerdo se regulaba y se extendía el régimen de autonomía en Cisjordania. Recordemos que Oslo I sólo hacía referencia a la franja de Gaza y la zona de Jericó. Según este Acuerdo, Cisjordania (excepto el municipio de Jerusalén) quedó dividida en tres zonas -zonas de tipo A, B y C. El Acuerdo estableció que las zonas de tipo A quedarían totalmente bajo control de la autoridad palestina. Las zonas de tipo A comprendían Jericó y todas las ciudades palestinas importantes (Jénine, Nabulus, Tulkarem, Kalkilya, Ram Al·lah, Betlem y Hebrón). Las zonas de tipo B serían aquellas donde el control de la AP no sería total. La AP sólo tendría el control de los municipios, pero el Ejército israelí tendría la potestad de entrar y actuar para reprimir el terrorismo. Las zonas de tipo B de Cisjordania están formadas por una docena de regiones rurales y todas las ciudades pequeñas de población palestina. El conjunto de las zonas A y B con apenas ocupan el 30% del territorio, pero concentran el 90% de la población palestina de Cisjordania. Las zonas de tipo C serían aquellas que quedarían totalmente bajo control israelí. Este territorio comprende el 70% de Cisjordania (las mejores tierras, toda la ribera oeste del río Jordano y el mar Muerto), y comprende todas las colonias judías. El resultado de esta división es que las zonas bajo control palestino (A y B) quedan aisladas y ni siquiera tienen continuidad territorial. Todas las zonas palestinas quedan rodeadas por enclaves israelís con presencia del Ejército. La primera retirada del Ejército israelí (zonas A) se produjeron en diciembre de 1995, pero no fue completa. Los problemas sugieron en la ciudad de Hebrón. Un grupo de judíos ultraortodoxos en el centro de la ciudad de la ciudad retrasó esta salida hasta el 19 de enero de 1997.

26 de abril de 1996

Acuerdo de alto el fuego entre Israel y el Líbano

18 de enero de 1997

Protocolo para el redespliegue en Hebrón
Mediante este Acuerdo, ya bajo el mandato del primer ministro Netanyahu, se produjo la retirada israelí de la ciudad de Hebrón (un año más tarde de lo que preveía Oslo II). Pero esta retirada no fue total. El Ejército israelí sólo se retiró del 80% de la ciudad. Esto provocó la división de la ciudad en dos. Este Acuerdo sólo supuso el primer de los tres repliegues previstos en Oslo II. . (MAPA)

23 de octubre de 1998

Acuerdo de Wye Plantation
Las conversaciones de Wye en octubre de 1998 tenían el objetivo de desbloquear el proceso de implementación del repliegue israelí en Cisjordania previsto en Oslo II. Una vez más, Israel jugó la carta de la inseguridad para bloquear el proceso. Israel se negó a ceder más territorio amparándose en su percepción de que la AP no controlaba de forma suficiente a los grupos violentos. Finalmente, se llegó a un Acuerdo muy forzado por Bill Clinton. Mediante este Acuerdo, Israel se comprometió a ceder el 13 % (zona de tipo C), es decir, a lo que ya estaba obligado por el Acuerdo interino (Oslo II). De este 13% (C), un 1% tenía que pasar a zona de tipo A, y el 12% restante a zona de tipo B. A cambio, la AP aceptaba la supervisión de EUA en la lucha contra los grupos y actor violentos. Para esta tarea, el Acuerdo de Wye establece la creación de un Comité EUA-palestino, y un Comité tripartito EUA-israelí-palestino. Según el Memorándum de Wye River, el timing para su aplicación quedó estipulado en 3 meses (al final de enero de 1999). . Mapa zonas A y B.

5 de octubre de 1999

Protocolo referente al paso seguro entre Cisjordania y la Franja de Gaza

4 de septiembre de 1999

Memorándum de Sharm el-Sheikh
Mediante este acuerdo las dos partes, el Estado de Israel y la Organización para la Liberación de Palestina, se comprometieron a implementar todos los acuerdos firmados desde septiembre de 1993 (reconocimiento mutuo y acuerdos de Oslo). También profundizaron sobre los diversos temas pendientes: negociaciones respecto al estatus final permanente de los territorios ocupados, despliegue israelí y extensión del territorio y responsabilidades de la Autoridad Palestina, liberación de prisioneros, el puerto marítimo de Gaza, la comunicación terrestre entre Gaza y Cisjordania, la ciudad de Hebrón, seguridad, etc.

Para el que hace a la negociación del Estatus permanente, ambas partes se comprometen a reprender los contactos en los términos acordados en la agenda y de forma fluída, para llegar a un acuerdo final antes de cinco meses desde la represa de los contactos (que formalmente se reprendieron en septiembre de 1999). En el texto del acuerdo ambas partes afirman entender que la negociación ha de llevar a la implementación de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La delegación palestina, pero, reconoció que también será necesario cumplir las resoluciones 194 (1948) de la Asamblea General de las Naciones Unidas (retorno de los refugiados) y 465 (1980) del Consejo de Seguridad (desmantelamiento de los asentamientos judíos de los territorios ocupados) para llegar a una solución satisfactoria. El Acuerdo para el estatus permanente habría de llegar, según lo establecido al documento y los acontecimientos (1a y 2a de las nuevas fases del despliegue finalizadas en marzo de 2000), durante el mes de septiembre del año 2000. Que se llegue a un acuerdo dependerá de las mismas negociaciones y de la estabilidad del Gobierno israelí de Ehud Barak.

Para el que hace proceso de despliegue israelí en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, el acuerdo prevé la puesta en marcha de tres nuevas fases:

- 5 de septiembre de 1999: transferencia de un 7 % de zona C a zona B.

- 15 de noviembre de 1999: transferencia de un 2 % de zona B a zona A; un 3 % de zona C a zona B.


- 20 de enero de 1999: transferencia de un 1 % de zona C a zona A; un 5,1 % de zona B a zona A. .

Como resultado de los dos primeros despliegues, finalizados durante el mes de marzo de 2000, el 18 % del territorio de Cisjordania es actualmente zona A y el 21 % zona B. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores isaraelí (18 de junio de 2000), el 40 % del territorio de Cisjordania está bajo control de la Autoridad (Nacional) Palestina.

Para el que hace a los prisioneros, ambas partes se comprometieron a poner en marcha un comité conjunto para solucionar y supervisar el cumplimiento del acuerdo. Israel se comprometía a liberar a todos los presos palestins que cometieron delitos antes del 13 de setembre de 1993 y que fueron detenidos antes del 4 de mayo de 1994. La primera fase quedó fijada para el 5 de septiembre de 1999 (200 presos) y la segunda, para el 8 de octubre de 1999 (150 prisioneros. Asimismo, Israel se comprometió a intentar liberar a todos los presos palestinos antes del siguiente Ramadán (diciembre de 1999).

Para el que hace a la construcció del puerto marítimo de Gaza, los israelíes aceptaron que la Autoridad Palestina comience las obras el día 1 de octubre de 1999. También acordaron que no estaría abierto al funcionamiento hasta que viera la luz un protocolo que definiera los aspectos de su uncionamiento, incluida la seguridad y el control de movimiento de mercaderías y personas.

En este acuerdo también se habló de la ciudad de Hebrón (compromiso para la revisión de la situación de la Tumba de los Patriarcas -Al Haram Al Ibrahinmi--, y para la apertura de la carretera de Shusada a los vehículos palestinos), y de la seguridad. En este último punto, la Autoridad Palestina se comprometió a implementar todas las obligaciones de los acuerdos previos, pero especialmente las que se derivan del Memorándum de Wye Plantation (confiscación de armas ilegales o no controladas en los territorios bajo su control o zonas A i B, la detención de sospechosos y la confección de la lista de nombres de los miembros de la policía palestina). Al mismo tiempo, ambas partes se comprometieron a no hacer ningún paso para modificar el actual estatus de Cisjordania y la Franja de Gaza, en la espera de las negociaciones sobre el Estatus Permanente. Mapa referente a la siatución en Cisjordania en enero de 2000.

25 de Julio de 2000

Comunicadot Trilateral (Camp David) (en inglés).

23 de diciembre de 2000

Propuesta Clinton, conocida como los parámetros de Clinton. (en inglés).

Enero de 2001

Informe-resumen de la Unión Europea sobre las conversaciones de TABA , preparado por Miguel Ángel Moratinos, Representante Especial de la UE en el Proceso de Paz en Oriente Próximo (en inglés)

26 de abril de 2001

Propuesta de Jordania y Egipto (en inglés)

6 de mayo de 2001

Informe Mitchell
El Informe Mitchell es el resultado del mandato del Presidente Clinton (octubre de 2000) a una comisión de expertos, encabezada por el senador norteamericano George J. Mitchell, para que estudiasen la situación de violencia generada en Israel y en los territorios ocupados, sus causas y las posibles salidas. Este informe describe la situación creada por la denominada "Intifada de Al-Aqsa", inaugurada a partir de la visita de Ariel Sharom a la explanada de las Mezquitas, y cuales son los pasos a seguir por las dos partes para detener la violencia, construir de nuevo la confianza entre los interlocutores y retomar las conversaciones de paz. El informe evita en todo momento responsabilizar a Israel y la visita de Sharom a la explanada de las Mezquitas, como detonante de la violencia. Como contrapartida también admite que la nueva intifada es una reacción no planificada desde la Autoridad Palestina. En este sentido, más que un informe, el escrito parece una declaración pactada. El informe trata de desglosar los pasos necesarios para retomar la vía de la negociación. En una primera fase, deben tomarse medidas para poner fin a la violencia, para a continuación sentar las bases de una nueva confianza mutua. En una tercera y última fase el informe hace una serie de recomendaciones a las partes con el objeto de retomar las negociaciones. A la Autoridad Palestina le reclama una total firmeza en la lucha contra el terrorismo proveniente del lado palestino, y la reanudación de la cooperación en materia de seguridad con Israel y los supervisores de los EEUU (la CIA). Esa cooperación debe transformarse en un mayor control de los grupos radicales y de los palestinos que van a trabajar a Israel, y evitar así, la proliferación de atentados suicidas en territorio israelí. Por otro lado, el informe recomienda al gobierno israelí la puesta en marcha de varias medidas. En primer lugar, detener toda construcción de nuevos asentamientos de población o ampliación de los ya existentes en los territorios ocupados, ni siquiera para hacer frente al crecimiento demográfico. Una de las excusas habituales del gobierno israelí es que la ampliación de los asentamientos responde únicamente a la necesidad de hacer frente al crecimiento de la población. En segundo lugar, que Israel devuelva sus efectivos militares a las posiciones que ocupaba antes del 28 de septiembre de 2000. El informe también recomienda a Israel que ponga fin a la política de cierre de territorios, que no permite acudir a trabajar a un importante número de palestinos, aumentando si cabe la crisis económica que padecen los territorios ocupados. Por último, el informe recomienda a Israel que responda de manera proporcionada a las provocaciones y a los disparos que provengan de zonas palestinas, y a ser posible que utilice armas no-letales. Recomendamos la lectura del documento, que en algunas afirmaciones realiza verdaderas acrobacias verbales para evitar hacer acusaciones obvias a alguna de las partes.

Marzo de 2002

La iniciativa de Paz Árabe (Plan saudí, Beirut),
Traducción del Observatori Solidaritat.
El Consejo de Estados Árabes reunidos en su 14ª sesión ordinaria, reafirmando la resolución tomada en junio de 1996 en la reunión extraordinaria del Cairo, en la que se reconocía que una paz justa y global en Oriente Medio, en el marco de la legalidad internacional, es una opción estratégica para los países árabes, y que requeriría un compromiso comparable por parte del estado de Israel.

Habiendo escuchado la intervención de su alteza real el Príncipe Abdullah bin Abdul Aziz, príncipe del Reino de Arabia Saudita, que ha presentado su iniciativa llamando a la retirada israelí de todos los territorios árabes que ocupa desde 1967, implementando así la las Resoluciones del Consejo de Seguridad Consejo de Seguridad 242 y 338 , reafirmando la Conferencia de Madrid de 1993 y el principio paz por territorios, y la aceptación por parte de Israel de un estado palestino in dependiente con capital en Jerusalén Este, a cambio del establecimiento de relaciones normales en un contexto de paz global con Israel.

Emanando de la convicción de los países árabes de que una solución militar al conflicto no alcanzará la paz ni procurará seguridad a las partes, el consejo:

1. Pide a Israel que reconsidere sus políticas y declare que una paz justa es un opción estratégica para el estado de Israel.

2. Además pide a Israel que lleve a cabo:

I. un retirada completa israelí de todos los territorios ocupados desde 1967, incluidos los Altos del Golán sirios, a las fronteras anteriores al 4 de junio de 1967, y de los territorios libaneses que aún ocupa en el sur del Líbano.
II. Llegar a una solución justa para el problema de los refugiados palestinos de acuerdo con la Asamblea General de las Naciones Unidas 194 (III).



III. La aceptación del establecimiento de un estado palestino soberano e independiente en los territorios ocupados des del 4 de junio de 1967, Cisjordania y la Franja de Gaza, con Jerusalén Este como capital.

3. Consecuentemente los países árabes se comprometen a lo siguiente:

I. a considerar finalizado el conflicto árabe-israelí, a firmar acuerdo de paz con Israel y a procurar seguridad para todos los estados de la región.
II. A normalizar las relaciones con Israel en el marco de una paz global.

4. Asegurar el rechazo a todas las formas de nacionalización que puedan comportar situaciones conflictivas con especial atención a las circunstancias de los países árabes receptores.

5. Llama también a Israel y a todos los israelíes a aceptar la iniciativa con el objetivo de salvaguardar las perspectivas de paz y cesar el derramamiento de sangre, permitiendo a los países árabes y a Israel vivir en paz y en buena vecindad y procurar a las nuevas generaciones un futuro con seguridad, estabilidad y prosperidad.

6. Invita a la Comunidad Internacional, a todos lo países y organizaciones a apoyar esta iniciativa.

7. Pide al presidente de la reunión la formación de un comité especial compuesto por algunos de sus miembros más directamente afectados y el Secretario General de la Liga Árabe para mantener los contactos necesarios para procurar apoyo a esta iniciativa a todos los niveles, particularmente a las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, los Estados Unidos, la Federación Rusa, los estados musulmanes y la Unión Europea.

Junio de 2002

Plan de 100 días para la Reforma del Gobierno de la Autoridad Palestina.

Diciembre de 2002

Road Map para la Promoción de una solución al conflicto palestino-israelí que contemple la creación de dos estados. Autoridad Palestina.

Abril 30 de 2003.

Mapa de Ruta para Oriente Medio (Middle Oest Road Map). Iniciativa del Cuarteto formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Naciones Unidas y Rusia que prevé la implementación de medidas recíprocas de confianza para poner fin a la violencia.

Junio 1de 2003.
14 objeciones israelíes (Ariel Sharom) al Mapa de Ruta para Oriente Medio (Middle Oest Road Map). Las 14 objeciones israelíes han sido denominadas y conformadas como una verdadra linea roja que la posición israelí no está dispuesta a cruzar.


Cronología del desalojo sionista de Palestina (1878-1949)

1878 Se crea en Palestina la primera colonia sionista. El Imperio Otomano controlaba entonces el conjunto del Oriente árabe hasta Túnez.

1892 El Gobierno otomano, preocupado por la penetración de judíos europeos, prohibe la adquisición de tierras a judíos no oriundos de Palestina.

1896 Theordor Herzl, el ideólogo del sionismo político, publica El Estado judío, en el que se defiende la creación de un Estado propio para la diáspora judía.

1897 Se celebra el Primer Congreso Sionista en Basilea (Suiza), donde se adopta un programa para la colonización de Palestina, tras rechazarse otras localizaciones en África y América Latina para el Estado judío. Se crea la Organización Sionista Mundial como plataforma del sionismo.

1916 Francia y Gran Bretaña firman en secreto el Acuerdo Sykes-Picot, que establece el reparto de Oriente Próximo entre ambas potencias coloniales previendo la derrota otomana al término de la Primera Guerra Mundial. Con ello, las potencias europeas traicionaban el compromiso con sus aliados árabes, a quienes habían garantizado el acceso a la independencia tras la retirada otomana del Oriente árabe.

1917 En carta dirigida por su ministro de Exteriores a Theordor Herlz, Gran Bretaña garantiza por medio de la Declaración Balfour el apoyo británico a la creación de un Hogar nacional judío en Palestina.

1919 Se reúne el Primer Congreso Nacional Palestino, en el que los delegados manifiestan su voluntad de que Palestina acceda a la independencia integrada en un futuro Estado árabe unificado.

1922 El 4 de junio comienza el Mandato británico sobre Palestina, que facilitará la penetración de judíos sionistas. Se inician los primeros enfrentamientos entre palestinos y británicos y judíos sionistas.

1936 Se crea el Alto Comité Palestino integrado por los cinco partidos políticos palestinos. Comienza la Gran Revuelta palestina contra los británicos, que se extenderá hasta 1939. Se organiza la primera huelga general palestina que llama a la desobediencia civil contra las autoridades británicas y al impago de impuestos. Durante la revuelta 55.000 palestinos fueron ejecutados por las fuerzas británicas

1942 Se celebra en Nueva York una Conferencia Sionista Internacional. Se inicia la activación de los grupos judíos norteamericanos a favor de los judíos sionistas en Palestina.

1947 Ante la inhibición de Gran Bretaña, incapaz de controlar los enfrentamientos entre sionistas y palestinos, Naciones Unidas aprueba con carácter de recomendación la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe, propuesta que es rechazada por los palestinos.

1948 El 14 de mayo se proclama unilateralmente la creación del Estado de Israel. Al día siguiente, la salida de las fuerzas británicas pone fin al Mandato de Gran Bretaña en Palestina. Se inicia la primera guerra árabe-israelí. La mitad de la población palestina se convierte en refugiada.

1949 A lo largo del año, el nuevo Estado de Israel firma los armisticios con los Estados árabes vecinos. Excepto la Franja de Gaza -que queda bajo control egipcio- y Cisjordania y Jerusalén Oriental -que quedan bajo administración jordana-, Israel incorpora el resto de los territorios de la Palestina histórica.


Breve cronología histórica

(Por Gaston Zambelli)

A modo de introducción, consideramos menester realizar una breve reseña histórica de la "Cuestión Palestina" con la finalidad de insertarnos en la cuestión que trataremos en el presente trabajo de investigación:

1) Antiguamente, Palestina, fue habitada por pueblos semitas.
2) En el año 1000 a.C., cuando las tribus de Israel llegaron a Palestina después de su cautiverio en Egipto, fueron unidas en un solo reino por el Rey David.
3) Alrededor del año 720 a.C., el reino de Israel fue destruido por los asirios.
4) En el 537 a.C., cuando Ciro, Rey de Persia, conquistó Babilonia, los judíos pudieron retornar a Palestina.
5) En el 332 a.C. quedaron los judíos sometidos a la dominación de los macedonios, y después de dicha dominación, tuvieron por al año 170 a. C un período de relativa independencia.
6) A principios del segundo siglo de la era cristiana, el Emperador Adriano prohibió que los judíos entraran en Jerusalén (comienzo de la dispersión de los judíos por todo el mundo).
7) Después de la partición del Imperio Romano en el año 400 d.C., Palestina quedó bajo el dominio de Bizancio hasta la conquista árabe en el año 637 d.C.[1]

El Imperio Turco

A fines del siglo XV, el Imperio Otomano se extendía desde el Éufrates hasta los Cárpatos y el Danubio. La base de la expansión turca se había asentado sobre tres pilares:
a) El espíritu expansionista islámico;
b) Los hábitos nómadas de los turcos;
c) El poderoso ejército con que contaban.

Durante el reinado del sucesor de Bayazid, Selim I, los otomanos se abstuvieron de atacar a los países europeos y, en cambio, avanzaron sobre África y Asia. Este sultán arrancó Armenia y parte de la Mesopotamia a Persia. Más tarde, se volvió contra las posesiones asiáticas de Egipto: Siria, las provincias árabes y Palestina. Finalmente, anexó el reino de Egipto, que por ese entonces era gobernado por los soberanos mamelucos. Todos estos territorios fueron incorporados al Imperio Otomano en calidad de provincias. [2]

La desintegración del Imperio Otomano

Al finalizar el siglo XIX, la "cuestión oriental" era una preocupación predominante de la diplomacia europea, ya que las grandes potencias maniobraban para establecer control o esferas de influencia sobre territorios del Imperio Otomano en decadencia. Así, pues, "la dinámica de la cuestión oriental se centraba en Europa" y la cuestión se resolvió finalmente por la derrota de Turquía en la Primera Guerra Mundial.

Cuando la guerra estaba en su momento más intenso y se veía con claridad la desintegración del Imperio Otomano, las potencias de la "entente" ya estaban negociando sobre sus ambiciones territoriales rivales. Las negociaciones celebradas en 1916 entre Gran Bretaña, Francia y Rusia, y en las que luego se incluyó Italia, condujeron al acuerdo secreto Sykes-Picot sobre la repartición de los territorios árabes otomanos entre las esferas de influencia de las potencias europeas.[3]



El acuerdo, hablaba específicamente del reconocimiento de un estado árabe independiente o una confederación de estados árabes. Esto era prueba de que se reconocían las realidades regionales, ya que la fuerza del nuevo nacionalismo árabe representaba un reto importante para el imperio supranacional otomano.

A continuación transcribimos un extracto correspondiente al "Convenio Sykes - Picot" del 16 de mayo de 1916.

"En consecuencia, los Gobiernos Francés y Británico convienen en lo siguiente:

1) Que Francia y Gran Bretaña están dispuestas a otorgar reconocimiento y protección a un Estado árabe independiente o a una Confederación de Estados árabes en las zonas (A) y (B) marcadas en el mapa adjunto, bajo la soberanía de un jefe árabe. Que Francia en la zona A y Gran Bretaña en la zona B tendrán derecho prioritario para el establecimiento de empresas y la concesión de créditos. Que Francia en la zona A y Gran Bretaña en la zona B tendrán facultades exclusivas para facilitar asesores o funcionarios extranjeros a petición del Estado árabe o de la Confederación de Estados árabes.

2) Que Francia en la zona azul y Gran Bretaña en la zona roja (ambas sin color en mapa adjunto) podrán establecer la administración o el control, directos o indirectos, que deseen y que consideren oportuno concertar con el Estado árabe o la Confederación de Estados árabes.

3) Que en la zona marrón (sin color en mapa adjunto) se establecerá una administración internacional, cuya forma se decidirá previa consulta con Rusia y ulteriormente en consulta con los demás Aliados con los representantes del Jerife de La Meca"

Entendimientos anglo-árabes sobre la independencia árabe

Durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña y sus aliados buscaron apoyo contra Alemania y su aliado, el Imperio Otomano. Como en esa época algunos dirigentes árabes deseaban la independencia de la dominación otomana, el resultado natural fue la colaboración anglo-árabe. El entendimiento al que se llegó en 1915 fue realizado entre:

a) El Jerife de La Meca, el cual actuaba como representante de los árabes.
b) Sir Henry McMahon, era el Alto Comisionado Británico en Egipto, que negociaba en nombre de Gran Bretaña.

Entre la correspondencia de ambos podemos aclarar que la postura del Jerife era que exigía inequívocamente la "independencia de los países árabes" y concretaba en detalle los límites de los territorios de que se trataba, en los que se incluía sin duda a Palestina..

Por otro lado McMachon confirmó que Gran Bretaña estaba dispuesta a reconocer y apoyar la independencia de los árabes en todas las regiones dentro de los límites exigidos por el Jerife de La Meca. Pero por más que estas garantías británicas de independencia para los árabes se hubieran expresado en términos inequívocos, la posición británica, desde el fin de la guerra, había sido excluir a Palestina.

McMahon había descrito la zona de que se trata como "porciones de Siria situadas al oeste de los distritos de Damasco, Homs, Hama y Aleppo"[4]. Esto parecería corresponder a las zonas costeras de la Siria actual, a primera vista, no parece abarcar a Palestina, que bajo el Imperio Otomano se aproximaba al Sanjak independiente de Jerusalén y los Sanjaks de Acre y Balga.

En relación a la correspondencia Husain-McMahon, podemos decir que los británicos hicieron un esfuerzo decidido para excluir determinadas zonas de los territorios que habían de lograr la independencia, basándose en que estaban en juego los intereses de la aliada: Francia.[5] Pero dicha controversia continuó hasta 1939, cuando el Gobierno británico admitió que en 1917 "no tenía libertad para disponer de Palestina".

En adición a ello, tal como hemos encontrado publicado en reiterados escritos del Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas el Profesor "Arnold J. Toynbee", que se ocupó de la cuestión palestina como miembro del Ministerio de Relaciones Exteriores británico escribió en 1968:

Según interpreto la correspondencia Husain - Mc Mahon, Palestina no había sido excluida por el Gobierno británico de la zona cuyo reconocimiento había prometido al Rey Hussein en la que apoyaría la independencia árabe. Por lo tanto, los árabes palestinos podían suponer razonablemente que Gran Bretaña estaba comprometida a preparar a Palestina para convertirse en un Estado árabe independiente...[6]



La Declaración de Balfour

Secretaría del Ministerio de Relaciones Exteriores
2 de Noviembre de 1917.

Estimado Lord Rothschild:
Me complazco en transmitir a usted, en nombre del Gobierno de Su Majestad Británica, la siguiente declaración de simpatía por las aspiraciones judías sionistas, cuyo texto ha sido sometido al Gabinete y aprobado por éste:
"El Gobierno de Su Majestad ve con beneplácito el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará cuanto esté en su poder para facilitar el logro de ese objetivo, quedando claramente entendido que no se tomará ninguna medida que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías de Palestina, o los derechos y la condición política de que gocen los judíos en cualquier otro país."

Agradeceré a usted se sirva poner esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista.

Atentamente,

Arthur James Balfour.

Su aplicación trajo como consecuencia la oposición y la rebelión árabe, lo que provocó dificultades interminables para la Potencia mandataria, incitando a la agresión mutua a británicos, judíos y árabes, y llevó finalmente a la partición y al problema que existe en la actualidad.

Dicha declaración fue consecuencia directa de un esfuerzo persistente de la Organización Sionista por establecer un Estado judío en Palestina,

Para contrarrestar las protestas árabes ante esta nueva política, una declaración anglo-francesa reiteró las promesas de total independencia para los árabes. La declaración del 7 de noviembre de 1918 aseguraba a los árabes "la emancipación completa y definitiva de los pueblos (árabes)... y el establecimiento de gobiernos y administraciones nacionales que deriven su autoridad de la iniciativa y la elección libre de las poblaciones autóctonas".

Pero, igualmente, a pesar de las seguridades ofrecidas en la declaración del 7 de noviembre, la historia posterior de Palestina iba a demostrar la poca importancia que se daba a los deseos de la mayoría de la población autóctona. Su tierra había sido prometida a otro pueblo por un gobierno extranjero que, en esa época, no tenía derecho de soberanía sobre Palestina. Al citar esos factores, varios autores han afirmado que la Declaración Balfour no tenía efecto obligatorio o jurídico más allá de constituir una declaración de las intenciones de un gobierno.

Los sionistas quienes establecieron permanentemente vínculos con los dirigentes británicos, como Lloyd George, quien sería futuro Primer Ministro, Arthur Balfour, Herbert Samuel, futuro Alto Comisionado de Palestina, entre otros, hicieron permanentemente hincapié en las ventajas estratégicas que representaba para Gran Bretaña un Estado judío en Palestina como el de tener allí un millón de judíos, o tal vez más, que constituirían una salvaguardia muy eficaz para el Canal de Suez.

En realidad, antes de la publicación de la declaración transcripta anteriormente, el Gobierno británico y el Movimiento Sionista intercambiaron y examinaron varios proyectos (seis), obteniendo el consentimiento de los Estados Unidos antes de que el Secretario de Relaciones Exteriores británico publicara el texto definitivo en Noviembre de 1917.


El Mandato de la Sociedad de las Naciones sobre Palestina

La Sociedad de las Naciones, concebida para responder al orden predominante, adoptó el concepto de mandatos, que constituía una innovación en el sistema internacional, como una manera de conciliar las exigencias de la era colonial con la necesidad política y moral de reconocer los derechos de los colonizados.

El artículo 22 del Pacto, estableció el sistema de mandatos, fundado en el concepto de que el desarrollo de esos territorios bajo la "tutela de las naciones más adelantadas" constituía "una misión sagrada de la civilización". El grado de tutela dependería del grado de madurez política del territorio interesado. Se clasificaría a los más desarrollados como mandatos "A", a los menos desarrollados como "B" y a los más atrasados como "C".

No podía sino reconocerse el carácter de los pueblos árabes, que eran herederos de una civilización antigua y adelantada, y el texto de las cláusulas aplicadas directamente a los territorios árabes como mandato de la clase "A" es el siguiente:

Ciertas comunidades que pertenecieron en otro tiempo al Imperio Otomano han alcanzado un grado de desenvolvimiento tal, que su existencia como naciones independientes puede ser reconocida provisionalmente a condición de que la ayuda y los consejos de un mandatario guíen su administración hasta el momento en que sean capaces de dirigirse por sí mismos. Para la elección de mandatario se tendrán en cuenta, en primer término, los deseos de dichas comunidades.



La asignación de los territorios árabes

Los tratados de Versalles y Lausana contenían disposiciones explícitas que autorizaban a las Potencias Aliadas a distribuirse en régimen de mandato los territorios "liberados".

Los antiguos territorios alemanes fueron asignados mediante una decisión del Consejo Supremo de las Potencias Aliadas, el 7 de Mayo de 1919, poco después de la firma del Tratado de Versalles. Sin embargo, los antiguos territorios turcos fueron divididos en la Conferencia de San Remo, el 25 de Abril de 1920, aunque aún existía un estado jurídico de guerra con Turquía, tres años antes de la firma del Tratado de Lausana. Se otorgó a Francia la administración de Siria y el Líbano y a Gran Bretaña, la de Palestina y Transjordania y la de Mesopotamia (Iraq).


Palestina bajo el Mandato

Las contradicciones del Mandato sobre Palestina eran consecuencia de haberse incluído en él la Declaración de Balfour. Desde un principio se reconoció la importancia de lograr apoyo internacional para un Estado judío, por razones como:
a) Para aglutinar las divergentes opiniones judías en apoyo de las políticas sionistas;
b) Para lograr el apoyo de las potencias europeas en armonía con la política británica;
c) Para conseguir que se diera algún tipo de aprobación internacional a la empresa.

En la Conferencia de Paz de París celebrada en 1919, por insistencia del Presidente norteamericano Wilson, se nombró una comisión para averiguar los deseos de las poblaciones autóctonas. La misma declaró que el programa de que Palestina se convierta en un Estado judío sería una grave injusticia.
Sin embargo, los planes para Palestina siguieron adelante. El mandato reconocía a la Organización Sionista como el organismo judío que colaboraría en el establecimiento de un hogar nacional judío, y jamás utilizó el término "árabe".
Dicho mandato, firmado el 24 de Julio de 1922 entró en vigor en Septiembre de dicho año.


Las fronteras de Palestina

Los sionistas ambicionaban para su hogar nacional un territorio considerablemente más extenso (llegaba hasta el interior del Líbano, Siria, Transjordania, y Egipto) que el de hecho se asignó a la potencia mandataria.

En la propuesta inicial de la Organización Sionista se pedía:
En el norte, las riberas septentrional y meridional del río Litany, hasta la latitud 33°, 45¢ norte. Desde ahí, en dirección al sureste, hasta un punto situado inmediatamente al sur del territorio de Damasco, cerca y hacia el oeste del ferrocarril de Hedjaz.
Al este, una línea cerca y al occidente del ferrocarril de Hedjaz.
Al sur, una línea trabada desde un punto en la cercanía de Akaba hasta El Arish.
Al oeste, el Mar Mediterráneo.


Palestina bajo el mandato: Partición


Lord Robert Peel, ex Secretario de Estado para la India, presentó un informe el cual defendía la actuación del Gobierno británico en Palestina y apoyaba la "Declaración de Balfour", también reconocía la justicia de las aspiraciones independentistas del pueblo palestino.
Partes de dicho informe decián:

Era la Declaración de Balfour y su incorporación en el proyecto de Mandato y no otra cosa lo que aparentemente impedía que alcanzaran un grado de independencia análogo al que ya estaban disfrutando otras comunidades árabes. Y su reacción frente a este problema central fue lógica. Repudiaron la Declaración de Balfour. Protestaron contra su incorporación en el proyecto de Mandato. "El pueblo de Palestina", decían, "no puede aceptar la creación de un hogar nacional para los judíos en Palestina". Y se negaron a cooperar en cualquier forma de administración que no fuera un gobierno nacional responsable ante el pueblo palestino......en todos los territorios que lo constituyen, excepto Transjordania, hubo disturbios graves, y en todos ellos, excepto Palestina, se había progresado notablemente hacia el gobierno propio..."
"...después de examinar estas y otras pruebas y de estudiar el curso de los acontecimientos en Palestina desde la guerra, no tenemos dudas respecto de cuáles fueron "las causas profundas de los disturbios", a saber....::
a) El deseo de los árabes de lograr la independencia nacional.
b) El odio y el temor que les inspiraba el establecimiento del hogar nacional judío.


La Conferencia de Londres de 1939

A fin de examinar otras posibles soluciones, se celebró en Londres una conferencia de mesa redonda a la cual el Gobierno británico invitó a representantes de los palestinos (excluidos los acusados de violencia), los judíos (que podían elegir los representantes que desearan) y los estados árabes. El Gobierno británico anunció que si la Conferencia no podía lograr un acuerdo, el Gobierno decidiría y aplicaría su propia política.
En ella, los árabes estaban decididos a asegurar el derecho de los palestinos a su independencia, por la cual los palestinos se habían levantado en armas. Los judíos, respaldados por la Declaración de Balfour y su incorporación en el Mandato, estaban decididos a lograr un Estado judío, especialmente en un momento en que la persecución nazi de los judíos en Europa estaba infligiendo sus notorios excesos.

El "Libro Blanco de MacDonald"

El final de la reunión en Londres, dejó al Gobierno británico enfrentado con la situación que su política de dos decenios había creado en Palestina, y presentó entonces su política unilateral. Se publicó en mayo de 1939 un "libro blanco", en el que se descartaba cualquier intención de crear un Estado judío, se rechazaban las pretensiones árabes de que Palestina se independizara como Estado árabe, y se preveía la terminación del Mandato para 1949 con la independencia para Palestina, en la cual tanto los palestinos como los judíos compartirían el gobierno. El Gobierno reglamentaría estrictamente las transferencias de las tierras.

En 1939, la Comisón Real había declarado impracticable el Mandato. En el Libro Blanco de 1939, se había postulado una Palestina unificada independiente, con una mayoría árabe palestina, en el término de 10 años, pero la Sociedad de las Naciones había expresado reservas acerca de esta nueva declaración de política. Pero los palestinos se habían dado cuenta de que sólo mediante la violencia podían forzar el reconocimiento de sus derechos inherentes. Por su parte, los sionistas habían reaccionado con violencia para conservar el terreno que habían ganado y presionar hacia el logro de su aspiración máxima de un Estado judío en Palestina. Los monstruosos crímenes nazis contra el pueblo judío los llevaron a considerar el "hogar nacional" en Palestina como un refugio.

En un esfuerzo por disminuir la tensión política, el Gobierno británico, inquieto por la peligrosa situación de Palestina, siguió aplicando el Libro Blanco, entonces en febrero de 1940, las autoridades palestinas publicaron el Reglamento sobre Traspaso de Tierras, en virtud del cual se dividía Palestina en tres zonas, en la zona más extensa quedaba prohibido el traspaso de tierras a toda persona que no fuera "árabe palestino", sólo se permitían excepciones en condiciones determinadas y con la autorización del Alto Comisionado. En la segunda zona, se permitía a los "árabes palestinos" el traspaso de tierras sólo entre ellos. En la tercera zona no había restricciones para el traspaso de tierras.
Pero ante ello, encontramos al respuesta judía donde "la rebelión palestina", "el informe de la Comisión Real" y "la política del Libro Blanco de 1939" constituyeron otros tantos reveses para el objetivo del sionismo político de establecer en Palestina un Estado de colonos. Era evidente que la Potencia Mandataria estaba reinterpretando su adhesión anterior a la Declaración de Balfour. Tres características de la respuesta de algunos grupos sionistas fueron: la inmigración ilegal, el terrorismo y un intento por obtener apoyo de los Estados Unidos.


El "Programa de Biltmore"


La Organización Sionista trató de fortalecer su posición recabando el apoyo de los Estados Unidos para reemplazar el de Gran Bretaña, que había perdido. En mayo de 1942, el Comité Ejecutivo de la Agencia Judía, reunido en Nueva York, dio a conocer oficialmente, en un documento que se conoce con el nombre de "Programa Biltmore", el antiguo objetivo de un Estado judío en Palestina mediante la inmigración ilimitada.

Al terminar la guerra, el resultado de la participación de los Estados Unidos fue el nombramiento de un Comité Anglonorteamericano de Investigación para que hiciera recomendaciones sobre Palestina a ambos Gobiernos. El Secretario de Relaciones Exteriores del nuevo Gobierno laborista de Gran Bretaña, inhibido por las circunstancias de aplicar el Libro Blanco de 1939 y encontrándose frente a una situación en la que la Sociedad de las Naciones había sido eliminada por la guerra y su sucesora eran las Naciones Unidas.
El Comité completó su informe en abril y dentro de las recomendaciones establecía:

Los judíos de Palestina tienen la convicción de que la violencia árabe fue rentable. Durante el levantamiento árabe, los judíos del hogar nacional, a pesar de todas las provocaciones, obedecieron las órdenes de sus dirigentes y ejercieron notable autodisciplina.
El Comité, rechazó la idea de declarar en fecha próxima la independencia de Palestina, dividida o unificada, considerando que la hostilidad entre los árabes palestinos y los judíos palestinos "tendría por efecto una guerra civil que podría amenazar la paz del mundo".

En febrero de 1947, en la Conferencia de Londres, el Gobierno británico presentó sus propuestas propias a los representantes árabes, a los que por entonces se habían ya sumado los representantes del Alto Comité Arabe de Palestina, ya a la Agencia Judía, que había entablado negociaciones oficiosas con el Gobierno británico. La Organización Sionista, fortalecida por la nueva inmigración en gran escala, fuerzas bien equipadas, legales e ilegales, cuyo núcleo estaba constituido por la Brigada judía, y apoyo extranjero poderoso, no estaba dispuesta a transigir con respecto a su antiguo objetivo del que ya se hallaba tan cerca: "un Estado judío en Palestina". Los árabes palestinos, con el apoyo de otros pueblos árabes, estaban decididos a defender y conservar su país, y a impedir la continuación de su sometimiento a la inmigración judía permanente. El estancamiento era total y la violencia en gran escala era inminente en Palestina.


Factores económicos

Recursos hídricos:

El agua siempre ha constituido un recurso natural vital para los palestinos de los territorios ocupados. La política de Israel en materia de aguas se ha aplicado en los territorios ocupados utilizando las leyes a que pudiera recurrirse, ya fueran consuetudinarias, otomanas, del Mandato, jordanas, egipcias, israelíes o militares. Mediante bandos y reglamentos militares, el Gobierno de Israel ha ejercido desde junio de 1967 una plena autoridad legislativa, administrativa y judicial en los territorios ocupados y sobre sus habitantes. A menudo las leyes aplicadas a los territorios ocupados y su puesta en práctica han sido diferentes del marco jurídico que existía antes de 1967. Las instituciones existentes también se modificaron o sustituyeron a fin de facilitar la aplicación de la política en materia de aguas.

A comienzos del decenio de 1980, el nivel palestino de consumo de agua por habitante en los territorios ocupados era de 35m³ en las ciudades y de 15m³ en las aldeas. Al mismo tiempo, las disposiciones para el consumo en los asentamientos judíos se establecieron en 90m³ por habitante.[7]

Desde 1967 los recursos hídricos de la Ribera Occidental han estado bajo total control israelí. La responsabilidad directa del abastecimiento de agua para las necesidades de Israel se ejercen exclusivamente por la Comisión de Agua de Israel, ya sea a través de Mekorot, la Compañía de Aguas Israelí, o de Tahal, la Compañía de Planificación Hídrica de Israel. En el petróleo en exámen, Israel siguió intensificando su utilización de los recursos hídricos de la Ribera Occidental ocupada.
En un informe sobre las actividades de la Administración Civil de la Ribera Occidental y Gaza, preparado en 1987 por el Contador del Estado de Israel, figuraban conclusiones relativas a la sobreexplotación efectuada por Israel, potencialmente peligrosa para la población palestina, de los recursos hídricos de la región. También se declaraba que entre otros graves problemas figuraban las facturas exorbitantes por consumo de agua de los palestinos, considerablemente mayores que las de los colonos israelíes, cuyas facturas están subvencionadas por la Organización Sionista Mundial, la incautación en 1986 de tierras palestinas por Mekorot y el tendido de acueductos para un asentamiento judío. Los problemas de alcantarillado, agua potable, contaminación y saneamiento siguieron siendo particularmente graves para la población palestina. El informe señalaba que el problema del alcantarillado representaba, desde el punto de vista de la contaminación, una bomba de tiempo para la Ribera Occidental y Gaza. La insuficiencia del abastecimiento de agua potable, el nivel de salinidad y los problemas conexos de higiene pública confluyen, según la OMS[8], como causas de varias enfermedades infecciosas entre la población palestina.


La mano de obra

La ocupación israelí ha continuado sus efectos negativos sobre la situación de los territorios ocupados en materia de mano de obra y empleo. Además de las modificaciones de la estructura del empleo por sectores, se ha producido un considerable desplazamiento de los puestos de trabajo de la Ribera Occidental y de Gaza hacia Israel. Entre 1984 y 1988, el nivel de ocupación en los territorios ocupados declinó fuertemente, mientras el porcentaje de palestinos empleados en Israel aumentaba[9]. El porcentaje de palestinos de Gaza obligados a buscar empleo en Israel era elevado, alcanzaba al 46.1% (43400 trabajadores). El aumento más elevado de empleo de mano de obra palestina en Israel se produjo en el sector de la construcción, de la misma manera ocurrió con la agricultura.

En lo que respecta al empleo de palestinos en la economía israelí, el período en examen se caracterizó por la persistente falta de igualdad de retribuciones por igual trabajo. Esta situación contribuyó a proteger a los trabajadores israelíes de la competencia de los palestinos.

Panorama General: Zona de Tensión

Antes de la retirada de las tropas de ocupación británicas y francesas y de la renuncia británica al mandato sobre Palestina, los Estados de Oriente Medio forman la LIGA ARABE (Argelia, Egipto, Arabia Saudita, Irak, Jordania, Yemen, Siria y Libia). El Movimiento Panárabe y los proyectos de unión no consiguen atenuar ni las rivalidades ni las tensiones entre la antigua clase dominante (nobleza feudal, partidaria de la monarquía) y los nuevos grupos dirigentes republicanos (intelectuales, oficiales), entre los Estados ricos con yacimientos de petróleo (Kuwait, Arabia Saudita) y los otros Estados (Egipto, Siria, Jordania), entre las tendencias conservadoras y los movimientos revolucionarios.

La inestabilidad aumenta continuamente debido a:

1) Los intereses occidentales sobre el petróleo.
2) La lucha político-ideológica entre EEUU y la URSS con vistas a aumentar su influencia en Oriente Medio.
3) El estado de guerra latente con Israel desde el fracaso árabe de 1948-1949.
4) En Mayo de 1948 Gran Bretaña renuncia a su mandato sobre Palestina. La retirada de las tropas y de los funcionarios británicos precipita al país en la anarquía.

El 14 de mayo de 1948 a las doce de la noche terminó el Mandato de Palestina y pocas horas después Israel proclamó su independencia dentro de las fronteras que establecía el Plan de Partición, Resolución 181(II) (ver mapa). El nuevo estado fue reconocido por numerosos gobiernos, entre ellos las potencias de la Guerra Fría: Estados Unidos y la Unión Soviética.
Al día siguiente de la proclamación de independencia del estado de Israel, la Liga Arabe ataca a Israel, según cable de 15 de mayo de 1948 del Secretario General de la Liga de Estados Arabes al Secretario General de las Naciones Unidas, "...para restaurar la ley y el orden y prevenir que los disturbios en Palestina afecten a sus territorios (estados árabes vecinos) y evitar posible derramamiento de sangre".
Así comienza la primera guerra árabe-israelí.
Israel logró rechazar los ataques gracias a su superioridad aérea.
El 7 de enero de 1949 tuvo lugar el cuarto alto el fuego que llevó a la firma de armisticios, los Armisticios de Rodas, entre los estados implicados. Estos armisticios serían controlados por la Organización de Supervisión de Treguas de las Naciones Unidas (UNTSO). El 11 de mayo de 1949 Israel fue admitido como miembro de las Naciones Unidas.
Por otro lado y como resultado de los combates, Israel obtuvo un buen número de kilómetros cuadrados que la Resolución 181(II), en un principio estableció para la población árabe palestina. Estos territorios ganados fueron incorporados a las fronteras de Israel en los armisticios de 1949. Después de ser admitido como miembro de las Naciones Unidas, Israel reclamó derecho de título sobre esos territorios. Los cuarenta estados que habían reconocido a Israel hasta 1949 admitieron los citados territorios bajo la soberanía israelí; aspecto este curioso pues los términos de los armisticios dejaban claro que las líneas, por ellos establecidas, carecían de valor como fronteras políticas o territoriales.
El resultado de ocupación en los territorios, después de los armisticios, quedó como sigue:
- Israel se retiró de la parte ocupada de la península del Sinaí, tomó control del desierto del Neguev y del resto del territorio ocupado.
- Egipto recuperó la parte del Sinaí y tomó Gaza como territorio administrado (Egipto administró la franja de Gaza hasta 1967 considerándola territorio palestino).



La Guerra del Sinai de 1956

En Octubre de 1956 las fuerzas armadas del estado de Israel invadieron la franja de Gaza y la península del Sinaí, en respuesta al boicot árabe (cierre del Canal de Suez y del puerto de Elath) y a las incursiones de comandos árabes de sabotaje (Feddayin).
Cabe destacar aquí el contexto internacional en el que se desarrollaron los hechos que desencadenaron las hostilidades. La nacionalización del canal de Suez por Nasser[10], disgustó a Francia y el Reino Unido que veían el peligro que se cernía sobre las líneas comerciales con el Lejano Oriente, el suministro de petróleo y su propio prestigio. Estas dos potencias aprovecharon los hechos que venían ocurriendo en la frontera egipcio-israelí para mostrar su oposición a la nacionalización hecha por Nasser y se coligaron con Israel, dándole apoyo económico y militar para lo que fue la guerra del Sinaí que duró siete días, del 29 de octubre al 5 de noviembre. Israel dio su consentimiento a ser manipulado por las potencias para aprovechar su apoyo en la destrucción de la fuente de terroristas y para conseguir la apertura del canal de Suez y del puerto de Elath.

Las tropas egipcias se ven obligadas a deponer las armas y finalmente se reabre el puerto de Elath.
El 1 de marzo de 1957 el gobierno de Israel comunicaba al Secretario General de la ONU su decisión de cumplir la Resolución 1124(XI), sobre la retirada a las líneas establecidas por el armisticio de 1949.



La Guerra de los Seis Días

En junio de 1967 se desencadena la Tercera guerra árabe-israelí, en la cual Israel se enfrenta a la República Arabe Unida (Egipto, Siria y Yemen) y a Jordania.
Durante el mes de mayo de 1967, el estado egipcio desplegó un gran número de tropas en el desierto del Sinaí, expulsando a las Fuerzas de Emergencia de las Naciones Unidas (UNEF) allí desplegadas. Egipto estableció, de nuevo, el bloqueo en el canal de Suez y en el estrecho de Tirán. Además, firmó un acuerdo militar con Siria y Jordania, en cuyos términos se recogía como objetivo de la alianza, "...la aniquilación del estado de Israel".
Israel invocando el derecho a la legítima defensa, contraatacó a las fuerzas jordanas y sirias y realizó, lo que llamó “un ataque preventivo contra Egipto”. Después de las acciones militares las nuevas líneas de alto el fuego dejaron bajo control israelí a Gaza, el Margen Occidental, el Sinaí y los Altos del Golán. Así mismo, el canal de Suez y el estrecho de Tirán quedaron abiertos y la ciudad de Jerusalén quedó bajo control israelí.
En la reunión decisiva del Consejo de Seguridad de 22 de noviembre, la Resolución 242 fue aprobada, ésta establecía, entre otros puntos importantes, el principio de retirada de las tropas israelíes de los territorios ocupados.

La Resolución 242 no distinguió claramente el status de Israel en los territorios ocupados, si sus actuaciones deberían limitarse a las de una fuerza ocupante o bien tenía un título sobre esos territorios. Esta cuestión está ligada con la retirada de tropas, que recoge la resolución y el mantenimiento bajo control israelí de Gaza, el Margen Occidental y los Altos del Golán.
Los términos establecidos en la Resolución 242 sólo han sido aplicados, hasta ahora, con Egipto, en primer lugar, y con Jordania en el año 1994. Igualmente han sido tenidos en cuenta en la Declaración de Principios Israelo-Palestinos de 1993.
De manera que Israel retiene: el Margen Occidental, Gaza, los Altos del Golán y el Sinaí (este último devuelto posteriormente a Egipto)


La Guerra de Yom Kippur

La guerra de los Seis Días y los territorios conquistados por Israel no fueron los únicos detonantes de la guerra del Yom Kippur. Debemos recordar también las rivalidades de las superpotencias y la crisis del petróleo de los años 70.
Israel comenzó a considerar los territorios ocupados como una salvaguarda de su seguridad contra los ataques árabes, incluso llegó a considerarlos su propiedad legal. Israel ya había informado a los estados árabes que no estaba dispuesto a entregar todos los territorios ocupados en 1967, sino que negociaría con una parte de ellos a cambio de paz.
Egipto y Siria comenzaron una desesperada e infructuosa actividad diplomática para recuperar los territorios tomados por Israel en 1967. Tales esfuerzos desembocaron en una nueva guerra, cuyos factores fueron:

1) Los combates esporádicos a lo largo del canal de Suez desde 1968 a 1971, que dejaron el citado canal inoperativo hasta la primavera de 1975.

2) El fracaso de la mediación de las Naciones Unidas en marzo de 1972. El mediador Jarring intentó presionar a las partes para que aplicaran los términos de la Resolución 242; pero no todas las partes aceptaron su aplicación.

3) El fracaso de Egipto para obligar a Israel a la retirada del Sinaí. Israel rechazaba toda retirada de fuerzas hasta que se negociara un tratado de paz. Por otro lado Egipto rechazaba toda negociación mientras Israel no se comprometiera firmemente a evacuar territorio egipcio.

4) La desesperada situación política egipcia, que pasaba por una reciente ruptura de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos y una moral baja tanto entre sus tropas desplegadas en el canal como entre la población civil por los esfuerzos que estaba obligada a sufrir.

El 6 de octubre de 1973 día del Yom Kippur (día del Perdón), una de las festividades más celebradas por el pueblo judío, se produjo el ataque conjunto egipcio y sirio. El 24 de octubre terminaba la guerra en el frente egipcio, mientras que en el frente sirio se alargó hasta mayo de 1974. Las Naciones Unidas, de acuerdo con la resolución del Consejo de Seguridad de 25 de octubre, desplegaron fuerzas de interposición en las líneas del alto el fuego egipcio-israelí.
Los motivos de Egipto y Siria para atacar a Israel y comenzar la guerra del Yom Kippur fueron la recuperación de sus territorios y el restablecimiento de los derechos de los palestinos.
Como puede apreciarse en el mapa, los cambios sobre el terreno no fueron
significativos:

Las Naciones Unidas, a través del Consejo de Seguridad, durante este periodo tuvo una frenética actividad que dio como resultado, entre otras, la Resolución 338, adoptada el 22 de octubre de 1973, la cual ordenaba el alto el fuego efectivo desde ese mismo día y llamaba a las partes para que aplicaran los términos de la Resolución 242 del Consejo de Seguridad y que auspiciados apropiadamente comenzaran negociaciones encaminadas a conseguir una paz justa y duradera en el Oriente Medio.

El 11 de noviembre de 1973, en el kilómetro 101 de la carretera de El Cairo a Suez se firmó el alto el fuego entre Egipto e Israel. De acuerdo con la Resolución 338 y con el auspicio de los Estados Unidos se celebró la Conferencia de Ginebra, donde las partes reiteraron sus posiciones. La parte árabe exigía la retirada israelí de los territorios y el reconocimiento de derechos al pueblo palestino, mientras que los israelíes exigían negociaciones para alcanzar un tratado de paz que les proporcionara seguridad. Los Estados Unidos y la Unión Soviética enfatizaron que el acuerdo de paz al que se llegara debería proteger los "legítimos derechos" de los palestinos, sin definir cuál era la pretensión exacta de esa expresión. En enero de 1974 y en mayo del mismo año, Israel firma acuerdos de separación de fuerzas con Egipto y Siria, respectivamente. Las provisiones de ambos acuerdos recogían la limitación de fuerzas y armamento, así como el establecimiento de una zona desmilitarizada controlada por la UNEF.

Ante las reclamaciones egipcias y sirias, Israel nunca negó la soberanía de Egipto sobre el Sinaí, sin embargo nunca tuvo la intención de retirarse de los Altos del Golán.
En 1979, se concreta el Tratado de Paz con Egipto, mediante el cual se establece la desocupación del Sinaí.

En 1981, Israel se anexiona los Altos del Golán.
Posteriormente, se produce la invasión israelí del Líbano en junio de 1982, con una duración de tres meses, con el objeto de eliminar a la OLP instalada en ese territorio, pero las tropas israelíes ocuparon la mayor parte del Líbano hasta comienzos de 1985. La guerra del Líbano fue un desastre en cuanto al gran número de vidas humanas perdidas, israelíes y árabes, y a las repercusiones en la opinión pública de Israel y de la Comunidad Internacional.

En los últimos 15 años ha habido avances y retiradas de las tropas israelíes en los territorios ocupados desde 1967, pero sustancialmente no se han registrado grandes modificaciones.

CONCLUSIÓN

Como hemos observado en el presente trabajo, a inicios del siglo XX, el mundo árabe se encontraba bajo el dominio del imperio turco-otomano. Palestina contaba con un 95% de árabes y un 5% de judíos los cuales convivían pacóficamente. En el período de entre guerras, y bajo el mandato británico impuesto por la Sociedad de Las Naciones, esta situación se modifica progresivamente, producto de la masiva emigración de judíos europeos que huían de la persecución nazi y del estímulo del sionismo, movimiento político nacionalista judíos ligado al colonialismo.

La creación de Israel (1948), luego de que la ONU decretara (1947) la partición de Palestina en un Estado Judío y uno Palestino, que nunca vio la luz y un estatuto internacional para Jerusalén, que tampoco fue respetado, fue el corolario de la colaboración con el sionismo del mandato británico, así como la comunidad de intereses económicos y estratégicos del movimiento sionista y EEUU en la zona. En las sucesivas guerras de 1948 y 1967, Israel ocupó el territorio palestino, incluyendo la Cisjordania y la Franja de Gaza, expulsando y convirtiendo en refugiados a cientos de miles de palestinos.

Tras la guerra árabe-israelí de 1973 y a lo largo de los decenios 1970,1980 y 1990 se hicieron gestiones en distintos foros para lograr una paz general en Oriente Medio sobre la base de resoluciones 242 (1967) y 338 (1973) del Consejo de Seguridad. Los cambios ocurridos en el mundo, como el final de la guerra fría y la guerra del Golfo y sus secuelas, repercutieron en la situación en el Oriente Medio. El proceso de negociación entre árabes e israelíes se reanudó seriamente en octubre de 1991 con la celebración en Madrid de la Conferencia Internacional de Paz sobre el Oriente Medio bajo la doble presidencia de los Estados Unidos y de la Unión Soviética.

Un representante del Secretario General de las Naciones Unidas asistió a la Conferencia como observador. No obstante, a mediados de 1993 las conversaciones parecían haberse estancado en torno a varias cuestiones políticas y de seguridad. Paralelamente a estos esfuerzos diplomáticos públicos, Israel y la OLP sostuvieron conversaciones secretas en Noruega, las cuales concluyeron a finales de agosto de 1993. A continuación se hizo pública la sorprendente y esperanzadora noticia de que Israel y la OLP habían llegado a un acuerdo.

El 10 de septiembre de 1993, Israel y la OLP canjearon cartas de reconocimiento mutuo, y el 13 de septiembre, en una ceremonia celebrada en la Casa Blanca en Washington D.C., en presencia de William Clinton, Presidente de los Estados Unidos, y de Andrei V. Kozyrev, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, los representantes de Israel y Palestina suscribieron la Declaración de Principios sobre un Gobierno Autónomo Provisional Palestino. A continuación, Yitzhak Rabin, Primer Ministro israelí, y Yasser Arafat, Presidente de la OLP, se dieron un apretón de manos. El acuerdo histórico despejó el camino para el establecimiento del gobierno autónomo palestino en la Franja de Gaza y la Ribera Occidental y señaló el comienzo de un proceso que debía culminar con la solución negociada de las cuestiones relativas al estatuto permanente.

En su período de sesiones de 1993, la Asamblea General expresó su apoyo a la Declaración de Principios en una resolución titulada "Arreglo pacífico de la cuestión de Palestina", a la vez que reafirmó una serie de principios propios que debían servir de orientación para el logro de un arreglo definitivo. Además, la Asamblea reafirmó que las Naciones Unidas tenían una responsabilidad ineludible en la cuestión de Palestina hasta que ésta no se solucionara en todos sus aspectos.

Actualmente, ante los frecuentes atentados terroristas ocurridos en el transcurso del año 2002 y la escalada del conflicto en la región, nos permite observar una zona en tensión permanente, Estados Unidos (la única potencia mundial en condiciones de tomar cartas en el asunto) es el aliado de Israel, tal como sus dirigentes nunca se cansan de proclamar públicamente, y eso es ahora más cierto que nunca. Los europeos en cambio, son más equitativos, y por eso es por lo que los israelíes no quieren que desempeñen ningún papel.

Finalmente y a modo de síntesis, consideramos que nos encontramos en una situación en la que dos movimientos nacionalistas modernos reclaman la misma tierra y como expresa Immanuel Wallerstein "...no es solamente que ambos reclamen una franja territorial en disputa; es que ambos reclaman todo el territorio en cuestión."



Fernando Lorenzo y Gastón Marcelo Zambelli

BIBLIOGRAFÍA

FERNÁNDEZ, Roberto; GUEL, Juan; NUÑEZ, Mirta y OLIVERIO, Ana María: Historia del Mundo, Visor Enciclopedias Audiovisuales, Buenos Aires, 2000


KENNEDY, Paul: Auge y caída de las grandes potencias, Plaza y Janés Editores s.a., Barcelona, 1994

KENNEDY, Paul: Hacia el Siglo XXI, Plaza y Janés Editores s.a., Barcelona, 1993

KINDER, Hermann y Hilgemann, Werner: Atlas histórico mundial, tomo 2.

MEGALLI, Mona: Después de la paz, el desafío será económico, en La Nación, miércoles 20 de marzo de 2002, p. 3.

MUÑOZ, Andrés: El Derecho internacional y el conflicto arabe-israelí, Oxford University Press.

NACIONES UNIDAS: La cuestión de Palestina, una breve historia, Naciones Unidas, Nueva York, 1978/79/80.

WHITBECK, John V.: El Estado palestino existe, en Foreign Affairs, marzo de 1998, p.31.

[1] Cronología resumida de "La Cuestión de Palestina, una breve historia", Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino y bajo su orientación. Naciones Unidas, NY, 1980.
[2] Historia del Mundo, Ed. Visor Enciclopedias Audiovisuales, 2000.
[3] Palestina: PNA Palestinian National Authority, www.pna.net. Información, documentación, novedades, opiniones e información política relacionada con Palestina.
[4] Zonas "reservadas" conforme a la correspondencia Hussein-McMahon. (Fuente del mapa: Jeffries: "Palestine, The Reality).
[5] "Orígenes y evolución del problema palestino" Partes I y II (1978).
[6] Las Naciones Unidas y La cuestión Palestina, publicación, Octubre 1994.
[7] Enciclopedia "La Nación", 2000.
[8] Organización Mundial de la Salud.
[9] Existen diferencias entre las estimaciones israelíes y palestinas del porcentaje real de palestinos de la Ribera Occidental y la Gaza empleados en la economía de Israel.
[10] *1_El canal de Suez estaba sujeto al principio de internacionalización desde 1888, año en el que se firmó la Convención de Constantinopla, que en su artículo I establecía que el canal debe estar siempre abierto en tiempo de guerra y en tiempo de paz a cualquier buque de guerra o comercial sin distinción de pabellón, igualmente establecía que el canal nunca debe estar sujeto al bloqueo. Todo ello sin ir en contra de los artículos IX y X que autorizaban al gobierno egipcio a tomar las medidas necesarias para la ejecución de la citada convención. Los hechos demuestran que Egipto cumplió con los términos establecidos por la Convención de Constantinopla, hasta la nacionalización de Nasser en 1956.

La Cuestión Judía y el Sionismo

(Por Ronen Man)

Las dos bases más importantes por las cuales surge el sionismo según sus propios ideólogos son: los salvajes pogromos cometidos en Rusia a finales del siglo XIX y el tumultuoso detonador del “caso Dreyfus” que, según Teodor Herzl, habría sido lo que llevó a abandonar el ideal de una posible asimilación progresiva del judaísmo en la población europea.

Es decir, no se encontraba, entre los pilares fundacionales del sionismo, la idea del “eterno retorno” del pueblo judío para solventar la “injusticia bimilenaria” a la que fue sometido por el exilio romano.

Pero, casualidades de la historia, el mas joven de los movimientos nacionales que nace en Europa, se atribuye a sí mismo un pasado sumamente remoto. Así, el sionismo, que es un producto tardío del auge nacionalista del siglo XIX (ya que su primer Congreso General se produce recién en 1897, en las vísperas del siglo XX) puede pretender remontarse a las fronteras del año 1000 antes de Cristo. Esperemos que este hecho no siente precedentes, ya que volver al mapamundi de esa época sería catastrófico, en el sentido de todas las pretensiones nacionales que surgirían, cualquier pueblo podría pensar como suyo un territorio que habitó en algún lapso tiempo.

El Sionismo como movimiento viene válidamente a tratar de solucionar los dos aspectos mencionados de la “cuestión judía” (asimilación y antisemitismo). Pero estos son dos problemas surgidos no antes del siglo XV a raíz de la destrucción del feudalismo y de la imposición del capitalismo como “estrategia” predominante. El Sionismo es una reacción a dicha cuestión y no una reacción para restablecer la situación anterior a la caída del Templo de Jerusalén en el año 70 de nuestra era.
Además, ¿cómo creer que el remedio para un mal existente desde hace dos mil años, recién pudo encontrarse a finales de 1800? ¿Existió un periodo tan largo de vanos intentos para restablecer el antiguo Reino destruido, o fue que en realidad los intentos no se realizaron sistemáticamente hasta la llegada del Sionismo?

En este trabajo intento sostener la tesis de que el Sionismo no se constituyó como reparo de aquella tragedia, sino para reparar la nueva “Cuestión judía” que nació en los últimos siglos, en el seno del mundo europeo.



En realidad, mientras el judaísmo estaba totalmente adaptado y hasta era funcional al sistema feudal, el “sueño de Sión” no pasaba a ser más que un bello sueño idealizado del pasado y que no despertaba ningún interés real en la gran mayoría de los judíos. “El contenido de la propaganda nacional del siglo XIX es una guía poco fiable para saber lo que la masa del pueblo llano pensaba realmente” [i]

En Palestina sólo se mantenían en unas cuantas ciudades “ghettos” que alojaban a importantes rabinos y estudiosos de la religión judía, los que convivían pacíficamente con la población nativa, de gran mayoría árabe.

La única forma de inmigración (aunque aquí el termino no cabe), eran las peregrinaciones a Tierra Santa y a Jerusalén. Pero lejos de ser solamente peregrinos judíos, las realizaban también creyentes cristianos, ortodoxos y musulmanes.[ii]

Obviamente que el sionismo establece varios mitos para justificar sus intenciones: el mito del judaísmo eterno, el mito del eterno antisemitismo, el mito de la eterna intención de volver o, actualmente, el mito de ‘la tierra sin pueblo” para “el pueblo sin tierra.

Es verdad que, en los círculos religiosos de la diáspora, se mantenía la idea del retorno a Jerusalén y la construcción del tercer Templo. Pero eso no implicaba la creación de un estado territorial en Palestina, ni siquiera una inmigración masiva hacia allí. Dicha inmigración sólo se produciría tras la revelación mesiánica y el solo hecho de intentarla antes de tiempo era concebido corno un pecado. La ortodoxia religiosa se opuso tenazmente al movimiento sionista, hasta que más tarde surgieron las tendencias del sionismo religioso, junto con otras muchas ramificaciones del tronco del sionismo del Primer Congreso (como la revisionista o la socialista entre otras).

Como afirma Hobsbawm, “donde hay o parece haber continuidades entre el protonacionalismo es muy posible que sean artificiales. No hay absolutamente ninguna continuidad histórica entre el protonacionalisrno judío y el sionismo moderno”[iii]

La milenaria persecución de los judíos en Europa y el consiguiente deseo de los sionistas de encontrar un refugio son ciertamente comprensibles. Pero, corno todas las demás empresas coloniales, el sionismo estaba basado en el desprecio total de los derechos de los habitantes indígenas. Como tal, es moralmente indefendible.[iv]

¿Estaba verdaderamente tan esparcido entre la diáspora judía el sentimiento sionista? ¿Qué pasaba con el grueso de los asimilacionistas que negaban al sionismo?

Porque, en principio, son dos cosas distintas: no se debe equiparar al judaísmo con el sionismo directamente. Hace falta entender las bases sociales que apoyan al sionismo y las que lo conforman y hasta las que dentro del mismo judaísmo se le oponen.

Ya analizamos lo que pasaba con los círculos ortodoxos y su visión mesiánica opuesta al sionismo. Pero, ¿estaba compuesto el judaísmo solamente por personas religiosas y sus diferencias se basaban solo en el grado de intensidad de la religión?

Para analizar al judaísmo luego de la desestructuración del feudalismo es útil la visión clasista que realiza Abraham León en su Concepción materialista de la cuestión judía.

La tesis de León se basa en interpretar a la nueva cuestión judía corno una creación del modo de producción capitalista, que comienza a imponerse en Europa desde el siglo XVII-XVIII. Con esta nueva etapa se desarman los lazos sociales que articulaban al pueblo judío en la etapa feudal (su concepto de pueblo-clase).

Así, con la instauración del capitalismo, empieza realmente la cuestión judía, al producirse la polarización en clases sociales antagónicas (proletarización y aburguesamiento). La antigua clase media judía se convierte en una facción de la pequeña burguesía. Como tal empieza a competir con las demás burguesías en ascenso. Es aquí cuando se produce el desplazamiento de ésta y los primeros síntomas del “moderno” antisemitismo y las persecuciones a los judíos.

Es sólo en este marco que puede entenderse la aparición del movimiento sionista como representante político de esta pequeño burguesía, en donde el recuerdo de la “Tierra prometida” se empieza a ver como una realidad posible y necesaria. Pero, como vimos, el sionismo actúo erróneamente y utilizó el método colonialista en vez de otro. “El sionismo trató de suprimir un mal, sin destruir sus causas. El sionismo se propone resolver la cuestión judía sin destruir el capitalismo, que es la razón principal de los sufrimientos de los judíos”.[v]

¿,Era Palestina la única salida?

Si Herzl hubiera aceptado el plan Uganda o la colonización de la Argentina, habría tenido que resolver los problemas de ir a un lugar que contaba con su propia población nativa. ¿Podría haberse creado un estado judío en Argentina a costa de la población nativa o hubiera sido más factible una suerte de convivencia entre los dos pueblos?

Lo más razonable habría sido la convivencia (más allá de todas las diferencias: religiosas, idiomáticas, etc.)

¿Pero por qué no pasó esto en Palestina? ¿Por qué no trataron de asentarse de una forma que no implicara la expulsión de la población autóctona y lo hicieron bajo una dimensión colonialista?

¿Fueron los palestinos los que provocaron la diáspora judía? No. ¿Por qué ellos van a pagar la culpa? ¿Por qué los judíos van a provocarle a los palestinos la misma expulsión que sufrieron ellos hace dos mil años atrás? ¿Es justo que la historia se repita?, ¿La solución es que vuelvan ahora los palestinos a expulsar a los judíos? ¿No hay posibilidades de convivencia?

Por más que el sionismo contara con el apoyo del gobierno británico, nunca habría sido imaginable que se pudiera construir el estado judío en algún lugar totalmente deshabitado. Por lo tanto, haber planeado la creación de un estado para el pueblo judío (fuese donde fuese), chocaría indefectiblemente con los intereses de algún grupo. La experiencia de las dos guerras interimperialistas está allí para demostrarnos que el mundo ya estaba repartido entre algunas potencias, y que el querer introducir algún cambio en la división llevaría necesariamente a otro enfrentamiento bélico.

El error histórico del sionismo a sido la intención de crear un Estado Judío con una supremacía y un gobierno judío en un lugar que ya había otra forma de organización y, más aún, otra población.

El sionismo se basaba en una visión colonialista del mundo, en la que no importaban los derechos de los habitantes indígenas. La oposición de los árabes al sionismo no estaba basada en el antisemitismo, sino en un temor totalmente razonable al desposeimiento.

El mítico “país sin un pueblo para un pueblo sin país” ya era el hogar de 700.000 palestinos en 1919. Esta es la verdadera raíz del problema que aún hoy divide al Medio Oriente. Israel puede hacer acuerdos de paz con Egipto, con Jordania, con Siria, puede hasta retirarse finalmente de El Líbano y reconocer a la Autoridad Palestina y darle cierta “autonomía” en algunas ciudades árabes. Pero esto no resolverá el quid fundamental de la discordia en la región, hasta que se produzca una verdadera instancia de diálogo entre israelíes y palestinos. Para eso , es necesario que reconozcan todas las implicaciones que la creación del Estado de Israel tuvo para con los palestinos, que eran la verdadera población que fue sometida a la expulsión, y que aún hoy se mantiene en campamentos de refugiados privada de poder labrar la tierra que la mantenía viva.

Obviamente que el movimiento sionista estaba imbuido por los paradigmas de la modernidad liberal. No se puede reducir la cuestión judía a un problema territorial, sino que la solución territorial sólo tendría sentido si lograba integrar al judaísmo a la economía moderna y lograr la “productivización” de los judíos. O, lo que desde la mirada de Borojov, era la implantación del proletariado judío en Palestina, para así acelerar la lucha de clases en el seno del judaísmo.

No hay solución a esta cuestión, como tampoco hay solución a muchas cuestIones que introdujo el capitalismo, sin profundas conmociones sociales, sin una verdadera revolución social y socializante. “Con la desaparición del capitalismo el problema nacional perderá su agudeza” [vi]

Como afirma Dan Dinner[vii] una dialéctica del reconocimiento entre ambas partes necesita la supresión de la estructura sionista que significa históricamente la negación de la existencia judeo-israelí y árabe-palestina en una Palestina global.

En ambos pueblos deben ganar las causas progresista y no las más retrógradas que desde una visión o de otra sólo pretenden la implantación de un estado teocrático (tanto el extremismo judío como el árabe). Nuestra opción es en pro de la creación de una Palestina democrática, laica y tolerante, en la cual las causas extremistas no tengan asidero social.


SIONISMO Y SEPARACIÓN ÉTNICA EN PALESTINA DURANTE EL MANDATO BRITÁNICO: LA DEFENSA DEL TRABAJO JUDÍO

(Por Ferran Izquierdo Brichs)

Sionismo y separación étnica en Palestina durante el Mandato británico: la defensa del trabajo judío (Resumen)
El proyecto sionista en Palestina estuvo acompañado de un proceso de separación de la población autóctona y, cuando fue posible, también de su expulsión. Esto fue consecuencia, por una parte, de la ideología sionista que buscaba la creación de un Estado étnico para el pueblo judío. Y por otra parte, fue producto de la victoria de los grupos de la izquierda sionista sobre el capital privado. Los primeros defendían un proyecto colonial “blanco”, con sustitución de la población indígena por población europea, mientras que los empresarios habrían preferido un modelo colonial clásico, con explotación de la mano de obra palestina. La separación étnica tuvo dos dimensiones ligadas entre sí: la defensa del trabajo judío y la limpieza étnica territorial. En este artículo analizaremos las bases ideológicas de la política de separación y la dinámica de imposición del trabajo judío.
Palabras clave: sionismo, Israel, Palestina, Mandato, limpieza étnica, colonización.

Zionism and Ethnic Separation in Palestine during the Mandate: the defence of Jewish Labour (Abstract)
The Zionist project in Palestine was accompanied by a process whereby the native population was separated and, where possible, expelled. On the one hand, this was the consequence of Zionist ideology that sought the creation of an ethnic state for the Jewish people, and, on the other, of the victory of the Zionist left over private capital. The former defended a “white” colonial project with the substitution of the native population by Europeans, while business interests would have preferred a classic colonial model exploiting Palestinian labour. The ethnic separation contained two interrelated dimensions: the defence of Jewish labour and territorial ethnic cleansing. In this article, I shall analyze the ideological bases of the separation and the dynamic of the imposition of Jewish labour.
Key words: zionism, Israel, Palestine, Mandate, ethnic cleansing, colonization.

El sionismo como proyecto nacionalista y colonial en Palestina ha estado asociado desde principios de siglo XX al modelo de colonización blanca, con sustitución de la población indígena por población colona. A diferencia del modelo de colonización de plantación, con explotación del trabajo indígena, la colonización blanca implica la expulsión de una población para que sea posible el asentamiento de otra. La gran expulsión de población se produjo durante la guerra de 1948, el momento de la gran limpieza étnica en Palestina. Sin embargo, ésta ya se estaba llevando a cabo desde principios de siglo, aunque de una forma mucho más lenta. El análisis de este proceso anterior a la fundación de Israel nos permite comprender que la expulsión y la separación étnicas están ligadas al proyecto nacionalista sionista, y que su victoria implicaba inevitablemente la agresión a los derechos más elementales de los palestinos.
El proyecto de colonización blanca de Palestina se plasmó en dos dinámicas complementarias: la defensa del trabajo judío y la judaización del territorio. La una y la otra eran consecuencia de la ideología nacionalista y también de la configuración del poder en el seno del sionismo. No se puede comprender la sociedad israelí, su demografía, sus tensiones y el conflicto con los palestinos sin tener en cuenta este proceso. En este artículo analizaremos sus bases ideológicas y la dimensión de imposición del trabajo judío.
El sionismo
El nacionalismo judío y el sionismo son fenómenos modernos ligados al contexto sociopolítico de Europa oriental y central en el siglo XIX, con una cada vez mayor presencia del nacionalismo agresivo de la burguesía, que ganaba poder en el este de Europa y que usó el antisemitismo para afianzar su control social impulsando el racismo y la xenofobia.
La respuesta judía al antisemitismo fue diversa, aunque tuvo dos grandes dimensiones: una minoría se unió a los movimientos revolucionarios y la mayoría emigró o puso su esperanza en poder hacerlo.
Cuadro 1
Emigración de población judía de Europa oriental (1880–1929)[1]

Estados Unidos 2.885.000
Canadá 125.000
Argentina 180.000
Brasil 30.000
Resto de Iberoamérica 30.000
Total América 3.250.000

Gran Bretaña 210.000
Alemania 100.000
Francia 100.000
Bélgica 50.000
Suiza, Italia y países escandinavos 30.000
Total Europa occidental y central 490.000

Sudáfrica 60.000
Egipto 35.000
Total Africa 95.000

Palestina 120.000
Australia y Nueva Zelanda 20.000

Total 3.975.000
Antes de la llegada de Hitler al poder, más del 80 % de los judíos europeos que huyeron o emigraron lo hicieron a América, menos a Europa occidental y central, y sólo un 3 % a Palestina. Entre 1935 y 1943, la gran mayoría de lo judíos que huyeron del nazismo se refugiaron en la Unión Soviética, menos en Estados Unidos y sólo el 8,5 % de 2.562.000 lo hicieron a Palestina.
Cuadro 2
Refugiados judíos del nazismo (1935-1943)[2]

Unión Soviética 1.930.000
Palestina 217.000
Estados Unidos 170.000
Gran Bretaña 50.000
El éxodo fue la salvación para muchos judíos europeos, pero no a Palestina sino principalmente a Estados Unidos, hasta que la Quota Act de la Administración norteamericana de 1924 limitó la inmigración judía. Posteriormente, durante la terrible persecución nazi, el principal refugio fue la Unión Soviética. La mayoría de los judíos europeos que pudieron escapar al antisemitismo hallaron la salvación en la asimilación en las tierras de acogida, donde encontraron protección para sus derechos como personas y como ciudadanos.
No obstante, la mayoría de ciudadanos de religión judía de Europa central y oriental no pudieron huir y el antisemitismo nazi los condujo a los campos de exterminio. Después de la guerra, de los 3 millones de judíos que consiguieron sobrevivir al Holocausto en Europa, sólo el diez por ciento emigró a Palestina, y esto a pesar de las presiones sionistas y de que Estados Unidos aplicó fuertes restricciones a la inmigración[3]. Palestina continuaba sin ser el refugio para la diáspora, al contrario, la diáspora era la protectora y el factor indispensable para la creación del proyecto nacionalista.
El sionismo, a pesar de ser un producto del antisemitismo, nunca fue una solución a la persecución ni una respuesta a la “cuestión judía” en Europa, sino que fue un proyecto político nacionalista y colonial. La idea de crear un Estado para el pueblo judío, al ser una respuesta también nacionalista que bebió del mismo pensamiento que el nacionalismo centroeuropeo, inevitablemente también adoptó las mismas características xenofóbicas. Zeev Sternhell liga el nacionalismo judío al nacionalismo “volkista” (del alemán volk: pueblo en el sentido de comunidad de sangre) de Europa central y oriental[4]. Es necesario señalar la incongruencia implícita en el sionismo al utilizar los mismos argumentos ideológicos que el antisemitismo europeo de infausta memoria: la identificación del Estado -superestructura política- con la Nación y no con la ciudadanía; la pertenencia del Estado -territorio- a la Nación, con la que tiene un lazo histórico-espiritual, y no a sus habitantes.
La defensa sionista de los “derechos de nación” judíos, por encima de los derechos de residencia de los árabes palestinos, supusieron durante mucho tiempo un ataque del nacionalismo más retrógrado a la concepción liberal de los palestinos de lo que tenía que ser Palestina: un Estado democrático para todos sus ciudadanos independientemente de sus creencias o adscripción comunitaria[5]. Así, al proponer una solución al “problema judío” y manifestar que la “Tierra de Israel” (Palestina) era el hogar nacional del pueblo judío[6], Theodor Herzl estaba dando la razón a aquellos que afirmaban que los judíos constituían un cuerpo extraño en cualquier otro Estado.

“Nous demeurerons toujours des étrangers parmi les nations. Celles-ci peuvent être amenées par un sentiment d’humanité et de justice à nous émanciper, mais elles ne nous respecterons jamais tant que nous ferons de l’adage « ubi bene ibi patria » notre règle de conduite et même presque une religion et le placerons au-dessus de nos grands souvenirs nacionaux. Il se peut que le fanatisme religieux cesse de provoquer la haine des Juifs dans les pays les plus avancés du point de vue culturel ; mais en dépit des Lumières et de l’éducation, le Juif en exil qui nie sa nationalité ne gagnera jamais le respect des nations chez lesquelles il habite”.[7]
En el texto de Herzl se puede apreciar como la consideración propia en términos de nacionalidad y no en términos de identidad conduce a percibir su posición en la sociedad como un cuerpo ajeno en casa de otro: “le Juif en exil qui nie sa nationalité ne gagnera jamais le respect des nations chez lesquelles il habite”. La tensión entre nacionalismo y ciudadanía, entre los derechos de la nación y los derechos del ciudadano se pone en evidencia. Léon Pinsker, en su libro de 1882 Autoemancipación, ya había adoptado la misma perspectiva al defender la necesidad de pasar de ser una Nación espiritual a ser una Nación independiente[8]. Era la diferencia entre la lucha por proteger la identidad judía entre los gentiles y la lucha del nacionalismo judío por unir la identidad con el poder político y territorial. Expresaba también la diferencia entre la defensa de los derechos de ciudadanía, sociales, políticos y culturales de las personas, y la reivindicación de un derecho colectivo a la homogeneidad de identidad en un Estado. Por esta razón, el sionismo es también contrario a la integración de los judíos en las sociedades donde viven.
Esto provocó en ocasiones un fuerte rechazo por parte de importantes sectores de la población judía, pues lo veían como una amenaza a su posición como ciudadanos de sus respectivos países. Desde este punto de vista, inevitablemente se darían incompatibilidades de intereses entre los sionistas y los respectivos países, y entre los sionistas y otros grupos representativos de la población judía. Y los no sionistas se asustaban ante la violencia de los sionistas por arrogarse la representación absoluta de los judíos. El rabino Elmer Berger, que fue durante muchos años director del American Council for Judaism, diría “Zionism was contrary to every principle I cherised as an American. I had experienced Zionism’s distaste for free and open debate. I had witnessed its efforts to impose economic and social sanctions against any who articulated public disagreement”[9].
Los principios fundacionales del American Council for Judaism nos permiten ver cual era la posición mayoritaria antes de la Segunda Guerra Mundial:
“First, we declared, Judaism was a religious –not a national or racial- identification. Second (...) we advocated the creation in Palestine of a democratic political structure in which neither religious faith nor ethnic derivation would be deterrent to full participation in the national politiy. Third, we expressed the hope that the post-war world would permit the repatriation and normalization of the lives of Europe’s Jews in the countries in which before Hitler they had held citizenship”.[10]
Para el sionismo, el individualismo de la concepción liberal de la ciudadanía, o el marxismo que identificaba las solidaridades del individuo en función de su posición en las relaciones de producción, rompían el tribalismo identitario por lo que se convertían en unos de los principales enemigos del nacionalismo. Así, el sionismo convirtió en enemigo acérrimo cualquier esfuerzo de emancipación de los ciudadanos judíos en el seno de sus países de origen[11].



“(…) La vraie mesure de notre situation politique doit être prise compte tenu du rapport des forces dans le pays même, et compte tenu de notre nombre ici par rapport à celui de la population juive ailleurs. De ce rapport nous ne pouvons tirer qu’une conclusion : nous sommes à la veille d’un désastre, à la veille de la faillite du mouvement sioniste. Notre avenir ici court à la débâcle (...) Le problème à résoudre en premier est celui posé par le peu d’enthousiasme des juifs à faire leur alya.”[12]
Ben Gurion manifestaba su preocupación por el futuro del sionismo en 1922, y veía el peligro no en la resistencia árabe sino en la poca implantación de la ideología nacionalista judía en el seno de la sociedad judía y en el poco entusiasmo por emigrar a Palestina (aliya). Poco más tarde, el recrudecimiento del antisemitismo en Europa a mediados de los años 1920 y 1930, y la Quota Act en Estados Unidos que limitaba la inmigración, vendrían en auxilio del sionismo e impulsarían la emigración hacia Palestina permitiendo la consolidación del proyecto nacionalista y de la colonización judía.

A diferencia de los otros nacionalismos, el sionismo no tuvo que enfrentarse a los enemigos liberales y marxistas en su propia casa, ya que los emigrantes judíos a Palestina y los ciudadanos del futuro Israel creían en esta ideología de forma abrumadoramente mayoritaria. Si emigraban a Palestina era precisamente por su sionismo militante, y los que nacen ya en la tierra conquistada son socializados desde la infancia en esta ideología nacionalista. Es más, el sionismo triunfó allí donde los otros nacionalismos étnicos habían fracasado: la creación del nuevo hombre en el marco colectivo de la Nación. Como recuerda Zeev Sternhell, el individuo sionista sufrió una transformación completa, emigrando a una tierra lejana, adoptando una nueva lengua, en muchas ocasiones cambiando de oficio, incluso de nombre, y siempre cambiando el modo de vida, y todo por el bien del proyecto nacional[13].
El sionismo aceptó e invirtió los valores de la tesis racista de la alteridad esencial de la condición judía y de la incompatibilidad entre las naciones. Para el sionismo, la existencia judía en una sociedad no judía es un problema y la solución es la misma que defienden los antisemitas: la construcción de una sociedad judía separada de la sociedad gentil. Desde esta perspectiva son más comprensibles los contactos de los sionistas con poderes antisemitas[14].
El nacionalismo como ideología tenía también la función de justificar la reclamación del territorio donde construir el Estado. El esfuerzo sionista para ligar la colonización de Palestina al nacionalismo era la base para defender una teórica superioridad moral en la reclamación del territorio. El nacionalismo permitía esconder la “desposesión” de la población que habitaba Palestina. Si se mantenía el debate en el plano ideológico nacionalista, evitando los derechos de las personas, era más fácil presionar a los gobiernos de las potencias, a la Sociedad de Naciones y, posteriormente, a Naciones Unidas para poder avanzar en el proceso de colonización sionista de Palestina.



Por un lado, los derechos humanos de los palestinos tenían que supeditarse a los derechos políticos nacionales del sionismo. Por el otro, los derechos humanos de los judíos europeos se convirtieron en un argumento esencial para justificar el proyecto nacional sionista, sin tener en cuenta que Palestina e Israel nunca fueron el principal refugio para los judíos perseguidos por el antisemitismo. Así, vemos como los derechos humanos tanto de los palestinos como de los judíos se sacrificaron al objetivo de la construcción del Judenstaat, el Estado de los judíos.
El sionismo fue también hijo de su época por los lazos directos con el imperialismo y la expansión colonial de Europa[15]. La unión del nacionalismo judío y el colonialismo permitió pensar en la construcción de un Estado en territorio ajeno[16]. Los lazos entre el sionismo y el colonialismo ya se pueden ver en los primeros textos sionistas, como Roma y Jerusalén, de Moisés Hess publicado en 1862, en el cual ya plantó el embrión del sionismo moderno al proponer la creación de colonias agrarias y la compra de suelo, junto con la formación militar para hacer frente a los beduinos. El mismo Herzl era un ferviente admirador del colonialismo europeo y los personajes que hicieron fortuna con la explotación de las colonias, como Cecil-Rhodes, y no tuvo ningún reparo en escribir que “We should there form a portion of a rampart of Europe against Asia, an outpost of civilization as opposed to barbarism.”[17]. La colonización de Palestina se expresa abiertamente como el objetivo del sionismo en el programa establecido por el Primer Congreso Sionista en Basilea en 1897:
THE BASLE DECLARATION
This official statement of the purpose of the World Zionists was adopted by the First Zionist Congress in Basle in August 1897.
The aim of Zionism is to create for the Jewish people a home in Palestine secured by public law.
The Congress contemplates the following means to the attainment of this end:
1. The promotion, on suitable lines, of the colonization of Palestine by Jewish agriculture and industrial workers.
Sin embargo, incluso a finales del siglo XIX y principios del XX, para que el colonialismo fuera aceptable antes se tenía que minimizar a la población que lo padecería. En el caso de la colonización de Palestina, la estrategia que adoptaron los sionistas se basó en dos mitos esenciales: la tierra yerma y la sociedad primitiva.
El mito del desierto que el sionismo hizo florecer nos presenta una Palestina despoblada y subdesarrollada con todos sus recursos por explotar[18]. Como veíamos ya en Moisés Hess, su referencia a los beduinos casi como la única población de Palestina empezó a fundar los dos mitos que perdurarían hasta la actual sociedad israelí. La presentación de una tierra habitada sólo por nómadas introducía ya la idea de tierra deshabitada y de primitivismo, negando la realidad de una sociedad en la cual convivían una mayoría sedentaria y una minoría nómada, y organizada sobre unas bases funcionales y dinámicas.
La política seguida por el movimiento sionista ante la población palestina fue ignorarla, avanzando en la colonización con el mismo espíritu que había hecho posible otras colonizaciones en el mundo. En los pocos casos en que los sionistas trataron la cuestión de la población autóctona lo hicieron siguiendo el eterno argumento colonial: los europeos, judíos en este caso, son portadores de la modernidad y de la civilización a unos nativos primitivos que no constituyen una sociedad con derechos políticos.
En una primera etapa, la insistencia sionista en que no había un nacionalismo árabe anterior al sionismo intentó justificar la colonización en la idea de que sin una ideología nacionalista y sin un Estado propio una población no está organizada social y políticamente y, por tanto, no puede tener derechos sobre el territorio. Sorprende que, aún hoy en día, un historiador que forma parte de la “nueva historiografía israelí”, crítica con la historia oficial y que pone de manifiesto la política colonial del sionismo, continúa apoyando este tipo de argumento cuando escribe que “in defense of Herzl it should be pointed out that at the end of the nineteenth century Palestine was a province of the Ottoman Empire, and an Arab nacional movement was only beginning to develop there”[19].



Es más, se consideraba que el territorio con una población no organizada en un Estado era un espacio vacío y abierto a la colonización. Esta línea de pensamiento justificaba el colonialismo al tratar a la población indígena como seres pre-sociales y pre-políticos, y, como consecuencia, pre-humanos, abriendo las puertas a las teorías y percepciones racistas sobre los “incivilizados”. Incluso, yendo más allá, permitía ignorar a la población indígena, no verla, y así encontramos el tema recurrente de la tierra vacía y yerma en la literatura colonial. En América, en África, en Oceanía y en Asia se repite la imagen de los grandes espacios salvajes, inexplorados e inexplotados que están esperando a los colonos para convertirse en fuentes de riqueza y de modernidad, escondiendo totalmente que ya había una población que vivía en estos espacios y de sus recursos.
En el caso de Palestina y el mundo árabe, el colonialismo ignoró las tensiones sociales y políticas que embargaban a estas sociedades. Tensiones que conectaban con la organización social sobre los lazos de assabiyah ya descrita por Ibn Jaldún, o que enfrentaban los modelos ideológicos basados en la Umma (comunidad de creyentes en el Islam) con los basados en la Uatan (nación), a la identidad musulmana que legitimaba al califato y al Imperio otomano con la identidad nacional que sobre la base del arabismo intentaba establecer divisiones de base geográfica en el interior del imperio, y posteriormente ignoraron incluso las mismas tensiones particularistas que habían introducido los colonialistas en Palestina, al no querer reconocer el surgimiento de un nacionalismo palestino que reivindicaba un Estado propio.
En una segunda etapa, se reconoció el nacionalismo árabe pero no a la identidad palestina, con lo que se intentó justificar la expulsión de los palestinos. Políticamente, trasladaba el conflicto por el territorio de Palestina del marco intercomunitario al interestatal, en el cual las contradicciones eran menores:
“I deny the assumption that the aspirations of the Jews and Arabs are not mutually reconcilable (...) the question is not between the Jews of Palestine and the Arabs of Palestine (...) but one should see the Jews as a global unit, and the Arabs as a global unit. And I believe that between the national aspirations of the Jewish nation and the national aspirations of the Arab nation, there are no contradictions, because we are only interested in this land, and the Arabs are interested not only in this land but in the whole territory of the Middle East”[20].

La negación de la existencia de los palestinos como pueblo permitía negar su derecho a la autodeterminación e incluso sus derechos individuales como personas. Un sector del discurso sionista todavía hoy rechaza el derecho al retorno y defiende que los refugiados palestinos expulsados en 1948 y 1967 de sus casas y tierras deben encontrar cobijo en los países árabes, pues forman un todo inseparable.
“[El plan de Benny Elon, entonces ministro de Turismo y líder del partido Moledet] rechaza el establecimiento de un Estado palestino en el corazón del territorio (heartland). La pequeña área situada entre el río Jordán y el mar Mediterráneo está destinada al establecimiento de un Estado judío en el seno del gran espacio árabe, y debe permanecer en su totalidad bajo soberanía israelí. […]. La Autoridad Palestina será desmantelada, la guerra contra el terrorismo se intensificará y todas las armas serán requisadas, los refugiados palestinos serán rehabilitados en varios Estados árabes (incluyendo Jordania) con financiación israelí e internacional, y los residentes árabes de Yesha [Gaza y Cisjordania según la designación israelí], aquellos que no sean refugiados, permanecerán donde están, les será concedida la ciudadanía jordana y disfrutarán de un grado de autonomía en el marco de la soberanía israelí […]”[21].

Como ya hemos visto, este discurso se apoya en la supeditación de los derechos de las personas al derecho del nacionalismo judío a construir un Estado. Posteriormente, cuando no se pudo evitar el reconocimiento de un proyecto nacional palestino, los fundamentos del discurso continuaron siendo los mismos y así Israel rechaza el retorno de los refugiados palestinos a sus casas y sólo admite un retorno parcial al futuro Estado palestino.
Los sionistas e Israel no admiten que los derechos humanos no se pueden separar de las personas y son inalienables, y los sacrifican a la construcción de su proyecto nacional. Esta supeditación de los derechos más básicos de las personas al proyecto nacionalista ya lo encontramos en los albores de la colonización.
Inmigración y ocupación laboral en Palestina
A mediados del siglo XIX, los habitantes de Palestina eran poco numerosos, alrededor de 300.000, y poco más de 500.000 en 1914. De ellos, la comunidad judía constituía una minoría poco relevante de unos 10.000 miembros antes de las primeras oleadas coloniales sionistas. Una minoría que se resistía a crecer, pues incluso con la inmigración de judíos del este de Europa, a principios del siglo siguiente la comunidad tan solo había aumentado a 50.000 o 60.000 miembros[22]. La mayoría de los judíos estaban ligados al mundo piadoso de la religión y vivían de la beneficiencia que recibían de la diáspora, hasta el punto que en 1868 sólo el 15 % de ellos tenía una profesión lucrativa. Esta población judía era de procedencias muy distintas, tanto sefardís del norte de Africa y Oriente Medio como askenazís de Europa, y hablaba lenguas también diferentes, como el yiddish, el árabe, el ladino, el alemán, el francés, el inglés, el persa o el georgiano.
El Imperio Otomano, el “enfermo” de la época, estaba sometido a las presiones de las potencias europeas para introducirse en Oriente Medio, y los distritos palestinos no eran una excepción. En muchas ocasiones, las potencias aprovechaban la protección de los lugares sagrados y de las minorías religiosas para imponer su presencia e introducir un incipiente control colonial. Las organizaciones religiosas, entre ellas las judías británicas, alemanas y francesas, también participaron en la expansión de las respectivas metrópolis en la región. Así, los inicios de la penetración colonial europea estuvieron ligados a las iglesias cristianas que compraban tierras de gran valor y explotaban el trabajo de los fellahin, a los colonos alemanes de la secta de los Templarios que introdujeron técnicas agrícolas modernas y también recurrieron al trabajo de los campesinos palestinos, y a la inmigración sionista, que se inició en 1878 con la creación de Petakh-Tikva, la primera colonia.
El crecimiento de la inmigración sionista en Palestina fue un producto directo del Mandato y del control colonial británico. Según el artículo sexto del Mandato,
Article 6: The Administration of Palestine, while ensuring that the rights and position of other sections of the population are not prejudiced, shall facilitate Jewish immigration under suitable conditions and shall encourage, in cooperation with the Jewish agency referred to in Article 4, close settlement by Jews on the land, including State lands and waste lands not required for public purposes.[23]
La colaboración entre las autoridades británicas y las organizaciones sionistas facilitó el tránsito de Europa hacia Palestina en unos momentos en que Estados Unidos estaba cerrando sus puertas con la Quota Act. En 1923, la Oficina de Inmigración de la administración mandataria se trasladó de Trieste a Varsovia, precisamente para agilizar los trámites de los colonos judíos[24]. La cooperación entre británicos y sionistas también permitió que las organizaciones sionistas controlaran y cribaran las solicitudes de inmigración de una forma más directa, lo que se había de convertir en un importante recurso de poder en el seno del movimiento sionista mundial y en la sociedad judía palestina.

Las oleadas inmigratorias anteriores al Mandato habían sido importantes, pero sin llegar a las cifras de los años 1920 y 1930. La primera aliya, entre 1882 y 1903, supuso la llegada de unos 35.000 inmigrantes, principalmente del este de Europa, aunque muchos de ellos volvieron a emigrar al fracasar algunas de las colonias. Con la segunda aliya, entre 1904 y 1914, entraron cerca de 40.000 rusos en Palestina, trabajadores y pequeño burgueses, muchos de ellos influidos por las corrientes de pensamiento de la izquierda. Y con la tercera, entre 1919 y 1923, llegaron 40.000 más, también del este europeo, mayoritariamente trabajadores que tenían que competir en el mercado laboral. La cuarta y la quinta aliya ya fueron más numerosas. La cuarta, entre 1924 y 1929, atrajo a más de 80.000 polacos y húngaros, muchos de ellos de clase media. Y la quinta, entre 1929 y 1939 fue mayoritariamente alemana, con más de 250.000 inmigrantes, también muchos de ellos empresarios y profesionales.
La población judía se multiplicó por 10 entre 1919 y 1947 principalmente por la inmigración, lo que supone un crecimiento muy superior a la población árabe que vio como en poco tiempo los judíos pasaban del 10 al 30 por ciento de los habitantes de Palestina.
Otro cambio importante en la misma época fue la penetración de la economía capitalista europea en el imperio otomano, provocando un resquebrajamiento de las bases feudales de las relaciones de producción y de propiedad del suelo[25]. Los ámbitos que sintieron primero y más duramente esta transformación fueron la propiedad y el trabajo agrarios. Siguiendo un mecanismo muy similar a otras regiones mediterráneas, durante el siglo XIX y principios del XX, bajo los otomanos y los británicos, se impuso un proceso de impulso de la agricultura capitalista, de desmembración de las tierras comunales y de concentración de la propiedad, al tiempo que se sometía al campesinado a una explotación cada vez más dura.
La llegada de las oleadas inmigratorias sionistas, y su política de compra de suelo para establecer las colonias, se sumó a las dinámicas de concentración de la propiedad y de pérdida del campesinado, aumentando la percepción de amenaza de la población palestina hacia los sionistas europeos. Los precios del suelo crecieron un 5.000 % entre 1910 y 1944 en Palestina[26]. Los grandes propietarios, los efendis y los funcionarios corruptos no dudaban en vender y conseguir grandes beneficios, despreocupándose de la suerte de los fellahin. Y, éstos, por su parte, no podían competir en un mercado absolutamente inflacionista y se veían marginados a tierras de menor valor o desplazados del mundo rural, con lo que se fue creando un importante grupo de campesinos sin tierra.

Los campesinos expulsados de la tierra por la colonización sionista se sumaron a aquellos que perdían las tierras a causa de las deudas, los impuestos y la parcelación provocados por las políticas otomanas y británicas y por la introducción de las relaciones capitalistas de producción en la economía palestina. Unos y otros pasaron a formar parte de una capa social de descontentos que malvivían en los suburbios de las ciudades, o vendiendo su fuerza de trabajo como jornaleros y aparceros, con una percepción muy dura de pérdida tanto en la posición social como en la renta.
“A report on this point was received from the Director of Agriculture in respect of the Haifa district for the past year [1929]. From this it appears that in the Magistrates' Court at Haifa alone and for the Sub-district of Haifa, with a population estimated at 67,800, there were heard 8,701 proceedings for debt, issued 4,872 orders for execution and filed 2,756 applications for imprisonment for debt. Assuming that the average family consists of 5 persons, the total number of families in the Sub-district was 13,560. The execution proceedings taken were thus in number equal to 64.2 per cent, of the number of families of the Sub-district.”[27]
Muchos de los campesinos se veían pues obligados a buscar trabajo en las ciudades, pero a medida que avanzó el proyecto sionista también esta puerta se cerró. La defensa sionista del trabajo sólo judío dejaba al fellah indefenso ante el futuro:
“[he] seeks employment but can not find it; he has no work because the Jews took over all the work; the fellaheen are driven from the land because the Zionists bought it from the rich landlords. The fellaheen are drawn to the towns to seek jobs which they do not get. They- have nothing to do eventually but become gangsters.”[28]
Los trabajadores árabes estaban en el proceso de transición del trabajo campesino al trabajo asalariado y al proletariado urbano en suburbios de chabolas[29]. Se encontraban en un momento de máxima vulnerabilidad, igual que había ocurrido en Europa en los inicios de la industrialización y del surgimiento del capitalismo. Sin embargo, los palestinos se tuvieron que enfrentar no sólo a sus explotadores, sino también a la inmigración sionista que venía de los países del este europeo, con una importante tradición organizativa y de defensa de sus derechos. Si la solidaridad de clase hubiera tenido peso en el socialsionismo[30], la unión de los inmigrantes y de los trabajadores autóctonos les habría dado una fuerza importante ante el capital. Sin embargo, ocurrió lo contrario, pues la colonización sionista y su proyecto nacionalista y de separación racial se convirtieron en un factor añadido de debilidad para los palestinos.

Un asesor del gobierno británico afirmaría:

“Arab workers have been open to exploitation in all directions, and, in particular, have been helpless in the face of the organized power of the Histradrut [Confederación sindical sionista]. This has been especially marked in the northern parts of Palestine (...)”.[31]
En los años 1920 y 1930, la presión de la inmigración sionista se convirtió en el elemento más visible de esta dinámica, y condujo a muchos de los afectados hacia una respuesta política nacionalista, de oposición a la colonización sionista y de rechazo al proyecto político nacionalista judío en Palestina.
A pesar de las protestas árabes, y de las declaraciones de los gobiernos británicos tras ellas, la inmigración sionista sólo se veía limitada por la capacidad de absorción de Palestina, lo que significa que el único freno eran los recursos económicos:
“The need for further restriction of immigration, which in three years, 1924-1926, brought a new population of more than 50,000 persons to the country, was nevertheless evident. It was clear that Palestine could not in a short time absorb so large a number of immigrants, and that existing sources of supply were inadequate to meet the economic demands of this population. The large immigration caused a general rise in values, particularly those of immovable property, which was promoted by intensive urban settlement of immigrants and the limited area of available building land. (...) Zionist funds had to be diverted from investments in productive capital works in order to provide for the welfare and social services demanded by a Jewish population which increased from 70,000 in 1920 to 140,000 in 1927.”[32]
“35. Labour.--Continued improvement of economic conditions has resulted in the creation of openings for employment in industry, in the building trade and in agriculture. These absorbed most of those persons who were unemployed at the end of 1928. The tide of emigration turned and the demand for labour, notwithstanding the set-back of the disturbances, was greater than the supply. Government authorised the entry of 2,300 Jewish working men and women for whom the Jewish Agency guaranteed employment mostly in connexion with the planting of orange groves. In 1928, Jewish immigration and emigration balanced one another; in 1929 the immigrants exceeded the emigrants by 3,503.”[33]
Las crisis económicas repercutían en la población judía, pero sobre todo en la palestina, menos cualificada, sin redes de socorro social y sin capital público que pudiera actuar como inversor en momentos de crisis.
Esta tensión económica y social en el marco del conflicto político se vio acentuada por la crisis de la segunda mitad de los años treinta. Palestina recibió el impacto del mal momento económico internacional, además de una importante sequía, lo que creó graves problemas de falta de empleo. En este contexto y cuando uno de los pocos focos de inversión era el capital que llegaba a través de las organizaciones sionistas, éstas cerraron totalmente las puertas al trabajo no hebreo. Los palestinos veían así como los inmigrantes prosperaban y podían trabajar en las tierras de las que ellos habían sido expulsados, y como la comunidad sionista crecía demográfica y económicamente en unos momentos de penuria para el resto de la población de Palestina. Y los sionistas tenían el apoyo de la potencia imperial para su proyecto nacionalista. El agravio económico y social formaba parte indisoluble del agravio político.



La imposición del trabajo judío

Las primeras colonias sionistas, a finales del XIX y principios del XX, se basaban en la explotación del trabajo palestino y eran totalmente dependientes de las ayudas que llegaban de Europa, principalmente de Edmond de Rothschild, hasta el punto que en su mayoría terminaron en manos del potentado en una relación de capitalismo colonial. Aún así, estos primeros asentamientos de colonos fueron la simiente de la futura colonización sionista de Palestina. Las explotaciones las trabajaban palestinos que, en buena parte, habían perdido las tierras a manos de los colonos y de los capitalistas judíos. En otras ocasiones, los capitalistas judíos no dudaban en explotar también el trabajo de los inmigrantes judíos europeos con menos recursos. La segunda aliya empezó a cambiar esta situación. Muchos de los recién llegados a principios del siglo XX eran jóvenes influidos por el populismo de Tolstoi, pequeño burgueses con estudios, aunque con pocas perspectivas de futuro en sus lugares de origen. Esta aliya y la siguiente fueron las que impusieron el principio del trabajo judío.
A pesar del impacto que tenían las compras de tierra en la población campesina palestina, los nuevos inmigrantes sionistas se dirigieron fundamentalmente a las ciudades. Las experiencias colectivistas campesinas como los kibbutz eran minoritarias pues la mayoría de los colonos eran urbanos, y las ideas socializantes se plasmaron en la afiliación a los sindicatos, sobre todo a la Histadrut[34]. Estos trabajadores inmigrantes tenían que competir con los palestinos que se estaban viendo obligados a abandonar el campo, haciendo aumentar enormemente unos y otros la oferta de mano de obra.
Está claro que la competencia por el trabajo influyó en la imposición del trabajo judío. Las ideas progresistas de igualdad y de defensa de los derechos de los trabajadores, en definitiva de lucha de clases, pronto perdieron fuerza ante la salida más fácil de la separación étnica y de la protección del trabajador judío en un marco de lucha nacionalista.

“Relations of P.I.C.A. Colonists with Arabs.—The relations of the old P.I.C.A. colonists with their Arab neighbours and with their Arab workmen were excellent—a mutual advantage to both communities. Had the P.I.C.A. policy of friendship and conciliation with the Arab been permitted to continue, there is no doubt that in the neighbourhood of their colonies none of that bitterness which is now so prevalent need have arisen”.[35]
Parece evidente que las relaciones entre los colonos de la Palestine Jewish Colonization Association (PICA) y los palestinos que trabajaban para ellos no podían ser tan excelentes como anuncia Sir John Hope Simpson, pero desde la mentalidad de un aristócrata británico en los años 1930 la relación de explotación entre capitalistas y campesinos era normal. También para los fellahin, pues no había mucha diferencia entre las condiciones impuestas por un efendi o por los colonos judíos. En uno y otro caso las relaciones se movían en el marco de la lucha de clases, en la cual los capitalistas de la época tenían una posición de poder que les permitía percibir las relaciones como “excelentes”. Lo extraordinario, tanto para la mentalidad colonial europea como para la población colonizada, era la expulsión del campesino y su sustitución por inmigrantes judíos, la sustitución de una clase proletaria por un colono también proletario.



Incluso con anterioridad al Mandato ya se empezaron a establecer algunos de los mecanismos de protección del trabajo judío y expulsión de la mano de obra palestina de las empresas y colonias judías. Ya en 1901, con la creación del Fondo Nacional Judío que se encargaba de la compra de terrenos que se cedían a los colonos sionistas, se estableció la etnización de los recursos adquiridos y la obligatoriedad del trabajo judío en estas explotaciones, y más tarde la Agencia Judía seguiría la misma política:
“The Constitution of the Jewish Agency: Land Holding and Employment Clauses.—The Constitution of the Jewish Agency for Palestine was signed at Zurich on 14th August, 1920. Article 3:
(d) Land is to be acquired as Jewish property and subject to the provisions of Article 10 of this Agreement, the title to the lands acquired is to be taken in the name of the Jewish National Fund, to the end that the same shall be held as the inalienable property of the Jewish people.
(e) The Agency shall promote agricultural colonisation based on Jewish labour, and in all works or undertakings carried out or furthered by the Agency, it shall be deemed to be a matter of principle that Jewish labour shall be employed.” [36]
“Keren-Kayemeth draft lease: Employment of Jewish labour only. —I have been favoured with copies of the draft of the lease which it is proposed to execute in respect of all holdings granted by the Keren-Kayemeth (Jewish National Fund). The following is Article 23 of this lease :
"The lessee undertakes to execute all works connected with the cultivation of the holding only with Jewish labour. Failure to comply with this duty by the employment of non-Jewish labour shall render the lessee liable to the payment of a compensation of ten Palestinian pounds for each default. The fact of the employment of non-Jewish labour shall constitute adequate proof as to the damages and the amount thereof, and the right of the Fund to be paid the compensation referred to, and it shall not be necessary to serve on the lessee any notarial or other notice. Where the lessee has contravened the provisions of this Article three times the Fund may apply the right of restitution of the holding, without paying any compensation whatever."

The lease also provides that the holding shall never be held by any but a Jew. If the holder, being a Jew, dies, leaving as his heir a non-Jew, the Fund shall obtain the right of restitution. Prior to the enforcement of the right of restitution, the Fund must give the heir three months' notice, within which period the heir shall transfer his rights to a Jew, otherwise the Fund may enforce the right of restitution and the heir may not oppose such enforcement.
(...) In the similar agreement for the Emek colonies there is a provision as follows : — " Article 11.—The settler undertakes to work the said holding personally, or with the aid of his family, and not to hire any outside labour except Jewish labourers".” [37]
¿Qué impacto tendría este mismo contrato si en vez de judío utilizáramos la palabra blanco o ario? La población judía europea estaba sufriendo las políticas de discriminación impuestas por el antisemitismo, y al mismo tiempo las organizaciones sionistas reproducían en Palestina algunos de los modelos de los que huían. La contradicción no es tal si no analizamos el comportamiento desde la perspectiva de los valores sino del proyecto político que se quería imponer en Palestina. El nacionalismo judío, al beber de la misma esencia filosófica que el nacionalismo que había hecho posible el antisemitismo, necesitaba los mismos instrumentos para conquistar el poder y hacer realidad el sueño del Estado étnico. El sionismo y la colonización de Palestina sólo eran posibles si utilizaban las mismas políticas discriminatorias que los nacionalistas étnicos europeos habían usado contra los judíos en Europa central y oriental. A pesar de ello, el sionismo ya entonces utilizaba el argumento del antisemitismo para acallar las críticas. Como en la actualidad, el sufrimiento de los judíos europeos se convertía en un argumento para justificar la agresión a los palestinos:
“Only an anti-semite will see in our struggle for the [exclusive] right to work our settlement as harmful to the Arab worker”.[38]



En otros casos, los fondos sionistas se utilizaban para compensar a los empresarios por la diferencia salarial entre la mano de obra palestina y la judía[39] y por las mejores condiciones de trabajo de los colonos. Por ejemplo, los créditos, subsidios e inversiones estaban ligados al principio del trabajo judío, con lo que incluso el sector privado tenía que acatarlo si quería acceder a los fondos públicos[40].
“Keren-Hayesod Agreements: Employment of labour.—In the agreement for the repayment of advances made by the Keren-Hayesod (Palestine Foundation Fund) to settlers in the colonies in the Maritime Plain the following provisions are included :—
Article 7.—The settler hereby undertakes that he will during the continuance of any of the said advances, reside upon the said agricultural holding and do all his farm work by himself or with the aid of his family, and that, if and whenever he may be obliged to hire help, he will hire Jewish workmen only”.[41]
Sería la tercera aliya la que, enfrentada a la competencia de la mano de obra árabe, defendería con más ahínco el principio de la separación y del trabajo judío. Las principales instituciones que dieron origen al Estado de Israel tienen sus raíces en esta época y no se comprenden sin resaltar esta voluntad de apartheid del sionismo. A medida que aumentó la inmigración y las instituciones sionistas fueron ganando presencia en la comunidad judía de Palestina (Yishuv), la imposición del trabajo judío se hizo más evidente.
La principal organización que defendía el boicot a los trabajadores palestinos fue la Histadrut, el sindicato socialsionista que era casi un Estado dentro del Mandato. La Confederación General de los Trabajadores judíos en Palestina (Histadrut) fue fundada en 1920 por los dirigentes socialsionistas y pronto se convirtió en la principal institución del sionismo en Palestina. El sindicato, al igual que los partidos de izquierda sionistas, era ante todo nacionalista y no defendía intereses de clase sino primero del proyecto sionista y después de grupo en el interior de la sociedad judía, y siempre en competencia con los palestinos.

“In any attempt to devise adequate Government machinery for the control of immigration, account must be taken of the important part at present played in connection with Jewish immigration by the General Federation of Jewish Labour [Histadrut]. The influence of the General Federation is far-reaching and its activities are manifold. It constitutes an important factor within the World Zionist movement, and at the last Zionist Congress more than a quarter of the total number of delegates represented such Zionist circles, both in Palestine and abroad, as are identified with the Federation. The influence which the Federation is able to exert upon immigrants is shown by the fact that its members are not permitted to have recourse to the Courts of the country in cases of dispute with another member. It has its own Courts of First and Second Instance and its Labour High Court, to which appeals from the subordinate Tribunals lie. The Federation has adopted a policy which implies the introduction in Palestine of a new social order based on communal settlements and the principle of "self labour" (i.e., that each man should work for himself and avoid the employment of hired labourers). Where self-labour is impossible it insists on the employment of Jewish labour exclusively by all Jewish employers.”[42]
Las elites socialsionistas pudieron progresar y conseguir ventajas sociales gracias al control del capital de la diáspora y al acceso colonial a los recursos de Palestina. Su capacidad de acumulación de poder estaba ligada en buena parte a su autoridad sobre las instituciones sionistas y a su crecimiento. Tanto las instituciones, como el capital público y la misma colonización y atracción de inmigrantes dependían del apoyo al proyecto nacionalista. Para conseguir que estos recursos aumentaran era necesaria la aplicación de políticas económicas nacionalistas[43], en vez de la defensa de los derechos de los trabajadores en un contexto de lucha de clases, lo que obligaba a renegar de los principios de solidaridad de clase y del socialismo para defender la solidaridad étnica y nacional.
Para los dirigentes de la izquierda sionista esto era un paso esencial para el dominio del Yishuv judía y del futuro Estado. Por ejemplo controlando el reparto del trabajo entre la población judía, para lo que contaban con la colaboración británica. Incluso en la obra pública, allí donde los trabajadores judíos y palestinos estaban mezclados, la prioridad de la Histadrut era la defensa del trabajo judío:

“11. Work on the construction of the Haifa-Acre and Jaffa-Haifa roads was assigned in part to Jews at rates higher than those which were paid to Arabs for the same labour; and most of the work at the Kadoorie Agricultural School at Mt. Tabor is in Jewish hands. Representatives of the Executive of the Jewish Agency and of the General Federation of Jewish Labour were recognized by Government for the special purpose of recruitment of Jewish labour as required by Departments.”[44]
La Histadrut controlaba la sociedad judía en todos los ámbitos, desde la economía hasta la educación y la seguridad, y su influencia se extendía incluso a Europa con el adoctrinamiento de los futuros emigrantes a Palestina antes de su partida.
“11. The Jewish Agency maintains Palestine offices in all important centres of Jewish immigration to supervise the selection of immigrants under the Labour Schedule and to assist immigrants of other categories, and hostels at Tel-Aviv and Haifa, where immigrants are provided with temporary accommodation pending their transfer to places of employment. In co-operation with the General Federation of Jewish Labour, the Agency regulates the distribution of immigrants between centres of employment and supplies them with beds, tools, and medical assistance during the initial period of establishment. This year, tents were provided by the Jewish Agency for about 1,000 immigrant workers, and permanent dwellings and dining halls were erected with the assistance of the Jewish Agency for camps accommodating 500 workers in the plantation colonies.”[45]
Y controlaba también la prioridad judía en la producción y en la distribución, lo que significaba el boicot al trabajo árabe y a los productos árabes. Entre las elites políticas y sindicales sionistas había un consenso general en la necesidad de separar las dos sociedades y proteger la economía judía. Y cuando algún empresario judío, que no era sionista o se basaba en criterios de rentabilidad económica, contrataba a palestinos o compraba y vendía productos árabes, se enfrentaba a la acción de los piquetes sionistas:
“Jewish labour has not refrained from using force to exclude Arab workmen from Jewish enterprises, especially on building in the towns.”[46]
“Already, one branch –building– has been taken over entirely by Jewish labor. Even where mixed labor is still used for other purposes, this is so. It is a fairly recent victory, won not without many a sharp fight. Only six years ago in Rehoboth, which, with some justice, prides itself on a positive approach in this respect, there was a serious incident because a central building was being put up and no a single Jew employed. (...) The owner and two of his friends sent a memorandum to the District Commissiones in the name of 90 residents of the colony, describing the cordial relations that had prevailed for years between them and their Arab laborers, the gainful employment the Arabs always found and so on, until Jewish workers appeared on the scene, who were driving the Arabs away by all manner of violence and vilification, and so forth and so forth, and by so doing were like excite enmity between the Arabs and Jews and endanger the peace fo the country –the Histradruth and its leaders were to blame for it all– and, please, would the District Commissioner take steps against the Jewish workers and their union and safeguard Arab lives and welfare. This calumny got no response even from British officialdom (...).”[47]
A pesar de que Ben Gurion lo presentara como “calumnias”, el boicot y la acción de los piquetes estaban tan extendidos que fueron incluso motivo de la reforma de la ley para evitarlos[48]. Estos cambios se llevaron a cabo tanto por las protestas de los palestinos como de los capitalistas judíos que padecían la acción de los piquetes. Sin embargo, la nueva norma tuvo pocas consecuencias por la poca voluntad para hacerla cumplir, como se desprende de las memorias de Ben Gurion (“This calumny got no response even from British officialdom”), y por coincidir en el tiempo con la Gran Rebelión Árabe de 1936-1939.

La defensa del empleo sólo de trabajadores judíos permitía avanzar en la construcción de la sociedad étnicamente pura, y además eliminaba la competencia en el mercado de trabajo de la mano de obra palestina, que era más barata. Era importante también que los inmigrantes tuvieran un nivel de vida comparable al europeo para poder mantener el impulso de la inmigración y evitar el retorno a Europa o la emigración a Estados Unidos.
La defensa del trabajo judío implicaba imponer un modelo de colonización distinto al clásico. Ya no se trataba de explotar un territorio, sus recursos y su población, sino de apropiarse del territorio y sus recursos para explotarlos directamente los colonos, sustituyendo a la población indígena. Como definieron de una forma muy clara algunos socialistas israelíes, éstas son algunas de las grandes diferencias entre el colonialismo clásico europeo y el proyecto colonial sionista. El primero tenía el objetivo de explotar la mano de obra y los recursos de las sociedades colonizadas, transformando a la población indígena en clase proletaria en el marco de una relación de producción capitalista, mientras que los sionistas tenían el objetivo de desplazar a toda la sociedad árabe-palestina pues necesitaban tanto el territorio como sus recursos para construir un proyecto nacionalista propio, con una sociedad étnicamente homogénea y con sus propias clases sociales.
“Comme toute société colonisatrice, les colons sionistes durent définir une politique déterminée à l’égard de la population indigène. Ici nous arrivons à l’aspect spécifique du sionisme qui le distingue de toutes les autres colonisations de notre époque. Les colons européens d’autres colonies ont cherché à exploiter les richesses du pays (y compris le potentiel de travail des “indigènes”) et ont invariablement transformé la population existante en une classe prolétarienne dans une nouvelle société capitaliste. Mais le sionisme ne désirait pas simplement les ressources de la Palestine (qui de toute façon n’était pas très importantes) mais le pays lui-même qui devait servir à la création d’un nouvel Etat national. Cette nouvelle nation était destinée à avoir ses propres classes sociales y compris une classe ouvrière. Par conséquent, les arabes n’étaient pas destinés à être exploités mais à être remplacés dans leur totalité”.[49]

El choque entre el modelo colonial de plantación con explotación del trabajo indígena, defendido por el capital privado, y el modelo de colonización pura, basada en el trabajo blanco y la sustitución de población, defendido por los socialsionistas, era inevitable:
“Hitherto the plantation colonists have been able to employ Jewish workers for only part of the year. As the demand for workers increased in season, it was of course impossible to find Jewish workers in sufficient numbers; Arab workers were therefore engaged from the nearest village. The consequence has been that in many colonies more Arab than Jewish workers are employed at certain seasons of the year: which is a most undesirable state of affairs.”[50]
Las acciones de los piquetes de la Histadrut también permiten ver el choque entre los intereses del capital privado y los intereses de los inmigrantes. El poder de la Histadrut en la sociedad judía era tal que fue capaz de imponer sus intereses y el modelo de colonización con sustitución de población a los capitalistas. El enfrentamiento entre el modelo colonial de plantación y el modelo de colonización blanca se resolvió a favor del segundo por el poder del movimiento socialsionista en el seno de las instituciones nacionalistas judías[51].
Esto fue posible también por el pacto del capital judío con el movimiento sionista liderado por los socialsionistas. Los sionistas de izquierdas, con las ayudas de la diáspora y con la cooperación de las autoridades mandatarias, garantizaron unos beneficios y unas ventajas más que provechosas para el capital. Y cuando algún empresario no aceptaba los términos del pacto y buscaba mano de obra palestina, entraban en acción los piquetes que impedían el trabajo árabe para capitalistas judíos.
La distribución del capital y del poder político obligaba a una alianza entre la burguesía judía inversora y los socialsionistas. Las elites socialsionistas necesitaban la importación de capital privado para alimentar el proyecto colonial y la construcción del proyecto sionista, pues el capital público (de las instituciones y organizaciones sionistas) era claramente insuficiente. Por otra parte, el capital público y las políticas económicas nacionalistas tenían el objetivo de la creación del Estado más que la búsqueda de beneficios. Esto es normal, pues, al no tener acceso al capital privado, el poder de los dirigentes dependía en primer lugar de la fuerza de las organizaciones e instituciones protoestatales, por lo que la inversión se debía dirigir a este fin, con lo que también era necesaria una inversión privada que se dirigiera a los sectores más rentables.
Ante la capacidad de control político, social, ideológico e incluso económico de las elites socialsionistas sobre la población judía, la mayoría de capitalistas judíos pactaron ventajas recíprocas. La principal era el control de la Histadrut sobre los obreros para que no radicalizaran sus peticiones y, sobre todo, para que no intentaran acceder al control de los medios de producción. En muchos casos, la burguesía ligada al sector privado y la nueva burguesía ligada a las instituciones sionistas no sólo trabaron alianzas sino que se mezclaron, confundiéndose tanto los intereses como las personas[52].
Las elites capitalistas, por su parte, intervinieron poco en la política, y a cambio los socialsionistas suministraban la mano de obra inmigrada, daban respuesta a sus necesidades (sanidad, educación y servicios) y controlaban sus reivindicaciones y su movilización. Además, los dirigentes políticos trataban con los británicos e influían sobre sus inversiones en infraestructuras necesarias para el capital judío y para la colonización sionista. Y, en añadidura, el sector del capital privado más rentable era la construcción, cuya demanda dependía totalmente de la inmigración controlada por las organizaciones socialsionistas.

Así, se creó una sinergia clara entre los intereses del capital privado y de los dirigentes socialsionistas. Aunque la relación era desigual, pues los dirigentes socialsionistas tenían el control sobre las instituciones protoestatales, sobre las organizaciones sionistas y coloniales, sobre la ideología nacionalista, sobre los grupos paramilitares y sobre parte del capital. Así, esta alianza de intereses estaba decantada hacia los dirigentes políticos y su control sobre las instituciones sionistas, hasta el punto de que la fundación del Estado fue la plasmación de este poder extremadamente centralizado en las elites socialsionistas.
Este pacto entre el capital y la Histadrut se basaba en la ideología y los objetivos nacionalistas, lo que también se reflejó en la cooperación entre la derecha y la izquierda sionistas. El nacionalismo, en su abstracción ideológica, permitía presentar la construcción del Estado como un objetivo interclasista, lo que suponía legitimar los intereses de clase de la burguesía y de las elites que se consolidaban en el poder y, al mismo tiempo, anulaba los pocos intentos de la izquierda marxista por hacer oír su voz[53]. Como afirmarían más tarde los israelíes antisionistas del Matzpen[54], la función de los laboristas no era la consecución del socialismo ni la defensa de la clase obrera, sino la organización de los trabajadores judíos para la causa sionista[55].
Este choque de modelos coloniales también estaba detrás de las dos grandes corrientes sionistas, el socialsionismo y el revisionismo. La prioridad para el revisionismo era conseguir la máxima expansión territorial, el máximo control sobre los recursos de la región, y no había problema en explotarlos utilizando la mano de obra indígena según un modelo colonial clásico. El objetivo nacionalista judío se podía conseguir sin expulsar a los palestinos, simplemente negándoles el estatuto de ciudadanos del futuro Estado de Israel. Se podía apreciar fácilmente la influencia de las ideas ligadas al fascismo y al apartheid defendido por algunos colonos blancos en África. No obstante, mientras la mano de obra judía, inmigrada de Europa hasta la creación de Israel o importada del mundo árabe tras la guerra de 1948, fuera suficiente para las necesidades del capital, el revisionismo no tenía inconveniente en colaborar con los socialsionistas y su modelo de colonización blanca con limpieza étnica.
Cuando creció la demanda de mano de obra barata y las exigencias de los trabajadores judíos europeos también aumentaron, el pacto no se modificó y hubo que buscar trabajadores no cualificados y judíos. Éstos se encontraron primero en Yemen, y tras la guerra de 1948 en el resto del mundo árabe con la inmigración sefardí. De esta forma, se pudo mantener el modelo de colonización blanca, con substitución de la población y construcción de un Estado étnicamente puro, y además se respondió a las demandas del capital que solicitaba una mano de obra que sustituyera a la árabe con sólo un aumento muy limitado de los costes. Este proceso creó una división en la sociedad judía israelí, con un sector de judíos europeos (askenazí) cada vez más privilegiado tanto en lo económico como en el control del poder y un sector de judíos árabes (sefardí) que se vio relegado al papel de mano de obra indígena.

Sin embargo, para los socialsionistas el objetivo colonial no era tan fácil de asumir y les obligaba a buscar respuestas a contradicciones sin solución. En el modelo de colonización adoptado por los socialsionistas se podía encontrar la influencia del nacionalismo germano y su esencia étnica. Como no podía ser de otra forma, la necesidad de homogeneizar la población del futuro Estado sionista obligaba a una colonización “blanca”, desplazando a los “aborígenes” no judíos. La Palestine Land Development Company, creada por la Organización Sionista Mundial para la colonización de Palestina, también se inspiró en el modelo de colonización interna desarrollado por el gobierno prusiano para asentar mayorías alemanas y “renacionalizar” regiones que tenían una creciente influencia polaca. El principio de la conquista del trabajo significaba que el sionismo necesitaba el control de todos los puestos de trabajo por parte de judíos o, al menos, los puestos más cualificados y mejor pagados[56].
Los ideales socialistas también sirvieron para justificar la imposición del trabajo judío. El rechazo al trabajo remunerado en los kibbutz, en los cuales no se pagaban salarios y cada uno recibía según sus necesidades, además de una cuestión ideológica, era también un mecanismo de defensa contra la competencia del trabajo de los campesinos palestinos, más preparados y mucho más barato. El principio socializante de no explotar el trabajo ajeno, en los kibbutz y otras colonias cooperativas, se convertía así también en una forma de proteger el trabajo judío e impedir el trabajo palestino.
La exclusión de los no-nacionales de la propiedad de los bienes de capital y de los recursos en el interior del Estado, y su expulsión de los lugares de trabajo se convertían en políticas ineludibles para el proyecto nacionalista de la izquierda.
Esto explica la colaboración de los partidos de la izquierda con organizaciones ligadas al pensamiento fascista, como los revisionistas liderados por Jabotinsky. Las coincidencias nacionalistas eran mucho mayores que las diferencias sobre el modelo de sociedad. La colonización convertía al sionismo en una ideología opresora, que de forma implícita aproximaba el pensamiento del laborismo socialsionista y de la extrema derecha revisionista.
El líder derechista Ze’ev Jabotinsky era plenamente consciente de ello cuando, refiriéndose a la amenaza que suponía el comunismo para el sionismo, escribía que para el proyecto sionista se necesitaban capital y tierra:
“As regards capital: more than 90 percent of the money for construction comes from the pocket of our middle class (...) And the pure essence of Communism declares for class strugle against the middle class. Wherever it conquers, it must destroy the bourgeoisie, confiscating its large fortunes. That means chopping off the only root from which capital for construction in Eretz Israel can be secured”
[Y respecto a la tierra] “(...) the essence of Communism consists in that it agitates and must incite the Eastern nations against European dominance. This dominance in its eyes is ‘imperialistic’ and exploitative. I believe otherwise and think that European dominance makes them civilized (...) One thing is clear: Communism incites and must incite the Eastern nations and this it can do only in the name of national freedom. It tells them and must tell them: your land belongs to you and not to any strangers (...) For our Zionist lungs, Communism is suffocating gas and this is how you must deal with it”.[57]



La separación étnica

La defensa del trabajo judío sólo se puede comprender en el marco de la separación racial, incluso física. Por ejemplo, en 1909 se fundó Tel Aviv, la primera ciudad sólo judía que se convertiría en la capital del sionismo en Palestina.
Un mecanismo muy efectivo de separación de las dos comunidades era la política sionista hacia la tierra. El Fondo Nacional Judío estableció la prohibición de venta de suelo de propiedad judía a no judíos, con lo que los palestinos perdían el acceso a buena parte de un factor de producción determinante en la época. Por otra parte, la inflación en el precio del suelo provocada por las compras sionistas había eliminado casi totalmente los incentivos económicos para la compra de tierra, ya que la rentabilidad era a muy largo plazo y más que dudosa. Por esta razón, la demanda palestina de suelo se veía extremadamente limitada.
Lo que se estaba produciendo, además de eliminar parte de la competencia económica, era un proceso de limpieza étnica territorial, pues de forma literal los palestinos dejaban de tener acceso presente y futuro al suelo comprado por los sionistas:
“The effect of the Zionist colonisation policy on the Arab.— Actually the result of the purchase of land in Palestine by the Jewish National Fund has been that land has been extra-territorialised. It ceases to be land from which the Arab can gain any advantage either now or at any time in the future. Not only can he never hope to lease or to cultivate it, but, by the stringent provisions of the lease of the Jewish National Fund, he is deprived for ever from employment on that land. Nor can anyone help him by purchasing the land and restoring it to common use. The land is in mort-main and inalienable. It is for this reason that Arabs discount the professions of friendship and good will on the part of the Zionists in view of the policy which the Zionist Organisation deliberately adopted.”[58]
Incluso en el suelo urbano había limitaciones a la compra por parte de los no judíos. Así, el proceso de separación de la ciudad judía de Tel Aviv de Jaffa consistió también en normativas, establecidas entre 1909 y 1921, que prohibían la venta de tierra a los árabes[59].
La consigna del trabajo judío no era sólo una forma de eliminar la competición del trabajo palestino, sino que era sobre todo una movilización por la segregación de los árabes. En ocasiones, incluso cuando no había jornaleros judíos que quisieran trabajar en plantaciones judías, los piquetes no dejaban de actuar para evitar que el capital judío contratara jornaleros palestinos. Por ejemplo, en Kfar Saba, algunas de las explotaciones de cítricos los contrataron. La respuesta de la Histadrut fue intentar movilizar a militantes del sindicato para que sustituyeran a estos palestinos y, ante la imposibilidad de encontrar jornaleros judíos, organizaron piquetes. En estos piquetes participaban miembros de la pequeña y mediana burguesía, artistas, maestros, trabajadores de otras ramas, profesionales e incluso turistas sionistas, con lo que se demuestra que el objetivo no era sólo de defensa del trabajo sino sobre todo político y racial[60].
La realidad es que, sobre todo en las plantaciones, la acción de los piquetes no fue efectiva por la falta de trabajadores judíos dispuestos a trabajar como jornaleros y menos por los salarios que cobraban los palestinos. No obstante, sí sirvieron para atraer a sectores sionistas de la pequeña y mediana burguesía hacia la Histadrut y los partidos de izquierda. La Confederación de trabajadores y los partidos socialsionistas, y sobre todo sus dirigentes, pasaron a ser vistos como la vanguardia nacionalista judía adoptando un perfil "nacional", que iba mucho más allá de la defensa de los trabajadores y que permitió ampliar sus votantes y apoyos a prácticamente toda la sociedad judía. La defensa del trabajo judío y la acción de los piquetes se convirtieron, pues, en un importante instrumento de acumulación de poder en manos de los dirigentes socialsionistas.[61]



La necesidad de violencia y piquetes para imponer la máxima del trabajo judío y de la separación de la población judía son una muestra de que los contactos entre las dos comunidades eran frecuentes, y de que la convivencia cotidiana no era tan difícil como deseaban las elites sionistas. Para imponer la separación étnica los sionistas necesitaron toda la fuerza del adoctrinamiento ideológico e incluso de la coacción. La primera acción violenta para expulsar a obreros palestinos se produjo en 1909, durante la construcción del Instituto Hebreo de Jaffa en la que trabajaban[62]. Esto demuestra que para un sector importante de los judíos de Palestina el contacto con los palestinos y la convivencia no eran cuestiones problemáticas, pues habían contratado a obreros árabes. Hasta el inicio de la Rebelión Árabe, a mediados los años 1930, la política de trabajo judío se tuvo que enfrentar a sectores de la sociedad judía y en algunos sectores estaba lejos de ser un éxito. Por ejemplo, la corporación Nesher Cement Works empleaba a 300 árabes, y la Palestine Potash, de capital británico y judío, a 700[63]. En 1935, un 15 % del trabajo en el sector judío de la economía todavía era palestino (12.000 obreros y jornaleros palestinos por unos 70.000 judíos)[64].
Entre los trabajadores hubo experiencias de cooperación sindical, sobre todo en los sectores, como en los servicios ferroviarios, los servicios postales, el funcionariado, los transportes, etc., en los que la inversión del gobierno era más importante y, por tanto, también la convivencia en el trabajo pues la autoridad mandataria contrataba obreros de las dos comunidades[65]. Por ejemplo, en 1946, al inicio de la crisis después de la bonanza económica provocada por la Segunda Guerra Mundial, trabajadores y sindicatos palestinos y judíos colaboraron en más de una ocasión para luchar contra las políticas británicas[66]. Anteriormente, desde algunos sectores de la izquierda palestina y judía, había habido incluso voluntad de organizar asociaciones sindicales unitarias. La influencia de los inmigrantes marxistas provenientes de la Rusia revolucionaria fue importante, sobre todo en Haifa. También los trabajadores egipcios trajeron consigo su experiencia sindical. Sin embargo, estos intentos de crear sindicatos de clase se enfrentaron siempre a la Histadrut. Como diría el líder local de la Confederación sindical sionista de Haifa durante una huelga conjunta de los trabajadores ferroviarios palestinos y judíos en 1920:
“The railway workers forget that the mission of the Hebrew workers who are part of the movement for settling Palestine, is not to be bothered by mutual assistance to Arab workers, but to assist in the fortification of the Zionist project on the land”.[67]
El poder de la Histradrut y de las organizaciones socialsionistas consiguió que en pocos años la inmensa mayoría de trabajadores judíos estuvieran afiliados al sindicato sionista, anteponiendo el proyecto nacionalista de separación étnica a la convivencia y los intereses de clase. Los únicos que continuaron abogando por la acción conjunta palestino-judía fueron los pocos comunistas que conseguían escapar tanto a la marginación de los sionistas como a la represión británica.
Esta capacidad política de las organizaciones sionistas para mantener y controlar la separación de la sociedad judía en Palestina, permite explicar las diferencias salariales y de condiciones laborales entre los trabajadores palestinos y judíos.
“(1) Apart from a small number of experts, no Jewish workers are employed in Arab undertakings, and apart from citrus groves (where some Arabs work as seasonal labourers on Jewish farms), very few Arabs are employed in Jewish enterprises. Indeed, government service, the Potash Company and the Oil Refinery are almost the only places where Arabs and Jews meet as coworkers in the same organizations. (2) There are considerable differences between the rates of wages for Arab and Jewish workers in similar occupations, in the size of investment, and in productivity and labour costs which can be explained only by lack of direct competition between the two groups.”[68]
“XVII.--Labour.
1.Q. What measures have been taken to ensure, in accordance with Part XIII of the Treaty of Versailles, the consideration of conventions or recommendations of International Labour Conferences?
2.Q.--Are these conventions or recommendations being carried into effect?
1 and 2. A.--The conventions have not been applied, as they are not suitable to local conditions, but the 48-hour week is general in the post-war industrial undertakings and where immigrants [se entiende que es la inmigración judía europea] are employed; in other employment the hours are much longer.”[69]
La renta media judía doblaba la palestina y, en algunos sectores, los salarios judíos podían triplicar los palestinos. Esto sería inexplicable en términos económicos si tenemos en cuenta que, teóricamente, las dos sociedades constituían una sola economía en Palestina. Sin embargo, está claro que los sionistas y la autoridad mandataria habían construido una serie de fronteras económicas, sociales y políticas que separaban a palestinos y judíos e impermeabilizaban a la sociedad judía en todos aquellos ámbitos en los que necesitara protección para favorecer su desarrollo.

La efectividad de estas barreras se puede apreciar en las diferencias salariales entre los trabajadores judíos empleados en sectores en los que todavía había competencia palestina, y los contratados en sectores ya sin competencia. Los salarios de los primeros eran superiores a los de los palestinos, pero inferiores a los de los segundos, pues en el mercado de trabajo aún influían los salarios bajos pagados a los palestinos[70].
Para conseguir mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores en Palestina, el proletariado judío podía adoptar estrategias de clase, independientemente de la identidad de los trabajadores, o podía establecer alianzas con la patronal judía para proteger a los trabajadores también judíos. La contradicción entre el progresismo e igualitarismo de las ideas de la izquierda y la reacción retrógrada del nacionalismo y del proceso colonial se resolvió con un sistema de apartheid. La separación étnica permitía limitar los valores progresistas a la población judía y, al mismo tiempo, continuar luchando por un Estado para los judíos y colonizando Palestina. Y el control político y social de la izquierda sionista sobre la sociedad judía, junto con el sistema de ayudas facilitado por la entrada de capital a través de las organizaciones sionistas, permitió imponer a la opinión pública judía y a los empresarios el principio del trabajo judío.
La defensa del trabajo judío era principalmente política, para avanzar en el proyecto nacionalista de separación étnica y para consolidar el poder de las elites socialsionistas sobre el Yishuv[71] y después sobre Israel. Las conquistas y la limpieza étnica de 1947 y 1948 dieron una oportunidad todavía mayor para la expulsión de la población palestina y la apropiación de sus bienes.
Una vez creado Israel, conquistado el territorio y asegurada una amplia mayoría de población judía en el nuevo Estado, la limpieza étnica en el trabajo de baja cualificación ya no fue necesaria y se pudo explotar el trabajo palestino en aquellos puestos que no aceptaban ni tan siquiera los inmigrantes judíos sefardíes. Así, a partir de 1948 no hubo inconveniente en explotar la mano de obra palestina que había permanecido en Israel y, a partir de 1967, también la de los Territorios Ocupados[72]. Una vez se habían conseguido los objetivos políticos nacionalistas, se podía modificar el modelo colonial y adoptar otro de explotación de la mano de obra indígena, ya fuera local de los palestinos permanecidos en Israel o importada de los palestinos de los Territorios Ocupados.



Notas

[1] WEINSTOCK, 1969, p. 25 (citando a RUPPIN, Arthur, Soziologie der Juden, I, Berlin, 1930, p. 157).
[2] WEINSTOCK, 1969, p. 146.
[3] PAPPE, 2004, p. 119.
[4] STERNHELL, 1996, p. 4.
[5] Paradójicamente, para ser escuchados tanto por Israel como por la comunidad internacional, los palestinos tuvieron que adoptar una óptica nacionalista-etnicista y proponer un Estado para el pueblo palestino. Se vieron obligados a retomar un vocabulario ideológico del que Occidente, y especialmente Europa, no sólo está intentando alejarse, sino que además, en España, en Yugoslavia y en muchas otras partes continúa comprobando todo el peligro que conlleva.
[6] El término “sionismo” lo propondrá un intelectual vienés, Norman Birnbaum, al referirse a Sion, uno de los nombres bíblicos de Jerusalén.
[7] Citado en LAQUEUR, 1994 [1971], p. 84-85) según cita de HERTZBERG, Arthur, The Zionist Idea, New York, 1959, p. 121.
[8] LAQUEUR, 1994, p. 116.
[9] BERGER, Autumn 1975 – Winter 1976, p. 4.
[10] BERGER, Autumn 1975 – Winter 1976, p. 12.
[11] Esta dimensión tribal del nacionalismo judío explica, por ejemplo, el enfrentamiento de las organizaciones sionistas con el Bund, un movimiento socialista y judío antisionista que defendía intereses de clase por encima de las ideologías políticas identitarias nacionales o religiosas.
[12] BEN GURION, D. “Divrei Tshouva Lamitvakhim Baveïda Hashlishit Shel Ahdout Haavoda” (“Respuesta a los delegados de la 3ª convención del Ahdut Haavoda”), Kontrass, vol. VI, nº 119, 13 de enero 1927, p. 29, citado en STERNHELL, 1996, p.38.
[13] STERNHELL, 1996, p. 53.
[14] Un ejemplo de ello lo encontramos ya a principios de siglo XX en las entrevistas de Herzl con el ministro del interior ruso Plehve. Herzl se reunió con Plehve, el ministro del interior zarista que había organizado los pogromos de 1903, esperando que la idea de sacarse de encima parte de la población judía le llevara a colaborar con el proyecto sionista. Plehve y el Zar se mostraron de acuerdo con Herzl siempre y cuando los sionistas rusos se limitaran a promocionar la emigración. Herzl, para quien el objetivo nacionalista era prioritario, estuvo de acuerdo en disminuir la actividad subversiva en Rusia, pero chocó con las críticas de los sionistas rusos y de los judíos ligados a la izquierda. En 1904, el asesinato de Plehve fue excusa para una nueva oleada de pogromos y la posible colaboración con el movimiento sionista pasó al olvido (LAQUEUR, 1994, pp. 191-193). La idea de coincidencia de los intereses de los racistas y de sus víctimas puede sorprender pero no era una novedad. Poco antes, se habían ligado extrañas alianzas en la política norteamericana entre asociaciones de negros que impulsaban el retorno a África y grupos racistas blancos que eran felices al verlos partir.
[15] Un autor que analiza el carácter colonial del Estado de Israel es el francés Maxime Rodinson, sociólogo y orientalista, quien ayuda también a explicar algunos aspectos de la política exterior israelí, al concluir que "Prendre consciència del caràcter colonial de l'Estat d'Israel és començar-se a explicar per què la pressió dels fets contribueix a projectar Israel en el camp de les potències occidentals i per què una altra orientació demanaria dels elements progressistes d'Israel esforços heroics. És, sobretot, comprendre les reaccions àrabs i les dels pobles del Tercer Món que estan en la mateixa situació" (RODINSON, 1967, p. 82).
[16] El éxito del sionismo estuvo ligado a la adopción de las mismas bases ideológicas que provocaban el antisemitismo, sin querer ver que la organización política sobre una base identitaria y la lucha por el poder para la Nación, conducían inevitablemente al enfrentamiento con “otro”. En Europa los judíos eran uno de los “otros”. En Palestina, el sionismo y el proceso de limpieza étnica convirtieron a los palestinos en los “otros”. Es por esta razón que en Europa se hablaba de la “cuestión judía” y en Palestina de la “cuestión árabe”, cuando en realidad se trata de las cuestiones del antisemitismo y del sionismo.
[17] HERZL, 1946 [1896].
[18] Para un análisis del mito ver "Making the Desert Bloom. A Myth Examined" de Alan George, quien en sus conclusiones dice:
"The major conclusions which thus emerge are:
1. That only about half of Palestine has a true desert climate;
2. That expansion of the cultivated area was already under way before the occurrence of mass Zionist immigration;
3. That by about 1930 all those areas which could be cultivated by the indigenous Arab population were already being farmed by them;
4. That the area within what became Israel actually being farmed by Arabs in 1947 was greater than the physical area which was under cultivation in Israel almost thirty years later;
5. That the impressive expansion of Israel's cultivated area since 1948 has been more apparent than real since it involved mainly the "reclamation" of farmland belonging to the refugees; this is probably as true for the Negev desert as for the rest of Israel”. (GEORGE, 1979, p. 100).
Además, hay que añadir que los aumentos de productividad del suelo que tanto renombre han dado a la agricultura israelí se consiguieron, sí, con una tecnología avanzada, pero, sobre todo, con un agua sobre la que todavía hay una disputa abierta sobre su titularidad (ver: IZQUIERDO, 2002).
[19] SHLAIM, 2001, p. 4.
[20] David Ben Gurion en 1936 (citado en GOLAN, 1994, p. 58).
[21] ELON, 6-8-2003.
[22] Benny Morris rebaja las cifras de la historiografía tradicional sionista a 60.000 judíos habitando en Palestina en 1914 (MORRIS, 2001, p. 37). Nathan Weinstock habla de 50.000 (WEINSTOCK, 1969, p. 63). El informe sobre Palestina para la Sociedad de Naciones en 1922 procuraba el siguiente censo: “A census was taken in the month of October. It showed a total population of 757,182, of whom 78 per cent. were Moslems, 11 per cent. Jews and 9·6 per cent. Christians. This was probably the first census ever taken in Palestine on a scientific basis.” (League of Nations (31 December 1922) “REPORT ON PALESTINE ADMINISTRATION, 1922”).
[23] League of Nations (12 August 1922) (C. 529. M. 314. 1922. VI.) Communiqué au Conseil et aux Membres de la Société, Genève, le 12 août 1922. SOCIÉTÉ DES NATIONS. MANDAT POUR LA PALESTINE / LEAGUE OF NATIONS. MANDATE FOR PALESTINE.
[24] League of Nations (31 December 1924) ”REPORT BY HIS BRITANNIC MAJESTY'S GOVERNMENT ON THE PALESTINE ADMINISTRATION. 1923”.
[25] Sobre estas transformaciones ver: WEINSTOCK, 1969, pp. 66-74; KIMMERLING y MIGDAL, 1994; SWEDENBURG, 2002.
[26] MORRIS, 2001, p. 38.
[27] SIR JOHN HOPE SIMPSON, C.I.E. (30 October 1930) “PALESTINE. Report on Immigration, Land Settlement and Development. 1930” Presented by the Secretary of State for the Colonies to Parliament by Command of His Majesty.
[28] Al-jami'ah al-Islamiyyah (February 16, 1934), citado en STEIN, 1987.
[29] Sobre las organizaciones obreras palestinas y sus condiciones de vida, ver: KHALAF, 1997.
[30] Tendencia del nacionalismo sionista mayoritaria, ligada a los grupos de la izquierda, que centraba sus esfuerzos en la colonización de Palestina y en la separación de la sociedad árabe palestina. Se le oponían los revisionistas, quienes defendían la consecución del Estado sionista como prioridad, antes que la colonización y la limpieza étnica.
[31] R. M. Graves, asesor del Departamento de Trabajo del gobierno británico en Palestina (citado en KHALAF, 1997, p. 103).
[32] League of Nations (31 December 1927) “Report by His Britannic Majesty's Government to the Council of the League of Nations on the Administration of Palestine and Trans-Jordan for the Year 1927”.
[33] League of Nations (31 December 1929), “Report by His Majesty's Government in the United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland to the Council of the League of Nations on the Administration of Palestine and Trans-Jordan for the year 1929.”
[34] La Histadrut era mucho más que un sindicato. No sólo controlaba el trabajo asalariado, sino que también suministraba buena parte de los servicios, de la distribución de mercancías, tenía corporaciones e incluso bancos. De hecho, la Histadrut era la institución clave en el aparato casi estatal de los sionistas durante el Mandato, lo que daba a sus dirigentes un poder ingente sobre el Yishuv (comunidad judía en Palestina).
[35] SIR JOHN HOPE SIMPSON, C.I.E. (30 October 1930) “PALESTINE. Report on Immigration, Land Settlement and Development. 1930” Presented by the Secretary of State for the Colonies to Parliament by Command of His Majesty.
[36] SIR JOHN HOPE SIMPSON, C.I.E. (30 October 1930) “PALESTINE. Report on Immigration, Land Settlement and Development. 1930” Presented by the Secretary of State for the Colonies to Parliament by Command of His Majesty.
[37] SIR JOHN HOPE SIMPSON, C.I.E. (30 October 1930) “PALESTINE. Report on Immigration, Land Settlement and Development. 1930” Presented by the Secretary of State for the Colonies to Parliament by Command of His Majesty.
[38] Ben Gurion en 1929, citado en ATRAN, 1989, p. 728.
[39] Según la Survey on Palestine, entre 1931-38, un trabajador palestino cobraba de media 100 mills por 10 horas al día, siete días a la semana, mientras que un judío, por el mismo trabajo, recibía 225 mills por ocho horas al día, cinco días y medio a la semana (Suvey on Palestine, Vol. 1, pp. 551-552, citado por ZU'BI, 1984, p. 101). Según Weinstock, las diferencias eran todavía mayores: en 1936, el salario medio de un campesino palestino era de 7 libras, mientras que el de uno judío era de 34 libras (WEINSTOCK, 1969, p. 164).
[40] METZER, 1978, p. 112.
[41] SIR JOHN HOPE SIMPSON, C.I.E. (30 October 1930) “PALESTINE. Report on Immigration, Land Settlement and Development. 1930” Presented by the Secretary of State for the Colonies to Parliament by Command of His Majesty.
[42] “PALESTINE Statement of Policy by His Majesty's Government in the United Kingdom. Presented by the Secretary of State for the Colonies to Parliament by Command of His Majesty,
October 1930”.
[43] Sobre las políticas económicas nacionalistas en la época del Yishuv, ver: METZER, 1978.
[44] League of Nations (31 December 1931) Report by His Majesty's Government in the United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland to the Council of the League of Nations on the Administration of Palestine and Trans-Jordan for the year 1931).
[45] League of Nations (31 December 1932) “Report by His Majesty's Government in the United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland to the Council of the League of Nations on the Administration of Palestine and Trans-Jordan for the year 1932”.
[46] League of Nations (31 December 1934) “Report by His Majesty's Government in the United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland to the Council of the League of Nations on the Administration of Palestine and Trans-Jordan for the year 1934”.
[47] BEN GURION, 1954, p. 69.
[48] “Lord LUGARD (...) A good deal of feeling seemed to have been caused by the engagement of Arab labour by Jewish employers, which had led to picketing (page 107). Had these disputes been settled? Paragraph 22 on page 107 referred to the amendment of the existing legislation, in order to limit peaceful picketing to disputes where no racial question was involved. But were there any disputes which were not more or less racial?
Mr. MOODY said that the new picketing ordinance had been successfully applied, and he thought he could safely say that it had been possible to distinguish between disputes which were purely industrial and those concerned with the race or religion of the labourers in question. A number of Jews had been imprisoned under the Ordinance, and the situation with regard to picketing had greatly improved.
As to racial disputes, some Jewish settlements held the view that only Jewish labour should be employed, and further disputes of that kind might be expected to occur.” (LEAGUE OF NATIONS PERMANENT MANDATES COMMISSION (June 18th, 1935) MINUTES OF THE THIRTY-FOURTH SESSION.)
[49] The Palestine Problem. Theses Submitted for Discussion to the Israeli Socialist Organization, August 1966 (p. 4), citado por WEINSTOCK, 1969, pp. 81-82.
[50] Dr. Arthur Ruppin (February 27, 1908) “The Picture in 1907. Address to the Jewish Colonization Society of Vienna” .
[51] Sobre el choque de los dos modelos de colonización en el sionismo ver: SHAFIR, 2002. Shafir centra su explicación en las necesidades de los inmigrantes judíos y su lucha por conseguir un trabajo y condiciones de vida comparables a las europeas. Sin embargo, como veremos, también es importante tener en cuenta que la mayoría de la población inmigrada tenía un objetivo nacionalista y estaba encuadrada en el sionismo y que la lucha por la acumulación de poder de las elites sionistas conducía al modelo de colonización con limpieza étnica si los dirigentes de la izquierda querían asegurarse un lugar bajo el sol del poder.
[52] Nitzan y Bichler hablan incluso de dinastías en la elite israelí. Sobre la red de relaciones que une a la cerrada elite que acumuló el poder en el Yishuv y en Israel, ver: NITZAN y BICHLER, 2002, pp. 108-117.
[53] Berl Katznelson, uno de los principales dirigentes socialsionistas, afirmaría que “Il n’est dans les moyens d’aucune classe d’accomplir seule le travail [la construcción del Estado para el pueblo judío]” (Katznelson, B. Kitvei Berl Katznelson (Escritos de Berl Katznelson), Tel Aviv: Ediciones del Mapaï, 1946, vol. III, p. 142. Citado por STERNHELL, 1996, p. 41).
[54] Pequeño grupo de la izquierda marxista israelí que a pesar de su tamaño tuvo un importante impacto, en los años 1960s y 1970s, porque su discurso anticolonial hacía tambalear los principios fundacionales de Israel.
[55] RAM, 2002, p. 58.
[56] SHAFIR, 2002, p. 88. La similitud con el modelo germano todavía es más evidente en la actualidad, con la política de colonización judía de los Territorios Ocupados a través de la expropiación de suelo, pues al no ser posible la expulsión de la población palestina, el desplazamiento provocado por la limpieza étnica es interno, liberando espacios de población palestina que es sustituída por colonos judíos.
[57] JABOTINSKY, Ze’ev, “Zionism and Communism”, Hadar, February 1941, p. 33 (citado en BRENNER, 1983, p. 71).
[58] SIR JOHN HOPE SIMPSON, C.I.E. (30 October 1930) “PALESTINE. Report on Immigration, Land Settlement and Development. 1930” Presented by the Secretary of State for the Colonies to Parliament by Command of His Majesty.
[59] LeVINE, 1998, p.37-38.
[60] Por ejemplo, un comunicado de la Oficina Central de la Federación de Maestros del año 1934, no duda en hablar del "pure Hebrew Labor" y llamaba a los maestros "to undertake widespread propaganda among parents and pupils until the last of the Jews understands (...) the commandment of Hebrew Labor". O, en otro ejemplo, la Association of Hebrew Writers, pedía "clean Hebrew Labor" (citados en GLAZER, 2001, p. 49).
[61] GLAZER, 2001, pp. 43, 45, 48.
[62] SHAPIRA, 1982.
[63] KHALAF, 1997, p. 99.
[64] SUSSMAN, 1973, p. 102.
[65] Sobre los intentos de cooperación sindical ver: LOCKMAN, 1993.
[66] POWER, 1998.
[67] Citado en PAPPE, 2004, p. 112.
[68] UNSCOP Report on the question of Palestine UNITED NATIONS General Assembly (A/364 31 August 1947).
[69] League of Nations (31 December 1924) ”REPORT BY HIS BRITANNIC MAJESTY'S GOVERNMENT ON THE ADMINISTRATION UNDER MANDATE OF PALESTINE AND TRANSJORDAN FOR THE YEAR 1924”.
[70] Ver SUSSMAN, 1973.
[71] Comunidad judía en Palestina anterior a la creación de Israel.
[72] Shafir no dudará en calificar de sistema de castas la división social establecida en Israel a partir de su fundación, con askenazís, sefardíes y palestinos en posiciones claramente diferenciadas en el mercado de trabajo (SHAFIR, 2002, p. 92-93).



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© Copyright Ferran Izquierdo Brichs, 2006.
© Copyright Scripta Nova, 2006.
Ficha bibliográfica:
IZQUIERDO, F. Sionismo y separación étnica en Palestina durante el Mandato británico: la defensa del trabajo judío. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de diciembre de 2006, vol. X, núm. 227 [ISSN: 1138-9788]


SIONISMO Y CAPITALISMO

(Por Débora Cerio)


La ideología sionista

El contexto histórico del surgimiento del sionismo

Con el término "sionismo", derivado de la palabra Sión[1], se define al movimiento nacionalista judío surgido en Europa a finales del siglo XIX y cuya figura más representativa fue el periodista de origen húngaro Theodor Herzl, en cuyo libro "El Estado Judío", publicado en 1896, se recogen las ideas principales de este movimiento.

Como plantea Abraham León[2], el telón de fondo de la irrupción del movimiento sionista fue la rápida capitalización de la economía rusa después de la reforma de 1863, que volvió insoportable la situación de las masas judías de las pequeñas ciudades. En Occidente, las clases medias, trituradas por la concentración capitalista, comenzaron a volverse contra los judíos cuya competencia agravaba su situación. La Organización Sionista[3] surgía como el programa de un sector de la gran burguesía judía, que terminaría siendo dominante dentro de ella.

Para León el sionismo procura asentarse en una explicación religiosa para justificar su existencia. Según la interpretación ad hoc del sionismo, en el año 70 de la era cristiana, los judíos fueron expulsados de Jerusalén, que estaba siendo ocupada por los romanos. Esta expatriación fue la famosa Diáspora, que dispersó a los judíos por los cuatro puntos cardinales; los judíos habrían buscado por dos milenios el retorno a Eretz Israel, considerada en la Biblia la patria de los judíos. Véase en las palabras del fundador del sionismo, Theodor Herzl:

“Nadie es lo bastante fuerte o lo bastante rico para transportar un pueblo de una residencia a otra. Esto puede hacerlo solamente una idea. Parece que la idea de Estado posee esa virtud. Los judíos no han cesado de soñar, a través de toda la noche de su historia, este divino sueño: ‘¡El año que viene, en Jerusalén!’; son nuestras palabras tradicionales. Ahora se trata de mostrar que el sueño puede transformarse en una idea clara como el día.”[4]

Sin embargo, el movimiento sionista es una reacción de la pequeña burguesía judía, que, duramente golpeada por la creciente ola de antisemitismo, tuvo que desplazarse de un país a otro para escapar de la persecución. Es que, tal como sostiene León la ideología sionista es, como toda ideología, el reflejo desfigurado de los intereses de una clase. El sionismo es la ideología de la pequeña burguesía judía, oprimida entre el feudalismo en ruinas y el capitalismo en decadencia.

Siguiendo a León, el sionismo es producto de la última fase del capitalismo, del capitalismo que comienza a descomponerse. Sin embargo, sostiene que su origen se remonta a un pasado bimilenario. Y si bien el sionismo es esencialmente una reacción contra la crisis del judaísmo generada por la combinación del desmoronamiento del feudalismo con la decadencia del capitalismo, afirma ser una reacción contra la situación existente desde la caída de Jerusalén, en el año 70 de la era cristiana.[5]



Esa historia de los judíos, tal como es contada por los sionistas, trata de crear el telón de fondo para justificar la ocupación de Palestina. Así, después de la violenta dispersión de los judíos por obra de los romanos, los judíos no habrían podido asimilarse en las naciones a donde emigraron. Imbuidos de su "cohesión nacional", "de un sentimiento ético superior" y de "una indestructible creencia en un Dios único", habrían resistido a todas las tentativas de asimilación[6]. Esto no fue realmente así, ya que hubo a lo largo de esos dos mil años innumerables casos de asimilación. Sin embargo, de acuerdo con la historia construida por los sionistas, la única esperanza de los judíos durante esos días sombríos que duraron dos mil años era retornar a la antigua patria.

En esta misma perspectiva, hay que decir que no se puede, como hacen los defensores del sionismo, compararlo con los demás movimientos nacionales. El movimiento nacional de la burguesía europea fue una consecuencia del desarrollo capitalista que reflejó la voluntad de aquélla de crear las bases nacionales de la producción, de abolir los resquicios feudales. Pero en el siglo XIX, época de florecimiento de los nacionalismos, la burguesía judía, lejos de ser sionista, era profundamente asimilacionista. El proceso económico que hizo surgir las naciones modernas creaba las bases para la integración de la burguesía judía en la nación burguesa. Sólo cuando el proceso de formación de las naciones culminó, cuando las fuerzas productivas dejaron de crecer, constreñidas por las fronteras nacionales, comenzó el proceso de expulsión de los judíos de la sociedad capitalista y el moderno antisemitismo. La eliminación del judaísmo acompaña la decadencia del capitalismo. Lejos de ser un producto del desarrollo de las fuerzas productivas, el sionismo es justamente la consecuencia de la total parálisis de ese desarrollo, de la petrificación del capitalismo. Así, mientras el movimiento nacional es un producto del período ascendente del capitalismo, el sionismo es fruto de la era imperialista. La tragedia judía del siglo XX es una consecuencia directa de la decadencia del capitalismo.[7]

Justamente ahí está el principal obstáculo para la realización del sionismo, la llave para comprender la crisis que se vive en Palestina desde la fundación del Estado de Israel. La decadencia capitalista, base del crecimiento del sionismo, es también la causa de la imposibilidad de su realización. La burguesía judía se vio obligada a crear un Estado nacional y asegurar las condiciones para el desarrollo de sus fuerzas productivas justamente en la época en que las condiciones para eso desaparecieron hace mucho tiempo. La decadencia del capitalismo, si por un lado colocó de forma tan aguda la cuestión judía, por otro vuelve imposible su solución por la vía sionista.[8]

Eso marca como un hierro candente el carácter de clase del movimiento sionista. Es cierto que los pioneros de la colonización de Palestina eran artesanos, pequeños comerciantes pobres, personas sin grandes posesiones y que ni Rotschild ni la gran burguesía judía enviaron a sus hombres a colonizar la tierra en Palestina. Esto fue la base de los intentos de crear una imagen "plebeya" y hasta "obrera" y "socialista" del sionismo.[9] Pero el sionismo ­­–y no hace falta decirlo después de la ocupación colonial y la limpieza étnica- no es socialista y lejos está de serlo. El sionismo es el movimiento de una burguesía que buscaba “librarse” de los judíos europeos para calmar la furia antisemita y frenar su creciente participación en los partidos de izquierda. Para establecerse necesitaría el apoyo del imperialismo que lo colocaría como su gendarme en Medio Oriente.


Los pilares ideológicos del sionismo

El fundador del sionismo fue Theodor Herzl. Él definió a la cuestión judía como una cuestión nacional, cuya resolución implicaría convertirla en un problema de política internacional. Dado que los judíos serían un pueblo y sus intentos de asimilación en los países por donde se diseminaron tras la “diáspora” habrían sido vanos, de lo que se trata es de separarlos de los “no-judíos” y darles un “hogar nacional” (Palestina o Eretz Israel, la tierra que les pertenecería por “derecho bíblico”) donde pudieran resguardarse del antisemitismo, según ellos, inherente al género humano. En sus propias palabras:

"la solución de la cuestión judía no consistía en luchar para acabar con el antisemitismo y conseguir la total igualdad de los judíos en los países donde vivían, sino en separar a los judíos de los que no lo eran..."[10]

Como se ve, el sionismo se basa en algunos postulados que lo convierten en una ideología profundamente racista.

Por un lado, considera que los judíos son un pueblo y no una comunidad religiosa, que Palestina fue y sigue siendo la tierra del pueblo judío, y que el antisemitismo y la persecución son un peligro latente para éste.

Para los sionistas, Israel es la tierra del pueblo judío[11] y se define como "estado judío", es decir, que no se concibe como el país de los israelíes sino de los judíos. Esta definición implica que Israel pertenece a aquellas personas consideradas como judías, independientemente del país que habiten, y no a aquellas comunidades no-judías residentes. Esto se traduce en que un judío de cualquier parte del mundo tiene más derechos que la población árabe que permaneció tras la ocupación israelí, pese a vivir en estas tierras durante muchas generaciones.

De hecho, en 1950 fue sancionada la Ley del Retorno, por la que todo judío tiene derecho a asentarse en Israel. En 1952 se sancionó también la Ley de la Nacionalidad, por la que se confiere automáticamente la ciudadanía a aquellos llegados bajo la Ley del Retorno. Evidentemente, esto no es aplicable a los no-judíos. Así, los millones de refugiados palestinos, consecuencia de las expulsiones practicadas sistemáticamente por los gobiernos israelíes a lo largo de sus cincuenta y tres años de historia, no tienen reconocido por parte de Israel el derecho a volver a sus casas y a recuperar sus propiedades. El argumento oficial esgrimido por Israel para vetar el derecho de retorno a los refugiados es el de que esto haría peligrar el carácter judío del estado y, en consecuencia, de su propia existencia.

Puesto que, como sostiene Moses Hess, considerado el padre espiritual del Sionismo en 1882:

"los judíos hemos permanecido como extraños en todas las naciones"[12]

el Estado de Israel, sería el “hogar nacional” para todos los judíos del mundo, perseguidos por el antisemitismo, característica biológica del género humano. León Pinsker elegido presidente de la Primera Conferencia Sionista, celebrada en Katowice en 1884, planteó esto en su libro "Auto-emancipación":

"el odio a los judíos es una variante de la demonología, con la diferencia de que no es algo peculiar de ciertas razas (...), sino que constituye un fenómeno común a la totalidad del género humano (...) tiene carácter hereditario y como enfermedad transmitida durante dos mil años es incurable".[13]

Teniendo en cuenta las declaraciones de estos sionistas, podría pensarse que el movimiento tuvo un rol destacado contra el antisemitismo, que se supone fue una de las causas del establecimiento del Estado de Israel. Pues bien, no sólo no entablaron un combate a muerte contra el genocidio sino que, con la excusa de que eso exacerbaría a los nazis, las principales organizaciones judías y sus dirigentes se opusieron a toda acción enérgica contra el antisemitismo nazi en Alemania. Esto puede verse en palabras de un sionista honesto, algo que no puede encontrarse fácilmente:



"(...) nos quejamos hoy de que el mundo no judío no actuara eficaz, moral y políticamente contra el nazismo (...) no menos justificada está la acusación contra nuestro propio pueblo (...) no existen excusas para nuestra generación, ni para la mayoría de sus dirigentes. Somos una generación condenada a ser testigos de la destrucción de una tercera parte de nuestro pueblo, y culpable de haber aceptado la misma sin una resistencia digna de ese nombre"[14]

Adolf Eichmann encargado personalmente por Hitler de aplicar la "solución final" a los judíos, más tarde secuestrado, juzgado, y ejecutado por el Estado sionista, dejó escrito que:

"(...) Este Dr. Kastner era un hombre joven, (...) un abogado frío y un sionista fanático. Estuvo de acuerdo en colaborar a que los judíos no se opusieran a la deportación e incluso a que se mantuviera el orden en los campos de exterminio, si yo hacía la vista gorda y permitía a unos cientos, o a unos miles de jóvenes judíos emigrar ilegalmente a Palestina (...) Fue un buen negocio."[15]

El segundo postulado del sionismo es que la tierra de Eretz Israel (Palestina), que el Mesías le habría prometido al pueblo judío según la Biblia, estaba “vacía”.

Se dice que, en aquellos tiempos, el territorio estaba mayoritariamente poblado por tribus nómadas beduinas que se desplazaban permanentemente. De hecho, el eslogan del sionismo era "una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra"[16]. La realidad ha demostrado la falsedad del argumento, ya que existen testimonios de la existencia de poblaciones palestinas a lo largo del territorio. Pese a ello, el sionismo se ha empeñado en intentar borrar las huellas que mostrarían el carácter árabe de estas tierras, bien a través de la redenominación en hebreo de antiguas poblaciones palestinas o con el arrasamiento y desaparición de pueblos y aldeas (530). Muchas de estas familias palestinas conservan todavía las llaves de sus casas, ahora destruidas u ocupadas por inquilinos judíos, como el argumento más rotundo para desmontar la propaganda sionista.

En este mismo sentido, los sionistas se han empeñado en negarles identidad nacional a los palestinos que ellos vinieron a desalojar.[17] El tercer tópico se refiere, entonces, a la negación de una identidad palestina, diluyéndola en una entidad superior y más general, la de árabes[18]. Por tanto, según su razonamiento, en tanto árabes, debieran ser acogidos en los países vecinos -también árabes- y dejar al pueblo judío fundar su estado en “Eretz Israel”. La identidad nacional palestina estaba en proceso de formación desde el final de la I Guerra Mundial, como ocurría con el resto de países árabes de la zona (Egipto, Líbano, Siria, Irak y Jordania). Pero mientras que en esos países, bajo dominación colonial europea, se permitió un estado central fuerte con un control por parte de la población local -aunque fuera sólo nominal y tuviera un fuerte rechazo entre la población-, en el caso de Palestina, el poder estaba directamente en manos de los británicos[19]. Todo ello dificultó esta formación de la conciencia nacional, pero no significa que no la hubiera, y no sólo como respuesta al sionismo. El argumento simplista de considerar a estas personas meramente árabes implica negar la identidad nacional palestina e, implícitamente, la de los países vecinos, al considerar sólo la cualidad de árabes. Por otra parte, su expulsión a países vecinos, en vez de propiciar su integración social, económica y política en las culturas receptoras, ha reforzado el sentimiento de identidad entre los palestinos de la Diáspora.



La justificación sionista de la ocupación de Palestina


Palestina en la antigüedad

Desde el siglo XV al XIX, Palestina estuvo bajo la dominación otomana. Sin embargo, fue un territorio poseído por numerosas potencias de la antigüedad.

Cuatro mil años antes de Cristo, los cananeos, un pueblo semita procedente del interior de la Península Arábiga, se instalaron en las tierras desde entonces conocidas como Canaán y que más tarde serían Palestina. Los jebuseos, una de las tribus cananeas, levantaron un poblado al que llamaron Urusalim (Jerusalén), o sea "ciudad de la paz".

Los faraones egipcios ocuparon parte de Canaán en el 3200 a. C. y construyeron fortalezas para proteger sus rutas comerciales, pero el país conservó su autonomía. Hacia el año 2000 a. C. pasó por Palestina, en su ruta al sur, otro pueblo semita nómada, el de los hebreos, conducido por Abraham. Siete siglos más tarde volvieron, procedentes de Egipto, doce tribus hebreas al mando de Moisés. Se trabaron violentos combates por la posesión de la tierra. Sólo cuatro siglos después consiguió David derrotar a los jebuseos y unificar el reino judío. Pero tras la muerte de su hijo, Salomón, los hebreos se dividieron en dos reinos -Israel y Judea- que más tarde cayeron en manos de los asirios (721 a.C.) y los caldeos (587 a. C.) respectivamente. En esta última fecha Nabucodonosor destruyó Jerusalén y llevó a los judíos en cautiverio a Babilonia.

En el 332 a. C Palestina fue conquistada por Alejandro Magno. Tras la muerte de éste, retornó al imperio egipcio de los Ptolomeos. Más tarde fue dominada por los Seléucidas de Siria. Una rebelión encabezada por Judas Macabeo restableció el Estado judío en el año 67 a. C., pero éste pronto fue sometido a vasallaje por el entonces invencible Imperio Romano, que tomó Jerusalén a sangre y fuego, en el año 63 a. C. Los romanos reprimieron severamente la resistencia de los macabeos, zelotas y otras tribus judías. Como parte de esa represión fueron crucificados miles de rebeldes, entre ellos Jesús de Nazareth, alrededor del año 30 d. C.; fue demolido el Templo de Salomón, en el 70 d. C., y los judíos fueron expulsados de Jerusalén, en el año 135 d. C.

Los romanos dieron a Palestina su actual denominación. La dominación de Roma y, luego, la del Imperio Bizantino -o Romano de Oriente- se extendió hasta el año 611, cuando la provincia fue invadida por los persas. Los árabes, un pueblo semita procedente del interior de la península, conquistaron Palestina en el año 634. La fe islámica y el idioma árabe unificaron a los pueblos semitas, con excepción de los judíos. Con breves intervalos de dominación parcial de los cruzados cristianos y los mongoles -en los siglos XI, XII y XIII- Palestina tuvo gobiernos árabes durante casi un milenio e islámicos durante un milenio y medio.


Los habitantes de Palestina

Antes de que los hebreos migraran por primera vez a la región, cerca de 1800 a. C, el país de Canaán estaba ocupado por los cananeos: entre 3000 y 1100 a. C., la civilización cananea ya cubría lo que es hoy Israel, Cisjordania, Líbano y gran parte de Siria y Jordania. Los que permanecieron en los cerros de Jerusalén después de que los romanos expulsaron a los judíos en el segundo siglo d. C. eran diferentes pueblos que formaban parte de la rama cananea. Los invasores árabes del siglo VII convirtieron a los nativos al Islam, se establecieron permanentemente, y se casaron con ellos, siendo el resultado una arabización tan completa de toda la población que no se puede determinar dónde terminan los cananeos y dónde comienzan los árabes.[20]

La amplia mayoría de la población de Palestina al momento de la creación del estado de Israel era, por tanto, árabe, por lo menos desde el siglo VII d. C. Así, en 1948 –aun antes de la creación del Estado de Israel-, setecientos mil árabes fueron expulsados o debieron huir de los territorios en los que sus antepasados habían vivido por más de 1200 años para que éstos fueran ocupados por cientos de miles de judíos europeos.


Los “derechos de propiedad” de los judíos sobre Palestina

Para el sionismo, la justificación para reivindicar la legitimidad de la instalación del Estado de Israel en territorio palestino, se halla en la “Biblia y la historia”. Se basa fundamentalmente en la consideración de Palestina como su “patria histórica” fundada en la “promesa” del Mesías al pueblo judío[21]. Por supuesto que históricamente, esta pretensión es infundada: los reinos judíos de David y Salomón, duraron setenta y tres años e incluso si se considera como independiente la entera historia de los antiguos reinos judíos, desde la conquista de Canaán por David en 1000 a. C. hasta la erradicación de Judea en 586 a. C, llegamos a un régimen judío de sólo 414 años.[22] Los reinos judíos no fueron más que uno de los muchos períodos en la historia de la antigua Palestina.[23]



La ocupación: génesis y desarrollo

Del Imperio Otomano a la Primera Guerra Mundial

El imperio otomano mantuvo su hegemonía sobre Palestina hasta la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto, Londres prometió al jerife Hussein la independencia de las tierras árabes a cambio de su colaboración en la lucha antiturca. Al mismo tiempo, el ministro de Relaciones Exteriores británico Lord Balfour prometía en 1917 al movimiento sionista el establecimiento de un "hogar nacional judío" en Palestina. El “derecho” de Inglaterra sobre Palestina provenía de su derrota militar sobre los turcos en alianza con los árabes.

Tras la Primera Guerra Mundial, llegó el reparto de los territorios que estaban en manos turcas.[24] Para ello Inglaterra se sirvió del movimiento nacional árabe que había comenzado a despertar. Y, por otro lado, firmó con Francia el acuerdo de Sikes-Picot, que le daría a Palestina por su condición de puente intercontinental, el carácter de zona internacional, además de la “Declaración Balfour” (2 de noviembre 1917), que fue considerada como la "alianza de boda" entre el sionismo y el imperialismo inglés.[25] Los británicos vieron en la colonización de Palestina por parte de judíos europeos la posibilidad de disponer de un enclave estratégico que les permitiera, por un lado, controlar el Canal de Suez, y facilitar así su comercio con la India, y por el otro, el acceso al petróleo iraquí.

Así comenzaba la segunda etapa del sionismo, que culminaría con la creación del Estado de Israel. Además de dar a los ingleses un valioso auxilio para establecer un futuro protectorado en Palestina, la “Declaración Balfour” colocaba en manos inglesas un arma poderosa para liquidar el movimiento nacional árabe y fortalecer la política de guerra del imperialismo británico y su lucha contra la Revolución Rusa.

Así, Israel comenzaba a nacer por medio de una declaración unilateral de una gran potencia imperialista, declaración que imponía el destino de una región de Asia que jamás había pertenecido a Inglaterra, que daba de regalo a Lord Rothschild el territorio de una nación ajena y que no tenía en cuenta los deseos del pueblo palestino, que era 93% árabe en 1917. Esas personas eran reducidas a la condición de no-judíos, confinadas en un "hogar nacional judío", o sea, tratados como extranjeros en su propia tierra.[26]

El período del mandato y la fase preestatal del sionismo

En el final de la Primera Guerra Mundial, los Aliados crearon la Sociedad de Naciones, antecesora de la actual Organización de las Naciones Unidas, que otorgó a Inglaterra el mandato sobre Palestina en 1922. Frente al conflicto generado por el notable aumento de la población judía en Palestina, producto de la inmigración masiva, los británicos propusieron dividir Palestina en dos estados: uno judío y otro árabe, y dejar bajo administración inglesa el corredor Jerusalén-Jaffa (Tel Aviv)[27]. Los árabes rechazaron la partición e iniciaron una rebelión que sólo terminó en 1939, cuando Londres abandonó la idea y limitó la inmigración.[28]

Es que en aquellos tiempos las cosas no transcurrían muy tranquilas para el imperialismo. Había surgido, por primera vez en la historia, un Estado Obrero, la URSS, que se oponía a la expansión colonialista y en todo el mundo colonial se iniciaba una gran oleada de luchas antiimperialistas.

Dentro del mundo árabe, el Oriente Medio concentró las luchas más importantes contra el imperialismo inglés y el francés. Palestina fue el eje de esa lucha, especialmente durante la insurrección de 1936-39, que comenzó con una huelga general que duró seis meses y, para ser sofocada, exigió la mitad de los efectivos de todo el ejército británico, uno de los más poderosos del mundo en ese momento. Centenares y centenares de palestinos fueron muertos, detenidos y condenados a trabajos forzados o a largas penas de prisión. En 1939, el pueblo palestino estaba derrotado. Esa es la clave para entender la relativa facilidad con que en 1947-48 se instaló en Palestina el Estado de Israel.

En este período previo a la “declaración de independencia” del Estado de Israel, los inmigrantes judíos comenzaron a apropiarse de las condiciones materiales necesarias para su fundación, dado que existía para éstos el “obstáculo” de que Palestina estaba ya habitada. Así, la ocupación se dio sobre la base de tres pilares del movimiento sionista: kibush hakarka (conquista de la tierra), kibush haavoda (conquista del trabajo) y t'ozteret haaretz (producto de la tierra). Explica Jon Rothschild:

"Detrás de esas sonoras palabras había una dura realidad. Conquista de la tierra significaba que toda la tierra posible fuese adquirida (legalmente o no) de los árabes, y que ninguna tierra de judíos fuese vendida o de alguna manera retornase a los árabes. Conquista del trabajo significaba que en las fábricas y tierras de judíos se daba preferencia a los trabajadores judíos. El trabajador árabe era boicoteado. De hecho, el Histadrut, que hoy es la Central Obrera de Israel, fue creada para imponer el boicot a los trabajadores árabes. Producto de la tierra significaba practicar el boicot a la producción árabe por parte de los colonizadores judíos, y mantener solamente la compra de productos de las tierras o negocios judíos." [29]

La compra y colonización del suelo eran, entonces desde un principio, las condiciones para la creación del Estado de Israel. Por un lado, había que impedir que ese suelo pudiera ser comprado nuevamente por árabes. La organización sionista para la compra de tierras, el Keren Kayemeth Leisrael (KKL) prohibió expresamente a los judíos enajenar el suelo adquirido: desde el momento de su adquisición, sería propiedad nacional. Todavía hoy siguen vigentes leyes que prohiben la enajenación, transferencia o labranza por no judíos de las tierras que jurídicamente pertenecen al KKL o son “tierras estatales”. Por otra parte, era necesario vincular al suelo colonos judíos. Oppenheimer, sociólogo y economista sionista, propuso garantizar la colonización con campesinos que trabajasen ellos mismos la tierra y el derecho estatal de propiedad ya que una actividad agraria que atara a los hombres a la tierra asegurándoles el sustento constituiría un verdadero lazo. Dado que el incentivo económico del beneficio y la rentabilidad de la producción mueve cada vez más a emplear una fuerza de trabajo barata, constituida en Palestina por el trabajo asalariado árabe, la consecuencia de una explotación orientada abiertamente al beneficio habría sido que los árabes, privados de sus tierras por la ocupación judía, habrían vuelto como jornaleros y deshecho la pretendida estructura homogénea de la población judía en la correspondiente zona de colonización. Por eso, la colonización agraria debía, necesariamente, excluir el trabajo asalariado. El departamento de colonización de la organización sionista determinó que se prohibiera por principio el trabajo asalariado en las tierras del KKL. Más tarde, en Israel, esta condición para el cultivo de las tierras del KKL y del “suelo estatal” se convirtió en norma casi constitucional, aunque ella se rompe frecuentemente por la presión económica en orden a la obtención de beneficios. El trabajo personal, permitió así a los colonos organizarse eficazmente en formas colectivas (kibutzim y moshavim), que tienen un gran sentido político de posesión de la tierra, no por las ideas “socialistas” (el término más adecuado sería colectivismo porque poco tiene que ver el estado de Israel con el socialismo) de algunos de sus miembros sino por su utilidad en relación con el despojo de tierras a los palestinos a manos de la inmigración judía organizada.[30]

Esa política de ocupación -de la cual los sionistas hacían propaganda diciendo que era una política "socialista", que pretendía ayudar a los trabajadores y pobres judíos- significó la desgracia para el pueblo palestino, porque fue impuesta sobre la tierra que ellos ocupaban. A pesar de ser minoría al inicio, los sionistas tenían un poder económico mucho mayor que los árabes, además de contar con el apoyo del imperialismo.

Esto les dio fuerza para caer en forma arrasadora sobre el pueblo árabe de Palestina, que quedó reducido a trabajadores desocupados y campesinos sin tierra. Los árabes eran expulsados o boicoteados en las empresas de propiedad sionista o de capital extranjero (concesiones), que generalmente eran administradas por gerentes sionistas. Cerca del 53% de las empresas eran concesiones y el 40% de propiedad sionista, mientras que apenas el 6% era de propietarios árabes[31]. Así quedaba para los trabajadores árabes un mercado de trabajo muy reducido.

Otro tanto ocurría con el producto de la tierra, una política que significaba el boicot a la fuerza de todo producto árabe. Esta represión era practicada por bandas armadas del Histadrut y no se libraban de ella ni los mismos judíos que osasen adquirir algún alimento producido por manos árabes.

Alejados de la tierra, del trabajo y de la posibilidad de comercializar sus productos, los palestinos se volvieron una masa marginada y lista para ser expulsada de sus tierras. La resistencia palestina, en forma de guerrilla, fue prácticamente aplastada en 1939 por el Ejército Británico y el Haganá, el ejército extra-oficial formado por el sionismo, en un ataque conjunto para mostrar "quien manda en Palestina".


La Segunda Guerra Mundial y la nueva “potencia protectora” de los sionistas

En esa época, se iniciaba la Segunda Guerra Mundial y los sionistas estaban preocupados por el destino de Inglaterra -su imperialismo protector- ante un nuevo reparto del mundo en zonas de influencia ya que querían garantizar para Palestina la protección imperialista. Todo indicaba que los Estados Unidos de América serían a partir de entonces el gran señor del mundo. La supuesta lucha antiimperialista de que alardeaba el sionismo era, simplemente, el deseo de pasar de un socio menos fuerte a otro más poderoso. Eso fue expresado con claridad por Ben Gurion:

"Nuestra mayor preocupación era la suerte que estaría reservada a Palestina después de la guerra. Ya estaba claro que los ingleses no conservarían su Mandato. Si se tenía todas las razones para creer que Hitler sería vencido, era evidente que la Gran Bretaña, incluso victoriosa, saldría muy debilitada del conflicto. Por eso, yo no tenía duda de que el centro de gravedad de nuestras fuerzas debería pasar del Reino Unido a América del Norte, que estaba en vías de asumir el primer lugar en el mundo".[32]



Bajo la órbita norteamericana, el sionismo comenzó a dar grandes pasos en dirección a la creación del Estado de Israel. Al final de la guerra, las grandes potencias, a través de la ONU, no solo hicieron la vista gorda a la ocupación y masacre del pueblo palestino, sino que dieron el status legal a la situación colonial creada durante la dominación británica. Sobre la base de la propuesta de división de Palestina hecha durante el Mandato inglés y que encendió la revuelta en todo el mundo árabe, el 29 de noviembre de 1947 se votó en la recién creada Organización de las Naciones Unidas la división del país en dos Estados: uno sionista y otro árabe. La resolución 181 fue aprobada con 33 votos a favor[33], 13 en contra[34] y 10 abstenciones[35]. En la votación, los EE.UU. presionaron hasta el límite a “dóciles” gobiernos asiáticos y latinoamericanos, llegando incluso a comprar votos.[36] Sin consulta alguna al pueblo palestino y con el aval de la burocracia soviética, que envió armas y aviones para ayudar al imperialismo a masacrar a los árabes, Palestina era objeto de un “reparto”.


Limpieza étnica y guerra expansionista, condiciones inherentes al establecimiento de un Estado Judío

Así, Israel se proclamó unilateralmente país independiente luego de ser ahogada en un baño de sangre la resistencia palestina. Los ejércitos de los países árabes vecinos (Egipto, Irak, Líbano, Siria y Jordania) atacaron de inmediato, pero fueron incapaces de impedir la consolidación del estado sionista.

Esto fue por desigualdad en cuanto al poderío militar pero también por las limitaciones políticas de estos regímenes. Sólo la Haganah, la organización semiclandestina fundada por la Agencia Judía para “colonizar mediante las armas”, sin contar las otras organizaciones terroristas judías, superaba ampliamente las fuerzas de los países árabes que entraron en la guerra de 1948 (la llamada “Guerra de Independencia”). Esta organización tenía en 1946 65.000 hombres y en 1948, 90.000. Un año antes de la guerra contaba con 10.000 fusiles, 1900 metralletas, 600 ametralladoras y 768 morteros y en los meses anteriores a la Partición ese armamento se multiplicó. Mientras tanto el total de las fuerzas árabes puede estimarse en 21.000 hombres mal equipados: en Egipto reinaba el corrompido rey Faruk, cuyo primer ministro Nokrashy no tenía el menor interés en mandar hombres a Palestina, desafiando a los ingleses que aun ocupaban el canal de Suez, en Irak gobernaba un títere de los ingleses, Nuri as Said, Siria acababa de independizarse de los franceses y su ejército no superaba los 3.000 hombres, el “ejército” libanés tenía apenas 1.000 reclutas, la Legión Árabe, la única fuerza de alguna importancia militar, reunía 4.000 hombres adiestrados y conducidos por oficiales ingleses. Pero el Foreign Office llegó a un acuerdo con el rey Abdullah, por el que se impidió a la Legión violar la frontera israelí.[37]

Así, no sólo no impidieron la fundación del Estado de Israel sino que éste emergió de la guerra, en 1949, con un territorio mayor que el que proponían las Naciones Unidas. Más de la mitad de los palestinos habían abandonado sus hogares –expulsados o corridos por la brutal represión-. La mayoría de ellos vivían como refugiados en Cisjordania, territorio que fue anexado por el reino hachemita de Transjordania, y en la Franja de Gaza, que pasó a ser administrada por Egipto.

Es que, para Israel, la guerra expansionista es una tarea esencial para mantenerse en pie. En la medida en que la razón de ser del Estado sionista es llevar al "pueblo sin tierra" a la "tierra sin pueblo", la expansión es indisoluble de su naturaleza misma. [38] En 1936, Ben Gurion decía (refiriéndose a la aceptación de la división de Palestina):

"Un Estado judío parcial no es el objetivo final, sino apenas el principio. Estoy convencido de que nadie puede impedirnos el establecernos en otras partes del país y de la región".[39]



Y agregaba más tarde:

"el Estado será solamente un estadio en la realización del sionismo y su tarea es preparar el terreno para nuestra expansión. El Estado tendrá que preservar el orden, no predicando, sino con ametralladoras."[40]

El desalojo y la guerra

Desde el inicio de 1948 hasta la retirada británica (15 de mayo del mismo año) los judíos ocuparon un 14% de Palestina sobre cuya tierra se declaró unilateralmente la creación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948. Dos meses más tarde, iniciada la guerra con los Estados árabes, los judíos ocuparon otro 9% de Palestina (parte de Galilea, el sector central de Lyda y Ramle, y el sur de Yafa). A finales de octubre de 1948 las fuerzas sionistas, ya convertidas en el ejército israelí, abatieron la defensa egipcia del sur de Palestina y ocuparon un 13% más de territorio, al tiempo que completaban la ocupación de Galilea y se adentraban en Líbano. Tras la firma del armisticio con Egipto a finales de ese año, Israel volvió a atacar el sur de Palestina ocupando un 42% más.

En total, un 78% de la extensión de la Palestina histórica fue despoblada por la fuerza militar, ocupadas de inmediato sus ciudades por inmigrantes judíos procedentes de Europa y sometida a la creación del Estado de Israel. En sólo tres meses (febrero-mayo de 1948) se puso en marcha un proyecto meticulosamente programado para aniquilar la presencia de la población palestina por medio del desalojo y de la destrucción física de sus pueblos y ciudades. En menos de un año de presión y violencia militarmente organizada, el sionismo convirtió la mayor parte de Palestina en territorio despoblado y a sus habitantes, los palestinos, en refugiados obligados a perder no sólo sus posesiones y su tierra sino sus derechos colectivos y nacionales como pueblo. El 15 de mayo de 1948, al término del Mandato británico en Palestina, más de la mitad de los palestinos (414.000) se habían convertido en refugiados y 213 aldeas y ciudades habían sido ya destruidas. Desde esa fecha hasta finales de mayo de 1948, otras 79 localidades fueron desalojadas y 86.700 palestinos más fueron expulsados, sumando un total de 500.700 refugiados.

La consideración de que el desalojo mayoritario del territorio palestino tuvo lugar antes de que entrasen las fuerzas árabes en Palestina (el mismo 15 de mayo), es decir, antes de que se iniciase la primera guerra árabe-israelí, quiebra otro de los mitos fundacionales del Estado de Israel, el de la necesidad de autodefensa israelí frente a los ejércitos árabes.



A ello hay que unir que la posterior defensa árabe fue notablemente ineficaz: desorganizadas, sin un mando unificado e inferiores en número y en equipamiento militar, las fuerzas árabes representaban frente a la israelí la proporción de 1 a 4 combatientes (65.000 árabes y 212.000 israelíes). Otro mito fundacional de Israel, el de David contra Goliat, resulta falso.

Los tipos fundamentales de operaciones llevadas a cabo por las organizaciones sionistas (Irgun, Stern y la Haganah, embrión del posterior ejército regular israelí) para desalojar a los palestinos fueron: 1) expulsión directa por las fuerzas sionistas; 2) ataque militar por tropas judías; 3) campañas de rumores y difamación de la Haganah o de las Fuerzas de Seguridad Israelíes (guerra psicológica programada para obtener la evacuación árabe); 4) temor ante un ataque judío o a ser capturados en los enfrentamientos; 5) influencia ejercida ante la caída de una localidad próxima o ante el éxodo de sus habitantes. Es infundada la pretensión israelí de que los refugiados palestinos abandonaron sus aldeas bajo órdenes árabes -es decir, por propia voluntad- y no por los brutales ataques a que fueron sometidos por la violencia sionista. La matanza de 254 civiles palestinos en Deir Yasin, perpretada en la madrugada del 9 al 10 de abril, perdura en el recuerdo como ejemplo de esta política sistemática de terror sionista contra la población palestina.

A la planificación del desalojo se añadió la destrucción física de las aldeas y campamentos beduinos, mientras que las ciudades fueron mayoritariamente preservadas para el asentamiento de inmigrantes judíos. Sólo un 12% de las aldeas fueron ocupadas por colonos; el resto fueron literalmente borradas del mapa. La escasa población palestina que permaneció en su lugar de origen no pudo nunca recuperar sus propiedades, quedando, además, sometidos administrativamente al nuevo Estado de Israel, bajo legislación militar hasta 1967 y convirtiéndose, con el paso del tiempo, en ciudadanos árabes israelíes marginados: hoy son más de un millón, la quinta parte de la población israelí; de ellos, 150.000 desplazados interiores, expulsados de sus pueblos en 1948.

Concebida como un proyecto estratégico, destinado a perdurar, la colonización de Palestina por el sionismo exacerbó el fenómeno colonial europeo en Oriente Próximo, al imponer mediante la fuerza militar la aniquilación brutal de todo un pueblo. Israel, como proyecto colonial inmerso en el entramado de los intereses europeos, primero, y norteamericanos, después, en la región tiene, no obstante, por la ideología sionista que lo sustenta, una característica definitoria mantenida después de 50 años de existencia: el ser un Estado racista basado en la exclusividad étnica judía. Su autoproclamado lema de ser la única democracia de Oriente Próximo se revela así de todo punto improcedente en tanto que su creación y existencia están basadas en la exclusión del pueblo palestino y en la negación de sus derechos nacionales. Que el plan que el sionismo impuso en 1948 en Palestina sólo haya podido realizarse mediante la negación del derecho de otro pueblo, el palestino, a establecer su propio Estado en la tierra que habitaba ininterrumpidamente desde más de un milenio, ilustra la injusticia inherente a su proyecto.[41]

Tras su fundación, con cada nueva guerra contra sus vecinos árabes, Israel ha proseguido con esta lógica implacable: ocupar militarmente el espacio, desalojar por medio de la violencia a sus pobladores e, inmediatamente, anexionar el territorio al Estado para asentar nuevos colonos judíos. Y ésta ha sido también, durante las tres últimas décadas, la lógica de la colonización de los territorios de Gaza y Cisjordania ocupados en 1967: escindir a la población palestina de su territorio, aislándola en núcleos densamente poblados -la Franja de Gaza, las grandes ciudades de Cisjordania-, separados unos de otros por una tupida red de asentamientos judíos en expansión y por una retícula de carreteras y autopistas.[42]

El desastre palestino de 1948 se extiende hasta nuestros días en los más de 4.900.000 refugiados palestinos que hoy siguen reclamando, desde el abandono y la miseria en la que subsisten, desde su resistencia y el mantenimiento de su conciencia nacional, su derecho al retorno. Medio siglo después, la mitad de los palestinos siguen siendo refugiados. La resolución justa del problema, el reconocimiento de sus derechos inalienables al retorno sólo será posible con la destrucción del Estado de Israel, que sobradas razones tiene para no existir, porque nació sobre la sangre de cientos de miles de palestinos despojados y porque no está basado en ningún derecho real, como se ha demostrado.[43]



Conclusión: Israel, un producto de la política del imperialismo en Medio Oriente

Puede decirse entonces que el Estado de Israel es la expresión política del sionismo que se da en el marco de la necesidad imperialista de colocar un gendarme en Medio Oriente frente a la amenaza que significaba la creciente resistencia de las masas árabes.

Israel, aunque formalmente se reconoce como una república parlamentaria, en realidad es una república teocrática en la que el judaísmo ortodoxo ocupa un lugar predominante en detrimento de las otras corrientes del judaísmo. La ideología sionista considera la ortodoxia religiosa como una cuestión fundamental que define el carácter de "pueblo elegido de los judíos". La legislación de este estado artificial lo demuestra. Por ejemplo, la Ley sobre ciudadanía, aprobada en 1971, permite que cualquier judío que "exprese su deseo de instalarse en Israel" se convierta automáticamente en israelí. En cambio, los árabes cuyos antepasados vivieron durante siglos en Palestina, son obligados a vivir como seres de segunda categoría. O la Ley para la Adquisición de Bienes de los Ausentes, que tuvo como finalidad la clasificación de los bienes árabes que debieron abandonar temporalmente para escapar a la guerra o porque fueron declarados zonas de seguridad por los militares sionistas. O el artículo 125 de la Ley de Defensa que se ha empleado para impedir a los árabes regresar a sus tierras cuando han sido designadas por las fuerzas de ocupación para el establecimiento de una colonia judía. Con la excusa de la seguridad casi la mitad de la tierra que estaba en poder de los árabes antes de la creación del Estado sionista ha pasado a los kibbutzim.[44]

Bajo la máscara de una justificación religiosa puede verse el rol de Israel como enclave del imperialismo en Medio Oriente. La política de Theodor Herzl, el padre del sionismo, y sus sucesores fue la de aprovecharse del proceso de expansión colonial imperialista para ocupar Palestina. Y el imperialismo se sirvió de la ideología sionista para poner al Estado Israel como gendarme del mundo árabe.

Así, la burguesía judía con el aval del imperialismo impulsó un movimiento para: 1) confinar a los judíos más pobres en la Tierra Santa, apartándolos de la lucha de clases en Europa y de los partidos de la izquierda; 2) librarse, en primer lugar ellos, de la furia antisemita que crecía; 3) constituir un Estado Judío en un punto estratégico, en medio de las mayores reservas de petróleo del mundo, amenazadas por el ascenso de las masas árabes. El Estado de Israel nacía como enclave del imperialismo en la región, el gendarme del mundo árabe.

La financiación de Israel es reveladora de la naturaleza de ese Estado. Todas las corrientes sionistas reconocen que el Estado de Israel es desde su inicio financiado por los EE.UU. y los poderosos lobbies de millonarios judíos. Sólo en los primeros años de su fundación, entre 1949 y 1966, Israel recibió 7.000 millones de dólares.[45] Una cifra que define con claridad la naturaleza del estado israelí es que ya en los años 70-80 el total de la ayuda norteamericana -sin contar la ayuda de la "Diáspora" ni los prestamos- representaba 1.000 dólares por habitante/año, lo que por sí solo equivalía a más de tres veces el Producto Nacional Bruto por habitante de Egipto y de la mayoría de los países africanos. Es sobradamente conocido el dato de que anualmente EEUU aporta a Israel ayuda directa por valor de 5.000 millones de dólares.



La ayuda incondicional e ilimitada recibida en estos 52 años de existencia es el precio por el servicio que el estado sionista presta, es "el precio de coste" para que ese Estado afiance y desarrolle sin trabas su función esencial: llevar a cualquier precio judíos a Palestina; expulsar a los árabes de Palestina; desempeñar el papel de "bastión adelantado de la civilización occidental".

En este marco hay que considerar el problema de la composición étnica de Israel porque lo que pretende este Estado es preservar su carácter “occidental”. En palabras del propio Herzl:

"Palestina es nuestra inolvidable patria histórica. (...) Para Europa formaríamos allí parte integrante del baluarte contra el Asia: constituiríamos la vanguardia de la cultura en su lucha contra la barbarie."[46]

En este sentido, los judíos orientales no son “valorados” de la misma manera que los occidentales.

Nissin Rejwan, un destacado judío oriental escribió:

"Cuando el actual grupo sionista del este de Europa en Israel habla de la imperiosa necesidad de preservar el judaísmo del país en lo que en realidad piensan es en poco más que en sus propias características de la cultura judía".[47]

El grupo dominante de origen occidental que constituye una minoría, rechaza la cultura de los judíos de Oriente Medio como una cultura no judía. La elite dirigente sionista tiene su concepción de Israel como una sociedad occidental que pertenece al Oriente Medio únicamente de una manera geográfica. Lo que más preocupa a los sionistas es que Israel se arabice. En función de esto no se escatiman esfuerzos para relegarlos a un papel secundario dentro de la sociedad israelí al mismo tiempo que se promociona al máximo la inmigración de judíos occidentales para compensar la situación numéricamente mayor de los judíos orientales.



IMAGENES DEL ATAQUE DE ISRAEL A LA FRANJA DE GAZA

http://www.latercera.com/contenido/683_8299_7.shtml


http://megagalerias.terra.cl/galerias/index.cfm?id_galeria=37108



VIDEOS DEL ATAQUE DE ISRAEL A LA FRANJA DE GAZA

http://www.youtube.com/watch?v=BjRI0N1toQw


http://www.youtube.com/watch?v=AcIcw7rABQY


http://www.youtube.com/watch?v=rfEVAILef24


http://www.youtube.com/watch?v=MXMvhY9-bSc


http://www.youtube.com/watch?v=LXoY1iFRF-o


http://www.youtube.com/watch?v=KslKoQRyX1I


http://www.youtube.com/watch?v=NbsGM-gG4QQ


http://www.youtube.com/watch?v=ElvN3uxLMp0


http://www.youtube.com/watch?v=KwoHxAeVsE8


http://www.youtube.com/watch?v=CAqaey1HzCk